Perú y Chile: perspectiva comparada
Por: Sinesio López (Sociólogo)
En el 2010 el modelo neoliberal extremo aplicado en el Perú cumple 20 años y la democracia, 10. Pero los peruanos seguimos discutiéndolos y cuestionándolos como si se hubieran instalado ayer. En Chile, en cambio, el modelo neoliberal (instalado por Pinochet, pero reformado y humanizado por la Concertación) tiene más de 35 años y la democracia (consolidada), 20. Los chilenos discuten apasionadamente sobre ellos y sobre el destino de su país, pero no lo cuestionan todo.
¿Cuál es la diferencia entre el Perú y Chile ? Hay varias. Aquí vamos a analizar, en primer lugar, las fundamentales que se refieren a la democracia y al modelo económico y, en segundo lugar, las que tienen que ver con el contexto político y social interno. El tiempo cuenta, por cierto, pero no se trata sólo de edades de la democracia y del modelo económico, sino de calidades.
En la cuestión de la democracia, Chile, a diferencia del Perú, tiene un sistema electoral coherente (pese a las distorsiones introducidas por Pinochet y que han sido parcialmente corregidas), cuenta con un sistema de partidos que funciona y que en Perú no existe, ha instaurado un presidencialismo de coalición (tanto de izquierda como de derecha) a diferencia del lastimoso presidencialismo plebiscitario que nosotros sufrimos.
En lo que se refiere al modelo neoliberal, las diferencias son claras. El modelo chileno, a diferencia del peruano que sólo venera el mercado, no le hace ascos al Estado; ha desarrollado, a diferencia de la predominante exportación tradicional del Perú, un equilibrio entre la industrialización y la exportación primaria; se abre al exterior pero protege también su mercado y sus intereses nacionales, a diferencia del Perú que sólo hace lo primero; reconoce los derechos sindicales de los trabajadores, a diferencia del Perú que los criminaliza; es distributivo tanto a través de los salarios (que en el Perú han bajado de 30% del PBI en 1990 a 21% en el 2008) como a través de la presión tributaria (23% vs. el 14% en el Perú); es el único país de AL que ha reducido persistentemente la pobreza hasta llegar al 13.7% en el 2008, a diferencia del Perú que bordea el 40% de pobres.
En lo que se refiere al contexto político y social examino brevemente tres factores que reducen drásticamente la incertidumbre que produce la democracia: la Constitución, el Estado y el sistema hegemónico. En primer lugar, Perú y Chile comparten el hecho de tener constituciones impuestas por dictaduras que no han logrado cambiar. Esas constituciones, como toda Constitución impuesta (que no es el resultado de un acuerdo social), ofrecen garantías y seguridades sólo a las clases altas en desmedro de las clases populares. Eso genera descontentos, protestas e inestabilidad. En segundo lugar, Chile tiene desde el siglo XIX un Estado mejor organizado que el peruano. Si bien el Estado chileno no ha llegado a ser un Estado de todos, ha avanzado mucho en la efectividad legal (justicia para todos), en la eficacia burocrática, en educación, salud, seguridad, en la transparencia y el control (menos corrupción). Eso explica que Chile despliegue políticas de Estado que el Perú no conoce y que ni siquiera ha comenzado a diseñar.
En tercer lugar, el sistema hegemónico, que tiene que ver con el nivel de integración social del país gracias a que los grupos económicos y sociales poderosos aceptan la institucionalidad política y reconocen los derechos de los de abajo y estos aceptan la dominación social de los de arriba, tiene plena vigencia en Chile. El triunfo de Piñera en Chile lo expresa claramente.
Las políticas de Estado y el sistema hegemónico, además de la institucionalidad democrática coherente y eficaz y de un modelo económico neoliberal reformado por la Concertación, explican la estabilidad chilena que contrasta con la inestabilidad peruana.
Fuente: Diario La República. Viernes 22 de enero del 2010.
Por: Sinesio López (Sociólogo)
En el 2010 el modelo neoliberal extremo aplicado en el Perú cumple 20 años y la democracia, 10. Pero los peruanos seguimos discutiéndolos y cuestionándolos como si se hubieran instalado ayer. En Chile, en cambio, el modelo neoliberal (instalado por Pinochet, pero reformado y humanizado por la Concertación) tiene más de 35 años y la democracia (consolidada), 20. Los chilenos discuten apasionadamente sobre ellos y sobre el destino de su país, pero no lo cuestionan todo.
¿Cuál es la diferencia entre el Perú y Chile ? Hay varias. Aquí vamos a analizar, en primer lugar, las fundamentales que se refieren a la democracia y al modelo económico y, en segundo lugar, las que tienen que ver con el contexto político y social interno. El tiempo cuenta, por cierto, pero no se trata sólo de edades de la democracia y del modelo económico, sino de calidades.
En la cuestión de la democracia, Chile, a diferencia del Perú, tiene un sistema electoral coherente (pese a las distorsiones introducidas por Pinochet y que han sido parcialmente corregidas), cuenta con un sistema de partidos que funciona y que en Perú no existe, ha instaurado un presidencialismo de coalición (tanto de izquierda como de derecha) a diferencia del lastimoso presidencialismo plebiscitario que nosotros sufrimos.
En lo que se refiere al modelo neoliberal, las diferencias son claras. El modelo chileno, a diferencia del peruano que sólo venera el mercado, no le hace ascos al Estado; ha desarrollado, a diferencia de la predominante exportación tradicional del Perú, un equilibrio entre la industrialización y la exportación primaria; se abre al exterior pero protege también su mercado y sus intereses nacionales, a diferencia del Perú que sólo hace lo primero; reconoce los derechos sindicales de los trabajadores, a diferencia del Perú que los criminaliza; es distributivo tanto a través de los salarios (que en el Perú han bajado de 30% del PBI en 1990 a 21% en el 2008) como a través de la presión tributaria (23% vs. el 14% en el Perú); es el único país de AL que ha reducido persistentemente la pobreza hasta llegar al 13.7% en el 2008, a diferencia del Perú que bordea el 40% de pobres.
En lo que se refiere al contexto político y social examino brevemente tres factores que reducen drásticamente la incertidumbre que produce la democracia: la Constitución, el Estado y el sistema hegemónico. En primer lugar, Perú y Chile comparten el hecho de tener constituciones impuestas por dictaduras que no han logrado cambiar. Esas constituciones, como toda Constitución impuesta (que no es el resultado de un acuerdo social), ofrecen garantías y seguridades sólo a las clases altas en desmedro de las clases populares. Eso genera descontentos, protestas e inestabilidad. En segundo lugar, Chile tiene desde el siglo XIX un Estado mejor organizado que el peruano. Si bien el Estado chileno no ha llegado a ser un Estado de todos, ha avanzado mucho en la efectividad legal (justicia para todos), en la eficacia burocrática, en educación, salud, seguridad, en la transparencia y el control (menos corrupción). Eso explica que Chile despliegue políticas de Estado que el Perú no conoce y que ni siquiera ha comenzado a diseñar.
En tercer lugar, el sistema hegemónico, que tiene que ver con el nivel de integración social del país gracias a que los grupos económicos y sociales poderosos aceptan la institucionalidad política y reconocen los derechos de los de abajo y estos aceptan la dominación social de los de arriba, tiene plena vigencia en Chile. El triunfo de Piñera en Chile lo expresa claramente.
Las políticas de Estado y el sistema hegemónico, además de la institucionalidad democrática coherente y eficaz y de un modelo económico neoliberal reformado por la Concertación, explican la estabilidad chilena que contrasta con la inestabilidad peruana.
Fuente: Diario La República. Viernes 22 de enero del 2010.
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