sábado, 29 de marzo de 2008

LIBROS DE HISTORIA. ÚLTIMAS PUBLICACIONES

LA ESCLAVITUD AFRICANA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Origen y legado de la esclavitud

Este libro del historiador de la Universidad de Columbia Herbert S. Klein, cuya primera edición apareció hace veinte años, es uno de los estudios clásicos sobre la esclavitud africana en América, sobre todo porque aborda el fenómeno desde sus múltiples perspectivas: económicas, humanas, sociales, culturales y políticas; distinguiendo, además, la particularidad que tuvo en cada región del continente, ya sea en Norteamérica, Centroamérica, Brasil o la América hispana.

En esta reedición, el estudio se amplía con la colaboración de Ben Winson III, profesor de historia latinoamericana y director del Center for Africans Studies de la Universidad de John Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos.

La trata de esclavos ha sido uno de los mayores crímenes en la historia de la humanidad, pues entre los siglos XVI y XIX fueron capturadas, vendidas, vejadas y sometidas entre 10 y 15 millones de personas. Y, como se señala en este estudio, no hubo potencia europea que no participara de alguna medida en este comercio.

Una actividad que involucró a portugueses, ingleses, holandeses, franceses y españoles, pero que, además, tuvo la complicidad de algunos grupos de poder africanos que abastecían de esclavos a los europeos, aspecto pocas veces tratado, y que es puesto en evidencia en esta investigación. "Los abastecedores solían ser autoridades locales o miembros de determinada clase de alguna sociedad africana, a veces, mulatos u otros, oriundos también de África, pero sin vinculación con tribu o nación alguna" (p.140). Incluso los traficantes portugueses que solían capturar a sus esclavos con el tiempo utilizaron cada vez más a estos intermediarios


Contenido:


I. Origen de la esclavitud en América
II. La esclavitud africana en Latinoamérica durante el siglo XVI
III. Azúcar y esclavitud en el Caribe, siglo XVII y XVIII
IV. La esclavitud en América Ibérica, siglo XVIII
V. La esclavitud y plantación en el Caribe, siglo XIX
VI. Esclavitud y plantación en Brasil y en las Guyanas, siglo XIX
VII. Vida, muerte y familia en las sociedades afroamericanas de esclavos
VIII. Comunidades esclavas y cultura afroamericana
IX. Resistencia y rebeliones de esclavos
X. Libertos en las sociedades esclavistas
XI. De la esclavitud a la libertad
Bibliografía


VER :
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-03-22/origen-y-legado-esclavitud.html

ARGENTINA - PERÚ
Cono sur


Por : Jorge Paredes


En setiembre del 2004 se desarrolló en la Pontificia Universidad Católica del Perú el primer encuentro de historiadores peruanos y argentinos que tenía como objetivo afianzar los vínculos académicos entre ambos países y centrar la atención en los rasgos compartidos y diferentes de nuestras historias dentro del ámbito americano.

Las actas de dicho encuentro aparecen publicadas en el presente volumen y muestran, sustancialmente, la existencia de un profundo lazo que une a ambas naciones desde antes de que estas existieran como tal: un vínculo, sobre todo, mercantil que se fue extendiendo a través del tiempo y que en épocas coloniales dio vida a un dinámico mercado de explotación minera y agropecuaria. Historia común que se entrelazaría aún más en las primeras décadas del siglo XIX con las guerras de la independencia. Los ejércitos emancipadores de San Martín cruzaron los andes por Mendoza, vía Córdoba, hasta llegar a Chile, desde donde alistaron la estocada final al poder español en Lima.

Los trabajos recogidos en este volumen han sido agrupados en cuatro grandes temas: sociedad, dominio de fronteras, aspecto económico y aspecto político.

En el primer capítulo resaltan dos trabajos que pueden ser comparados entre sí. Por un lado, Carlos Pardo-Figueroa Thays reconstruye la historia de dos familias limeñas de los siglos XVIII y XIX, centrando su interés en la forma en que estas consolidaron su prestigio y poder económico; y por otro, Andrea Reguera se ocupa de la constitución de la clase terrateniente en la pampa argentina, durante el mismo período. En ambos casos se recurre a la historia personal de los individuos para dar cuenta de los colectivos y de las estructuras económicas y sociales de una época.

En el segundo y tercer capítulo (Fronteras y Economía), los trabajos están orientados a explicar la consolidación política y económica del dominio español en la frontera sur del virreinato del Perú entre los siglos XVII y XVIII. Esto conducirá a la creación en 1776 del virreinato de La Plata, como una estrategia geopolítica de la corona, bajo la amenaza de la expansión portuguesa, los ataques holandeses, la rebelión de los nativos del Paraguay y de la Araucania, y en medio también del auge comercial y minero de Postosí. El trabajo de Fernando Rosas Moscoso, "Lima, Sacramento y Buenos Aires: una lejana frontera en conflicto" explica muy bien este proceso. En el tema económico (el más sustancioso del volumen), el historiador Fernando Jumar se ocupa de un aspecto clave para entender la independencia argentina y su resonancia en la región: el papel de los comerciantes en el proceso revolucionario del Río de la Plata a finales del siglo XVIII e inicios del XIX.

VER :

sábado, 22 de marzo de 2008

EL PERÚ Y EL LIBRE MERCADO.

José Baquíjano y Carrillo de Córdoba, Conde de Vistaflorida (Lima, 1751 - Sevilla, 1817). Criollo peruano, considerado por algunos historiadores como precursor de la independencia. Fue miembro de la Sociedad Amantes del País y destacado colaborador en la revista el Mercurio Peruano. Aúnque de posición moderada es recordado por la crítica que hiciera al régimen colonial en el discurso de bienvenida al nuevo virrey del Perú, don Agustín de Jáuregui. Nunca propuso una ruptura con España, por lo que ha sido denominado fidelista. Es interesante anotar también que es considerado uno de los primeros economistas peruanos, entre otras cosas por sus observaciones en torno al impacto de las reformas borbónicas sobre el virreinato del Perú. (E.R.M)

Baquíjano, país minero y libre mercado

Humberto Campodónico.

Hace pocos días, el 13 de marzo, se cumplieron 257 años del nacimiento de José Baquíjano y Carrillo, a quien puede considerarse uno de los primeros economistas peruanos. Baquíjano escribió en el Mercurio Peruano, en 1791, una serie de artículos con el objetivo de demostrar, de un lado, que el Perú debía dedicar el máximo de sus esfuerzos a la explotación de sus recursos naturales y, de otro, que el libre comercio no era el causante de los problemas económicos de la época sino que, por el contrario, era la alternativa de la modernidad (1).

Dice Baquíjano que la agreste geografía del Perú –los Andes y la costa desértica– no permitirán un desarrollo adecuado de la agricultura y, menos, de la industria. Por eso, "las provincias del Perú han de buscar las riquezas en el seno, y no en la superficie de sus tierras. Todas las que puede producir el reino mineral se hallan en abundancia en su distrito: el alumbre, alcaparrosa y almagre, el cristal, imán y azufre, el Copé, especie de nafta negra y dura como el asfalto, el cobre, plomo y fierro y, sobre todo, el oro y plata, instrumento general de ecuación en toda especie de comercio" (p. 237).

Increíble que Baquíjano no haya entendido "el maravilloso desarrollo de la agricultura incásica en la sierra" (2) lo que se explica por una típica visión limeña. Su afirmación, además, no se sostiene para nada hoy, ni en agro ni en industria, debido a las innovaciones tecnológicas.

Pero si bien plantea la especialización en la exportación de recursos naturales, su punto de partida es que la industrialización y la producción de valor agregado es necesaria, pero difícil para un país como el Perú (dice, por ejemplo, que España pierde con la venta de paños a Francia que luego son readquiridos como confecciones, a un mayor precio, por lo que España necesita una industria de confecciones (pp 233-234).

Para Baquíjano, las reformas borbónicas del siglo XVIII (que abrieron otros puertos del Virreinato al libre comercio, entre otras medidas, en particular el Reglamento de Comercio de 1778) no fueron la causa de la decadencia del Callao y del Perú. Dice que la competencia es buena y que la apertura hará que el Perú se beneficie de la entrada de mercancías extranjeras a menores precios.

Pero la apertura de los 80 trajo un "boom" de importaciones: en 1785 estas aumentaron 6 veces hasta 25 millones de pesos anuales, mientras que las exportaciones se mantuvieron estables en 4 millones de pesos anuales. Obviamente, ese déficit comercial era insostenible. La respuesta de Baquíjano fue imprecisa y hasta contradictoria:

"No es el libre comercio el que ha extraído excesivas sumas del Reino: la crecida introducción de efectos (bienes) es la que ha imposibilitado su venta. Estas se han practicado en la mayor parte al fiado y con el riesgo inevitable de quedar sin recaudarse. Los retornos (ingresos por exportaciones) han sido iguales a los años anteriores al permiso. Y esta última reflexión es el inexpugnable convencimiento de que no han habido esas destructoras exportaciones de dinero" (p.250).

En otras palabras, el libre comercio es bueno pero lo malo es que los importadores han importado demasiado, lo que ha producido el déficit comercial y el derrumbe de precios en la economía local: "este excedente (de importaciones) forma una estagnación que ha impedido el curso de los negocios" (p.242).

O sea, lo que Baquíjano quería es que haya libre comercio y que, a la vez, los actores económicos se comporten racionalmente para que no haya un "boom" de importaciones que, luego no pueden colocarse (hasta las venden al fiado). Pero sucede que se comportaron tan irracionalmente que las importaciones superaron 6 veces el valor de las exportaciones.

Al final, Baquíjano dice que es necesaria alguna medida que disminuya el enorme flujo de las importaciones lo que, de manera implícita, lo coloca del lado de la regulación del comportamiento de los actores económicos. O sea, un equilibrio entre el mercado y el rol regulador del Estado. Lo que quiere decir que Baquíjano no era dogmático y proponía medidas que corrigieran las fallas del mercado (en el cual creía). Eso es ya bastante y lo coloca muy por encima del dogma absoluto en el cual se sitúan nuestros "ayatollas" de turno, lo que vemos todos los días.

(1) Disertación Histórica y Política sobre el Comercio del Perú,
Mercurio Peruano, Tomo I, números 23-31.

(2) José de la Riva Agüero, Boletín # 12 del Museo Bolivariano, Lima, 1929.

Fuente : Diario La República

domingo, 16 de marzo de 2008

RELACIONES PERÚ-CHILE, CHILE-PERÚ.


PERÚ Y CHILE, ENTRE ESCILA Y CARIBDIS.

Por: Eddy W. Romero Meza.

La construcción de un Estado-Nación en el Perú, ha sido un proceso complejo, aún inacabado. Durante el siglo XIX, nuestras relaciones con otros países de la región, de algún modo afirmaron la idea del Perú como nación. Una débil noción de patria, sin duda surgió, pero que fue posible en parte a los enfrentamientos con países vecinos : la Gran Colombia y Bolivia por ejemplo (la construcción de la identidad a partir de la relación con el “otro”). Sin embargo, fue nuestra conflictiva relación con chile en realidad (país con el cual no guardábamos fronteras), que se conforma gran parte la nacionalidad peruana. De igual modo para chile, el Perú jugo un papel fundamental en su proceso de construcción como país. Solo recordemos que las tres principales guerras de chile en el siglo XIX, fueron justamente con el Perú : guerra de la independencia, confederación y la guerra del pacífico.

Esta estrecha relación de codependencia, quizás de amor odio según algunos, se explica también a partir de los lazos coloniales que ambos pueblos mantuvieron. Ya sea a nivel político (capitanía general de chile, como subcolonia del virreinato peruano) o de dependencia económica (intercambio de azúcar de la costa norte peruana, por trigo o harina, de los valles chilenos). Esta interrelación explicaría, el proceso seguido en el siglo XIX y XX, en nuestra historia común.

Hoy nuestra vinculación con chile pasa por varios temas. Siendo los de tipo comercial y territorial (o sea económico-político-militar) los más inmediatos. El reciente conflicto por el diferendo marítimo, pasando por el TLC con chile, hasta la posible exportación del gas de camisea al norte chileno, por no mencionar las muy desiguales inversiones de ambos territorios. Nos muestran un panorama complicado para la integración peruano-chilena. La complementariedad (nacida de la rivalidad), de ambos países en su compleja construcción como estados-naciones, aún sobrevive, y no es de extrañar la animadversión que sale a reflotar entre ambos, en determinadas coyunturas. Creo sin embargo también en la necesidad, de manejar mejor las relaciones con nuestro vecino del sur. Para ello el equilibrio comercial, podría resultar fundamental sin duda.

Se propone exportar gas a chile actualmente, pero acaso la prudencia política (cosa rara en nuestros gobiernos), deba anteceder esta decisión. En la escena internacional hoy Europa (principalmente Alemania) depende del gas ruso. El Perú, tal vez debiera seguir este ejemplo respecto a chile. Pero tal vez sería mejor vender “energía” al norte chileno, pues generaría industria y valor agregado. Evitando así la exportación simple de materia prima (gas), al sur. No olvidemos también el tema limítrofe, el cual puede ser manejado ventajosamente para el Perú, a partir de crear una nueva situación de complementariedad económica que pasa por el tema energético.

Recomiendo este interesante articulo del historiador Antonio zapata. Y aunque discrepo con algunas de sus propuestas sobre el tema de la exportación del gas. Resulta muy provechoso, analizar los aspectos históricos que señala en la siempre tensa relación del Perú y Chile.


Sucedió. Chile y el gas
Antonio Zapata

Días atrás, en una reunión de la Comisión de Energía, el ministro Juan Valdivia fue objeto de muchas críticas de corte nacionalista; buscando escapar del cargamontón, acabó sugiriendo elaborar una ley que impida la exportación de gas a Chile. Los congresistas eran especialmente críticos de un informe del BID recomendando exportar gas a México y Chile. Las razones eran nacionalistas y se argumentaron los intereses estratégicos del país y su ubicación geopolítica. Pero, en la historia económica internacional, se constata que siempre han ganado aquellas naciones que logran venderle más mercaderías al vecino y sobre todo quien logra invertir capital en el otro país. Es decir, las razones geopolíticas irían en sentido opuesto al señalado por la sesión de trabajo del Congreso.

En las relaciones económicas con Chile, el último momento favorable para el Perú se remonta a doscientos años atrás. A lo largo del siglo XVIII, el Perú resultó ganancioso del intercambio con Chile. Nosotros vendíamos azúcar y ellos trigo. En ese entonces, los barcos de transporte pertenecían a comerciantes peruanos y las casas comerciales santiaguinas eran sucursales de las limeñas. Era como si las tiendas por departamentos y los supermercados de hoy fueran peruanos y tuvieran aquí su casa matriz.

Leer artículo completo en : http://www.larepublica.com.pe/content/view/206369/481/



sábado, 8 de marzo de 2008

TÚPAC YUPANQUI. EL INCA NAVEGANTE.



Descubrimiento de Oceanía. Memoria del inca viajero
Por Alonso Rabí Do Carmo
Fuente: Dominical (El Comercio)

Túpac Yupanqui explorador. Fue uno de los últimos libros del notable historiador José Antonio del Busto. En este da cuenta de una hipótesis que no tiene pruebas concluyentes, pero que resulta imposible rechazar: Túpac Yupanqui fue el descubridor de Oceanía.

Durante el siglo XV, fueron los navegantes portugueses los que más habían ensanchado el mundo que conocía Occidente. A lo largo de esa centuria, los predecesores, contemporáneos y quienes siguieron el afán explorador de Enrique el Navegante o Vasco da Gama, en suma, habían tocado las costas del Brasil, bordeado prácticamente todo el litoral africano, tocado parte de las orillas de India y hecho algún escarceo por las costas de Groenlandia y América del Norte, lo que no era poca cosa.

Pero desde puertos aún ignorados por las metrópolis europeas, otros viajeros, sin contar con galeotes o instrumentos de medición tan sofisticados, iban haciendo sus propios trazos, a punta de balsas y velas, en ese vasto fresco geográfico que es el mapamundi.

Y los antiguos peruanos no fueron precisamente ajenos al antiguo y venerable arte de hacerse a la mar. Túpac Yupanqui (1440-1485) -hijo de Pachacútec, décimo inca del Cusco y segundo emperador del Tahuantinsuyo- fue no solo el responsable de la más importante expansión territorial inca, sino además el líder de una expedición marina que marcaría un hito en la historia de la navegación, al haber arribado, por primera vez, a las islas de Mangareva y Pascua, convirtiéndose ni más ni menos que en el descubridor de Oceanía.

Pero no sería esta la primera de sus aventuras oceánicas. Cuando se hallaba en pleno proceso expansionista por la costa norte del Pacífico, entre los actuales territorios de Perú y Ecuador, Yupanqui tuvo ocasión de conocer de cerca la habilidad para la navegación que tenían los lugareños y, más aun, basado en sus relatos, dedujo la posibilidad de que existieran tierras desconocidas en el centro del océano. Y no se equivocó, pues aquello que excitaba la imaginación del inca eran las Islas del Poniente.

seguir leyendo en :

sábado, 1 de marzo de 2008

Política Internacional Peruana.

PERÚ Y KÓSOVO.


El secesionismo siempre ha sido una amenaza latente en América latina. Recordemos que al concluir el proceso de independencia, los antiguos virreinatos, dieron origen a numerosas repúblicas (estados desunidos del sur), esto a partir de los fuertes regionalismos existentes en este territorio: Charcas, Quito, Santiago, etc. Recordemos también la atomización de América central, que provocó el surgimiento de lo que algunos denominaron “repúblicas bananeras” (hoy una realidad cada vez más lejana. Costa rica por ejemplo).

El separatismo, es un problema bastante actual en muchas partes del mundo (España, Irak, Rusia, Bolivia, etc.). En ese sentido, resulta por lo demás poco prudente, el reconocimiento peruano, de la independencia de Kósovo, respecto a Serbia. Como siempre la irreflexión en nuestra política internacional ha imperado. Una verdadera lástima, mas teniendo en cuenta que el Perú, siempre ha contado con diplomáticos de primer nivel. Es el caso del ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros, quien desacertadamente también no fue convocado al equipo que defiende nuestra posición en el diferendo marítimo, ante la corte internacional de la Haya.
(Eddy W. Romero Meza.)


Servilismo irracional
César Lévano


El ex ministro de Relaciones Exteriores Manuel Rodríguez Cuadros ha señalado a La Primera lo peligroso del reconocimiento peruano a la independencia de Kósovo, que históricamente es parte de Serbia.
Esa actitud, ha precisado el ex canciller, es única en América Latina y sirve a los intereses de Washington.

En un mundo roído por separatismos, la independencia kosovina puede servir de ejemplo y estímulo en otras áreas. En el caso de nuestra América hay amenazas latentes contra la integridad de estados: Santa Cruz en Bolivia, Río Grande do Sul en Brasil, son ejemplos nítidos.

A lo largo de años he denunciado, también en esta columna, que la diplomacia chilena trabaja, en la sombra pero sin pausa, por alentar la idea de una república aymara que fragmente al Perú y Bolivia.

Como lo reveló el economista y sociólogo brasileño Theotonio dos Santos, en la entrevista que le hicimos y publicamos los días 23 y 24 de enero de este año, el gobierno de Lula había advertido a Washington que el separatismo de Santa Cruz –que tenía 13 mil hombres armados dispuestos a lanzarse contra el régimen de Evo Morales– era una amenaza contra la estabilidad en América Latina.Además, los cruceños racistas no deberían olvidar que el ejército de Bolivia es un ejército de indios.

En cuanto a la artimaña de estimular un separatismo aymara, bueno es recordar que fue José Carlos Mariátegui el primero que se opuso a esa salida, planteada por comunistas dogmáticos y seguidistas –entre ellos Eudocio Ravines– en los años treinta, apenas muerto el Amauta. En 7 Ensayos descuella su defensa de la unidad peruana.

El imperialismo, como el colonialismo en el siglo XIX y en el XX, aspira a dividir para reinar. Por todas esas razones, el padrinazgo oficial a Kósovo debe ser calificado como servil respecto a Washington e irracional respecto al Perú.

Los gobernantes y diplomáticos del Perú debieran considerar el nuevo alineamiento que crece en Sudamérica. Resulta muy grave el aislamiento en que están colocando al Perú, distanciándolo incluso de Brasil y Bolivia.

Y lo peor es que el Perú, salvo para negociados como el TLC, no figura en la agenda de la política mayor de Estados Unidos. Acabo de leer en la revista Foreign Affairs de noviembre / diciembre de 2007 las amplias exposiciones programáticas de Hillary Clinton y John McCain.

Hillary habla de la cooperación necesaria con Brasil y México, con Argentina y Chile, con Colombia y la América Central. También McCain habla de México y Brasil y, por supuesto, contra Cuba y Venezuela. Sorprendentemente propone ratificar los acuerdos comerciales pendientes (¡!) con Colombia, Panamá y el Perú. No se ha enterado de que el TLC con el Perú ya fue firmado. El servilismo no tonifica la memoria de los amos.
Fuente : Diario La Primera.