domingo, 16 de marzo de 2008

RELACIONES PERÚ-CHILE, CHILE-PERÚ.


PERÚ Y CHILE, ENTRE ESCILA Y CARIBDIS.

Por: Eddy W. Romero Meza.

La construcción de un Estado-Nación en el Perú, ha sido un proceso complejo, aún inacabado. Durante el siglo XIX, nuestras relaciones con otros países de la región, de algún modo afirmaron la idea del Perú como nación. Una débil noción de patria, sin duda surgió, pero que fue posible en parte a los enfrentamientos con países vecinos : la Gran Colombia y Bolivia por ejemplo (la construcción de la identidad a partir de la relación con el “otro”). Sin embargo, fue nuestra conflictiva relación con chile en realidad (país con el cual no guardábamos fronteras), que se conforma gran parte la nacionalidad peruana. De igual modo para chile, el Perú jugo un papel fundamental en su proceso de construcción como país. Solo recordemos que las tres principales guerras de chile en el siglo XIX, fueron justamente con el Perú : guerra de la independencia, confederación y la guerra del pacífico.

Esta estrecha relación de codependencia, quizás de amor odio según algunos, se explica también a partir de los lazos coloniales que ambos pueblos mantuvieron. Ya sea a nivel político (capitanía general de chile, como subcolonia del virreinato peruano) o de dependencia económica (intercambio de azúcar de la costa norte peruana, por trigo o harina, de los valles chilenos). Esta interrelación explicaría, el proceso seguido en el siglo XIX y XX, en nuestra historia común.

Hoy nuestra vinculación con chile pasa por varios temas. Siendo los de tipo comercial y territorial (o sea económico-político-militar) los más inmediatos. El reciente conflicto por el diferendo marítimo, pasando por el TLC con chile, hasta la posible exportación del gas de camisea al norte chileno, por no mencionar las muy desiguales inversiones de ambos territorios. Nos muestran un panorama complicado para la integración peruano-chilena. La complementariedad (nacida de la rivalidad), de ambos países en su compleja construcción como estados-naciones, aún sobrevive, y no es de extrañar la animadversión que sale a reflotar entre ambos, en determinadas coyunturas. Creo sin embargo también en la necesidad, de manejar mejor las relaciones con nuestro vecino del sur. Para ello el equilibrio comercial, podría resultar fundamental sin duda.

Se propone exportar gas a chile actualmente, pero acaso la prudencia política (cosa rara en nuestros gobiernos), deba anteceder esta decisión. En la escena internacional hoy Europa (principalmente Alemania) depende del gas ruso. El Perú, tal vez debiera seguir este ejemplo respecto a chile. Pero tal vez sería mejor vender “energía” al norte chileno, pues generaría industria y valor agregado. Evitando así la exportación simple de materia prima (gas), al sur. No olvidemos también el tema limítrofe, el cual puede ser manejado ventajosamente para el Perú, a partir de crear una nueva situación de complementariedad económica que pasa por el tema energético.

Recomiendo este interesante articulo del historiador Antonio zapata. Y aunque discrepo con algunas de sus propuestas sobre el tema de la exportación del gas. Resulta muy provechoso, analizar los aspectos históricos que señala en la siempre tensa relación del Perú y Chile.


Sucedió. Chile y el gas
Antonio Zapata

Días atrás, en una reunión de la Comisión de Energía, el ministro Juan Valdivia fue objeto de muchas críticas de corte nacionalista; buscando escapar del cargamontón, acabó sugiriendo elaborar una ley que impida la exportación de gas a Chile. Los congresistas eran especialmente críticos de un informe del BID recomendando exportar gas a México y Chile. Las razones eran nacionalistas y se argumentaron los intereses estratégicos del país y su ubicación geopolítica. Pero, en la historia económica internacional, se constata que siempre han ganado aquellas naciones que logran venderle más mercaderías al vecino y sobre todo quien logra invertir capital en el otro país. Es decir, las razones geopolíticas irían en sentido opuesto al señalado por la sesión de trabajo del Congreso.

En las relaciones económicas con Chile, el último momento favorable para el Perú se remonta a doscientos años atrás. A lo largo del siglo XVIII, el Perú resultó ganancioso del intercambio con Chile. Nosotros vendíamos azúcar y ellos trigo. En ese entonces, los barcos de transporte pertenecían a comerciantes peruanos y las casas comerciales santiaguinas eran sucursales de las limeñas. Era como si las tiendas por departamentos y los supermercados de hoy fueran peruanos y tuvieran aquí su casa matriz.

Leer artículo completo en : http://www.larepublica.com.pe/content/view/206369/481/



1 comentario:

tolentinoverzosa dijo...

Yo no soy peruano ni chileno y latinoamericano tampoco. Pero me considero hispanofilipino y somos todos hermanos en la Hispanidad. Por lo tanto pido que estos problemas se solucionen de manera pacìfica y que se descarten totalmente acciones bèlicas entre ambos paises hermanos. Una guerra sòlo darìa beneficios a los que fabrican armas y a los ^halcones^de ambos paises.