“El Tercer Reich”: Un libro apasionante
Por: Javier Valle-Riestra
Juan
Rodríguez del Campo, ministro, jerárquicamente hablando en lenguaje
administrativo, ha escrito un libro titulado “El Tercer Reich visto por Torre
Tagle, crónicas diplomáticas peruanas de la Segunda Guerra Mundial”, exhumando
documentos ministeriales. La monografía investiga brillantemente apoyado en los
archivos, existentes en RREE, el surgimiento de Hitler; el 1934, un año clave,
del cual se dice que uno no puede ser profeta, después de que la política
alemana abandonara el terreno de la civilización, al cual sucedió el imperio
del fusil y de la muerte.
Lo que
estaba absolutamente afianzado en Alemania era la concepción seudojurídica de
que el Derecho y la voluntad del Führer eran uno, según informara, como muchos,
el ministro del Perú en Berlín a Torre Tagle. Efectivamente, al iniciarse el
segundo año del gobierno hitleriano, la edificación de la política nazi no se
había arquitecturado completamente, pero en 1934 se trocaría en la etapa
reveladora de la primitiva brutalidad salvaje y la crueldad ilimitada. Había
que liquidar, incluso, a los correligionarios. Caso notabilísimo fue el de
Ernesto Rohm, líder de la SA (Sección de Asalto del Partido Nacional
Socialista); la SA fue el primer grupo militarizado nazi, que creó títulos y
rangos jerárquicos propios para sus miembros.
Rohm era
por sus ambiciones políticas y su popularidad un factor de desestabilización
para la gobernabilidad del Estado nazi, por las tensas relaciones que sostenía
con el ejército. Su organización paramilitar superaba largamente en número a la
militancia del propio partido nazi. Fue la vanguardia canallesca de persecución
a los judíos. Las ambiciones de Rohm no coincidían con las de Hitler, quien
tenía que hacer esfuerzos acrobáticos para mantener el equilibrio. El entorno
de Hitler, Heinrich Himmler y su entonces jefe de seguridad, Reinhard Heydrich,
fabricaron pruebas para incriminar a Rohm en un supuesto complot para derrumbar
al Führer con el apoyo francés. Eso dio lugar a la noche denominada “los
cuchillos largos”, en la que se inventó una asonada inexistente a cuya
consecuencia murieron infinitos líderes, Rohm entre ellos. Hitler
histéricamente creyó haber consolidado su poder.
El libro
estudia el año 1935, el auge del Reich, 1937, 1938, la guerra en Europa, etc.
Todo el año 1944, exhibió una serie de desastres para el ejército nazi. Su
ofensiva de verano les costó cuatrocientos cincuenta mil soldados muertos o
capturados. Entre el 01 de junio y el 30 de noviembre el total de bajas
germano-nazis, en todas las trincheras, se aproximó al millón y medio de
hombres. El 21 de abril del 45, Adolfo Hitler, desde su búnker antiaéreo,
ubicado en Berlín, admitió, por fin, ante su estado mayor y generales, que la
situación castrense era desesperada. El que hablaba era un Hitler descalabrado
físicamente, notoriamente envejecido, un deshecho humano, encorvado, de mirada
perdida y con todos los síntomas de la enfermedad de párkinson. El 30 de abril,
Hitler se enclaustró en su habitación, tomó una cápsula de cianuro y se encajó
un tiro en la cabeza. Sic semper tiranis.
Fuente: Diario La Razón. 08 de enero del 2013.
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