Por: Isaac Bigio (Internacionalista)
El presidente chino Hu Jintao visita a su homólogo Barack Obama en Washington. Los dos encabezan las dos mayores superpotencias.
Al comparar a éstas podemos ver que el gigante asiático posee el mayor ejército del planeta (2,200,000 soldados). El coloso norteamericano, pese a tener 600,000 efectivos menos, sin embargo, tiene un presupuesto bélico 9 veces mayor ($663 mil millones vs. 70 mil millones) y 40 veces más armas nucleares (9,000 vs. 240).
Mientras EE.UU. tiene bases militares en decenas de naciones y promueve varias ocupaciones armadas, China hace décadas no desarrolla ninguna guerra interna o externa. Beijing tiene la mayor fuerza pacificadora de la ONU y su política exterior se basa en la no intervención.
Esto último le distancia de la diplomacia que Moscú y Mao tuvieron durante la guerra fría, en la cual animaban guerrillas u oposiciones en diversas regiones. La nueva China, si bien mantiene el mismo monopolio del poder del Partido Comunista, hoy promueve un capitalismo de Estado que requiere de materias primas y de intercambios comerciales con naciones de todos los signos políticos.
El ajedrez entre Washington y Beijing no se centra en movidas de piezas militares en tal o cual rincón del tablero global, sino en disputas esencialmente económicas. Los norteamericanos quieren que los chinos revalúen su signo monetario, que ellos mantienen relativamente bajo para mejorar sus exportaciones.
Éstas hoy, según The Guardian, ascienden a $1,505 mil millones, superando a las de EE.UU. que son $1,270 mil millones. A nivel de reservas del tesoro, China es la nación que tiene el mayor superávit ($272,500 millones) y EE.UU. la que tiene la mayor deuda ($561,000 millones). Mientras el dragón oriental crece anualmente a un ritmo de 9.4%, el águila norteamericana sólo lo hace un nivel de 2.6%.
Para la Universidad de Pensilvania, la economía china ya habría superado a la de EE.UU., aunque en mediciones de dólares su producto interno bruto está a la mitad del norteamericano, y a nivel de producto por habitante el de EE.UU. es unas 12 veces mayor que el de China ($47,132 vs. $4,283), quien, en ese campo, sigue estando dentro de la mitad más pobre de los países del planeta. La capitalización de EE.UU. (de unos $15 billones) es casi el cuádruple de la de China.
China ha desplazado a EE.UU. como la líder mundial en polución, así como en medallas olímpicas de oro, mientras que los estadounidenses superan en decenas de veces a los orientales en sitios de internet, ventas de filmes y musicales, y número de magnates y transnacionales.
EE.UU. sigue jactándose de que su cultura se difunde por todo el globo y que su idioma inglés es la lengua franca de la globalización. Sin embargo, hay 3 veces más humanos hablando mandarín que inglés en sus casas.
De acuerdo con el Financial Times, hoy hay cerca de 100 millones de personas no chinas que vienen aprendiendo lenguas de dicha nación asiática. Beijing ya ha superado al Banco Mundial como el mayor prestamista al Tercer Mundo, en tanto que sus 251 misiones diplomáticas en todo el globo se acercan a las 289 que tiene EE.UU.
En los próximos años es posible que veamos una transición desde el siglo norteamericano hacia el siglo chino.
Fuente: Diario Correo (Perú). 21 de Enero del 2011.
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