Infidelidad y poder
Por: Bruno Rivas
Los más cínicos suelen señalar que la política no está reñida con el engaño sino todo lo contrario. En su libro “El Príncipe”, Nicolas Maquiavelo señala que los gobernantes deben tener la habilidad de fingir y engañar para mantenerse en el poder. En otras palabras, crear una imagen que no necesariamente concuerde con la real.
“Los presidentes y las altas autoridades del Estado siempre buscan mostrar que cumplen con requisitos como tener buenas relaciones familiares, así no las posean”, afirmó a El Comercio la directora de la encuestadora Imasen, Giovanna Peñaflor. “Así crean una imagen que es la que el elector quisiera tener y que termina encontrando en el político”, acotó.
Sin embargo, a pesar de los intentos por mostrar lo contrario, muchos políticos no solo engañan a sus electores sino al mismo círculo familiar del cual tanto dependen para alcanzar votos.
LA OTRA SEÑORA K
Por: Bruno Rivas
Los más cínicos suelen señalar que la política no está reñida con el engaño sino todo lo contrario. En su libro “El Príncipe”, Nicolas Maquiavelo señala que los gobernantes deben tener la habilidad de fingir y engañar para mantenerse en el poder. En otras palabras, crear una imagen que no necesariamente concuerde con la real.
“Los presidentes y las altas autoridades del Estado siempre buscan mostrar que cumplen con requisitos como tener buenas relaciones familiares, así no las posean”, afirmó a El Comercio la directora de la encuestadora Imasen, Giovanna Peñaflor. “Así crean una imagen que es la que el elector quisiera tener y que termina encontrando en el político”, acotó.
Sin embargo, a pesar de los intentos por mostrar lo contrario, muchos políticos no solo engañan a sus electores sino al mismo círculo familiar del cual tanto dependen para alcanzar votos.
LA OTRA SEÑORA K
La semana pasada la revista argentina “Noticias” lanzó una sorpresiva revelación. De acuerdo a la publicación, el difunto ex presidente Néstor Kirchner tuvo una amante desde sus épocas de gobernador en la provincia de Santa Cruz. Todo un terremoto político si se toma en cuenta que el ex mandatario y su viuda, la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se mostraron siempre como una pareja sólida. Incluso Fernández acompañó a su esposo durante sus momentos de agonía en la Patagonia (el ex mandatario murió por una afección cardíaca en octubre del año pasado).
Elizabeth Miriam Quiroga ha sido bautizada por la prensa argentina como “la otra viuda de Kirchner” pues, al parecer, tuvo una relación tan cercana como la que tenía el ex mandatario con su esposa. Fue secretaria del ex presidente desde principios de los noventa y una década más tarde, cuando Kirchner llegó al poder, se trasladó con su jefe a Buenos Aires. En una entrevista con “Noticias”, Quiroga describió su relación con el ex presidente usando palabras que parecen sacadas de una novela rosa. “Teníamos una unión muy fuerte. Dejé todo para venirme con él desde el sur, dejé mi familia…”, afirmó.
Esa cercanía con el entonces mandatario habría sido la que le permitió llegar a directora del Centro de Documentación Presidencial del Gobierno Argentino, un cargo que era su gran orgullo. “Lo mío era como un ministerio de los pobres, un lugar desde el que podía ayudar a la gente, como lo hacía Evita”. Una posición que perdió con la partida de su supuesto amante. El 5 de enero le cerraron las puertas de la presidencia.
Las razones de su despido parecen obvias y Quiroga las fundamenta con estas palabras: “Es vox pópuli que era la amante de Kirchner”. La venganza de Fernández de Kirchner habría llegado tras la muerte de su marido.
ESCÁNDALO EN LA SALA OVAL
Otra relación que parecía de las más estables en el mundo de la política era la de Bill y Hillary Clinton. Y, a pesar de la fama de mujeriego que tenía el entonces presidente de EE.UU., nada ensombreció su matrimonio hasta que el 17 de enero de 1998 una página web reveló que el semanario “Newsweek” había vetado un artículo que informaba de una relación íntima entre el mandatario y una pasante de la Casa Blanca.
Días después sería “The Washington Post” el primer medio impreso que se atrevería a publicar la historia y lanzar a la fama a la mujer que sería el gran dolor de cabeza de la administración Clinton: Mónica Lewinsky.
Según relató la ex becaria en su biografía, “Monica’s Story”, la primera vez que vio a Clinton descubrió por qué era tan admirado por las mujeres de la Casa Blanca. “Tenía un aura magnética. Transmitía energía sexual”, contó.
En esos momentos, para la becaria se volvió una obsesión estar cerca del presidente. Situación que se daría en noviembre de 1995, cuando fue destinada a la Sala Oeste de la Casa Blanca. Por esas fechas tendría sus primeros encuentros sexuales con Clinton, los mismos que casi le cuestan a él la presidencia.
El mandatario enfrentó en 1999 un proceso por perjurio y abuso de poder por haber negado su relación con Mónica Lewinsky, siendo declarado inocente por pocos votos.
Pero tras los incidentes todo volvió a la normalidad. Actualmente el ex mandatario es el gran respaldo político de su esposa Hillary, mientras que Lewinsky es una empresaria que ha incursionado con poco éxito en diferentes negocios.
EL PRESIDENTE Y LA DIVA
Si bien John F. Kennedy quedó en la historia por sus luchas sociales y por su trágica muerte, también fueron famosos sus deslices sexuales.
“Es sabido que Kennedy era un mujeriego que incluso llegó a engañar a su esposa Jackie Kennedy cuando ella se encontraba embarazada. Esas relaciones extramatrimoniales eran conocidas por su círculo íntimo, que buscaba que no llegaran a la opinión pública por razones de seguridad”, indicó a El Comercio el magíster en Historia y catedrático de la PUCP Juan Luis Orrego.
Sin embargo, tras su muerte fueron reveladas sus infidelidades y se rompió el mito del matrimonio perfecto que se pensaba tenía con Jackie Kennedy.
Una de las mujeres que tuvo fuera del matrimonio fue una de las actrices más deseadas de Hollywood, Marilyn Monroe. En el libro “Los últimos días de Marilyn Monroe”, Donald H. Wolfe lanza la hipótesis de que la diva fue asesinada por haber mantenido relaciones con JFK y su hermano Robert. En esa publicación queda sentado que el entonces director del FBI, Edgar Hoover, estaba muy molesto por la afición de Kennedy por las mujeres y que Monroe habría resultado un peligro para la seguridad del país.
Es así que la imagen idílica de JFK fue reemplazada por una más terrenal, aunque ello no afectó su legado. “Las buenas acciones que cometió durante su gobierno, tal como ha sucedido con varios políticos, le dieron el respaldo suficiente para que su imagen no se viera perjudicada por esas revelaciones”, indicó Peñaflor.
Solo Bill Clinton se vio afectado
Según el magíster en Historia y catedrático de la PUCP Juan Luis Orrego, la tradición machista de Occidente ha provocado que, a lo largo de la historia, casi ningún mandatario se haya visto muy golpeado políticamente por una relación extramatrimonial.
“La situación ha cambiado en la actualidad, pero hasta no hace mucho, por los patrones patriarcales, había la tendencia a considerar normales las relaciones extramatrimoniales de los mandatarios”, señaló el historiador.
De acuerdo con Orrego, Clinton fue el primero en verse seriamente afectado debido a que se enfrentaba a un nuevo contexto. “Él estuvo a punto de perder el puesto y tuvo suerte de que se descubrió el hecho en su segundo mandato, porque quizás no hubiese sido reelecto”, explicó el catedrático.
Fuente: Diario El Comercio (Perú). Domingo 13 de Febrero del 2011.
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