86 añitos
Por: Aldo Mariátegui (Periodista)
El APRA cumplió nada menos que 86 años este viernes, una duración inusual para cualquier institución en el Perú, y más aún para un partido político. La mayoría de partidos políticos peruanos han adolecido de un caudillismo que provocó la desaparición o largo coma agonizante de los mismos a la muerte de su líder, tal como sucedió con el odriismo y la Unión Nacional Odriista, el leguiismo y el Partido Democrático Reformista, el pierolismo y el Partido Demócrata o Belaunde y Acción Popular.
Es cierto que hubo partidos fuertes con bases no caudillistas y sí ideológicas o de clase, los cuales efectivamente duraron un poco más. El
caso más típico de esta segunda clasificación fue el Partido Civil, el primer partido nacional, fundado por Manuel Pardo en el siglo XIX y que representó la visión de la burguesía. Este partido fue bastante exitoso y, además de la administración del primer Pardo, gobernó ininterrumpidamente al país desde fines de ese siglo hasta 1919, en que el surgimiento del leguiismo, las clases medias y las ideologías lo sepultaron. La Derecha local, a diferencia de la chilena con el Partido Nacional o la actual UDI, nunca más volvió a tener un partido tan orgánico y se apoyó en caudillos populares (Odría, Fujimori) o en golpes militares, hasta que intentó recomponerse fallidamente con el Movimiento Libertad de Vargas Llosa. Tal vez el PPC, del que hablaremos más adelante, sea el intento vigente más serio de ordenar modernamente a nuestra Derecha.
Como partidos ideológicos y no estrictamente caudillistas, aunque sí impregnados de este fenómeno, podemos mencionar a la Unión Revolucionaria (UR), el APRA, el PCP y el PPC. La UR fue un partido muy popular en su momento, cuyos líderes fueron los carismáticos Luis M. Sánchez Cerro y Luis A. Flores, y cuya ideología fue el fascismo. Tal vez la UR hubiera durado muchos años más tras su fuerte presencia en los 30, pero la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial y el tremendo desprestigio que el nazismo alcanzó con el Holocausto significaron el fin de los "camisas negras" peruanos (que fueron verdes en Brasil y amarillas en México).
El PCP-Unidad moscovita fue el típico partido estalinista de cuadros muy activos y de muchos sindicalistas, intelectuales, periodistas (que escribían en Unidad, diario financiado por Alemania Oriental) y "compañeros de viaje", pero de pocos votos. Muy marcado en su nacimiento por Eudocio Ravines (que al parecer acabó de agente de la CIA) y luego manejado por décadas por el gris jerarca Jorge del Prado, el PCP-Unidad sufrió multitud de cismas (sobre todo el maoísta, de donde salieron la sutepista Patria Roja y su primo Sendero Luminoso) y tuvo su cuarto de hora durante su alianza con el dictador Velasco, que fortaleció a su brazo sindicalero CGTP, les otorgó el confiscado diario Expreso y les repartió varios puestos públicos. A sus costados nacieron diversos movimientos rojos autónomos (los rojos pitucos que son los caviares de ahora, los troskistas, etc.) y el PCP-Unidad fue uno de los pilares de la otrora poderosa coalición Izquierda Unida. La caída del Muro de Berlín y el fin del subsidio soviético significaron su casi extinción. Hoy sólo "malsobreviven" en la CGTP de Huamán y en su escisión maoísta Patria Roja en el SUTEP.
El APRA de hoy ya no tiene ni a su caudillo Haya ni postula una ideología que ha devenido en obsoleta ni usa casi sus viejos símbolos.
Se advierte que se ha vuelto "alancéntrica" y que sin él los apristas no ganan elecciones (García en eso ha sido mucho más eficaz que Haya), aparte de que no se observa una renovación de cuadros políticos y carece de tecnócratas medianamente capacitados. Depender tanto de un solo hombre, que la mayoría de sus cuadros de peso ya tengan sus años y estar sumergidos en la mediocridad les puede significar que no lleguen activos al centenario en el 2024.
Finalmente, tenemos al PPC. Si bien éste sobrevivió al caudillismo de Luis Bedoya y ha tratado de sustentarse ideológicamente en el socialcristianismo de Maritain, hoy depende mucho del caudillismo de Lourdes y de cómo le vaya a ésta en la apuesta edil limeña.
Fuente: Diario Correo. 08 de Mayo del 2010.
Recomendados:
La Política y la historia de los partidos políticos en el Perú.
Muerte y nacimiento de los partidos en la década del treinta.
Por: Aldo Mariátegui (Periodista)
El APRA cumplió nada menos que 86 años este viernes, una duración inusual para cualquier institución en el Perú, y más aún para un partido político. La mayoría de partidos políticos peruanos han adolecido de un caudillismo que provocó la desaparición o largo coma agonizante de los mismos a la muerte de su líder, tal como sucedió con el odriismo y la Unión Nacional Odriista, el leguiismo y el Partido Democrático Reformista, el pierolismo y el Partido Demócrata o Belaunde y Acción Popular.
Es cierto que hubo partidos fuertes con bases no caudillistas y sí ideológicas o de clase, los cuales efectivamente duraron un poco más. El
caso más típico de esta segunda clasificación fue el Partido Civil, el primer partido nacional, fundado por Manuel Pardo en el siglo XIX y que representó la visión de la burguesía. Este partido fue bastante exitoso y, además de la administración del primer Pardo, gobernó ininterrumpidamente al país desde fines de ese siglo hasta 1919, en que el surgimiento del leguiismo, las clases medias y las ideologías lo sepultaron. La Derecha local, a diferencia de la chilena con el Partido Nacional o la actual UDI, nunca más volvió a tener un partido tan orgánico y se apoyó en caudillos populares (Odría, Fujimori) o en golpes militares, hasta que intentó recomponerse fallidamente con el Movimiento Libertad de Vargas Llosa. Tal vez el PPC, del que hablaremos más adelante, sea el intento vigente más serio de ordenar modernamente a nuestra Derecha.
Como partidos ideológicos y no estrictamente caudillistas, aunque sí impregnados de este fenómeno, podemos mencionar a la Unión Revolucionaria (UR), el APRA, el PCP y el PPC. La UR fue un partido muy popular en su momento, cuyos líderes fueron los carismáticos Luis M. Sánchez Cerro y Luis A. Flores, y cuya ideología fue el fascismo. Tal vez la UR hubiera durado muchos años más tras su fuerte presencia en los 30, pero la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial y el tremendo desprestigio que el nazismo alcanzó con el Holocausto significaron el fin de los "camisas negras" peruanos (que fueron verdes en Brasil y amarillas en México).
El PCP-Unidad moscovita fue el típico partido estalinista de cuadros muy activos y de muchos sindicalistas, intelectuales, periodistas (que escribían en Unidad, diario financiado por Alemania Oriental) y "compañeros de viaje", pero de pocos votos. Muy marcado en su nacimiento por Eudocio Ravines (que al parecer acabó de agente de la CIA) y luego manejado por décadas por el gris jerarca Jorge del Prado, el PCP-Unidad sufrió multitud de cismas (sobre todo el maoísta, de donde salieron la sutepista Patria Roja y su primo Sendero Luminoso) y tuvo su cuarto de hora durante su alianza con el dictador Velasco, que fortaleció a su brazo sindicalero CGTP, les otorgó el confiscado diario Expreso y les repartió varios puestos públicos. A sus costados nacieron diversos movimientos rojos autónomos (los rojos pitucos que son los caviares de ahora, los troskistas, etc.) y el PCP-Unidad fue uno de los pilares de la otrora poderosa coalición Izquierda Unida. La caída del Muro de Berlín y el fin del subsidio soviético significaron su casi extinción. Hoy sólo "malsobreviven" en la CGTP de Huamán y en su escisión maoísta Patria Roja en el SUTEP.
El APRA de hoy ya no tiene ni a su caudillo Haya ni postula una ideología que ha devenido en obsoleta ni usa casi sus viejos símbolos.
Se advierte que se ha vuelto "alancéntrica" y que sin él los apristas no ganan elecciones (García en eso ha sido mucho más eficaz que Haya), aparte de que no se observa una renovación de cuadros políticos y carece de tecnócratas medianamente capacitados. Depender tanto de un solo hombre, que la mayoría de sus cuadros de peso ya tengan sus años y estar sumergidos en la mediocridad les puede significar que no lleguen activos al centenario en el 2024.
Finalmente, tenemos al PPC. Si bien éste sobrevivió al caudillismo de Luis Bedoya y ha tratado de sustentarse ideológicamente en el socialcristianismo de Maritain, hoy depende mucho del caudillismo de Lourdes y de cómo le vaya a ésta en la apuesta edil limeña.
Fuente: Diario Correo. 08 de Mayo del 2010.
Recomendados:
La Política y la historia de los partidos políticos en el Perú.
Muerte y nacimiento de los partidos en la década del treinta.
4 comentarios:
muy interesante guía para conocer el panorama político del Perú a los principiantes como yo. Lo tendré como guía para seguir la evolución del país de ahora en adelante.
Saludos.
Por cierto, ¿dónde situarías a Oyanta Humala?
Bueno, Ollanta Humala encabeza el partido nacionalista. No es propiamente de izquierda pero comparte varios puntos en común con ellos. El más notorio, es la reivindicación de una mayor justicia social en el país. Ello implica, naturalmente, el cambio del modelo económico vigente.
Los detractores de Humala, buscan siempre presentarlo como extremista. Su rechazo al “neoliberalismo extremo”, hace que sea ubicado inmediatamente en las antípodas de este. Es por ello, que se lo identifica, como una suerte de paladín del “modelo estatista”. Me parece que su propuesta no es tan extrema (por ello, ha venido marcando distancia con Chávez), al contrario, propone un modelo económico alternativo; una economía social de mercado abierta al mundo.
Su principal debilidad, es que encarna el viejo caudillismo peruano (a lo Velasco en este caso). Lo que es común en esta región, donde la institucionalidad y el sistema de partidos, es algo muy precario.
Saludos!
Es verdad, el APRA tiene el mérito de seguir siendo una fuerza política importante y su evolución que denota en algunos casos cambios radicales, podría ser materia de toda una investigación que va de la mano con la historia del siglo XX.
Desafortunadamente, es muy difícil la aparición de nuevos cuadros, que aunque resulte inaudito, son víctimas de campañas destructivas por sus propios compañeros de partido.
Publicar un comentario