Historia Siete años antes de la proclamación de San Martín, Cangallo juró su independencia. En 1820 lo hicieron otras 10 ciudades.
Los Otros Bicentenarios
El grito de independencia que se escuchó por primera vez en el Perú fue el de Cangallo, el 7 de octubre de 1814, es decir, siete años antes de que el general San Martín desembarcara en Paracas. En tal virtud, Cangallo celebrará el próximo año su bicentenario de la jura de la independencia.
Aquel histórico día sus habitantes, al lado de sus valientes morochucos, juraron su libertad y firmaron un acta redactada con la sangre de sus propias venas. Luego secundaron las operaciones que desde 1820 ejecutaron en la sierra las unidades del Ejército libertador.
Estos vibrantes episodios fueron reconocidos por los libertadores San Martín y Bolívar, quienes emitieron normas legales a favor de los cangallinos, que incluso alcanzaron reconocimiento internacional cuando el ministro de Relaciones Exteriores argentino Bernardino Rivadavia —años después presidente de la república de su país— dispuso que una de las principales arterias de Buenos Aires se llamara Cangallo. Con el paso del tiempo, ésta llegó a tener 46 cuadras. Con este nombre se mantuvo durante 150 años, y en 1984 se le cambió por el del general Juan Domingo Perón. En 1989, por una ordenanza municipal, recuperó 100 metros. Otro hecho anecdótico: la sede de la logia masónica de Buenos Aires se llama, desde su creación, Palacio Cangallo.
Tan pronto el general San Martín puso el pie en tierra peruana, los movimientos revolucionarios o libertarios —que desde los tiempos de Túpac Amaru II se las tuvieron que ver con el Ejército realista armado de Sudamérica— vieron finalmente propicio el momento de declarar libres a sus pueblos.
En Lambayeque canalizaron el sentir popular Juan Manuel Iturregui y Pascual Saco, quienes, impulsados por ese sentimiento, proclamaron la independencia de su pueblo la noche del 27 de diciembre de 1820. Veinticinco años después, al visitar Iturregui a San Martín en París, el Libertador le dijo: “Si ustedes, los lambayecanos, no se levantan por la patria, en diciembre de 1820, con el dolor de mi alma, me habría reembarcado a Chile”.
En Trujillo, el 29 de diciembre de 1820, en la Plaza de Armas de la ciudad, se plasmó la emancipación de la entonces intendencia, bajo el liderazgo de José Bernardo de la Torre Tagle —tres años después presidente de la república—, quien, luego de pronunciar un vibrante discurso, arrió la bandera española e izó por primera vez la peruana.
Dos meses antes que Lambayeque y Trujillo, el 21 de octubre de 1820, el general Juan José Salas proclamó la independencia de Ica. Para los iqueños, esta acción constituye un hecho histórico de gran trascendencia porque, a su entender, fue la primera que se hizo en el país. Había transcurrido apenas un mes y 13 días del desembarco de San Martín en Paracas.
Otras proclamas se dieron en Supe (5 de abril de 1919), un año antes del arribo del Libertador, Tarma (25 de noviembre de 1820), Ferreñafe (1.° de enero de 1821), Piura (4 de enero), Tumbes (7 de enero), Cajamarca (6 u 8 de enero), Jaén (4 de junio) y Moyobamba (16 de junio), entre otros pueblos. Así, sin tregua y sin pausa, el país secundó a El Santo de la Espada en su misión emancipadora.
Fuente: Revista Caretas n° 2293. 25 de julio del 2013.
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