jueves, 3 de enero de 2013

Libro "La Leyenda Negra". El discurso que convirtió a España en el paradigma del fanatismo y la crueldad.


Joseph Pérez disecciona los porqués de la 'leyenda negra'

El historiador analiza la política de los Austria y su peso en España

Por: José Andrés Rojo

"España en aquel tiempo no existía en verdad como tal", dice Joseph Pérez cuando se refiere a aquellos remotos años en que reinaban Carlos V y Felipe II. "Lo que existe es una monarquía católica, no forzosamente española, que gobierna lo mismo en Flandes que en el Milanesado, en Nápoles como en vastas zonas de Alemania, en las Indias y, claro, en Castilla y Aragón. Son los jefes de la Casa de Austria, y ocupan un lugar preeminente en la Europa de su época: mandan en cuestiones diplomáticas, militares, económicas".
El hispanista Joseph Pérez acaba de publicar La leyenda negra (Gadir), un ensayo que reconstruye cómo y cuándo, siguiendo qué estrategias, con qué fin y sirviéndose de qué modos se fue construyendo un discurso que convirtió a los españoles en paradigma del fanatismo y la crueldad, de la cerrazón dogmática alrededor de la bandera del catolicismo y del puro afán de dominio utilizando los resortes de un Estado poderoso. "La idea del libro surgió en la Francia de hoy, donde observaba cómo existe una rendición incondicional a la cultura que viene de Estados Unidos, sus películas y sus autores y todo lo demás, y un feroz rechazo a su política imperial", contaba ayer el historiador en una entrevista en Madrid, poco antes de presentar su ensayo. "Todo eso le pasó a España hace unos cuantos siglos. Los franceses se volvían locos por aprender su lengua, copiaban sus guantes y sus trajes de cuero, el propio Luis XIV adaptó la etiqueta de las cortes de los Austria e, incluso, Pascal se rendía ante santa Teresa y san Juan de la Cruz".
Pero no toleraban que aquellos poderosos monarcas impusieran su política, y sus intereses, a toda Europa. Una política y unos intereses que eran, en realidad, los de los Habsburgo, "aunque, claro, gobernaban desde Castilla y, sobre todo, contaban con el oro que venía del Nuevo Mundo", observa Joseph Pérez. "Para hacerse una idea del poder que llegó a tener la monarquía de los Austria hace falta decir que su moneda -los reales de a ocho, las pias-tras- fue la moneda de circulación del mundo entero hasta bien entrado el siglo XIX. Sin una base económica tan fuerte sería inexplicable su inmenso poderío diplomático, militar, político. Se dice que fueron españoles los responsables de aquel imperio y, sin embargo, el personaje más relevante en política exterior fue un francés, Granvelle, y entre sus héroes militares están el conde de Egmont (flamenco), Alejandro Farnesio (genovés) o Spinola, duque de Parma.
Hijo de emigrantes valencianos, Joseph Pérez nació en 1931 en Laroque d'Olmes y es uno de los hispanistas que mejor conoce la España de los siglos XVI y XVII. Fue director de la Casa de Velázquez entre 1989 y 1996 y rector de la Universidad de Burdeos. Empezó con un trabajo sobre los comuneros y escribió después sobre la España de Felipe II, sobre Carlos V, la Inquisición y los judíos. Las 200 páginas en las que sintetiza lo que ha sido la leyenda negra son una lección de claridad y sabiduría. "Todo empieza cuando Felipe II pone un precio a la cabeza de Guillermo de Orange, el príncipe protestante de Flandes, que reacciona recusando su legitimidad y enfrentándose a su poder. No era habitual en aquellos tiempos cuestionar la autoridad real, así que para armarse de argumentos el flamenco desarrolla una apabullante propaganda que subraya (y exagera) lo peor de su gran enemigo: un hombre capaz de asesinar al príncipe don Carlos, su hijo (lo que se reveló falso), que se sirvió de la Inquisición para acabar con sus enemigos y que permitió las mayores crueldades durante la conquista de América".
La brutalidad de las guerras de religión que dividieron la Europa de aquellos años, los intereses particulares de cada región enfrentados a la política imperial, el discurso religioso que alimentó los peores fanatismos, el culto a la razón de Estado para proteger los intereses de la Casa de Austria: Joseph Pérez empieza con la expansión de la corona de Aragón por el Mediterráneo y termina con el dilema de las dos Españas que puso en circulación Larra en el siglo XIX.
"La leyenda negra se construye para debilitar el poder de la Casa de Austria, pero cuando viene su declive, a partir de la paz de Westfalia en 1648, el argumento es el de una España rendida al oscurantismo del papado frente al progreso de las Luces. A finales del XIX, las naciones anglosajonas miran con desprecio a las latinas. La leyenda negra seguía presente". Ahora ya no, y el libro de Joseph Pérez está ahí para entender su génesis y su influencia.
Fuente: Diario El País (España). 21 de noviembre del 2009.

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