Angola: 35 años
Por: Isaac Bigio (Internacionalista)
El 11 de noviembre de 1975, Angola fue el último país del África continental en dejar de ser una colonia europea. Angola y los otros 4 Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa (PALOP) fueron las primeras y las últimas dependencias europeas en el mundo negro.
Angola se encuentra a alrededor de 5,000 kilómetros de distancia al sur de la península ibérica y al oeste del sur de América. Sin embargo, esta nación del África austral ha jugado un papel clave en la historia iberoamericana.
Una década antes de que Colón llegase al Caribe, el portugués Diogo Cao arribó al río Congo, el segundo más grande del África luego del Nilo, donde lograría ir creando una asociación entre Portugal y el poderoso reino de los Kongos que se extendía desde los actuales territorios del norte de Angola hasta Gabón.
Angola se convirtió en un punto estratégico para los portugueses, quienes fueron los primeros europeos en establecer su comercio y sus dominios en el África negra y en el Océano Índico, el cual en los siglos XVI y XVII tenía al portugués como su lengua franca.
Angola fue uno de los principales proveedores de esclavos para repoblar al Nuevo Mundo.
Durante los tres siglos que duraron las colonias sur y centro americanas varios países latinoamericanos llegaron a tener más angoleños que gente nacida en España o Portugal. La herencia angoleña en nuestras tierras es riquísima, aunque poco estudiada.
Hasta en Perú, que es el país americano que más lejos se haya de Angola por la vía marítima, la presencia angoleña marcó mucho del carácter de dicho país. La mayor procesión católica que allí se hace (y posiblemente en todo el mundo) es una para rendir pleitesía al Cristo Moreno, el cual fue pintado por el esclavo angoleño Pedro Dalcón. El mayor santo peruano (San Martín de Porres, cuyo nombre ha sido dado a una universidad, un distrito de la capital y un departamento del Perú) fue hijo de una panameña liberta descendiente de angoleños.
A muchos barrios o poblaciones negras se les denominaba en el Perú virreinal como "angolas". El nombre "angola" no sólo se asocia a barriadas sino también a uno de los hoteles y centros de convención más exclusivos de Lima, los cuales han sido bautizados en honor a "María Angola", la gran campana del Cusco, considerada como una de las más monumentales y sonoras de Sudamérica. El popular plato peruano del escabeche o el baile típico de la costa peruana landó tienen sus raíces en Luanda, la capital angoleña.
En los últimos años América Latina se ha preciado de haber electo presidentes de ascendencia japonesa (Fujimori), turco-árabe (Menem, Mahuad, Saca o Bucaram), búlgara (Dilma Rousseff), croata (Kirchner), francesa (Bachelet), etc. Sin embargo, no conozco de un solo presidente sud o centro americano que haya reivindicado sus ancestros angoleños.
Fuente: Diario Correo (Perú). 11 de Noviembre del 2010.
Por: Isaac Bigio (Internacionalista)
El 11 de noviembre de 1975, Angola fue el último país del África continental en dejar de ser una colonia europea. Angola y los otros 4 Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa (PALOP) fueron las primeras y las últimas dependencias europeas en el mundo negro.
Angola se encuentra a alrededor de 5,000 kilómetros de distancia al sur de la península ibérica y al oeste del sur de América. Sin embargo, esta nación del África austral ha jugado un papel clave en la historia iberoamericana.
Una década antes de que Colón llegase al Caribe, el portugués Diogo Cao arribó al río Congo, el segundo más grande del África luego del Nilo, donde lograría ir creando una asociación entre Portugal y el poderoso reino de los Kongos que se extendía desde los actuales territorios del norte de Angola hasta Gabón.
Angola se convirtió en un punto estratégico para los portugueses, quienes fueron los primeros europeos en establecer su comercio y sus dominios en el África negra y en el Océano Índico, el cual en los siglos XVI y XVII tenía al portugués como su lengua franca.
Angola fue uno de los principales proveedores de esclavos para repoblar al Nuevo Mundo.
Durante los tres siglos que duraron las colonias sur y centro americanas varios países latinoamericanos llegaron a tener más angoleños que gente nacida en España o Portugal. La herencia angoleña en nuestras tierras es riquísima, aunque poco estudiada.
Hasta en Perú, que es el país americano que más lejos se haya de Angola por la vía marítima, la presencia angoleña marcó mucho del carácter de dicho país. La mayor procesión católica que allí se hace (y posiblemente en todo el mundo) es una para rendir pleitesía al Cristo Moreno, el cual fue pintado por el esclavo angoleño Pedro Dalcón. El mayor santo peruano (San Martín de Porres, cuyo nombre ha sido dado a una universidad, un distrito de la capital y un departamento del Perú) fue hijo de una panameña liberta descendiente de angoleños.
A muchos barrios o poblaciones negras se les denominaba en el Perú virreinal como "angolas". El nombre "angola" no sólo se asocia a barriadas sino también a uno de los hoteles y centros de convención más exclusivos de Lima, los cuales han sido bautizados en honor a "María Angola", la gran campana del Cusco, considerada como una de las más monumentales y sonoras de Sudamérica. El popular plato peruano del escabeche o el baile típico de la costa peruana landó tienen sus raíces en Luanda, la capital angoleña.
En los últimos años América Latina se ha preciado de haber electo presidentes de ascendencia japonesa (Fujimori), turco-árabe (Menem, Mahuad, Saca o Bucaram), búlgara (Dilma Rousseff), croata (Kirchner), francesa (Bachelet), etc. Sin embargo, no conozco de un solo presidente sud o centro americano que haya reivindicado sus ancestros angoleños.
Fuente: Diario Correo (Perú). 11 de Noviembre del 2010.
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