martes, 14 de julio de 2009

Honduras. Reseña histórica.

Honduras: una hermana poco conocida

Guillermo Giacosa (Periodista)

Honduras tiene poco más de 100 mil km 2 de superficie y casi ocho millones de habitantes. Hace parte del mercado de libre comercio con Centroamérica, República Dominica y EE.UU., y cada año recibe un importante flujo de dinero de los hondureños que trabajan en el exterior (en 2006: 2,359 millones de dólares). Esa cifra se ha visto alterada por la crisis actual. También es miembro del ALBA y de Petrocaribe.

Según la ONU, de cada 100 hogares hondureños, 62 carecen de ingresos suficientes para cubrir sus necesidades. A fines de 2007, el Gobierno decretó un aumento del 9.7% en el salario mínimo para los trabajadores que, en promedio, es de 181 dólares mensuales. Sin embargo, el precio de la canasta básica en junio de 2008 era de 365 dólares. Históricamente pertenece, junto con Guatemala y Costa Rica, a lo que en algún tiempo se dio en llamar, peyorativamente, repúblicas bananeras. Dos compañías fruteras estadounidenses, la United Fruit Company y la Cuyamel Fruit Company, exportaban banano producido en Honduras y competían entre sí, no solo en este rubro, sino en la conquista del poder político al interior del país.

La United Fruit se apoyaba, aunque resulte contradictorio, en los nacionalistas, y la Cuyamel, en los liberales. En 1924, Honduras era el primer exportador de banano en el mundo, pero sus grandes ganancias eran totalmente usufructuadas por la United Fruit. Los enfrentamientos entre las empresas estadounidenses y un intento de alterar esta injusta repartición de los ingresos determinó la intervención de los marines (1924) para asegurar el negocio de sus mandantes. Estas pugnas culminarían en 1929, cuando la United Fruit compró a Cuyamel y terminó transformándose en la mayor propietaria del país. O, mejor dicho, casi en la propietaria del país. Luego de un periodo relativamente democrático, el país fue gobernado por el general Tiburcio Carías con total apoyo de la industria bananera. Ejerció brutal represión, acumuló poderes y mandó en el país de 1933 a 1949.

Luego de otro periodo democrático, con tibios intentos de iniciar una reforma agraria, los sectores de poder, con apoyo de EE.UU., entronizaron a otro militar (López Arellano), quien gobernó nueve años hasta ser destituido por aceptar sobornos de la compañía sucesora de la United Fruit (United Brands). La década del 80 coincidió con una nueva Constitución, un tiempo de persecución política a la izquierda y una propuesta para que Honduras adopte un estatus similar al que Puerto Rico tiene con EE.UU. En la década del 90, un gobierno 'nacionalista’ puso en marcha las reformas neoliberales que tuvieron como resultado abultados déficits comercial y fiscal. El descontento llevó a un nuevo gobierno, 'liberal’ en este caso, que terminó peor que su antecesor. Manuel Zelaya (57) pertenece al Partido Liberal, asumió la Presidencia en 2005 y, a mitad de su periodo, contrariando a miembros de su partido, dio un giro inesperado en la política nacional al anunciar que su gobierno sería de tendencia izquierdista y socialista.

Fuente: Diario Perú 21. Miércoles 01 de julio del 2009.

2 comentarios:

Henry Zapata dijo...

Hola amigo. Respecto al caso de Honduras, refleja la deprimente situación por la que atraviesa esta parte del mundo que - ausente de clase dirigente- observa como algunos caudillos inician su aventura gubernativa cual actividad lúdica. Lástima que estemos dentro de la estadística. Por cierto, si cubre el título de tu post, cualquier lector pensaría que está leyendo la Historia del Perú republicano.
saludos mi ausente amigo.

Eddy Romero Meza dijo...

Honduras encarna gran parte de la realidad socio-política latinoamericana, la cual se puede resumir del siguiente modo:

1. Vigencia de una fuerte oligarquía (socia menor del gran capital extranjero) que busca mantener statu quo.

2. Continuidad de una mentalidad autoritaria en la manera de concebir y dirigir un país.

3. Enormes desigualdades socio-económicas (somos el continente con mayor desigualdad en el mundo)

4. Complicidad de los medios de comunicación. Los cuales buscan justificar (legitimar) los golpes de estado, siempre y cuando sean de derecha.

5. Inmovilismo político a nivel continental, frente a las acciones antidemocráticas alentadas por los grandes sectores conservadores del mundo occidental.

6. Mediocridad de sus instituciones supranacionales, llamadas a conservar los valores democráticos en la región. La OEA , ha demostrado una vez mas, que sólo es el ridículo eco de lo que afirman o niegan los secretarios de estado norteamericanos.

¡Saludos del hermano ausente!