Por: Nelson Manrique (Historiador)
A la edad de 95 años ha fallecido Eric J. Hobsbawm, uno de los más grandes historiadores del siglo XX y sin duda el más influyente. Se mantuvo lúcido y comprometido hasta el final. Deja un libro por publicar.
Hobsbawm nació en 1917 en Alejandría, hijo de padres judíos. Un error administrativo alteró su apellido original, Hobsbaum. Como otros intelectuales europeos de frontera fue espectador de acontecimientos cruciales en el periodo de entreguerras. Decía que había sido profundamente influido por su niñez en la Viena de los años veinte y el ascenso de Hitler en Berlín, que definieron sus opciones políticas y su interés por la historia, y por su vida en Inglaterra después, especialmente en la universidad de Cambridge de los años treinta.
En la época de la Gran Depresión Hobsbawm perdió a sus padres y se afilió al Partido Comunista. Tenía 14 años. Permaneció leal a su opción hasta que el comunismo británico se disolvió en 1991. Se formó en Berlín y Londres y fue en Inglaterra donde escribió su gran obra. Fue marxista y sus ideas le cerraron muchas puertas en la carrera universitaria pero obtuvo un reconocimiento y admiración muy grande en el mundo. Es difícil que haya un historiador que no haya sido influido por su obra.
Sus trabajos habitualmente están respaldados por una enorme masa de evidencias documentales. Poseía una erudición apabullante y sus intereses como historiador fueron muy variados. Optó por hacer una historia “desde abajo”: desentenderse de los “grandes hombres” y buscar entender la lógica histórica a partir del estudio de la vida de la gente común, especialmente los trabajadores. Fue el más grande investigador de la historia del capitalismo pero también se interesó vivamente por los campesinos. Estuvo muy interesado en el Perú y dedicó un notable ensayo al movimiento campesino que Hugo Blanco encabezó en La Convención y Lares a principios de los años 60. En sus libros Rebeldes primitivos y Bandidos, con el telón de fondo de una investigación de envergadura mundial sobre la rebeldía campesina y el bandolerismo social, volvió a trabajar el mundo rural peruano. En una conferencia en San Marcos hizo una observación singularmente interesante: sostuvo que a nivel planetario la crisis del mundo rural no sucedió, como suele creerse, en el siglo XVIII, sino hacia la década del cuarenta del siglo XX, no sólo en las naciones pobres sino también en las del mundo desarrollado, con la excepción de unos pocos países, como Estados Unidos e Inglaterra.
La cúspide de su producción como historiador fue una tetralogía dedicada a la historia del capitalismo: La era de la revolución: Europa 1789- 1848 (1962), La era del capitalismo: 1848-1875 (1975), La era del Imperio: 1875-1914 (1987) y The Age of Extremes: the short twentieth century, 1914-1991 (La era de los extremos: el corto siglo XX, publicada en castellano con el título de Historia del siglo XX, 1994). Se trata de una de las mejores historias universales contemporáneas.
Hobsbawm fue también uno de los más innovadores estudiosos de la cuestión nacional. En “La invención de la tradición” mostró cómo muchas de las tradiciones, ritos e instituciones que suele creerse son inmemoriales han sido creadas en realidad recientemente por élites nacionales que así se legitiman: “el fenómeno nacional no puede ser adecuadamente investigado sin una cuidadosa atención a la ‘invención’ de la tradición”.
Fue un apasionado del jazz (decía que fue un adolescente poco agraciado y tímido y puso en la música la pasión que los otros jóvenes ponían en las chicas). Escribió sus reseñas bajo el seudónimo de Francis Newton.
En las primeras páginas de The Age of Extremes Eric Hobsbawm manifestaba, en 1994, su sorpresa porque, al final del siglo XX, la gente volviera a creer en el discurso económico liberal. Recordaba que para la gente de su generación estaba fresco el recuerdo de cómo este credo económico llevó al mundo al desastre de la Gran Depresión de 1929. Concluyó que no se había aprendido la lección. La gran crisis que comenzó el 2008, que el FMI anuncia se va a prolongar por una década, muestra cuánta razón tenía el viejo maestro.
Fuente: Diario La República (Perú). 16 de octubre del 2012.
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Hobsbawm y el Perú. Antonio Zapata.
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