PIZARRO O LA
LEYENDA NEGRA DEL CONQUISTADOR
Eddy Walter
Romero Meza*
La historia del Perú es un campo de batalla
ideológico como toda historia nacional. Durante el siglo XX, hispanistas e
indigenistas, discutieron ampliamente el significado de la conquista y la
colonia. Mientras los primeros enfatizaban el valor civilizador de occidente,
considerando lo pre-hispánico apenas como un sustrato primigenio de nuestra historia. Los indigenistas se autoerigieron
como la autentica expresión americana,
rechazando (moralmente) el legado cultural europeo que durante la colonia (y
luego la república) desplazo a las raíces históricas de nuestro continente (1)
Es en este escenario que se definirá parte
importante de la narrativa histórica que predominara en el imaginario social peruano.
Siendo la posición indigenista, la que logre mayor difusión (y legitimidad) con
los años. Esto gracias a los diversos movimientos sociales que cuestionaron el
orden político criollo, así como su origen histórico-cultural.
Una etapa histórica, especialmente repudiada
por los indigenistas, dado su carácter trágico, será la conquista española.
Periodo concebido como el inicio de un “genocidio” sistemático contra los
indígenas y el fin de nuestra grandeza histórico-cultural: el imperio incaico.
La figura que personificara este doloroso
momento, será la del conquistador Francisco Pizarro; sobre el cual caerá todo
el desprecio de un pueblo, que se siente despojado y desplazado por este hombre
y sus descendientes, los grupos criollos.
Cabe resaltar, sin embargo, que contrario a
la posición hoy casi dominante, hubo importantes posturas hispanistas, tales
como la del historiador Raúl Porras Barrenechea, que presentaron al
conquistador Francisco Pizarro como personaje heroico, fundador de ciudades,
estadista, occidentalizador y padre del mestizaje peruano.
La conquista española en América ha sido
objeto de múltiples discusiones. Los hispanistas presentaron a Pizarro como
personaje valeroso, inteligente y esforzado, mientras los defensores del mundo
andino, lo califican de sanguinario, codicioso y mentiroso. Esta última
postura, por su carácter “nacionalista”, ha primado en el imaginario colectivo
peruano.
Desde hace muchas décadas, un maniqueísmo torpe
se ha formado en torno a la conquista: “europeos malos” e “indios buenos”.
Donde, si bien es innegable los crueles hechos de sangre que supuso la invasión
española, son igualmente ciertas las contradicciones del mundo andino y las
cruentas guerras que atravesó (la última de ellas entre Atahualpa y
Huáscar). Este maniqueísmo expresa claramente
la oscilación peruana entre la “leyenda blanca” del Tahuantinsuyo y la “leyenda
negra” de lo hispánico, asunto especialmente vigente en la enseñanza escolar.
No resulta extraño así que toda la animadversión contra lo español, se dirija
especialmente a Francisco Pizarro, la figura sobresaliente en esta compleja etapa.
Leer el artículo completo en: El conquistador Francisco Pizarro y la Leyenda Negra. Hispanic American Historical Review.
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