miércoles, 30 de junio de 2010

Historia de la colonización europea de África. Libro "La tragedia del Congo".

Los papeles de la vergüenza

"La tragedia del Congo" traduce por vez primera al castellano los relatos más espeluznantes sobre la colonización europea de África.

Por: Montserrat Luis.

Había una vez un Rey que quiso utilizar su poder para ayudar a un lejano y pobre país tapizado de selvas de palmeras, elefantes y chimpancés. Prometió transformar aquella tierra adormecida por la enfermedad del sueño en un próspero paraíso. Lo llamó Estado Libre del Congo y lo regaló a los humildes nativos que, hasta entonces, dormían en el suelo, pasaban semanas sin lavarse, vestían hojas de garcinia y devoraban la carne de hipopótamo.

El relato anterior parece un cuento. Y lo fue: una farsa terrorífica orquestada por Leopoldo II, a quien el trono de Bélgica se le quedó pequeño al poco de ocuparlo, en 1865. Se propuso expandirlo por el hemisferio sur, hacerse fuerte a costa de los más débiles. Oficialmente, su misión era contribuir al desarrollo del Congo, «explorar esas tierras y construir estaciones que serían centros de civilización con casas de descanso para los viajeros». Y auspiciado por tales fines de noble apariencia humanitaria, constituyó en 1876 la Asociación Africana Internacional y logró el beneplácito de la comunidad internacional. Sin embargo, su corona se reveló pronto de espinas y escribió uno de los finales más infelices, sangrantes y sangrientos, de la Edad Contemporánea.
En apenas veinticinco años, la población del Congo se redujo a la mitad como consecuencia de los desmanes tolerados, cuando no impulsados, por el monarca europeo. Diez millones de personas perdieron la vida y el resto, la dignidad: trascendieron directamente al infierno de la esclavitud, la tortura, la humillación, el despotismo, el pánico y la privación de cualquier derecho. Horrores que perviven en la mirada y el futuro perdidos de un país en el que más de la mitad de sus habitantes sobrevive hoy con menos de 1,25 dólares al día y las estadísticas no dan esperanzas de cumplir más de 53 años.

Las heridas permanecen infectas. Y la gangrena avanza. Apenas un siglo después, el porvenir del Congo sigue castrado por la violencia, la desnutrición, el subdesarrollo, los abusos de poder. Sufre la peor hecatombe desde la Segunda Guerra Mundial. El viejo continente, sin embargo, ha preferido olvidar sus vergüenzas y las atrocidades cometidas por su avaricia imperialista en el corazón de África. «Aquellos años trágicos dieron lugar a mucha literatura, pero se echaba de menos la publicación de los escritos oficiales que se manejaban en aquel momento, además de las denuncias realizadas por los personajes más conocidos y carismáticos de la época».

Dicho por Eduardo Riestra. Y hecho. También por él. El director de Ediciones del Viento acaba de publicar 'La tragedia del Congo', un extenso libro de 418 páginas en el que «se reúnen y traducen por vez primera al castellano los cuatro documentos más importantes» del exterminio cometido en el hasta entonces reino africano.

Importación de mujeres

Encabeza la compilación, jalonada de duras fotografías, la carta abierta que George Washington Williams escribió a Leopoldo de Bélgica en 1890. Desde el respeto al soberano, pero con una claridad demoledora, quien fue el primer gran historiador americano de raza negra acusa al «Gobierno de Vuestra Majestad» de «carecer de moral militar y solidez financiera», de «violar los contratos firmados con sus soldados, mecánicos y trabajadores», de sostener tribunales «injustos, parciales y delincuentes», de ser «excesivamente cruel con sus prisioneros, a los que condena a la cadena de presos, algo que no ocurre con ningún otro Gobierno del mundo civilizado o sin civilizar», de «importar mujeres con fines inmorales», de «disparar sobre las canoas de los nativos», de «librar guerras injustas y crueles contra ellos», de «dedicarse al tráfico de esclavos» y de «distorsionar el Congo como país y su red de ferrocarriles».

En definitiva, «no hay forma de tortura inventada por el ingenio humano, por salvaje, obscena o grotesca que sea, que no se haya empleado contra ese pueblo inofensivo e indefenso». Es la conclusión a la que llega Arthur Conan Doyle en 'El Crimen del Congo', el segundo documento recopilado por Ediciones del Viento. Pese a ser el creador del personaje de Sherlock Holmes y de sus a veces bien escabrosos casos, el célebre novelista británico no pudo permanecer impasible frente al crimen «más grande conocido en los anales de la humanidad». Lo que sucedía en la colonia belga no era elemental. Sino bestial.

«Nunca antes -denuncia en el prefacio de su relato- ha habido semejante mezcla de expropiación y masacre absolutas realizadas con el odioso disfraz de la filantropía y teniendo por motivo el más vil de los intereses comerciales. Es este sórdido motivo y esa afecta hipocresía lo que hace que este crimen sea único en su horror». Su denuncia abrió los ojos a gran número de europeos y americanos que seguían sin querer enterarse de que la selva había sido invadida por alimañas y salvajes indignos del reino animal.

Crucificar o despellejar

Como uno de estos peligrosos e irracionales seres viene a describir al monarca belga 'El Soliloquio del Rey Leopoldo'. Firmado por el escritor norteamericano Mark Twin, el tercero de los cuatro informes incluidos en 'La tragedia del Congo' ofrece una caricatura del soberano dibujada con la misma desafección que él demuestra, deforme, despreciable, desaprensivo, preso de sus propios fantasmas.
Así, ante los informes que ya en su época le acusaban de obligar a una viuda a vender a su hija para hacer frente a los pagos exigidos por la metrópoli, el trasunto del tirano y cruel dominador exclama en el soliloquio: «¿Qué quiere que le haga yo? ¿Dejar en paz a una viuda sólo por ser viuda? Apenas queda otra cosa que no sean viudas. No tengo nada contra las viudas en general, pero los negocios son los negocios, y tengo que vivir. ¿No?».

Parecida provocación y deformación moral se adivina en su respuesta frente a quienes le reprochan haber matado a sesenta damas. «Estuvo mal crucificar a esas mujeres, claramente mal, manifiestamente mal. Ahora me doy cuenta, lamento que haya pasado, lo lamento de verdad. Habría obtenido el mismo resultado despellejándolas. Pero no se nos ocurrió; no se puede pensar todo. Al final, errar es humano». Y, en este caso, es también un crimen de lesa humanidad.

Blanco sobre negro. El gran tesoro que saca a la luz la publicación del editor gallego Eduardo Riestra es el 'Informe Roger Casement': un testimonio «histórico espeluznante», firmado por el que, tras ser nombrado caballero británico, acabó en la horca. Su contradictoria y controvertida biografía ha fascinado a Mario Vargas Llosa hasta inspirarle la que será su próxima novela, 'El sueño del Celta'.
Nacionalista irlandés militante, diplomático, imperialista de formación, antiimperialista de convicción, conoció el Congo cuando, a los 19 años, empezó a trabajar para la Asociación Internacional Africana de Leopoldo II. De regreso 17 años después como primer cónsul británico en el país negro, no pudo más que sorprenderse y alarmarse por la «gran reducción de la vida nativa tras una década de una intervención europea muy enérgica».

En contra de lo prometido por el rey belga, los poblados no se habían convertido en ciudades, sino en acuartelamientos; aldeas enteras habían quedado desiertas. Era la emigración del terror, la huida de millones de personas sometidas a los abusos de un Gobierno ajeno que imponía tasas imposibles de satisfacer, que se servía de trabajos forzosos y denigrantes, cuando no de castigos y mutilaciones; que sacrificaba vidas humanas con la misma indulgencia que cabezas de ganado, que utilizaba a las mujeres y niños como moneda de cambio y de presión y que cortaba orejas, manos y penes a destajo.

La dureza y a la vez rigor con que Casement retrata el escenario encontrado convierte su informe en un sobresaliente documento histórico pero también, probablemente sin quererlo, en una novela de terror aderezada con notas morbosas, suspense y encomiable técnica descriptiva. O acaso pueda leerse igualmente como un manual psicológico sobre el envilecimiento de la ambición humana. O incluso como un delicioso libro de viajes en el que la perversión de la condición humana contrasta con la nobleza y belleza natural de unos entornos paradisíacos, aún vírgenes, sensibles reservas de la madre tierra.

De cualquiera de las maneras, desde la Historia, la Sociología, la Narrativa, la Psicología o el relato de aventuras, cabe enfrentarse a 'La tragedia del Congo'. Sufrirla y disfrutarla. Y contemplarla a través de las duras fotografías que tomaron hace un siglo las entonces incipientes Kodak y que, por fin, desmontaron la infalible palabra de rey. Aquellos objetivos siguen siendo los del libro de Ediciones del Viento: hacer presente un episodio del pasado y dar un futuro a un continente de raza negra y, ojalá, verde esperanza.


Fuente: Sur.es (Diario de Málaga). 23.05.10

Recomendados:

Leopoldo II y El Colonialismo Belga.

“Roger Casement: Imperialist, rebel, revolutionary” (Imperialista, rebelde, revolucionario).

Literatura y colonialismo. El "horror histórico" en las tinieblas del Congo belga.

lunes, 28 de junio de 2010

Los Romero y otros grupos económicos peruanos (Brescia, Benavides y Añaños).

El sucesor

El grupo Romero es el segundo conglomerado económico más grande que opera en el país, sólo aventajado por la gigantesca transnacional de los hidrocarburos llamada Repsol. Lo revela la última edición de “Peru: the top 10,000 companies”, la más seria investigación sobre la situación de las empresas en el Perú y sus planes de inversión. Ahora que la cuarta generación, encabezada por Dionisio Romero Paoletti, está al mando de los negocios financieros e industriales, conviene conocer sus estrategias de crecimiento y más de un secreto familiar.

Por: Ghiovani Hinojosa (Investigador)

Para tener una idea menos convencional del verdadero poder económico del grupo Romero, hay que evitar la jerga financiera y preparar unos suculentos tallarines a lo Alfredo. Para empezar, hay que sancochar medio kilo de fideos Don Vittorio en una olla de agua hirviente mezclada con un poco de aceite Capri, y luego blanquear la salsa de queso y jamón con una pizca de mantequilla Sol de Oro y cincuenta gramos de harina Blanca Flor. Una vez servido y degustado este platillo, debemos tomarnos un vaso de refresco Kanú con sabor a naranja y, si queda estómago, llevarnos al paladar un helado Lamborgini o unas galletas Tentación. El rostro verídico de este conglomerado también aparece cuando le damos de comer a nuestro perro una porción remojada de Mimaskot, refregamos nuestra ropa con detergente Bolívar y lavamos nuestra cabellera con Anua hidratación intensa. Las marcas de los Romero forman parte de nuestra vida cotidiana; prácticamente todos los ciudadanos de este país hemos adquirido en algún momento algún producto alimenticio o de limpieza manufacturado por Alicorp, la principal empresa industrial de esta corporación familiar.

Según la versión 2010 de la colosal investigación “Peru: the top 10,000 companies”, la familia Romero representa el segundo grupo económico más grande que opera en el Perú (con ingresos totales anuales que bordean los 15,500 millones de soles), muy cerca del líder del ranking, el grupo español Repsol. Así, Romero, que subió dos puestos respecto al año anterior, deja atrás en este choque de poderes a grupos tradicionales como Buenaventura (posición 5) y Brescia (posición 6). Pero, ¿cuál es la estrategia actual de esta corporación que hace 122 años nació como un pequeño negocio de venta de sombreros de paja?

Yo te nombro heredero

Un asunto clave para entender el comportamiento y los alcances de esta influyente familia es el protocolo de sucesión de su líder. Dionisio Romero Paoletti, de 45 años, tomó el control en abril del año pasado de Credicorp, la rama financiera del grupo (Banco de Crédito del Perú, Pacífico Seguros y AFP Prima, entre otras empresas). Con esto se completó la transferencia del poder, ya que desde el 2001 “Dioni” –como es llamado coloquialmente– estuvo a cargo de la rama industrial (Alicorp, Ransa Comercial y Primax, entre otros negocios). Su padre, Dionisio Romero Seminario –conocido en el ambiente hogareño como “Zorro” por el parecido que tenía de niño con este animal–, pretendió al inicio entregarle la posta total de las empresas, pero “Dioni”, un economista formado en las universidades de Brown y Stanford, pidió tiempo para acostumbrarse en el cargo antes de asumir la responsabilidad del rubro financiero. La regla interna es ceder la batuta del conglomerado al cumplir los 65 años.

En realidad, el poder de Romero Paoletti es relativo, ya que las decisiones sobre los negocios del grupo las toman en conjunto los miembros del directorio. Este reúne a representantes de las cuatro facciones de la cuarta generación del clan (la primera fue la del patriarca, el comerciante español Calixto Romero Hernández, y la segunda, la de Dionisio Romero Iturrospe, padre del “Zorro”): los Romero Paoletti, los Romero Guzmán, los Romero Belismelis y los Onrubia. Estos últimos son los que, a pesar de no exhibir el apellido característico de la familia, poseen la mayor cantidad de acciones (un informe de la revista Poder de mayo del 2009 detalla que los Onrubia, descendientes de José Antonio Onrubia Romero, son dueños del 14.6% del patrimonio total del grupo). Sin embargo, este sector no se ha preocupado por dominar la presidencia del directorio. Y es que los Romero tienen internalizada la idea de que todos tienen propiedad (acciones que les permiten participar en las ganancias), pero solo algunos están habilitados para dirigir los rumbos del grupo. De hecho, según Poder, todas las mujeres del clan ceden sus derechos de administración para dedicarse enteramente a educar a sus hijos, directivos en potencia.

El Perú les quedó chico

”La cuarta generación del grupo Romero tiene el deseo de incrementar sus niveles de ventas y patrimonio a partir de la expansión de sus negocios más allá de las fronteras peruanas. Les interesa ser un grupo regional”, explica Andrés Remezzano, gerente senior de Finanzas Corporativas de la consultora Deloitte Perú, que trabaja con varias empresas del conglomerado. Su principal estrategia es la de comprar empresas ya consolidadas; esto para corregir el error cometido –y admitido– por la generación anterior de haber adquirido, por ejemplo, pequeños bancos que nunca lograron competir con los líderes del sector, como el colombiano Tequendama.

Así, Alicorp –la empresa del grupo que fabrica y distribuye productos de primera necesidad, desde fideos hasta artículos de limpieza, y que el 2008 generó utilidades netas por más de 87 millones y medio de soles– acaba de comprar en Argentina la marca de galletas Sanford. De acuerdo con “Peru: the top 10,000 companies”, los Romero ya controlan cerca del 30% del mercado argentino de jabones y detergentes. Paralelamente, el grupo tiene fuerte presencia en Colombia, Ecuador (la gasolinera Primax ya llegó allí), Venezuela, Haití y Chile. Alicorp distribuye productos de terceros y exporta en total a 22 países del orbe.

Nuevas inversiones

José Lumbreras, jefe de Investigación de Peru Top, enfatiza que este afán por la internacionalización de Dionisio Romero Paoletti va de la mano con su interés por incursionar en sectores económicos nuevos para ellos (los tradicionales en el grupo son finanzas, alimentos, seguros, logística, comercio, textiles y agroindustria). Por ejemplo, el biocombustible (el proyecto Caña Brava, que tiene en Piura 7 mil hectáreas destinadas a la producción de etanol, empezó sus exportaciones a Holanda en noviembre último), la pesca (el 2008 compraron una serie de pequeñas pesqueras y constituyeron Pesquera Giuliana, nombre de la hermana menor de “Dioni”, fallecida cuando todavía era niña) y la minería (han anunciado que, si se obtiene la licencia social, comprarán el 30% del proyecto Río Blanco, en Majaz, Piura). Por ahora, la columna vertebral de sus negocios es todavía la rama industrial (Alicorp, Ransa y otros): esta categoría generó el 2009 ganancias por 288 millones de soles, 104% más que lo obtenido el 2008.

Dentro de 20 años, Dionisio Romero Paoletti deberá delegarle el poder a alguno de sus hijos varones. Entonces, el universo de inversiones se habrá sofisticado y globalizado, lo que dificultará el manejo del grupo. Por lo tanto, es probable que, ante la inexperiencia de sus propios descendientes, deje el conglomerado temporalmente en manos de alguno de sus “primos” Romero Belismelis. Así es el poder económico en el Perú.

Números clave

47,898 personas trabajan en el país para las empresas del grupo Romero, seguido de los grupos Intergroup, dueño de Interbank y Plaza Vea (35,370) y Wiese (17,995), según el Ministerio de Trabajo.

66% de las 10 mil empresas con más ingresos del país son medianas, 25% son pequeñas y sólo 9% pertenece a la gran empresa.

62% de las utilidades obtenidas por las 100 empresas más ganadoras en el Perú correspondió a empresas extranjeras el 2008, 59% más que el año anterior.

72’373,000 soles fueron la ganancia de la empresa Graña y Montero, la líder del sector construcción, el 2008. La siguen Odebrecht y JJC Contratistas Generales (puestos 2 y 3, respectivamente).

231’943,000 soles aproximadamente fueron las pérdidas de grupo Repsol por el retraso del Gobierno peruano en el pago del bono de estabilización de los precios de los combustibles.

Otros grupos económicos peruanos

1. Brescia, po. Qué intuición tan fúnebre la de los directivos del tercer grupo económico con más ingresos en el Perú (si se descuenta a los extranjeros del Top): adquirieron el 99% de las acciones de Lafarge, la cementera más grande de Chile seis meses antes del terremoto de 8.8 grados que devastó la zona sur del país vecino. La operación, que al implicar un desembolso de 555 millones de dólares se ubicó como la mayor inversión realizada por un grupo peruano en esa nación, permitirá el despunte de Melón, su marca de cemento (también venden otros materiales de construcción), durante la masiva reconstrucción de las áreas destruidas. Pero la relación comercial entre los descendientes italianos y el empresariado chileno va más allá: el grupo Brescia y el grupo Sigdo Koppers anunciaron en enero pasado que invertirán conjuntamente 650 millones de dólares en la construcción de una planta petroquímica para la producción de nitrato de amonio y amoniaco en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional de Paracas, en Ica. Este conglomerado local, que agrupa a 46 empresas repartidas en 10 sectores de siete países americanos, tiene todo el derecho a crecer, pero sin dañar el ecosistema de nuestro litoral.

2. El rey Buenaventura: Si un comprador imaginario cotizara el valor patrimonial de cada una de las empresas de los grupos económicos peruanos, el rey sería Buenaventura, la corporación minera liderada por Alberto Benavides de la Quintana. Y es que, según “Peru: the top 10,000 companies”, su capitalización de mercado (el valor de su bienes) asciende a 7,200 millones de dólares, por encima de Brescia (3,000 millones de dólares) y Romero (2,000 millones de dólares). Con un promedio de 700 mil hectáreas concesionadas bajo su administración, el grupo Buenaventura es dueño del 19% de las acciones de la Sociedad Minera Cerro Verde y el 43% de la Minera Yanacocha (por ambas obtuvo una utilidad neta de 3,456 millones de soles el 2008), además de una compañía con su propio nombre. Adicionalmente, cotiza en la Bolsa de Valores de New York desde 1996 y participa en exploraciones conjuntas con las mineras Newmont, Barrick y Southern Peru Copper. Pero este coloso nacional de los metales preciosos –oro y plata– también detenta los primeros puestos en contaminación ambiental: según el Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería, entre enero y mayo de este año, Cía. de Minas Buenaventura fue multada 8 veces con un total de 2 millones 59 mil 200 soles y Yanacocha fue multada 5 veces con un total de 702 mil soles, en ambos casos por daños medioambientales.

3. Añaños for export: La que comenzara como una empresa familiar menuda y provinciana hoy es el paradigma de los grupos emergentes del país: Ajegroup, el conglomerado liderado por los Añaños Jerí, está presente en 12 países de América y Asia, entre ellos México, Costa Rica, El Salvador, Ecuador, Venezuela y Tailandia. En nuestro país, su olfato para detectar el gusto popular los llevó a lanzar al mercado bebidas como Kola Real, Sporade, Pulp, Cifrut y Oro, las cuales replicaron la calidad de los productos líderes en sus categorías pero con precios más bajos. El siguiente dato es contundente: del total de ventas registradas en este grupo, el 82% son realizadas fuera del Perú. Así, la prioridad de los Añaños es por ahora consolidar sus negocios en el exterior. De hecho, exhibieron una participación de 25% en el mercado mexicano de los jugos y 5% en el de agua en la segunda mitad del año pasado. Pero su meta máxima, postergada hace un par de años por la crisis económica, es conquistar los paladares chinos a partir del 2011.


Fuente: Diario La República (Revista Domingo). 20 de Junio del 2010.

Recomendado:

Historia del Grupo Romero. El conglomerado agroindustrial, financiero y de infraestructura de exportación.

domingo, 27 de junio de 2010

Historia de las relaciones diplomáticas entre el Perú y EE.UU. La figura de John Randolph Clay.

Imagen: Mineralogical Record

Perú-Estados Unidos: El hombre de la amistad

El aporte de John Randolph Clay. Según una encuesta, la mayoría de peruanos considera a Estados Unidos uno de los países más amigos del Perú. Esta relación tuvo en Randolph Clay a un invalorable gestor.

Por: Rosa Garibaldi
Historiadora y diplomática peruana.

El 8 de diciembre de 1847 arribó a Lima un eminente diplomático estadounidense. Durante quince años había ejercido funciones ante la corte de los zares de Rusia y de los emperadores austríacos. Era John Randolph Clay (1808-1885), nuevo jefe de la misión diplomática de Estados Unidos en el Perú: uno de los diez puestos diplomáticos más importantes de Estados Unidos en el mundo.

Afianzar lazos

Su país requería un diplomático inteligente y de prestigio para la misión en Lima, pues se encontraba en plena guerra con México. Necesitaba, por tanto, a un Perú neutral y amistoso en cuyos puertos tanto la Marina de Guerra como la mercante estadounidense pudieran abastecerse y reparar sus naves.

Al llegar, Clay quedó inmerso, sin saberlo, en la propuesta de defensa hemisférica del presidente Ramón Castilla, quien —a través de su gran canciller José Gregorio Paz Soldán— convocó el primer Congreso Americano de Lima, para crear un sistema de defensa contra todas las agresiones procedentes del exterior. El Gobierno Estadounidense no estaba exento del tema.

Apoyo histórico

John Randolph Clay se ganó la amistad y confianza del presidente Ramón Castilla al apoyar incondicionalmente a nuestro país en un momento crítico. En 1852 el secretario de Estado Daniel Webster (1782-1852), con el fin de lograr acceso directo para las naves norteamericanas al milagroso fertilizante —el guano peruano— prescindiendo del sistema de consignatarios del Perú, desconoció la jurisdicción peruana sobre las islas guaneras de Lobos. Bajo ese argumento y animados por las garantías brindadas —el respaldo de la escuadra norteamericana— sesenta naves, liderada por una “armada hasta los dientes”, enrumbaron hacia nuestras islas. J.R. Clay puso en riesgo su propia carrera diplomática y se unió a la enérgica campaña de la legación peruana en Washington y de la cancillería para defender la jurisdicción del Perú sobre las islas de Lobos. Una tras otra envió a su gobierno las pruebas —históricas y jurídicas— que nuestra cancillería le entregó para fundamentar la posición peruana. Y llegó al extremo de preguntarle al secretario de Estado de su país:

“En oposición a estas innumerables pruebas, ¿qué tienen como prueba los Estados Unidos?”. Gracias a Clay, se evitó un enfrentamiento armado entre las naves norteamericanas y las fuerzas peruanas en las islas. El conflicto concluyó cuando el secretario de Estado Edward Everett reconoció oficialmente, el 16 de noviembre de 1852, la jurisdicción peruana sobre las islas.

Por la paz

En 1854 Estados Unidos firmó con Ecuador un tratado para establecer un protectorado en las islas Galápagos, pues se creía que albergaban guano similar al peruano. Esto detonó la creciente desconfianza contra los norteamericanos. Fue entonces que Clay, en informe al secretario de Estado William L. Marcy (1786-1857) abogó por una política exterior estadounidense auténticamente favorable a las naciones sudamericanas y basada en intereses mutuos, con un cambio radical en sus relaciones y dispuesta a mediar en las controversias entre esas repúblicas y las potencias europeas.

Solución a un reclamo

En 1858 nuestro país se enfrentó al reclamo estadounidense por el embargo de dos naves norteamericanas, la Lizzie Thompson y la Georgiana. Estas habían cargado guano de islas con una licencia otorgada ilegalmente por los insurgentes de Manuel Ignacio de Vivanco. John Randolph Clay siguió las instrucciones enviadas por el presidente James Buchanan, un expansionista a ultranza y ferviente exponente del “Destino manifiesto”.

La argumentación peruana sobre el caso era sólida: aquí no había —como sostenía Estados Unidos— una guerra civil entre dos beligerantes en la que cada bando ejercía jurisdicción sobre el territorio que ocupaba. Existía un grupo alzado en armas, en el sur, contra el gobierno legítimo del Perú y Estados Unidos —con sus estados sureños en abierta rebelión contra el norte— resultaba el menos indicado para sancionar una conducta que, a la larga, podría ser dañina para sus propios intereses. Clay batalló para que nuestro país aceptara responsabilidad en la confiscación de las naves y buscó una solución para “salvar cara”: el pago de una suma global como liquidación de todos los reclamos pendientes. La suma sería determinada por una comisión mixta, sin mención alguna de casos concretos ni retroceso en cuanto a principios.

Las negociaciones

El 31 de mayo de 1860, Clay recibió instrucciones del secretario de Estado Lewis Cass (1782-1866) para darle un ultimátum de cinco días al Perú que él aplazó para negociar directamente con Castilla. En la primera audiencia, del 23 de julio, la desesperación por encontrar una salida condujo a Clay a vislumbrar una esperanza en las cordiales palabras de su amigo. En realidad, Castilla lo desengañó: el único recurso aceptable era el arbitraje de un tercer país. Dos días después de esta reunión, Castilla fue víctima de un intento de asesinato y una bala le perforó el brazo. Clay fue uno de los pocos admitidos a su cabecera y, ciertamente, el único extranjero.

En la segunda audiencia (28 de setiembre), Castilla rechazó la fórmula de Clay. Reiteró que la única salida aceptable era el arbitraje de una potencia seleccionada por Estados Unidos. Finalmente, el 2 de octubre de 1860 a Clay no le quedó más que presentar el ultimátum, ante lo cual el presidente Castilla optó por romper relaciones con Estados Unidos antes de ceder a pagar indemnizaciones a los dueños de las naves confiscadas.

La partida

En Estados Unidos, Clay fue amonestado por la demora en presentar el ultimátum. Nunca se arrepintió. Su proceder estuvo conforme con su filosofía: un agente diplomático debe actuar en forma distinta a sus instrucciones cuando el resultado esperado lo justifique. Influyó en su ánimo la renuencia de partir del Perú con una misión inconclusa mientras existiese la posibilidad de alcanzar su meta.

Dejó el Perú tras trece años de lucha, alegrías y tristezas, en los que habían nacido tres hijos y muerto dos. Regresó a Washington en momentos de confusión por la inminente guerra de secesión. Su carrera diplomática terminó oficialmente el 1 de abril de 1861. Le hubiera sido difícil como funcionario simpatizante del Partido Demócrata acceder a un puesto en la recién elegida administración republicana de Abraham Lincoln.

Otro eminente diplomático peruano del gobierno de Castilla —Federico Barreda— cumpliría la invalorable tarea de reanudar las relaciones diplomáticas con el país del norte y encontrar la solución al reclamo de las naves embargadas: el arbitraje de Leopoldo I, rey de los belgas, que dio la razón al Perú.

Fuente: Diario El Comercio, Suplemento El Dominical. Domingo 27 de Junio del 2010.

Recomendados:

Era del Guano: EE.UU y las Islas Lobos.

Chiefs of Mission for Peru.

jueves, 24 de junio de 2010

Ceilán e Irlanda: dos modelos de "pacificación". Entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y guerrilla de los tigres tamiles.

Ceilán e Irlanda

Por: Isaac Bigio (Internacionalista)

Estas dos islas, que fueron colonizadas por los británicos, son hoy los dos modelos de "pacificación" que hay en el mundo ante añejas guerras internas interétnicas.

En Irlanda los nacionalistas de origen católico quieren una república que una a la isla y que asimile a la provincia que los protestantes y el Reino Unido mantienen en el norte de ésta. En Ceilán la insurgencia, más bien, busca dividir a la isla para que el norte y el este creen una república tamil (cuya lengua y fe hinduista es diferente a la del resto que es lanka y budista).

El modelo irlandés consiste en haber logrado ir tentando al subversivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) para que se vaya yendo acoplando al sistema mediante un brazo legal a fin de que paulatinamente termine por integrarse al régimen y acepte desarmarse a cambio de cuotas en el gobierno local.

El modelo ceilandés, en cambio, consiste en lo opuesto. En vez de tratar el fenómeno subversivo con tácticas políticas se le busca arrasar con estrategias esencialmente militares. Según The Economist, ello implica plena libertad operativa a las FF.AA., no negociaciones ni cese de fuego con la guerrilla, no diferenciar a los combatientes de los civiles no combatientes y censurar o ignorar a la prensa mundial.

Gracias a estas medidas, el presidente ceilandés Mahinda Rajapaksa arrasó a la otrora poderosa guerrilla de los tigres tamiles (la misma que "inventó" el uso mundial de bombas humanas). Pese a los miles de inocentes muertos y a las acusaciones de brutalidad, este gobierno ha logrado captar una significativa fuerza electoral interna, pues ha demostrado dar seguridad y orden.

Emisarios de Tailandia, Bangla Desh, Israel y Colombia han visitado a Ceilán o vienen estudiando esa experiencia. Ese modelo contrainsurgente puede estar sirviendo de inspiración a varios asesores de quien sea el nuevo presidente colombiano. Si se siguiese el ejemplo ceilandés, Santos debería combinar un régimen emergido en las urnas con uno que se base en un fuerte predominio en las armas.


Fuente: Diario Correo. 16 de Junio del 2010.
Recomendado:

martes, 22 de junio de 2010

Historia de Carlos Slim, el hombre más rico del planeta.

Carlos Slim, una fortuna de Estado

Por: Ranaud Lambert (Periodista)

En 2007, el empresario mexicano Carlos Slim apareció primero en la lista de las personas más ricas del planeta que publica todos los años la revista Forbes. Poseedor de una fortuna que alcanza varios récords –entre ellos el de representar el 8% del Producto Bruto Interno de México– el ascenso de Slim y de su imperio, el Grupo Carso, es representativo de la construcción de un capitalismo nacional de amigos, que levantó vuelo con la crisis financiera mexicana de los años 1980 y con las muy ventajosas –sobre todo para Slim– privatizaciones.

Al leer la gran mayoría de los artículos sobre el mexicano Carlos Slim que inundaron la prensa luego de que se ubicara en el primer puesto de las fortunas del planeta, su tren de vida parecería más cercano al del mexicano promedio, que al de un miembro del jet set por el que “sólo siente desprecio” (1). “No hay ‘despilfarro’ escandaloso en este apasionado del béisbol que no usa computadora, escapa a las cenas mundanas, prefiere los ajíes al caviar, y que durante mucho tiempo condujo él mismo su automóvil” (2). Todo en él indicaría pues “austeridad”, e incluso “humildad” (3). Todo... salvo las cifras.

La riqueza en contexto

Según la revista Forbes, en el verano boreal de 2007 la fortuna de Slim ascendía a 59.000 millones de dólares. Para Sentido Común, un sitio de internet mexicano de información económica, Forbes estaría equivocada, ya que a quien también llaman “el Rey Midas” habría aprovechado un buen momento en la bolsa para superar los 67.000 millones de dólares, una suba aproximada del 740% con respecto al 2000 (4). En ese entonces, “sólo” representaba la trigésimo tercera fortuna del mundo.

Sin embargo, no podría apreciarse la total dimensión de esta fortuna sin ubicarla en el contexto de México, donde el 40% de la población debe conformarse con menos de dos dólares por día. Con una riqueza superior a un cuarto del presupuesto nacional, Slim posee más del 40% de la capitalización total de la Bolsa de México. Otro récord absoluto: “representa” alrededor del 8% del Producto Bruto Interno (PBI) (5) del país, mientras que, en comparación, la fortuna de John Davidson Rockefeller nunca superó el 2,5% del PBI estadounidense.

Así, el perfil de un Carlos Slim “hijo de un pequeño comerciante” (6) tal vez remita, menos directamente a la manera en que el capitalismo moderno se desarrolla, especialmente a través de carreras “ejemplares” de hombres comunes cuyo éxito vendría a recompensar la competencia y el trabajo. Estas “trayectorias” tienen la ventaja de alimentar en los menos ricos –de quienes podría temerse que terminen cansándose de las crecientes desigualdades– la esperanza de que un día, tal vez, sea su turno. La revista Le Point inicia además uno de sus (numerosos) perfiles de Slim en estos términos: “¿Quién no soñó con despertarse una mañana formando parte de la gran familia de millonarios? Tenga confianza, todavía puede sucederle. Los nuevos millonarios en dólares crecen como hongos” (7).

Según la mitología capitalista, el “secreto” de la fortuna de estos héroes modernos se explicaría a través de predisposiciones intelectuales excepcionales –¡a menudo perceptibles desde la infancia!–. Aunque probablemente con grandes “aptitudes”, Slim no difiere demasiado de la gran mayoría de quienes suelen figurar en las “listas Forbes” (8), y tal vez deba menos su fortuna a su amor por los números... que a su origen y sus amistades políticas.

Política y negocios

Nacido rico, luego de que su padre –inmigrante de origen libanés– hiciera fortuna en el sector inmobiliario durante la Revolución mexicana, Slim se convirtió rápidamente en una de las principales fuentes de financiamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México en forma exclusiva hasta el 2000. Lo que le valió algunos favores a cambio...

En 1982, la caída del precio del petróleo desató una grave crisis económica en México. El presidente José López Portillo nacionalizó los bancos; su objetivo no era sentar las bases de un Estado “socialista”, sino “nacionalizar la deuda privada de la oligarquía” (9). Sin embargo, la elite tradicional se alarmó y liquidó sus activos para partir rápidamente. Ajeno a tales preocupaciones –sus amigos estaban en el poder–, Slim aprovechó el pánico para adueñarse de algunas de las empresas más importantes del país, con un gusto particular por las que proveen servicios al Estado. Obtuvo de ellas grandes ganancias. Así, Seguros de México, la principal aseguradora del país, que adquirió en 44 millones de dólares, hoy vale 2.500 millones.

Pero fue gracias a su buen amigo Carlos Salinas de Gortari –elegido Presidente en 1988–, que la fortuna de Slim realmente levantó vuelo. Si bien consentía “la apertura económica” impulsada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, Salinas quiso favorecer el desarrollo de un capital nacional capaz de resistir el asalto de las empresas estadounidenses. Una voluntad menos “nacionalista” que interesada en la perspectiva de vínculos directos con los futuros centros de ganancias del país. El Presidente se mostró deseoso de ganarse los favores de los grandes patrones, más aun cuando accedió al poder mediante un fraude electoral, que no pasó inadvertido.

Cientos de empresas del Estado fueron entonces vendidas, preferentemente a sus conocidos. De dos en 1991, el número de millonarios mexicanos trepó a veinticuatro en 1994 al finalizar su mandato. El primero de ellos se llama Carlos Slim.

En 1990, junto con Southwestern Bell y France Telecom, Slim compró la empresa Teléfonos de México (Telmex) en circunstancias más que oscuras. Además de un precio que las autoridades mexicanas tuvieron la delicadeza de mantener en el terreno de lo razonable (aproximadamente 2.000 millones de dólares por el 20% del capital), las condiciones de venta evitaban los sinsabores de la competencia: “Mientras que países como Brasil y Estados Unidos dividieron el monopolio del Estado en diversas empresas que competirían entre sí, México vendió su monopolio intacto, prohibiendo toda competencia durante seis años”, explica The Wall Street Journal (10).

Telmex se vio además gratificada con la única concesión de telefonía celular de alcance nacional, debiendo sus competidores conformarse con concesiones limitadas a ciertas regiones. La compañía –que controla el 90% de las líneas fijas del país– es hoy la segunda empresa latinoamericana que cotiza en bolsa. Por su parte, América Móvil –la filial “telefonía celular” del grupo Slim– ascendió fácilmente al quinto puesto mundial de empresas de telefonía móvil, con el 70% del mercado mexicano y más de 120 millones de clientes en una quincena de países. Pero el imperio Slim no se limita a las telecomunicaciones...

Consumiendo electricidad, cargando combustible en el tanque de su automóvil o comprando un disco, un libro, una barra de chocolate, entrando a un supermercado o subiéndose a un tren, fumando, practicando deporte, mirando televisión, “navegando” en internet o utilizando papel higiénico, el mexicano promedio deposita sus “pesos” en los bolsillos –profundos– de Slim. Su imperio, el Grupo Carso, posee en efecto más de doscientas cincuenta empresas en sectores tan diversos como cadenas de grandes tiendas (Sanborns), cigarrillos (Cigatam), minas y químicos (Empresas Frisco), ferrocarriles (Ferromex), cables submarinos y tubos de PVC (Condumex), oleoductos, plataformas petroleras. O incluso computadoras, como el 3% de Apple, que Slim adquirió –¡un golpe de suerte!– unos días antes del retorno de Steve Jobs a la cabeza de la empresa, retorno que provocó una suba de más del 480% en el precio de las acciones. Presente en casi la totalidad de los países latinoamericanos (11) –especialmente en las telecomunicaciones–, Slim habría decidido recientemente reforzar su presencia en el sector agrícola invirtiendo en biocarburantes en Paraguay.

En total, el Grupo Carso posee un volumen de negocios que supera los 150.000 millones de dólares. Emplea a alrededor de doscientas veinte mil personas a quienes se les distribuyen folletos que insisten sobre una necesidad: “Aumentar la productividad, la competitividad, reducir los costos y los gastos” (12). Una consigna debidamente implementada. Si bien goza de uno de los crecimientos más importantes del país, el grupo otorga a sus empleados remuneraciones particularmente bajas en las que la parte de los “premios” suele superar el 50% del salario.

Grandes amigos

Semejante éxito abre puertas (que, a su vez, facilitan futuros éxitos). Así, Slim juega al bridge con Bill Gates (su socio), frecuenta a los Rockefeller, al Príncipe Carlos, al ex presidente del gobierno español Felipe González (su lobista en todo el mundo) o incluso al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, cuya campaña financia (tal como lo hace con la de la demócrata Hillary Clinton).

Herencia, connivencias políticas y explotación de los trabajadores: a fin de cuentas, el “secreto” de la fortuna de Slim se basa menos en un talento particular que en los tradicionales mecanismos de la acumulación capitalista. ¡No crean que se trata de un conservador retrógrado! Al contrario. La gran línea de fractura pasa, según él, entre “la modernidad y el arcaísmo, no entre la izquierda y la derecha” (13). Así, para gran sorpresa de algunos, Slim no oculta su amistad con el presidente brasileño Luis Inácio “Lula” da Silva, con quien comparte la crítica al neoliberalismo. Los defensores de la apertura económica se convirtieron fácilmente en proteccionistas... una vez que establecieron su monopolio.

En México, los intereses de Slim priman finalmente sobre los de la Nación. Las tarifas del Grupo Carso superan en un 260% a las de los países vecinos en las conexiones de internet, en un 312% en la telefonía celular y en un 65% en las líneas fijas con –según el presidente del Banco Central mexicano Guillermo Ortiz– un impacto directo en la “competitividad de la Nación” (14).

¿Debería criticarse sin embargo el monopolio de Carlos Slim? En México, nadie se arriesga a hacerlo. Columna vertebral económica del país, el Grupo Carso se volvió intocable. Por su propia generosidad, Slim tiene la suerte de hacer que la clase política se vuelva indulgente: financia la totalidad de los partidos políticos, especialmente aquellos que se enfrentaron durante la última elección presidencial (15). También beneficiarios de su generosidad desde comienzos de los años ’90, los grandes sindicatos conceden que su crítica se ha visto un poco debilitada. Del lado de los medios de comunicación, el sentido común exige –tanto en México como en otras partes– que se abstengan de irritar a los anunciantes. Slim es el más importante de ellos.

Para Andrés Oppenheimer, columnista del The Miami Herald y La Nación (Buenos Aires), criticar la fortuna de Slim carece de sentido. Debería, en cambio, “crearse una cultura de la caridad que alabara a quienes dan más, como verdaderos héroes” (16). Slim parece haber oído este llamado, no sin haber precisado que no tenía ninguna “intención de distribuir su fortuna a diestra y siniestra, como Papá Noel” (17). Pero en pocos años, el magnate financió 200.000 intervenciones quirúrgicas, 70.000 pares de anteojos, 150.000 becas de estudios y 95.000 bicicletas (18).

Y ése es sólo el comienzo. El filántropo anunció su deseo de invertir 4.000 millones de dólares –un poco menos del 7% del dinero que amasó en los últimos siete años– en diversos proyectos caritativos y educativos. El sector privado, alega, debe “implicarse intensamente en la formación de capital humano y material” (19), con el fin de formar una clientela para sus productos. Consultado por The Financial Times sobre su contribución en este terreno, Slim señaló su responsabilidad: hacer que México saque provecho de “la experiencia empresarial, (que) puede permitir responder a los desafíos sociales que exceden a la política” (20). En otras palabras, procurar que el país sea administrado como una empresa. Preferentemente, una de las suyas.

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REFERENCIAS

1) Patrice Gouy, “Carlos Slim-Le Rockefeller mexicain”, Le Point, 16-8-07. En la lista 2008 de Forbes, Carlos Slim quedó en segundo lugar, detrás del inversor estadounidense Warren Buffet.
2) Frédéric Saliba, “Le maître du Mexique et du monde”, Marianne, París, 18-8-07.
3) Brian Winter, “How Slim Got Huge”, Foreign Policy, Londres, noviembre/diciembre de 2007.
4) www.sentidocomun.com.mx/
5) Anne Denis, “Carlos Slim, le Midas des télécoms”, Les Echos, París, 16-7-07.
6) Stephanie N. Mehta, “The son of Mexico City shopkeeper has built a staggering $59 billion fortune”, Fortune, Nueva York, 20-8-07.
7) Marc-Antoine de Poret, “Millionnaires de tous les pays...”, Le Point, 26-7-07.
8) Forbes publica cada año no sólo la lista de millonarios del planeta, sino también la de los estadounidenses más ricos, las personalidades más célebres, las “100 mujeres más poderosas del planeta” o incluso la lista de las “carteras más extravagantes”.
9) Marco Rascón, “Los Bancos, el poder...”, La Jornada, México, 9-5-90.
10) David Lunhow, “The secrets of the world’s riches man”, The Wall Street Journal, Nueva York, 4-8-07.
11) En Argentina es el inversor mayoritario de CTI Móvil (Claro, a partir de abril), ver “Carlos Slim: un magnate sin fronteras”, La Nación, Buenos Aires, 13-5-07.
12) Gisela Vázquez y Alberto Bello, “El secreto de Carlos Slim”, Expansion.com, 23-12- 07.
13) David Cayon, “El empresario más rico del mundo y la Argentina”, Perfil, Buenos Aires, 28-10-07.
14) Ginger Thompson, “Prodded by the left, Mexico’s richest man talks equity”, The New York Times, 3-6-06.
15) El Partido de la Revolución Democrática (PRD) del candidato socialdemócrata Andrés Manuel López Obrador y el Partido de Acción Nacional (PAN) del actual presidente Felipe Calderón.
16) “Latin America’s rich sould donate more”, The Miami Herald, 20-9-07.
17) Stephanie N. Mehta, op. cit.
18) Francesca Relea, “Carlos Slim. El hombre más rico del mundo”, El País, Madrid, 12-7-07.
19) Financial Times, Londres, 27-9-07.
20) Financial Times, op.cit.

Fuente: Le Monde diplomatique, edición peruana. » Le Monde diplomatique Año II, Número 12, Abril de 2008.

Recomendado:

El imperio de Carlos Slim.

domingo, 20 de junio de 2010

Los senderistas del Huallaga y el VRAE. Los camaradas Artemio y José frente a el pensamiento “Gonzalo”.

Los otros senderos

Por: Antonio Zapata (Historiador)

La muerte del camarada Rubén en el Huallaga ha motivado varias primeras planas en los diarios nacionales. Según la policía, era el número 2 de Artemio y a la vez sería su tercer segundo abatido en el último período. La prensa ha vuelto a hablar de Sendero Luminoso como si fuera el mismo grupo dirigido por Abimael Guzmán, sin distinguir entre las distintas variantes que operan desde hace ya muchos años. Por ello, persisten algunas dudas, ¿cuál es la relación de Guzmán con este proceso?, ¿los senderistas del Huallaga y del VRAE son parte del mismo grupo?

Cuando Guzmán cayó preso, junto a Elena Iparraguirre y otras dos integrantes de su alto mando, su organización quedó descabezada. Para aquel entonces, ya habían muerto varios dirigentes y otros estaban presos, como Osmán Morote por ejemplo. Es decir, la dirección senderista ya venía sufriendo abundantes bajas. La caída de Guzmán remató este curso, porque él pensaba la estrategia y ellas organizaban la puesta en práctica.

Guzmán fue consciente de la extrema debilidad de su organización e ideó el “acuerdo de paz”, que consistió en cesar la violencia para negociar políticamente con el Estado. Por su parte, gobernaba Alberto Fujimori y operaba su asesor Vladimiro Montesinos. Ellos publicitaron ampliamente el llamamiento al acuerdo de paz, pero luego se zurraron en toda discusión política.

Por su parte, Guzmán trató que todos los suyos se plieguen a su nueva línea, sin conseguir unanimidad. La resistencia fue dirigida por Feliciano, el principal dirigente que entonces seguía libre. Él estaba en Ayacucho, moviéndose en diversos puntos que conectan la sierra con la ceja de selva; se internó en Vizcatán, donde tuvo refugios durante años. Caminaba bastante y trató de continuar la guerra, pero también fue capturado en tiempo de Fujimori.

Con unos cuantos milicianos que venían de atrás, Feliciano formó un nuevo Sendero en los márgenes cocaleros del VRAE. Por ello, la guerrilla dirigida por el camarada José sería un grupo constituido cuando Guzmán ya estaba preso. Ellos han revisado críticamente la guerra interna, elaborando un punto de vista muy opuesto a Abimael. Por ejemplo, consideran que fue terrorista y no guerrillero maoísta. Sostienen que los asesinatos y coches bomba eran contraproducentes. En nuestros días, el grupo del VRAE sigue en la lucha, protegiendo la economía de la droga y al campesinado cocalero.

Por su parte, Artemio del Huallaga proviene de Sendero desde los tiempos de Guzmán. Él no ha roto espectacularmente con Abimael y más bien reivindica su trayectoria. Sigue ponderando el pensamiento “Gonzalo”, aunque ha desobedecido la orden de desmovilización. Del mismo modo que en el caso del VRAE, los analistas afirman que trabaja como protector del narcotráfico. En todo caso, ambos grupos mantienen un lenguaje político, aunque presten servicios a la cocaína para vivir de su aporte. A su vez, ninguno está comprando armas en el mercado ilegal y operan con material de guerra que obtienen en enfrentamientos con las FFAA y la policía.

Así, tenemos tres movimientos cuyas relaciones son conflictivas; no disponen de planes conjuntos sino competitivos. Guzmán ha abandonado las armas y busca posicionar su grupo en política. Mientras que Artemio y José son líderes de grupos armados distintos, con pésimas relaciones entre ellos. José es enemigo de Guzmán y Artemio ha tomado camino propio sin negar sus ideas.
Si el objetivo nacional es lograr la paz, necesitamos entender quién es quién en el mundo de la guerra. Para que una política al respecto sea exitosa, se requiere conocimiento y no confusión, que perpetúa la violencia.

Fuente: Diario La República. Mié, 26/05/2010.

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Origen, auge y caída de Sendero Luminoso. Características del conflicto armado interno.

El Vrae se las trae (Hildebrandt)

Historia del Banco de Crédito y la "Operación Entebe".

Cuando Peruanos Tomaron El Crédito

Se llamó la `Operación Entebe', pero ahora el Sudameris ha vuelto al mercado por la puerta grande.

EL miércoles 28 de marzo de 1979, un aviso del Banco de Crédito del Perú (BCP), el más importante del país, citaba a una junta general ordinaria de accionistas para el viernes 30. Lo firmaba Paolo Cucchiarelli, gerente general.

Se trataba de una reunión rutinaria, pero tras ésta se tejía una de las operaciones más notables de la historia de la banca privada en el Perú: la llamada `Operación Entebe'.

El BCP, fundado el siglo pasado como el Banco Italiano bajo la presidencia de un peruano, José Alberto Larco, estaba en las últimas décadas bajo el control de la Banque Francais et Italiene pour la Amerique du Sud -el consorcio Sudameris encabezado por la Banca Comerciale Italiana al que pertenecían la Union des Banques Suisse, el Dresner Bank, el Banque de Indochine et de Suez, y la Banca Paribas.

La noticia causó sensación. El piurano Dionisio Romero resultó elegido presidente del directorio del primer banco del país a los 42 años.

Sudameris tenía menos del 19% de las acciones, pero representaba a dispersos accionistas locales con los que totalizaba un 53% y mantenía el control. Cuchiarelli llevaba 10 años como gerente del banco.

Los principales socios nacionales, por su parte, eran en su mayoría ítalo-peruanos. Ninguno contaba individualmente con más del 10% de las acciones pero desde hacía cierto tiempo cultivaban la noción de lograr el manejo del BCP. Entre los más activos estaba Juan Francisco Raffo Novelli, cuyo abuelo había sido presidente del banco a principios de siglo.

Piezas principales de esta operación eran Carlos Verme Rivera, Tulio Ghio Massa y Luis Nicolini Bernucci -cuyo padre había fallecido por esos días sin alcanzar la presidencia del directorio ofrecida dos años atrás. Y actuando como pivote estaba el grupo Romero, representado ya en el directorio por Dionisio.

Cuando llegó el viernes 30, todo hacía presumir que la reunión se desarrollaría como tantas otras y que iba a culminar entre felicitaciones y un brindis, ya que pese a la aguda crisis económica y financiera de 1978, el BCP había logrado cerrar el año con una utilidad neta de S/. 514.1 millones de la época -unos US$ 2'6 millones. Y justamente la junta se celebraba para aprobar la memoria anual, el balance y las cuentas de ganancias y pérdidas.

A la hora señalada tomaron asiento unos 250 accionistas en el auditorio del cuarto piso del local del banco en el jirón Lampa. Entre ellos estaban directores que representaban al grupo italiano como Enrique Novak, Giacomo Gerbolini, Carlos Mariotti, Mario Mazzoleni y el gerente general Cucchiarelli.

Sin dar indicios del plan en ciernes ocuparon sus respectivos lugares los directores Romero, Brescia, Nicolini y Lizardo Alzamora Porras, entre otros.

En calidad de presidente del directorio, Carlos Ferreyros inició la lectura de la memoria anual con cifras alentadoras dentro de la difícil situación nacional.

Hubo felicitaciones, Ferreyros y Cucchiarelli lucían radiantes, y en medio del jolgorio un accionista, Santiago Carrillo, pidió la palabra y solicitó que el directorio fuera ratificado por aclamación. Los rostros cambiaron, sin embargo, cuando otro accionista, Fernando Fort, dijo que de acuerdo a los estatutos, la elección del directorio debía hacerse por votación y no por aclamación, y tomando en consideración la posesión de las acciones.

Fue entonces que apareció la nueva aritmética concertada. En medio de un clima tenso se eligió a los nuevos miembros del directorio quienes, a su vez, debían nominar en votación al presidente y vicepresidente. Así resultaron incorporados nuevos directores y retirados otros, alterando la mayoría que representaba al Sudameris.

La mesa directiva citó entonces a un directorio para dentro de cuatro días para elegir a su presidencia y tomar otras medidas. Sin embargo, Fernando Fort insistió: "¡ahora mismo!".
Y así fue. Se destituyó entonces al gerente general Cucchiarelli, quien fue reemplazado por Javier Arribas, hombre clave del grupo Romero.

En un intermedio Dionisio Romero se acercó a Ferreyros y le advirtió que no lo iban a reelegir como presidente, sugiriendo que él mismo propusiera el cambio. Don Carlos aceptó, dado que estaba visto que no podía reunir los votos requeridos.

Producida la votación, resultó elegido presidente Romero a los 42 años, llevando como vicepresidente a Raffo y quedando como director Ferreyros. Todo entre caballeros.
Apenas instaladas las nuevas autoridades, lo primero fue pedir que se retirará de la sala el ex gerente general Cucchiarelli, porque se iban a tratar "asuntos de gerencia".

Paolo Cucchiarelli, el gerente italiano del Banco de Crédito, fue el más sorprendido.

"Han dado un golpe de Estado", comentó conmovido Gianfranco Bardella, antiguo funcionario del BCP y autor del valioso libro: `Un siglo en la vida económica del Perú. 1889-1989". Bardella es aún un respetado miembro del banco.

La noticia hizo que algunos pensaran que el defenestramiento del Sudameris iba a originar una tormenta internacional. La Banca Comerciale Italiana era entonces un ente estatal y el Perú estaba en un programa de adquisición de armas en Italia. Los otros bancos del consorcio tenían envergadura internacional y aportaban líneas de crédito.

Pero la sangre no llegó al río ni la tinta roja a los balances. Las aguas se apaciguaron al buscarse fórmulas curativas. Un representante italiano del Sudameris, Oreste Insom, asumió la cogerencia general acompañando a Arribas por un buen tiempo, y varios directores como Mario Mazzoleni mantuvieron su ubicación*.

El ministro de Economía y Finanzas de entonces era el piurano Javier Silva Ruete, quien celebró la operación lograda por sus paisanos Romero con apenas disimulada alegría. Y el Presidente de la República de entonces, Francisco Morales Bermúdez, calificó el asunto como "un paso nacionalista muy positivo".

ESA VIEJA PALABRA ITALIANA

Pero los tiempos han cambiado y ahora la tendencia es a vender o fusionar empresas nacionales con gigantes extranjeros.

El BCP, sin embargo, ha seguido siendo el primer banco del país -desde tiempos inmemoriales y ciertamente desde la `Operación Entebe'-, lo que no deja de estimular un cierto flujo de orgullo nacionalista.

Pero ahora la fusión del Wiese con el Lima Sudameris (ver CARETAS 1555 y 1556) ha creado una entidad que ya está muy cerca al Crédito en activos totales (US$ 25'5 millones vs US$ 20.1) y en colocaciones brutas (US$ 23'1 millones a US$ 21.8).

Es de esperar que en estos 20 años no hayan quedado resentimientos, que la palabra italiana `vendetta' se olvide y que sólo prime un espíritu de "sana competencia", aunque eso sea lo que a veces dicen los jugadores de rugby cuando se rompen la nariz.

________
* Expresión de la cohabitación arreglada después de la `Operación Entebe' fue la composición del directorio de 1980: Elías Bentín Peral, Pedro Brescia Cafferata, Fernando de Osma, Carlos Ferreyros Ribeyro, Fernando Fort Marie, Paul Fort Magot, Tulio Ghio M., Alvaro Llona Bernal, Reynaldo Llosa Barber, Mario Mazzoleni, Guiseppe Mondini, Luis Nicolini Bernuchi, Ernesto Roedenbek y Carlos Verme Rivera. A la presidencia fue Dionisio Romero Seminario y a la vicepresidencia Juan Francisco Raffo Novelli.

Fuente: Revista Caretas N° 1557 (1999).

Recomendado:

Historia de los Bancos en el Perú.

viernes, 18 de junio de 2010

El Coronel José Balta y la sublevación contra el gobierno del Don Mariano Ignacio Prado (1867).

La revolución de coronel José Balta

Por: Martín Cabrejos Fernández (Historiador)

El Coronel José Balta se sublevó contra el gobierno del Don Mariano Ignacio Prado. Ingresó a Chiclayo con 156 hombres, su estado mayor conformado, entre otros, por su secretario personal, Ricardo Palma, el 06 de Diciembre de 1867. Antes, había derrotado a las fuerzas del dictador en Trujillo, Otuzco y Cajamarca.

Balta fue recibido con banda de músicos, el pueblo hizo suya la causa de Balta y, al tiempo que la defendía, se jaraneaba al ritmo de congas (una especie de copla) con guitarra, arpa y cajón y letras alusivas a la causa revolucionaria.

Un ejército del gobierno llegó a Chiclayo y se enfrentó a un pueblo valiente armado con bombas caseras, palos y fusiles de caza. Para evitar daños a la ciudad, Balta decide marchar hacia Huaraz y la población se lo impide en un acto de lealtad. En el punto más grave de los combates, Ricardo Palma le pregunta a Balta su apreciación de las acciones; Balta responde: "¿No oye usted la conga?"

Una de las combatientes de Balta, la Negra Nevao resultó herida de bala en los combates finales la noche del 6 de enero y no pudo festejar el triunfo del coronel el 7 de Enero de 1868. Luego de la lucha, se produce el encuentro entre la Negra Nevao y "su coronel" quien se adelantó a ella y, abrazándola, le preguntó: Negra, ¿Y la herida?, mi amo, ya estoy buena. Al pellejo negro no le entran las balas de Don Bernal (En alusión a uno de los lugartenientes del ejército del Gobierno).

Una vez presidente, Balta promovió la construcción de la Catedral, obsequió un manto de oro y plata a la Virgen Purísima y proyectó la creación del departamento de Lambayeque con dos provincias (Chiclayo y Lambayeque). La calle "7 de Enero" y la avenida José Balta, nos recuerdan a este gran general.

Fuente: Diario Correo. 23 de Noviembre del 2009.

miércoles, 16 de junio de 2010

Israel y los planes para separar Gaza de Cisjordania.

Valoración de Chomsky del ataque israelí contra la Flotilla de la Libertad

Pura agresión criminal sin ninguna justificación

El profesor Noam Chomsky, prestigioso analista de política exterior y autor del best seller Hegemonía o supervivencia y, más recientemente, de Esperanzas y Perspectivas (Haymarket Books), realizó las siguientes declaraciones al diario egipcio Al-Ahram en relación con la justificación dada por Israel a su ataque contra las embarcaciones que transportaban ayuda humanitaria a Gaza y, en un contexto más amplio, sobre el bloqueo económico que los activistas a bordo de la flotilla humanitaria trataban de romper. Chomsky, que es judío, fue detenido recientemente por funcionarios de fronteras israelíes que le prohibieron entrar en Cisjordania para impartir una conferencia programada con antelación, lo que provocó un debate internacional e indignación en Israel en torno a la cuestión de la libertad de expresión.

Por: Noam Chomsky (Lingüista, filósofo y activista estadounidense)
commonsdreams.org

Secuestrar embarcaciones en aguas internacionales y matar a sus pasajeros es, por descontado, un delito grave. Los editores del diario londinense Guardian están en lo cierto al decir que "Si un grupo armado de piratas somalíes hubiera abordado ayer a seis buques en alta mar, matando al menos a 10 pasajeros e hiriendo a muchos más, una fuerza expedicionaria de la OTAN ya estaría surcando las aguas rumbo a la costa somalí".

Merece la pena recordar que el delito no es nada nuevo.

Durante décadas Israel ha venido secuestrando barcos en aguas internacionales entre Chipre y el Líbano, matando o secuestrando a pasajeros, a veces trasladándolos luego a cárceles israelíes, incluso a prisiones/cámaras de tortura secretas, y manteniéndolos a veces como rehenes durante muchos años.

Israel asume que puede perpetrar esos crímenes con total impunidad porque los EEUU se los tolera y porque Europa respalda normalmente las decisiones de EEUU.

Lo mismo ocurre con respecto al pretexto esgrimido por Israel para justificar su último crimen: que la Flotilla de la Libertad transportaba materiales que podrían utilizarse para fabricar búnkers para cohetes. Dejando de lado lo absurdo del argumento, si Israel estuviera realmente interesado en detener los cohetes de Hamas, sabe exactamente lo que debe hacer: aceptar las ofertas de alto el fuego de Hamas. En junio del 2008 Israel y Hamas llegaron a un acuerdo de alto el fuego. El gobierno israelí reconoce formalmente que hasta que Israel rompió dicho acuerdo el 4 de noviembre invadiendo Gaza y matando a media docena de activistas de Hamas, la organización palestina no disparó ni un solo cohete. [Tras la ruptura,] Hamas ofreció renovar el alto el fuego. El gabinete israelí consideró la oferta y la rechazó, prefiriendo lanzar su asesina y destructiva operación Plomo Fundido el 27 de diciembre. Evidentemente, no hay justificación para el uso de la fuerza "en defensa propia" cuando no se han agotado todos los medios pacíficos. En este caso ni siquiera se intentaron, a pesar de que —o tal vez debido a que— había muchas razones para suponer que tendrían éxito. La operación Plomo Fundido fue, por consiguiente, una pura agresión criminal sin ninguna justificación creíble, y lo mismo puede decirse del empleo de la fuerza realizado por Israel contra la flotilla humanitaria.

El asedio de Gaza en sí mismo no tiene la más mínima justificación creíble. Fue impuesto en enero del 2006 por EEUU e Israel para castigar a los palestinos por haber votado "al candidato equivocado" en unas elecciones libres, y se intensificó gravemente en julio del 2007 cuando Hamas derrotó una intentona patrocinada por Estados Unidos e Israel para derrocar al gobierno elegido mediante una golpe militar destinado a instalar en el poder [en la Franja de Gaza] al hombre fuerte de Fatah, Muhammad Dahlan. El bloqueo es salvaje y cruel, está diseñado para mantener a los animales enjaulados apenas con vida, lo justo para aplacar las protestas internacionales, pero poco más. Es la última fase de los planes israelíes de larga data, respaldados por los EEUU., para separar Gaza de Cisjordania.

Estos son apenas los rasgos generales de unas políticas muy feas de las que también Egipto es cómplice.

Fuente: Rebelión. 05-06-2010

Extraído originalmente de:

Israel y la excesiva invocación del "antisemitismo" para invalidar las justas críticas.

Israel sin clichés

Las críticas a los actos de fuerza del Gobierno de Israel, procedentes cada vez más de judíos, no están motivadas por el antisemitismo. El abuso de este calificativo es peligroso para la memoria del Holocausto.

Por: Tony Judt
Historiador, director del Remarque Institute en la Universidad de Nueva York.

Nº 1. Israel está siendo/debería ser deslegitimado. Israel es un Estado como cualquier otro, establecido hace tiempo e internacionalmente reconocido. El mal comportamiento de sus Gobiernos no lo "deslegitima", no más que el mal comportamiento de sus gobernantes a Corea del Norte, Sudán -o Estados Unidos-. Cuando Israel quebranta la ley internacional, debiera ser presionado; precisamente porque es un Estado sometido a la ley internacional podemos exigírselo.

Algunos críticos de Israel están motivados por el deseo de que no existiera -de que, de algún modo, sencillamente desapareciera-. Pero esa es la política del avestruz: los nacionalistas flamencos sienten lo mismo respecto de Bélgica, o los separatistas vascos respecto de España. Israel no va a desaparecer, ni debiera hacerlo. En cuanto a la campaña oficial israelí que trata de desacreditar cualquier crítica como un ejercicio de "deslegitimación", resulta singularmente contraproducente. Cada vez que Jerusalén reacciona de esa manera se acentúa su aislamiento.

Nº 2. Israel es/no es una democracia. Quizá la defensa más común de Israel fuera del país es que es "la única democracia de Oriente Próximo". Esto es en gran parte verdad: el país tiene leyes fundamentales, una judicatura independiente y elecciones libres, aunque también discrimina a los no judíos de un modo que le distingue de otras democracias actuales. Expresar una fuerte discrepancia de la política oficial es allí, cada vez más, algo desaconsejado. Pero este aspecto es irrelevante. "Democracia" no es garantía de buen comportamiento: la mayoría de los países son hoy formalmente democráticos. Israel desmiente el cómodo cliché americano de que "las democracias no hacen la guerra". Es una democracia dominada y a menudo gobernada por antiguos soldados profesionales: solo esto la distingue de otros países avanzados. Y no debemos olvidar que Gaza es otra "democracia" en Oriente Próximo: fue debido a que Hamás ganó allí unas elecciones libres en 2005 por lo que tanto la Autoridad Palestina como Israel reaccionaron con tanta vehemencia.

Nº 3. Israel es/no es el culpable. Israel no es el responsable de que durante bastante tiempo muchos de sus vecinos le denegaran su derecho a existir. La sensación de asedio no debe subestimarse a la hora de interpretar el carácter delirante de muchas de las declaraciones israelíes.

No resulta sorprendente, por tanto, que el Estado haya adquirido algunos hábitos patológicos. El más perjudicial es su habitual recurso a la fuerza. Dado que eso ha funcionado durante tanto tiempo, a Israel le resulta difícil considerar otras formas de respuesta. Y el fracaso de las negociaciones de Camp David en 2000 reforzó su creencia en que "no hay nadie con quien hablar".

Pero sí lo hay. Como reconocen en privado algunas autoridades norteamericanas, tarde o temprano Israel (o alguien) tendrá que hablar con Hamás. Desde la Argelia francesa hasta el IRA Provisional, pasando por Sudáfrica, la historia se repite: el poder dominante les niega legitimidad a los "terroristas", lo cual fortalece a estos; luego negocia en secreto con ellos; finalmente les concede poder, independencia o un asiento en la mesa. Israel negociará con Hamás: la pregunta es por qué no ahora.

Nº 4. Los palestinos son/no son los culpables. Abba Eban, antiguo ministro de Asuntos Exteriores israelí, mantenía que los árabes nunca pierden la oportunidad de perder una oportunidad. No estaba del todo equivocado. La postura negacionista de los palestinos desde 1948 hasta los primeros ochenta hizo muy poco en su favor. Y Hamás, asentado en esa tradición, aunque de modo más auténticamente popular que sus predecesores, tendrá que reconocer el derecho de Israel a existir.

Pero desde 1967 ha sido Israel quien ha perdido más oportunidades: una ocupación de 40 años (contra el consejo de sus propios y más veteranos estadistas); tres catastróficas invasiones del Líbano; una invasión y bloqueo de Gaza en contra de la opinión mundial; y ahora un ataque chapucero a civiles en aguas internacionales. A los palestinos les resultaría difícil igualar semejante cúmulo de errores garrafales.

El terrorismo es el arma de los débiles -el bombardeo de objetivos civiles no fue un invento de los árabes (ni de los judíos, que comenzaron a practicarlo antes de 1948)-. Moralmente indefendible, ha caracterizado a los movimientos de resistencia durante al menos un siglo. Israel tiene razón en insistir que cualesquiera conversaciones o acuerdos dependerán de que Hamás se comprometa a renunciar a él.

Pero los palestinos se enfrentan al mismo interrogante que cualquier otro pueblo oprimido: todo lo que tienen para oponerse a un Estado establecido que ejerce el monopolio del poder es el rechazo y la protesta. Si conceden de antemano cada exigencia israelí (renuncia a la violencia, aceptación de Israel, reconocimiento de todas sus pérdidas), ¿qué van a llevar a la mesa de negociación? Israel tiene la iniciativa, por lo que debiera hacer uso de ella.

Nº 5. El lobby pro-Israel es/no es el culpable. Hay un lobby a favor de Israel en Washington y hace muy bien su trabajo. Quienes afirman que el lobby israelí es injustamente descrito como "demasiado influyente" (una excesiva influencia judía entre bastidores) tienen razón: el lobby de las armas, el lobby petrolero y el lobby bancario han hecho todos ellos mucho más daño a la salud del país. Pero el lobby israelí es influyente de un modo desproporcionado. Si no, ¿por qué una aplastante mayoría de congresistas se pliega ante toda moción a favor de Israel? Una cosa es denunciar la excesiva presión de un lobby y otra bien distinta es acusar a los judíos de "dirigir el país". No debemos autocensurarnos por miedo a que la gente equipare ambas cosas. En palabras de Arthur Koestler: "Este miedo a encontrarse en malas compañías no es una expresión de pureza política; es una expresión de la falta de confianza en uno mismo".

Nº 6. La crítica a Israel está/no está relacionada con el antisemitismo. El antisemitismo es el odio a los judíos, e Israel es un Estado judío, por lo que, naturalmente, algunas críticas que se le hacen tienen una motivación malévola. Ha habido ocasiones en el pasado reciente (particularmente en la Unión Soviética y sus satélites) en las que "antisionismo" ha sido un oportuno sucedáneo para el antisemitismo oficial. Como es lógico, muchos judíos e israelíes no lo han olvidado.

Pero las críticas a Israel, procedentes cada vez más de judíos no israelíes, no están motivadas por el antisemitismo. Y lo mismo sucede con el antisionismo contemporáneo: el propio sionismo ha hecho un largo viaje desde la ideología de sus padres fundadores: hoy pone el acento en reclamaciones territoriales, exclusividad religiosa y extremismo político. Uno puede reconocer el derecho de Israel a existir y, sin embargo, ser un antisionista (o "postsionista"). De hecho, dado el énfasis del sionismo en la necesidad de los judíos de establecer un "Estado normal" propio, la actual insistencia en el derecho de Israel a actuar siguiendo vías "anómalas" porque se trata de un Estado judío sugiere que el sionismo ha fracasado.

Deberíamos tener cuidado con la excesiva invocación del "antisemitismo". Entre la generación más joven de EE UU, por no decir de todo el mundo, crece el escepticismo. Si la crítica al bloqueo israelí de Gaza es potencialmente antisemita, ¿por qué habrían de tomarse en serio otros ejemplos de ese prejuicio? ¿No se habrá convertido el Holocausto solo en otra excusa para el mal comportamiento israelí? Los riesgos que corren los judíos al fomentar esa equiparación no debieran desestimarse.

Junto con los países regidos por los jeques del petróleo, Israel es hoy el mayor lastre estratégico de EE UU en Oriente Próximo. Gracias a Israel estamos en serio peligro de perder a Turquía, una democracia musulmana, ofendida por el trato que recibe de la UE y con un papel crucial en esas regiones. Sin Turquía, EE UU difícilmente alcanzará sus objetivos regionales, ya sea en Irán, Afganistán o en el mundo árabe. Ha llegado el momento de abrirse paso a través de los clichés que rodean a Israel, de tratarle como a un Estado normal y de cortarle el cordón umbilical.

Tony Judt es historiador, director del Remarque Institute en la Universidad de Nueva York y reciente autor de Ill Fares the Land. Traducción de Juan Ramón Azaola. © 2010, Tony Judt. Este artículo ha sido publicado originalmente en The New York Times.

Fuente: Diario El País (España). 17/06/2010.
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martes, 15 de junio de 2010

Julio Cotler: temperamento antidogmático, independencia de pensamiento y apertura a nuevas ideas.

Julio Cotler

Por: Nelson Manrique (Historiador y Sociólogo)

El doctorado honoris causa que la Pontificia Universidad Católica del Perú ha otorgado a Julio Cotler constituye un merecido reconocimiento a uno de nuestros intelectuales más influyentes, no sólo por la calidad de su producción sino por su coherencia personal y la integridad con que ha defendido sus convicciones a lo largo de una vida.

Es un problema arduo determinar en qué consiste el impacto social de la creación intelectual. Algunos piensan que esta debe medirse por la influencia que las ideas ejercen sobre quienes toman decisiones: los políticos. Pensando desde una perspectiva temporal más amplia, creo que la forma más elevada de influencia ejercida por un intelectual consiste en cambiar el sentido común dominante en un momento dado. Y es evidente que varios de los postulados que Cotler formuló, especialmente en su clásico libro Clase, Estado y Nación en el Perú, se han incorporado al sentido común histórico de los peruanos.

Existe una imagen de la producción intelectual –incluso la política– que la ve como el resultado de una reflexión distanciada, alejada de las contingencias de la incómoda realidad, preocupada ante todo por los problemas teóricos del quehacer académico. No es este el caso de Julio Cotler, a quien, como él mismo recuerda, el deseo de lograr la justicia social le nació muy tempranamente. Él, como hombre de su tiempo, no le huyó nunca al compromiso político, y desde muy temprano supo jugarse por las causas en las cuales creía.

Según recuerda Rodrigo Montoya en un interesante testimonio sobre la historia de San Marcos, la represión desatada por el golpe militar de Odría de octubre de 1948 golpeó a muchos jóvenes izquierdistas. Julio Cotler –que entonces estudiaba en San Marcos y militaba en la Juventud Comunista del Perú– fue castigado con la deportación a Huancayo. Otro importante miembro de su generación, Aníbal Quijano –también referente fundamental de la sociología peruana del siglo XX–, pasó algunos meses encarcelado por sus ideas (“San Marcos: el pulmón del Perú”. Quehacer Nº 154. Lima, mayo-junio de 2005). Las preocupaciones intelectuales de esa generación estuvieron pues desde un comienzo dictadas por una acuciante realidad marcada por la exclusión, la violencia y el empleo del poder para perpetuar órdenes sociales injustos (¿suena conocido?).

Un primer referente institucional fundamental de la actividad de Julio Cotler ha sido la enseñanza en San Marcos. El otro surgió en febrero 1964, cuando junto con un importante grupo de académicos fundó el Instituto de Estudios Peruanos, IEP. Ello no lo llevó a encerrarse en el quehacer académico. A comienzos de los setenta, bajo el gobierno militar de Velasco Alvarado, fundó, junto con Aníbal Quijano y un notable grupo de intelectuales, uno de los colectivos político intelectuales más interesantes de la historia del socialismo peruano, la revista Sociedad y Política. En este proyecto participaron, entre otros, Guillermo Rochabrún, Rodrigo Montoya, Heraclio Bonilla, César Germaná y Peri Paredes.

Sociedad y Política no le fue indiferente al régimen militar. Su crítica de izquierda le atrajo la represión, que incluyó la prisión y deportación de Quijano y Cotler (la explicación que dio Velasco de este abuso fue que ambos “se habían extralimitado en sus conceptos”). Fue durante su exilio en México que Cotler trabajó el que sería su libro más influyente: Clase, Estado y Nación… Su elaboración no fue, ciertamente, el resultado de una sesuda reflexión de gabinete sino el intento de aportar respuestas a los problemas que se planteaba un intelectual que apostaba por el cambio social en el Perú.

Cotler es conocido por su temperamento antidogmático, por su valor para opinar con independencia y por su apertura a las nuevas ideas. Su producción ha estado marcada por un permanente compromiso con el Perú. Más que saludar al oráculo que nunca cometió equivocaciones creo que debiéramos agradecerle su coherencia, su voluntad de ir más allá de los lugares comunes políticamente correctos de cada momento y su apuesta por un Perú justo y reconciliado consigo mismo.

Fuente: Diario La República. Mar, 15/06/2010.
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Julio Cotler y la visión de un país marcado por la continuidad de prácticas coloniales, excluyentes y discriminadoras.

Julio Cotler, honoris causa

Por: Martín Tanaka (Politólogo)

El jueves pasado la Pontificia Universidad Católica del Perú distinguió a Julio Cotler como doctor honoris causa en una cálida ceremonia, haciendo justicia a una figura respetada y admirada en todos los sectores del país; lo que se manifiesta elocuentemente en el hecho de que la “Encuesta del poder” del Instituto Apoyo coloca a Cotler como uno de los intelectuales más influyentes del país ininterrumpidamente desde el 2000. Creo que la influencia de Cotler se explica por el poder de las imágenes de conjunto del país y la especificación de los mecanismos básicos de su funcionamiento, que se encuentran en su obra; y el reconocimiento que genera en su carácter excepcional, desde posiciones críticas y realistas, en el marco de las CCSS peruanas.

¿Cuál sería “la visión del Perú de Julio Cotler”? Seríamos un país marcado por la continuidad de prácticas coloniales, excluyentes y discriminadoras; por relaciones entre Estado y sociedad que generan fragmentación y desarticulación social; que pasó por profundos procesos de modernización y democratización social, pero parciales y contradictorios; que no llegaron a expresarse en una comunidad democrática por la debilidad de los actores políticos, por la prevalencia de prácticas confrontacionales. Según Cotler, esto es así porque nuestra sociedad está basada en criterios estamentales, con la resultante dificultad para agregar intereses y representarlos políticamente; porque las articulaciones existentes responden a lógicas de cooptación desde intereses locales y desde el Estado, que se constituyen en el vértice de un “triángulo sin base”, que recurren a una “incorporación segmentaria”, que asegura el mantenimiento de lógicas patrimoniales, clientelísticas, corporativas; de allí que el Estado tienda a ser subordinado y dependiente a los intereses dominantes, nacionales y extranjeros. Aún ahora seguimos discutiendo sobre el Perú actual dentro de estos parámetros.

Así, Cotler presenta una visión crítica con el poder, pero también realista respecto a las posibilidades de cambio, lo que lo alejó de propuestas ideológicas, voluntaristas y utópicas. Reivindicó tempranamente la importancia de la democracia y el pluralismo, lo que lo llevó a ser un crítico de los autoritarismos tanto de derecha como de izquierda, a desconfiar de la sacralización del mercado y de la revolución, lo que lo ha convertido en una suerte de “conciencia crítica” en el debate nacional. Lo fue con la dictadura velasquista (y fue deportado por ella), con los movimientos terroristas y las ambigüedades de parte de la izquierda, con el fujimorismo (fue activo miembro del Foro Democrático), y denunció los riesgos de un populismo autoritario en las elecciones de 2006. Ha sido abanderado de una manera de entender la política no como “el arte de lo posible”, sino como el ejercicio de “hacer posible lo necesario”. Un homenaje muy merecido.

Fuente: Diario La República. Dom, 13/06/2010.
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jueves, 10 de junio de 2010

Atlántida: la civilización minoica arrasada por un volcán y tsunamis.

Atlántida

Por: Isaac Bigio (Internacionalista)

El mayor mito mundial que hay sobre una civilización extinguida es el de la Atlántida, isla que contenía, según el griego Platón, una avanzada civilización. Miles de libros o de expediciones se han hecho para buscar dar con ella.

Diversas teorías se han generado para promover fines ideológicos. Para los nazis, la Atlántida es la cuna de una raza superior y para Von Daniken una muestra más de que los humanos descendemos de extraterrestres. Otras tesis sostienen que la Atlántida estaba en el actual Titicaca y que Tiawanaco es un heredero o muestra suya, o que incluso estaba en la Antártida.

Sin embargo, las modernas excavaciones creen haber demostrado dónde estuvo la Atlántida. Esta fue una civilización real, pero no lejos de la Atenas de Platón.

Los geólogos han confirmado que hace 3,630 años se produjo en el mar griego la peor explosión volcánica que cualquier civilización haya padecido. Esta catástrofe hundió parcialmente el centro de la actual isla de Santorini y generó una estela de ceniza 10 veces más que la que sepultó a Pompeya y 100 veces más que la de la mayor erupción de nuestra generación (la de St. Helens en EE.UU.).

Ese volcán no sólo sepultó con una capa de decenas de metros de alto a las ciudades de la entonces llamada Thera, sino que generó el peor tsunami de la edad antigua, el mismo que con olas de 20 metros de alto arrasó también a Creta, la cual era, junto a Thera, el centro de la principal civilización del mar mediterráneo: la minoica.

16 siglos antes de Cristo los minoicos crearon una sociedad centrada en el medio geográfico y comercial entre los 3 continentes del Viejo Mundo (Europa, Asia y África). Su esplendor rivalizaba al de Egipto o Mesopotamia, aunque poseyeron una sociedad donde se notaba una mayor libertad artística y un mayor rol de la mujer.

Muchas de las descripciones de las construcciones o formas de vida que hizo Platón de los "atlantes" se compaginan con los de lo que las excavaciones muestran de los minoicos. Tanto por ello, como por la cercanía a Atenas y por la forma en la cual un cataclismo natural y marino les sepultó, hace que vaya creciendo un consenso dentro de los historiadores que la Atlántida destruida fue, en verdad, la gloriosa civilización minoica arrasada por un volcán y tsunamis.

Las lecciones de esa tragedia nos deben servir para hoy en día. Hace pocas semanas todos los vuelos en Europa estuvieron paralizados por una nube de cenizas producida por un relativamente pequeño volcán en Islandia. La ciencia estima que hay volcanes por explotar mucho más letales, como el de las islas canarias, cuyo tsunami podría arrasar la costa este de EE.UU.

Desgraciadamente, la inmensa mayoría del presupuesto de seguridad del mundo se destina a armas destructivas, mientras poco se hace para ver cómo hacer frente al "terrorismo telúrico".

Fuente: Diario Correo. 09 de Junio del 2010.