lunes, 31 de agosto de 2009

Historia del “Tratado de los Galápagos”: El peligro de un nuevo protectorado en América Latina (1854).

Ecuador ¿Protectora de Estados Unidos?

Por: Rosa Garibaldi*

José Villamil, (1788-1866) llegó a Washington como encargado de negocios ecuatoriano cuando Estados Unidos estaba en plena euforia por el guano peruano. Villamil nacido en Nueva Orleans, Luisiana, se estableció en Guayaquil alrededor de 1815. Marino de pura cepa, luchó por la instauración de la República del Ecuador y luego incorporó las Galápagos a ese país. Estaba convencido de que esas islas albergaban el valioso fertilizante. Con esto en mente contrató al capitán Julius De Brissot, marino de Nueva Orleans, encargándole explorar las islas Galápagos en busca de guano; regresó con unas muestras, alegando que eran igual en calidad al mejor de las islas de Chincha.

¿GUANO BARATO?
Siguiendo las órdenes de Villamil, De Brissot entregó las muestras al secretario de Estado William L. Marcy (1786-1857) quien, desconfiado, las envió para un análisis de química en la Universidad de Harvard que confirmó que la muestra estaba a la par del mejor guano peruano. El capitán De Brissot, para asegurarse de que Villamil cumpliera con hacerlo partícipe de las ganancias de esta explotación guanera, contrató los servicios legales del senador Judah P. Benjamin, (1811-1884). Ben- jamin era un abogado, político y prominente hacendado azucarero de Louisiana que lo representó en todas las negociaciones en el Ecuador, protegiendo sus derechos. Benjamin y De Brissot convencieron al secretario de Estado Marcy de que el descubrimiento brindaría a Estados Unidos una excelente oportunidad de obtener guano a precio ínfimo —bálsamo para un frustrado Marcy por su fracaso en los intentos de superar el impasse del sistema de consignatarios del Perú—.

NEGOCIOS RIESGOSOS
A mediados de 1854, ni bien llegado al Ecuador, el nuevo encargado de negocios estadounidense Philo White (1796-1874) recibió instrucciones del secretario de Estado Marcy. Debía concertar con el gobierno ecuatoriano las mejores condiciones para adquirir el codiciado guano: comprando las islas Galápagos o a cambio de un importante “préstamo” lograr el acceso de compañías norteamericanas al guano “al precio más favorable”. White se enteró, sin embargo, que la existencia de guano en esas islas podía ser una quimera pues el vicecónsul estadounidense, excelente navegante, no había encontrado huella que valiera extraer.

ENREDOS Y ERRORES
Lo que sucedió a continuación fue una comedia de enredos y errores. Altos funcionarios del gobierno ecuatoriano vieron en el senador Benjamin no al agente contratado por De Brissot sino a un emisario especial del gobierno estadounidense. A Philo White le era imposible reconciliarse con la posibilidad de que no hubiera guano en las islas ecuatorianas; lo alentaba el recuerdo de las muestras entregadas al secretario de Estado Marcy. En todo caso su misión era más trascendental: la adquisición por Estados Unidos de las islas Galápagos. Los funcionarios del gobierno ecuatoriano se ilusionaron con la expectativa de tan inesperado tesoro guanero similar al que había enriquecido al Perú.

TRATADO FIRMADO
El 20 de diciembre de 1854, el presidente José María Urbina y el canciller Marcos Espinel firmaron con el ministro Philo White el llamado “Tratado de los Galápagos”. Este dispuso que, en retribución a un préstamo de tres millones de dólares con un interés de cinco por ciento anual, naves norteamericanas podían cargar guano con la rebaja de un dólar —del precio fijado por el gobierno ecuatoriano—. Esto se aplicaba a cada tonelada comprada por ciudadanos norteamericanos y la rebaja sería vigente mientras durara la deuda del Ecuador. El tratado incluyó el compromiso con De Brissot sobre las utilidades a distribuirse: una quinta parte para los dos descubridores del guano (Villamil y De Brissot) y cuatro quintas partes para el Estado ecuatoriano.

GRAN PREOCUPACIÓN
En lo que constituyó la parte clave del tratado, el gobierno de Estados Unidos extendió su protección a sus ciudadanos participantes en el negocio del guano, a las islas Galápagos y a puertos en la costa ecuatoriana: “contra toda clase de invasiones, incursiones, o depredaciones que se intenten o puedan verificarse, bien sea de parte de alguna nación o de algún aventurero o cabecilla que, reuniendo gentes extranjeras, quisiera apoderarse de las islas o de algún puerto o caleta de la costa ecuatoriana”. Al enterarse de la firma del tratado, el ministro peruano Mariano José Sanz, así como sus colegas de Chile, Gran Bretaña, Francia y España protestaron en nota al ministro de Relaciones Exteriores, Marco Espinel por: “el carácter esencial y evidentemente político de esta transacción, en la cual están invictos altos intereses extraños al Ecuador, y que su Gobierno no puede ni debe comprometer sin el concurso de las naciones a quienes afectan directa o indirectamente”.

CRECIENTE TENSIÓN
Sanz y sus colegas se enteraron de que el protectorado estadounidense se extendía a todo el litoral y “territorios conocidos de la república”, hecho que Espinel les ocultó al leerles solo una parte del tratado. White informó al secretario de Estado Marcy que el canciller ecuatoriano Marco Espinel le había confiado que el más agresivo en su protesta contra el “Tratado de los Galápagos” había sido el peruano Mariano Sanz, sin embargo, Espinel había asegurado a White que pese a la oposición el tratado sería rápidamente aprobado por el congreso ecuatoriano. No resulta extraña la desconfianza del Gobierno Peruano frente al Tratado de los Galápagos pues ya en 1851 Ecuador había coqueteado con la idea de vender las islas para cancelar su deuda inglesa. Entonces, ante las protestas del ministro peruano Francisco de Paula Moreira, el Gobierno Ecuatoriano retrocedió.

REGIÓN EN VILO
América Latina se quedó de una sola pieza al difundirse la noticia del Tratado de los Galápagos. El canciller chileno Antonio Varas denunció ante todas las cancillerías de América que el Ecuador, sometido a la protección de Estados Unidos, tendría por algún tiempo la apariencia de un Estado independiente y luego se convertiría en colonia norteamericana. Era conocido que, desde fines de 1853, el Gobierno de Estados Unidos estaba interesado en una posesión estratégica en las costas occidentales de América del Sur, cerca del istmo de Panamá, a través del cual existía el proyecto de construir un canal interoceánico.

DESCONCIERTO
Ecuador se desconcertó pues seis meses después de la firma del tratado no había respuesta de Estados Unidos. Philo White lamentó el silencio de su gobierno que había deteriorado las relaciones de Ecuador con los países de la región. Fue un episodio embarazoso para el gobierno del ecuatoriano José María Urbina. Philo White defendió, sin embargo, el posible razonamiento de su gobierno: habiendo resultado “ilusorio el descubrimiento” de guano el Tratado de los Galápagos “ipso facto” pasó a ser nulo, lo que hubiera ocurrido inclusive si hubiera sido ratificado por Estados Unidos.

UNA MALA PASADA
A fines de diciembre de 1854, White informó desde Ecuador a Marcy en Washington, que el cónsul estadounidense en Guayaquil había descubierto “guano auténtico”. El entusiasmo se desvaneció pronto pues resultó de baja calidad, diluido por la lluvia y mezclado con residuos volcánicos. El “Tratado de Galápagos” nunca fue sometido al Congreso estadounidense. El presidente Franklin Pierce y el secretario de Estado William Marcy, en enero de 1855, por boca del propio senador Benjamin se enteraron de que las muestras de De Brissot habían sido extraídas de las islas peruanas de Chincha.

[*] Diplomática Peruana e Historiadora.

Fuente: Diario El Comercio. Domingo 23 de agosto del 2009.

sábado, 29 de agosto de 2009

Los Estados desunidos del sur: Colombia y la guerra fría latinoamericana.

Foto: Telam

García y la Unasur

César Hildebrandt (Periodista)

El señor Alan García tiene el sentido de la diplomacia que podría haber tenido un mamut en plena era del hielo.

Ayer se largó de la cumbre de la Unasur dos horas antes de que terminara y dejó como representantes a un funcionario de quinta y a la muy secundaria, aunque respetable, señora Judith de la Mata.

Como si al Perú no le interesara que su presidente estuviera en las deliberaciones finales de una cita tan importante.

Como si no tuviéramos fronteras con Colombia ni selva que proteger ni soberanía que hacer respetar.

Como si fuéramos Uruguay, cuyo presidente, Tabaré Vázquez, también se fue prematuramente sin que nadie lo echara de menos.

Pero así es Alan García. Dijo lo suyo, que fue interesante, y desairó el debate. Como hace aquí. Como si le fuera imposible admitir que la discusión es también insumo de la democracia.

La cita de la Unasur demostró que en Latinoamérica es donde ahora se libra la guerra fría más abierta y brutal.

Colapsado el sistema que imaginó Marx, despilfarró Lenin y degeneró Stalin, ya no quedan dos imperios disputándose áreas de influencia. Queda uno solo ajustando las tuercas de su dominio. Un dominio sin posible respuesta militar (por lo menos en el marco de las armas convencionales).

Pues bien, ese imperio ha empezado a pasar lista en ese patio trasero que ayer no parecía tener tanta importancia.

Y ayer se vio, con más claridad que nunca, que Perú y Colombia gritan “¡presente!” cuando esa lista se pasa. Y que todos los demás murmuran o se callan. O protestan, como hicieron Chávez, Correa y Morales.

Qué dividida está América Latina. Qué envenenado su ambiente. Y cuántas mentiras se dicen en su nombre.

Álvaro Uribe, por ejemplo, habla de “los bandidos de las FARC” –y tiene razón en varios sentidos- pero se olvida de los bandoleros que él protegió en Antioquia, de los paramilitares que interpretaron sus deseos y de los abiertamente milicos que se sumaron al genocidio de la Unión Patriótica.

Los jóvenes de Latinoamérica deben enterarse de que, en 1985, las FARC y el Partido Comunista de Colombia, juntos bajo el nombre de Unión Patriótica, quisieron hacer vida política legal y a la luz de las ánforas.

Y lo hicieron. Y en 1986 llegaron a obtener el 3 por ciento de los votos. Que no era mucho pero que les significó tener cinco senadores, nueve representantes a la Cámara, catorce diputados departamentales, 351 concejales municipales y 23 alcaldes.

¿Y qué pasó luego?

Pues que empezó el genocidio de la Unión Patriótica. Genocidio es una palabra que la derecha colombiana y el catolicismo macartista de sus fuerzas de choque conocen muy bien. ¿Les suena lo de Gaitán y el bogotazo de 1948?

De modo que las elecciones de 1986 fueron usadas para localizar a los líderes de izquierda que habían apostado por el juego democrático.

Y una vez localizados esos líderes resultaron asesinados (o desaparecidos) por sicarios que obedecían a planes de exterminio de las Fuerzas Armadas de Colombia (Plan Esmeralda, Plan Baile Rojo, Plan Cóndor, Plan Golpe de Gracia).

Tres mil militantes de la Unión Patriótica fueron asesinados en Colombia desde el año 1986 (243 sólo en ese año). La masacre incluye decenas de concejales, la totalidad de sus diputados de representación nacional, cientos de dirigentes sindicales y campesinos y dos candidatos a la presidencia: Jaime Pardo Leal y Bernardo Jaramillo. En 1996, la presidenta de Unión Patriótica, Aída Abella Esquivel, se salvó de milagro de un atentado con cohetes y tuvo que marchar al exilio.

Todo eso contribuyó al encarnizamiento de las FARC y al endurecimiento salvaje de sus métodos. Pero lo que resulta indiscutible es que la llamada democracia colombiana no tolera que la izquierda crezca bajo su sombra.

De resultas de lo cual puede decirse que las FARC no son un accidente surgido de la intolerancia sino una consecuencia inevitable de las políticas de exterminio que la derecha colombiana, ahora con Uribe a la cabeza, ha practicado desde siempre.

Nadie le dijo a Uribe que tiene las manos manchadas de sangre. Ni que su segunda reelección es abiertamente tramposa. Desde esa perspectiva, la reunión fue una expresión de delicadísima diplomacia regional.

Lo que sí le pidieron fue que garantizara que las bases estadounidenses que tolerará serán para “uso doméstico” y que no amenazarán a ningún país vecino.

Pero lo cierto es que esa garantía sólo la podría ofrecer el presidente Barack Obama. Y, hasta donde sabemos, el señor Obama todavía no se ha integrado a la Unasur.

Lo del narcotráfico pareció, más que nunca, un pretexto para que el ojo del águila americana nos mire a su gusto desde sus aviones y parafernalias electrónicas. El secretismo en relación al acuerdo Obama-Uribe no hace sino acrecentar sospechas.

Colombia es un ensayo de Israel latinoamericano. Y Chávez, Correa y Morales son el islamismo a abatir.

¿Y el Perú? Bueno, nosotros, gracias al doctor García, somos tan irrelevantes como Jordania.

Fuente: Diario La Primera. Sábado 29 de agosto del 2009.

viernes, 28 de agosto de 2009

Entrevista a Scott Palmer, académico norteamericano experto en asuntos latinoamericanos (II)

Imagen: cverdad.org.pe

El insáider

Entrevista con Scott Palmer, académico y consultor del Departamento de Estado y de la red de agencias de inteligencia de EE.UU., y ex docente de la Escuela de las Américas

Por Santiago O’Donnell (Periodista)

–¿Por qué el gobierno de Obama no actúa con más decisión ante el golpe de Honduras?

–Yo no diría que hubo un golpe, sino más bien una interrupción de la democracia, como lo que sucedió con Bucaram, Mahuad y Gutiérrez en Ecuador o Sánchez de Lozada en Bolivia. Yo creo que Estados Unidos fue muy claro, condenó la remoción de Zelaya y llevó el tema a la OEA, para corregir el error del gobierno de Bush de haber apoyado el golpe contra Chávez en el 2002.

–No me parece que hayan sido situaciones similares. A Zelaya lo sacaron en pijamas.

–Tengo entendido que estaba en pijamas cuando lo fueron a detener, pero que los militares le dieron tiempo para vestirse, por eso no hay fotos de Zelaya en pijama. Los militares actuaron por orden de la Corte Suprema, pero hicieron mal en expulsar a Zelaya del país. El problema es que la Constitución hondureña no contempla el juicio político al presidente. A Estados Unidos se le exige más firmeza, pero hizo lo que tenía que hacer. Si algo aprendimos en Centroamérica en los ’80 es que las partes son las únicas que pueden resolver un conflicto. En 1987 los presidentes de Centroamérica se encerraron en una casa en Esquipulas, en las afueras de San José, y firmaron su acuerdo de paz pese a la oposición de Estados Unidos y del Grupo Contadora, que fueron excluidos de las negociaciones y tampoco fueron nombrados garantes del proceso.

–En la conferencia opinó que los gobiernos de Chávez y Evo Morales no son sostenibles, y los diferenció del de Rafael Correa. ¿Por qué?

–Porque sus modelos económicos no son sustentables en el tiempo a menos que el precio del petróleo pegue un gran salto, o que hagan cambios que no van a hacer. Como ellos ejercen un estilo de democracia directa con muchas elecciones, tarde o temprano la situación económica los hará perder una elección y se tendrán que ir. Morales no es indio, no habla ni quechua ni aymara, pero representa la reivindicación histórica de los sectores indígenas postergados. Por eso es tan popular: como no pertenece a ningún grupo étnico en particular, puede representar a todos. El problema más serio que tiene es que quiere tener en el gobierno a la gente que lo votó, en vez de representantes de esa gente. Te doy un ejemplo: como su quinto presidente de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) nombró a un maestro de escuela. Yo respeto a los maestros, pero no quiero que manejen compañías petroleras. El caso de Correa es distinto porque Ecuador es el único país de la región que era gobernado por un parlamentarismo que no dejaba hacer nada y se tragaba a los presidentes. Había que hacer algo para ordenar al país y él lo está haciendo.

–También dijo que el presidente que más hizo por la región en los últimos tiempos fue Bush padre. ¿Por qué?

–Hay que recordar el contexto: las democracias latinoamericanas eran muy recientes y la región había entrado en la peor crisis económica de su historia y sus países acumulaban grandes deudas. Bush padre fue el presidente con más experiencia internacional de los últimos tiempos. Había sido embajador en China, embajador en Naciones Unidas y director de la CIA. Por eso eligió dejar que profesionales decidan la política latinoamericana. Obama es el primer presidente desde entonces en hacer lo mismo. Bush padre nombró subsecretario del área a Bernie Aronson, un demócrata con buenos contactos en el Congreso, y consiguió muchas cosas. En ese período se dio la Iniciativa para las Américas, por la que Estados Unidos negoció convenios bilaterales con todos los países de la región, como los rayos de una rueda. También el plan Brady para aliviar a los países más endeudados. Además tuvo lugar el Consenso de Washington, que se trató de una serie de reuniones entre funcionarios estadounidenses, gobernantes sudamericanos y representantes de la banca privada, para tratar de resolver el problema de la deuda. El error fue llamarlo Consenso de Washington. Si se hubiera llamado consenso de Brasilia o algo así, no habría recibido tantas críticas. Durante ese mismo período también se firmó el llamado Compromiso de Santiago, que permitía por primera vez la intervención militar de los países de la OEA para prevenir o evitar golpes de Estado.

–También le escuché decir que en la cumbre de Miami de 1994 los presidentes latinoamericanos obligaron a Clinton a incluir en la agenda el tema del ALCA, el tratado de libre comercio hemisférico. ¿Fue así?

–Claro, a Clinton este tema prácticamente le costó la elección del ’94 porque los gremios no querían la apertura comercial y no lo apoyaron, entonces los republicanos se subieron a la ola proteccionista y se llevaron la mayoría en las dos cámaras. El entonces jefe de gabinete (Thomas) McLarty y la entonces secretaria de comercio (Charlene) Barshefsky me contaron que se oponían al ALCA por razones de política doméstica, pero que el presidente Clinton les dijo casi a los gritos que la cumbre era muy importante para él y que los presidentes le habían dicho que no vendrían si no había una propuesta integral de libre comercio.

–Usted dijo que el despliegue militar en Colombia es parte de la nueva estrategia antidroga. ¿No será también para combatir la guerrilla?

–Por supuesto. Cuando se firmó el plan Colombia, en 1991, el Congreso autorizó a los militares estadounidense a que dieran “apoyo y entrenamiento” en la lucha contra las fuerzas insurgentes colombianas. El único antecedente en la región de una autorización similar ocurrió en 1977, para combatir el tráfico de droga y a la guerrilla en Alto Huallaga, Perú.

–¿Hasta qué punto las políticas de seguridad determinan las relaciones internacionales de Estados Unidos desde el 11-9?

–Se puede decir sin lugar a dudas que el Departamento de Defensa ha tomado mucho más control de la agenda multilateral con América latina, especialmente en los temas relacionados con la seguridad. El Departamento de Estado mantiene el control sólo de palabra. El Departamento de Estado tiene el presupuesto más chico de todos los ministerios. En los ‘90 era de 20 mil millones de dólares y el gobierno de Clinton lo recortó en un 30 por ciento. El Departamento de Defensa tiene el segundo presupuesto, detrás de Salud y Educación, 285 mil millones de dólares. El Departamento de Estado tiene apenas 4400 empleados y no tienen redundancia en ningún puesto. Si un empleado parte a un programa de entrenamiento, el departamento no tiene con quién reemplazarlo. Durante cinco años no hubo examen de ingreso al cuerpo diplomático porque no había presupuesto. Por cada empleado del Departamento de Estado hay 25 militares haciendo tareas similares. Es indispensable que haya un cambio en esa dinámica.

–En la región se critica mucho el relanzamiento de la IV Flota. ¿Qué opina al respecto?

–Que es una flota de papel. No existe. No hay más barcos ni más viajes ni más soldados ni nada. Sólo se trató de un reordenamiento administrativo.

–¿Y qué opina de la Escuela de las Américas?

–Primero debo aclarar que fui profesor en la última etapa de la escuela. En el plantel docente había gente como Jorge Domínguez (politólogo y profesor de Harvard) y Luigi Enaudi (ex subsecretario general de la OEA). Es una de las cuatro escuelas por las que los oficiales estadounidenses deben pasar para alcanzar el grado de general. Desde la Segunda Guerra Mundial pasaron 61 mil oficiales por la escuela, de los cuales sólo 1000 estuvieron más de un año. No creo que en el corto tiempo que estuvieron aprendieran a ser golpistas o asesinos. Unabomber se graduó en Harvard. Eso no quiere decir que se convirtió en asesino serial por los cuatro años que pasó en esa universidad. Con la Escuela de las Américas pasó lo mismo, pero (el actor) Martin Sheen montó una gran campaña para convencer a la opinión pública de que es una escuela de asesinos.

–Pero no es solamente que los militares golpistas coincidieron en esa escuela, sino que desde la escuela alentaron su aventuras golpistas. ¿Usted conoce alguna dictadura de derecha en la región que Estados Unidos no haya apoyado?

(Piensa un rato.) –No.

–¿Cuál es el objetivo estratégico de Estados Unidos en la región?

–El objetivo es una región de países compatibles, en paz entre ellos, y con relaciones razonablemente buenas con Estados Unidos, lo cual implica primero democracia y segundo un mercado abierto al comercio y a las inversiones.

–¿Cómo van las relaciones con Argentina?

–Las relaciones son normales, sin problemas. No veo nubes negras en el horizonte.

sodonnell@pagina12.com.ar

Fuente: Diario Página 12 (Argentina). Viernes 28 de agosto del 2009.

domingo, 23 de agosto de 2009

Entrevista a Scott Palmer, académico norteamericano experto en asuntos latinoamericanos (I)

El insáider

Entrevista con Scott Palmer, académico y consultor del Departamento de Estado y de la red de agencias de inteligencia de EE.UU., y ex docente de la Escuela de las Américas

Por Santiago O’Donnell (Periodista)

Scott Palmer va para la derecha, va para la izquierda, avanza por la hilera del medio, vuelve a retroceder. Camina y cuenta lo que nadie cuenta marcando a zancadas el ritmo de sus palabras, micrófono en mano, ante un auditorio mitad lleno, mitad vacío, en el subsuelo de la sede central de la Universidad de Belgrano.

Scott Palmer es un insáider, “insider” en inglés, o sea alguien que conoce desde adentro, desde el “inside”. Scott Palmer es un insáider del Departamento de Estado y dentro de él un insáider del mundillo de los funcionarios estadounidenses que deciden las políticas para América latina.

Trabajó doce años en el Departamento de Estado como director de Estudios de Latinoamérica y el Caribe, y como decano asociado del Instituto de Servicio Exterior, al que sigue ligado como profesor visitante. Graduado de Dartmouth, Stanford y Cornell, su currículum llena varias páginas con libros, papers y cátedras en distintas universidades estadounidenses y latinoamericanas. Es director de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Boston y consultor académico del Departamento de Estado y de la Comunidad de Inteligencia Nacional (NIC), el paraguas que agrupa a las dieciséis principales agencias de espionaje de Estados Unidos.

El insáider no se encuadra en los estereotipos de la Guerra Fría. Escribió un libro muy citado de Sendero Luminoso en el que analiza la problemática social y de inequidad en el que surgió la guerrilla, y en el que sostiene que la etiqueta de “terroristas” no les cabe, porque los senderistas buscaban tomar el poder y no simplemente sembrar el terror.

Acaba de terminar un libro sobre la relación del gobierno de Clinton con América latina, para el cual entrevistó a más de cincuenta funcionarios del área, desde el jefe de gabinete para abajo. El libro sostiene que Clinton dejó pasar una gran oportunidad y que sus principales errores fueron firmar la ley Helms-Burton, que empeoró el bloqueo cubano, y el no haber sostenido el acuerdo de Governor’s Island, que restituía al derrocado presidente haitiano Jean Bertrand Aristide.

Ahora nomás está escribiendo un libro sobre la última guerra entre Perú y Ecuador, y viene de recorrer sus fronteras.

En su juventud, como becario de la Fulbright, compartió un año y medio con el líder senderista Abimael Guzmán en la sala de profesores de la Universidad San Cristóbal de Huamanga en Ayacucho, Perú, donde, según Palmer, aprendieron a “odiarse dulcemente” y nunca dejaron de saludarse:

–Hola, señor Palmer.

–Hola, profesor Guzmán.

El insáider es alto y corpulento y luce una corbata larguísima entre su blazer abierto y su chaleco abrochado en el último botón. Está cerca de cumplir los 70, pero su lenguaje corporal dice otra cosa. Camina erguido y habla pausado en un español apenas acentuado, casi sin recurrir a palabras en inglés. Habla sin rodeos ni histrionismos ni tonos altisonantes, como les gusta a los norteamericanos.

El tema de la conferencia que lo trae a Buenos Aires es “la política exterior para América latina del gobierno de Obama”. Después dijo más cosas mientras degustaba un bife de chorizo bien jugoso con abundante malbec en un restaurante cerca de su embajada. Cosas que muy pocos pueden decir, o porque no saben o porque ocupan cargos sensibles. En cambio el insáider nunca queda en offside.

Además de Obama habló con soltura de Clinton y los dos Bush, de Chávez, Evo y Correa, de Honduras, de las bases colombianas, del consenso de Washington y de la Cuarta Flota. Hasta contó y defendió su experiencia como profesor en la Escuela de las Américas, “la escuela de asesinos”, como él mismo reconoce que la apodaron sus numerosos detractores.

Arrancó la conferencia diciendo que Obama asumió en medio de grandes expectativas en la región, por el desprestigio en que había caído el gobierno de Bush. Dijo que ese desprestigio se debía más bien a errores cometidos en el resto del mundo y no tanto por lo hecho en América latina, donde salvo su política hacia Cuba y Venezuela en su primer mandato, el resto no había sido demasiado malo.

Agregó que esa expectativa desmesurada hace más difícil apreciar que Obama, en sus primeros cien días de gobierno, en medio de muchas urgencias, ha tenido gestos importantes que demuestran su compromiso con la región. Contó que en esos cien días, entre el presidente, el vice y la secretaria de Estado hubo siete viajes a la región, incluyendo los dos de Obama a México, algo que no había ocurrido nunca. Y que Calderón fue el primer mandatario que Obama vio tras ganar las elecciones y Lula el primer jefe de Estado que Obama recibió al llegar a la Casa Blanca.

Pero también reconoció que esos gestos han sido mayormente simbólicos y que Obama no ha hecho prácticamente nada todavía para resolver los principales problemas del continente. Dijo que esto se debe a que el presidente tiene un estilo de buscar equilibrios y es reacio a tomar medidas extremas, por lo que sus seguidores más fanáticos se desesperan, pero a él, Palmer, le parece bien porque los cambios políticos graduales son más sustentables que los repentinos.

Explicó que los principales temas vinculados con América latina que debe encarar Obama son los llamados “intermésticos”, porque involucran a las relaciones internacionales, pero su impacto es mayormente doméstico. En esta categoría colocó a la demorada reforma migratoria, el problema de las pandillas en Centroamérica y la política antidroga.

En este último punto dijo que es significativo que Obama haya nombrado un zar antidroga con conocimientos médicos y que la nueva estrategia consiste en archivar la idea de “guerra contra la droga” y pasar de políticas de erradicación a políticas de interdicción y control de demanda a través de tratamientos y programas educativos. Señaló que el acuerdo militar con Colombia forma parte de esta nueva estrategia.

“Hubo avances significativos. Primero, el reconocimiento de la importancia del diálogo, el deseo articulado de conversar con la llamada nueva ola populista de izquierda, con Chávez, con Raúl Castro. Se ha demostrado un deseo de terminar con la presencia de prisioneros del conflicto en Medio Oriente con el anuncio del cierre de la base de Guantánamo en un año. El estilo de Obama de actuar en un marco de respeto mutuo, de tolerancia y multilateralismo no sirve para resolver los problemas en un tiempo muy corto, pero pienso que es muy sensato”, redondeó.

Lo mejor vino cuando llegaron la preguntas. Sorprendió a un estudiante hondureño y antichavista declarado, diciendo que Zelaya hizo bien en aliarse con el líder bolivariano: “Chávez le vende petróleo a bajo precio a Honduras, así como a otros países de Centroamérica, el Caribe y Su-damérica. Honduras no tiene petróleo y el suministro es fundamental, especialmente en estos tiempos. Por eso pienso que Zelaya hizo bien, aunque estas ayudas siempre vienen a un precio, y ese precio está por verse”.

Cuando le preguntaron sobre Chávez, dijo que más que una amenaza, para Estados Unidos representa una molestia. “Tiene una retórica muy inflamada, pero sus discursos son para consumo interno. De sus dichos a los hechos hay una distancia. De hecho, desde que asumió Chávez el comercio entre Venezuela y Estados Unidos aumentó.”

No satisfecho con la respuesta, el estudiante insistió haciendo referencia a la supuesta política chavista de “confiscar tierras”.

“Las políticas que implementa son cosa de él, está en su derecho. Si hay alguna irregularidad legal la podremos observar, pero no queremos interferir”, replicó el insáider.

Ante la típica pregunta sobre la política hacia Cuba, el insáider no tuvo problemas en reconocer que no tiene una buena razón de ser. “Todo el mundo sabe que la política sobre Cuba no se decide en Washington, sino que se decide en Miami, y si no pregunten qué estado decidió las elecciones de 2008 y qué grupo le dio a George W. Bush el margen de victoria. Por eso, contra la opinión de prácticamente todos los expertos en el tema, se mantiene una política contraproducente para los intereses nacionales, por razones domésticas o electorales.”

Haciendo esa salvedad, aclaró que Obama ya levantó restricciones a las remesas y las visitas a Cuba. Contó que la semana pasada, su gobierno retiró un cartel que transmitía noticias anticastristas desde la sede diplomática estadounidense en La Habana. Y remató diciendo que conoce la existencia de “conversaciones subterráneas” entre los dos gobiernos.

“Cuba ya está cambiando. Todo indica que marcha hacia un modelo chino, con libre comercio y control político. ¿Podrá Estados Unidos vivir con eso? Todavía no lo sé. Los tiempos del descongelamiento los marca Cuba, como siempre, porque hacen falta dos para bailar el tango. Pero estoy convencido de que algún día, probablemente tras el deceso de Fidel Castro, llegará la normalización total como sucedió con China.”

Fuente: Diario Página 12 (Argentina). Domingo 16 de agosto del 2009.

sábado, 22 de agosto de 2009

Leszek Kolakowski: “conservador-liberal-socialista”.

Leszek Kolakowski (1927-2009)
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Martín Tanaka (Politólogo)

El pasado 17 de julio falleció el escritor polaco Leszek Kolakowski, autor de una obra vasta, enciclopédica. Kolakowski fue víctima de la persecución nazi, fue militante comunista y luego un disidente; con el tiempo se convirtió en crítico pugnaz de los autoritarismos, especialmente del determinismo histórico marxista, expuesto en su monumental "Las corrientes principales del marxismo", siguiendo una línea interpretativa que lo emparenta con Karl Popper. Estas convicciones lo acercaron al liberalismo político, aunque atemperado no solo por su marxismo original sino también por su interés en el aporte del cristianismo a la cultura occidental (como Gianni Vattimo, contemporáneamente). El interés en la espiritualidad lo hizo también distante del “individualismo posesivo” del capitalismo, lo que también sucedió con el poeta mexicano Octavio Paz.

Los horrores del nazismo, del comunismo, la lógica de un capitalismo que también lleva a catástrofes sociales y ecológicas, llevan a la desconfianza en las grandes ideologías, en los grandes metarrelatos, que tienen respuestas para todo. Conducen a lo que Paz llamó una “intemperie espiritual”, en la cual cada quien debe construir sus propias convicciones. Kolakowski inventó una ideología política propia, que no es tan sorprendente a la luz de su experiencia vital; se definía como un “conservador-liberal-socialista”. Se trataba por supuesto de una provocación, pero muy aleccionadora.

Kolakowski rescata del conservadurismo la importancia de la familia, la religión, la nación, los ritos, y la idea de que el cambio y la evolución conllevan necesariamente algún tipo de costo y sacrificio; avanzar en la vida consiste en sustituir unos problemas por otros, como suele decir mi colega argentino Antonio Camou. Del liberalismo rescata la necesidad de preservar la libertad, la creatividad y la iniciativa individual, áreas en las que el Estado no debería entrometerse; que la importancia de la seguridad no debería entorpecer la libertad. Del socialismo, rescata la desconfianza en la acción de las fuerzas del mercado, por lo que sería necesaria algún grado de intervención estatal, controlado mediante mecanismos democráticos. Kolakowski señalaba que estas ideas no son necesariamente contradictorias, por lo cual era posible esta curiosa síntesis. Añadía que a pesar de ello jamás tendría adeptos, porque no podría prometerles nada a sus seguidores.

Más allá de esta provocación de Kolakowski, lo importante es entender que el aprendizaje democrático implica reconocer los límites de las ideologías propias, y aceptar algunos elementos de valía en las ajenas. Sin ese común denominador es muy difícil construir una comunidad democrática. Si la política se plantea como una lucha entre buenos y malos, entre quienes tienen la razón y quienes están equivocados, entre los representantes del pueblo y sus enemigos, es claro que lo que se impone es una confrontación total, no siendo posible una política de negociación y entendimiento. Para pensar en estos días previos al 28 de julio.

Fuente: Diario La República. Martes 21 de julio del 2009.

jueves, 20 de agosto de 2009

El Perú y el reto de la Globalización.

Perú 3.0

Alfredo Barnechea (Analista)

Quizá sean interesantes algunas de estas cosas:

· Pronto no será Estados Unidos (ni por supuesto la pequeña isla de Inglaterra) el primer país "anglohablante" del mundo. Será China.

· El 25 por ciento de más IQ (cociente intelectual) de la India, es más grande que toda la población de los Estados Unidos.

· Los 10 empleos que más se buscarán el 2010, no existían el año 2004.

· El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos ha establecido que cada trabajador tendrá entre 10 y 14 empleos antes de que cumpla 38 años.

· Así, 1 de cada 4 trabajadores tiene menos de un año en su empleo actual. 2 de cada 4, menos de 5 años. Por tanto, estamos en tiempos de empleos "nómades".

· 1 de cada 8 matrimonios en Estados Unidos se ha conocido "on-line". Por tanto, estamos ante familias también "nómades". Una estructura social completamente nueva ha aparecido en escena.

· MySpace tiene 200 millones de usuarios. Si fueran un país, sería el quinto país de la tierra (más o menos entre Indonesia y Brasil).

· El primer país en penetración de banda ancha no es Estados Unidos (número 19), ni Japón (número 22), sino Bermuda.

Vivimos tiempos vertiginosos, "exponenciales". Así:

· El primer mensaje de texto fue enviado en diciembre de 1992. Este año, el número de mensajes enviado y recibido excede la población total del planeta.

· Este año habrá 31 mil millones de búsquedas en Google. Apenas el año 2006 había 2,700 millones de búsqueda, algo de menos de doce veces.

· La radio necesitó 38 años para alcanzar un mercado de 50 millones de personas.

· La TV necesitó 13 años.

· El Internet, 4 años.

· El Ipod, 3 años.

· Facebook sólo 2 años.

Asimismo:

· En 1984 había sólo 1,000 dispositivos para Internet. En 1992 la cantidad había subido a 1 millón. Este año será mil millones de dispositivos.

No es de extrañar entonces que la información se multiplique.

· Se calcula que una semana de ediciones del New York Times, contienen información que en el siglo XVIII habría necesitado toda una vida conseguir a alguien ilustrado.

· Este año se generarían 4 "exabytes" de "información única". Más que toda la información de los previos 5,000 años de historia.

· La información técnica se duplica cada 2 años.

· Por tanto, la mitad de lo que aprenda en el primer año, un estudiante de alguna carrera "técnica", digamos de 4 años, será obsoleta al término de su tercer año de estudios.

· Se supone que en cuatro años, el 2013, será construida una supercomputadora cuya capacidad excede la capacidad de computación del cerebro humano. En una o dos décadas más, esas supercomputadoras costarán menos de lo que hoy cuesta una "laptop" de bajo costo.

Estas y otras informaciones figuran en un video que puede encontrarse en YouTube: "2008 Latest Edition: Did you know?"

Al final de ese video, se nos informa que en los 5 minutos que nos ha tomado verlo:

· Han nacido 67 niños en los Estados Unidos. Y 274 en China. Y 395 en la India.

· Además que han sido "bajados" ilegalmente, "pirateados", 694,000 canciones.

Si usted lo ve, sentirá que todas las discusiones políticas peruanas son irrelevantes. Que las peleas del SUTEP presuntamente por la carrera magisterial están fuera del tiempo. O los debates del Parlamento. O todo lo que usted acaba de leer en las páginas de chismes políticos de este periódico (y los otros).

Y se hará entonces otras preguntas. Por ejemplo:

· ¿Cuántos ingenieros tendremos, digamos, el 2021?

· ¿O en qué año el 38 por ciento de nuestros graduados universitarios dejará de recibir salarios de pobreza?

· ¿O cuánta agua consumirán las ciudades de la costa, donde desde 1940 se trasladó la mayoría de la población peruana?

· ¿O cuántas patentes tecnológicas registramos este año, versus Chile o Brasil (para no medirnos ya con la India)?

Son sólo algunas preguntas nuevas. Las que se harán cuando salgamos del "software" viejo, obsoleto, de las discusiones políticas y económicas del Perú actual (el Perú 1.0), e ingresemos en el mundo, donde tenemos que ser por lo menos Perú 3.0.

Fuente: Diario Correo. Domingo 16 de agosto del 2009.

domingo, 16 de agosto de 2009

Napoleón, visión mítica e historiográfica.

Mapa: isftic
Hacer clic en la imagen para ampliar.

El mito de Napoleón

Por: Jorge Basadre (Historiador)

[...] Corresponde al gran historiador holandés contemporáneo Peter Geyl haber presentado la figura de Napoleón I a través de un nuevo ángulo: el estudio de los contradictorios testimonios que sobre este personaje dieron los más destacados historiadores franceses, desde los que estuvieron cerca de él en el tiempo hasta los de la tercera década de la presente centuria: [...] Con ello no solo ha empleado Geyl un método nuevo sino ha escrito uno de los más interesantes libros históricos de nuestra época [...].

El mito de Napoleón se formó después de terminada la época del Imperio, principalmente por obra del mismo personaje, en el exilio, sobre todo a través de sus conversaciones con Les Cases [...].

Pasiones

Ningún conquistador ha sido, como el corso, objeto de tanto fervor. El infortunio y los espejismos del destierro renovaron, depuraron e intensificaron el hechizo de jornadas asombrosas para hacer olvidar los millares de muertos caídos en los campos de batalla. Francia, evocada como una deidad en el “Memorial de Santa Elena” dio al emperador el incomparable prestigio de un héroe que no conoció la vejez. General a los veinticuatro años, emperador a los treintaicinco, murió a los cincuentaidós. Novelistas y poetas (Stendhal, Balzac, Bérenger, Víctor Hugo) exaltaron sus hazañas. Él es el único rey a quien recuerda el pueblo, dijo Stendhal.

Geyl examina el caso de algunos autores anteriores a los mencionados como Chateaubriand y Madame de Stael (precursora de la literatura negra sobre Bonaparte) y dedica también un capítulo a la leyenda; pero el más compacto sector de su investigación está consagrado a los historiadores. [...] A propósito de la gélida semblanza de Napoleón que traza (Pierre) Lanfrey, Geyl la destaca y afirma que es una pintura reconocible. Pero luego se pregunta “¿está completo el personaje?”. Hay otras caracterizaciones de él que se basan en impresiones precisamente contrarias y que no carecen de verosimilitud. Lanfrey es ciego ante la grandeza de la figura aunque sea solo como creador de poder, conquistador, gobernante que estampó su sello en Francia y en Europa, es ciego ante la magnitud de su trayectoria aún mirada tan solo como una singular aventura.

La obra de Lefebvre

El libro de Geyl dedica sus páginas finales al estudio de la obra de Georges Lefebvre en la que hay una síntesis del debate y, a juicio del autor holandés, el mejor tratamiento histórico de la figura de Napoleón, aunque, por sus convicciones liberales, discrepe en algunos detalles. Este veredicto es, en lo esencial, válido hasta hoy [...].

La historia nunca podrá arribar a actitudes inconmovibles sobre un personaje como Napoleón tan intensamente agitado por las corrientes de su época. Como dice Geyl, el hecho de que exista no una unidad sino diversidad en los juicios no destruye la validez del método histórico. La ciencia en este campo sirve, primordialmente, para establecer, fijar o aclarar datos aunque no todos ellos lleguen a ser definidos de la misma manera [...]. Es imposible que dos historiadores, sobre todo en ambientes o años distintos, puedan ver a una personalidad histórica bajo una luz totalmente idéntica; y mientras más grande sea la importancia de esa figura, dichas variantes tendrán que ser mayores. Tratándose de Napoleón, ninguna inteligencia humana puede jactarse de que es capaz de abarcar, ella sola, la multiplicidad de fenómenos, de ideas, de fuerzas que lo circundan y de establecer el único, el verdadero, podríamos decir divino balance. [...] La historia es un argumentar sin fin y ello es una de sus miserias y también una de sus grandezas.

[*] El Dominical, 17 de agosto de 1969. (Fragmento)

Fuente: Diario El Comercio. Domingo 16 de agosto del 2009.

viernes, 14 de agosto de 2009

Intervenciones militares estadounidenses en Afganistán y Colombia. Fines geopolíticos del Tío Sam.

Cuarta Flota de la Armada Estadounidense

Colombia, ¿Afganistán de América Latina?
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Roger Rumrrill (Escritor)

Hace más de una década sostenemos que la “guerra mundial contra las drogas” es una guerra de baja intensidad que está siendo instrumentalizada por la primera potencia mundial, Estados Unidos, con fines geopolíticos. Las intervenciones militares estadounidenses en Afganistán y ahora en Colombia donde instalará 7 bases militares son las pruebas que confirman nuestra hipótesis.

Porque de no tener este objetivo, la guerra que estalló durante el gobierno de Richard Nixon (1969-1974) y alcanzó una extensión planetaria en el gobierno de Ronald Reagan (1981-1989) que consideraba a las drogas “una amenaza letal” para la seguridad de Estados Unidos luego de la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, hubiera sido objeto de un cambio profundo. Porque después de cuatro décadas nunca alcanzó sus objetivos de controlar, disminuir y menos erradicar la oferta y la demanda de las drogas ilegales.

La invasión norteamericana de Afganistán (octubre del 2001 a la fecha) tuvo básicamente tres objetivos: capturar a Osama Bin Laden, derrotar a los talibanes y erradicar los sembríos de amapola. A la fecha, ni Bin Laden ha sido capturado, tampoco los talibanes han sido expulsados y ahora de 500 hectáreas de amapola que existían en el momento de la invasión, hay 100 mil hectáreas. Richard Holbrook, enviado personal del presidente Barack Obama, ha tenido que aceptar “que las políticas occidentales contra el cultivo de opio, el cultivo de amapola, han sido un fracaso”.

Pero Estados Unidos tiene otros propósitos en Afganistán. Desde ese país monitorea Rusia, China, Irán y asegura el control de las reservas de 150 mil millones de barriles de petróleo y los 230 trillones de pies cúbicos de gas del Mar Caspio.

La ayuda militar de Estados Unidos a Colombia a través de los planes “Colombia” y “Patriota” agotados sin pena ni gloria tienen una meta: derrotar a las FARC y erradicar la coca. Las FARC siguen operando y la coca ha crecido y se ha expandido de los tres departamentos amazónicos donde estaba focalizado en los noventas a 23 de los 32 departamentos colombianos.

Pero la intervención norteamericana en Colombia tiene otras razones e intereses: monitorear prioritariamente a Venezuela, Bolivia, Ecuador y controlar el estratégico espacio de la cuenca amazónica donde están los recursos vitales de la economía capitalista postcrisis: agua, energía, biodiversidad y tierras.

Los alfiles de esta estrategia militarista y hegemónica de Washington en su “patio trasero” latinoamericano qué duda cabe, son Álvaro Uribe Vélez de Colombia y Alan García Pérez del Perú.

Fuente: Diario La Primera. Lunes 10 de agosto del 2009.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Pablo de Olavide y la Revolución Francesa.

Un peruano en la revolución

Antonio Zapata (Historiador)

La semana pasada fue aniversario de la toma de la Bastilla, acontecimiento que inicia la revolución francesa en 1789. Luego, se desarrolló el movimiento revolucionario que inauguró la modernidad a escala planetaria. Se acabaron reyes y aristocracias, dando paso a las repúblicas. Fueron desapareciendo los súbditos y nació el ciudadano. Pero pocos recuerdan a un peruano que estuvo presente y cumplió un papel ejemplar. Era Pablo de Olavide, quien tenía una trayectoria singular que lo había conducido a la Francia revolucionaria.

Olavide había nacido en Lima en 1725, siendo hijo de una familia rica y de origen aristocrático. Recibió una espléndida educación y su padre le compró un cargo público, que en la época se vendían en subastas. Cuando tenía escasos 21 años sucedió el gran terremoto de 1746, que se recuerda como la mayor catástrofe sísmica de Lima. Era un domingo por la noche, el movimiento fue largo e intenso; alcanzó el grado 10 y se cayeron la mayoría de edificaciones. Lima quedó destruida. Lo peor vino a continuación, un maremoto se llevó El Callao cuya ruina fue total. El total de muertos ascendió al 10% de la población de la capital y su puerto. Una catástrofe semejante costaría hoy en día 800,000 muertos.

El virrey era Manso de Velasco, que reconstruyó la ciudad con gran energía y en forma profesional. Organizó comisiones y una de ellas fue presidida por Olavide. A poco, fue acusado de frivolidad. Le dio prioridad a la reconstrucción del teatro antes que hospitales o habitaciones para los pobres. Olavide se molestó por las críticas y se fue a España para nunca volver. Iba a convertirse en el peruano más universal del siglo XVIII.

Como era excepcionalmente talentoso, llegó a la corte y se integró a sus afanes. Era la época de Carlos III y el despotismo ilustrado. Los reyes querían ser sabios y administrar su patrimonio en forma científica. Olavide fue parte de la elite modernizadora que se enfrentó a la Iglesia Católica, donde se concentraba la resistencia conservadora. Tuvo a su cargo algunos grandes proyectos, incluyendo uno famoso de irrigación, expansión agrícola y modernización de Andalucía. Fue un buen administrador y un ilustrado famoso. Era amigo de los enciclopedistas y de Voltaire, quienes lo iban a salvar.

La Santa Inquisición le montó un proceso, acusándolo de ateísmo y encerrándolo en sus tenebrosos calabozos, donde ni el poder del rey de España podía penetrar. La campaña de ideas fue muy intensa. La Iglesia buscaba una sanción ejemplar y había elegido como chivo expiatorio al ilustrado limeño. Por su lado, tanto en España como a escala internacional se desarrolló una campaña por su libertad. Fue el primer caso internacional de derechos humanos. Se escribieron cartas, se recogieron firmas y se realizaron mítines en su nombre. Ante la avalancha, la Inquisición no se atrevió a seguir adelante y le permitió huir a Francia. Era 1790 y fue recibido con entusiasmo, la revolución había estallado el año anterior. Ya tenía 65 años.

Olavide recibió la ciudadanía francesa y se integró al mundo intelectual. No estuvo demasiado involucrado en política. Tuvo temor a ser guillotinado. Incluso se retiró a provincias cuando se impuso Robespierre con sus jacobinos. Pero, escribió un famoso libro titulado El Evangelio en Triunfo, que fue un best seller, impreso en 50 ediciones en los siguientes 20 años. Escribió también novelas y estuvo muy preocupado por explorar el cristianismo. Las tormentas revolucionarias lo alejaron del radicalismo racionalista. Conforme envejecía, fue repensando la religión de sus ancestros.

En 1798, Olavide obtuvo un perdón real que le permitió regresar a España. Gobernaba Carlos IV, quien le otorgó una pensión y le autorizó a seguir escribiendo. Le quedaban cinco años de vida y los dedicó a la reflexión ética. Trató de conciliar el cristianismo con la ilustración; buscó un puente entre los reyes y la modernización. Al fallecer, su proceso judicial lo trascendió. Por muchos años se conoció su caso como el inicio de las campañas internacionales de DDHH. Así, Olavide es nuestro vínculo con Francia y la revolución que inauguró la era contemporánea.

Fuente: Diario La República. Miércoles 22 de julio del 2009.

lunes, 10 de agosto de 2009

Nuevas bases militares estadounidenses en América del Sur.

Imagen: Altercom
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¡Apunten a América del Sur!

Guillermo Giacosa (Periodista)

Todo indica que siete serán las bases que los estadounidenses ocuparán en Colombia. Uribe, en lugar de ir a la conferencia de Unasur –que se celebra en estos días en Ecuador–, prefirió realizar una frenética gira por siete países del área (El Perú primero, Bolivia, Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay después), que finalizó con parcas declaraciones en cada oportunidad y que un vocero del Gobierno de Colombia calificó como “constructiva”. Dicho vocero agregó: “La posición de Colombia se mantiene y, por el contrario, creo que la gira ha sido positiva. Esto de venir y tener encuentros directos con los presidentes, de tener ese cara a cara, es muy importante”. Y si opina que los encuentros cara a cara son muy importantes, me pregunto: ¿por qué no asistir a la reunión de Unasur donde encontrará todas las caras juntas y donde, además, podría haberse entrevistado por separado si eso es lo que más le complace? Suelen decir que hay gestos destinados a ser juzgados por la historia. Me atrevo a señalar, con absoluta convicción, de que esta no será muy benévola con el actual presidente de Colombia. Razones: lo que sabemos de las bases, para las que los estadounidenses ya han destinado 48 millones de dólares, y otros hechos que solo la complicidad con los grandes poderes económicos le ha permitido silenciar o disimular.

Volviendo al tema de las bases, Estados Unidos contará con las ya mencionadas en Colombia –una de ellas en Malambo, sobre el Atlántico, en la costa norte, y otra en Cartagena, sobre el Caribe colombiano– que sumadas a las ya existentes en Aruba, Curazao y Guantánamo, y la de Palmerola, en Honduras, más la Cuarta Flota que anda como de paseo por nuestras aguas, pone en evidencia que el litoral venezolano estará debidamente controlado y que las presiones sobre ese país se acrecentarán. También cuenta EE.UU. con el control de la estratégica base de Mariscal Estigarribia –situada a menos de cien kilómetros de la frontera con Bolivia–, y que posee una de las pistas de aviación más extensas y resistentes de Sudamérica, apta para recibir los gigantescos aviones de transporte de tanques, aviones y armamento pesado que utiliza el Pentágono. ¿Es exagerado imaginar una intervención militar?

¿Para qué otra cosa sirven las bases sino para defender intereses económicos y/o geoestratégicos? Vale la pena preguntarse –y esta es la gran preocupación del Brasil que el Perú debiera compartir–, si todo este despliegue no apunta también a la Amazonía. Circula por allí un texto teóricamente originado en Estados Unidos, en el que se señala que ese inmenso territorio es un espacio despoblado al que nuestras autoridades no están en condiciones de administrar. Repetí varias veces que se trataba de una mala broma o de una provocación que no expresaba el pensamiento oficial de la superpotencia. Pero hoy no estoy tan seguro. Es tan extravagante la soberbia de los muchachos del norte, que con Bush –y parece que con Obama también–, cualquier cosa es posible.

Fuente: Diario Perú 21. Lunes 10 de agosto del 2009.

domingo, 9 de agosto de 2009

La fiesta de Santiago en el Perú.

Santiago y la herranza

Antonio Muñoz*

La fiesta de Santiago, herranza o marcación del ganado, es una de las celebraciones más importantes del calendario agrícola-ganadero de los Andes peruanos. Una tradición ancestral de agradecimiento por la fertilidad de la tierra y de los animales, y un agradecimiento también a los apus o wamanis, montañas tutelares y protectoras de las comunidades.

FUEGOS QUE ANUNCIAN
Las frías noches de junio son iluminadas con grandes fogatas. En las chacras y faldas de los cerros estos fuegos defienden de las heladas y anuncian la proximidad de la fiesta de Santiago. En las noches de luna salen por los campos, bailando y cantando, hombres y mujeres jóvenes ataviados con llicllas, rebozos, chullos, ponchos, sombreros y chalinas. Bajo el ropaje son irreconocibles. Y así se entregan a los primeros enamoramientos.

DE CANTO EN CANTO
Con tinyas, lungus y waqrapucus, los jóvenes van de casa en casa cantándole a la celebración de Santiago o Taita Shanti. El lungus es una caña gruesa de metro y medio que se toca transversa, el waqrapucu es una corneta de cuerno en forma espiral, y la tinya, un pequeñito tambor que las mujeres golpean para acompañar sus voces.

LA NOCHE ESPECIAL
La noche del 24 de julio se inicia la verdadera celebración, con el altar hatacuy o el atado y adornado del altar. Se colocan flores, ichu, mates de calabaza con harina de maíz, cintas multicolores —usadas en anteriores santiagos— y hojas de coca con los nombres de cada vaca y toro. Sobre la medianoche se realiza el pago, ceremonia de ofrecimiento y agradecimiento a la naturaleza.

Se entierran hojas de coca, botellitas de aguardiente y cintas de Santiago.

ESPANTAR EL MAL
En la madrugada del 25 de julio se realiza el “Luci Luci”. Se ingresa donde está el ganado con mecheros que son pasados cerca de sus cuerpos para ahuyentar a los malos espíritus. Inmediatamente se realiza la misa Mastay: sobre una manta en el suelo y encerrados en corralitos, se ordenan los símbolos de la fiesta: coca, pedazos de piedras de oro y plata, botellas con chicha, agujas de arriero y las cintas multicolores que serán colocadas en las orejas de los becerros y terneros durante el cintachicuy. Los sonidos del waqra, el lungus, la tinya y las voces cantarinas de las mujeres se elevan por los aires en un hermoso concierto. Este proceso termina con la jarjuna, la vuelta del ganado a sus corrales, y el qocha upiay, otra escena de enamoramiento e insinuaciones eróticas donde las mujeres representan a las vaquillas y los varones a los toretes.

MÁS DATOS
El plato obligado es el mondongo, que hierve toda la noche.

La fiesta de Santiago muestra el espíritu solidario y el sincretismo religioso (tras la llegada de los conquistadores se fusionó con Illapa —dios preínca del relámpago y la lluvia—, según anota Miguel Rubio Zapata de Yuyachkani en su investigación sobre el santo).

Es un modo alegre de evaluar los sembríos y la cantidad de ganado.

En Lima, especialmente a lo largo de los 15 primeros kilómetros de la Carretera Central, se festeja durante julio y agosto, con orquestas típicas del valle del Mantaro.

* Investigador y periodista especializado en tradiciones populares y folclor.

Fuente: Diario El Comercio. 09 de agosto del 2009.

sábado, 8 de agosto de 2009

Encuentro de Historiadores del Arte y Arqueólogos.

Coloquio Interdisciplinario "II Encuentro de Historiadores del Arte y Arqueólogos"

CONVOCATORIA PARA EL ENVIO DE PONENCIAS

Alumnos - PREGRADO Y POSTGRADO-
Hasta el 30 de Agosto.

En las áreas de Historia del arte, arte, arqueología, antropología, Humanidades, Ciencias Sociales, etc.

Se deberá enviar una sumilla en archivo de Word de 15 a 25 líneas con el título de la ponencia y bibliografía (mínimo 5 referencias), nombre y breve currículo del autor, correo electrónico, teléfono, celular, centro de estudios, y especificar los materiales para la exposición (laptop, reproductor DVD, etc.) hasta el 30 de agosto de 2009.
La ponencia completa se entregara el 10 de septiembre.

También se reciben propuestas de mesas con proyectos de investigación o de campo que deberán incluir el título de la misma, nombres y resúmenes de las ponencias (máximo cuatro ponencias y mínimo tres) además de los datos personales de cada ponente.

Enviarlos a: historiadelarte_y_arqueologia@hotmail.com

Ejes temáticos

1.Estudios de iconografía, estética y estilo prehispánico.
2.Estudios comparativos entre disciplinas o proyectos.
3.Patrimonio cultural.
4.Métodos de interpretación.
5.Nuevos descubrimientos.
6.Estudios interdisciplinarios: etnohistoria, antropología, historia, biología, musicología, etc.

SIN COSTO ALGUNO.

Atentamente.

FRANCHESCA TAPIA ESPINOZA
Escuela de Arte - UNMSM
asukahimura@hotmail.com


Enlace:
http://www.historiadelarteyarqueologia.blogspot.com/

jueves, 6 de agosto de 2009

De Marcos Pérez Jiménez a Hugo Chávez. Continuidad del autoritarismo en Venezuela.

Imagen: Pankcho

Esperpéntico Chávez

César Hildebrandt (Periodista)

Más esperpéntico que nunca, Hugo Chávez ajusta la maquinaria de su régimen personal.

De otro modo no se puede interpretar la propuesta de ley presentada ayer por la Fiscalía de Venezuela en relación con la libertad de expresión.

¿Qué dice esa propuesta?

Que serán “delitos mediáticos” aquellas informaciones que atenten contra “la paz social, la seguridad y la independencia de la nación, la seguridad de las instituciones del Estado, la salud y la moral pública de los venezolanos”.

O sea que, desde esa óptica, “La Primera” tendría que ser clausurada en Caracas. Y sus periodistas tendrían que terminar encausados y, casi seguramente, encarcelados.

El artículo cuarto del proyecto afirma que también serán considerados delitos punibles “las acciones u omisiones que lesionen el derecho a la información oportuna, veraz e imparcial...”

Ese artículo podría suscribirlo un nuevo Pinochet, un viejo Somoza, un estalinista de toda la vida. He aquí su versión extendida:

“Constituyen delitos mediáticos las acciones u omisiones que lesionen el derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, que atenten contra la paz social, la seguridad e independencia de la nación, el orden público, la estabilidad de las instituciones del Estado, la salud mental o moral pública, que generen sensación de impunidad o de inseguridad y que sean cometidas a través de un medio de comunicación social”.

¿Y quién decidirá qué es independencia de la nación, atentado contra la paz social, agravio al orden público, amenaza a la salud mental?

Pues Hugo Chávez y su corte de aduladores impávidos, sus fiscales ad hoc, sus jueces al hilo, sus tribunales sin escrúpulos y sus congresistas sin vacunar.

El artículo quinto promete una pena de prisión de dos a cuatro años para “toda persona que divulgue noticias falsas que ocasionen una grave alteración a la tranquilidad pública, pánico en la población, la hubieren mantenido en zozobra, que haya alterado el orden público, que hubieren producido un perjuicio a los intereses del Estado...”

Con esta gramática y con estas intenciones, ¿qué puede esperarse? Pues, entre otras cosas, que mañana alguien deslice, desde un ministerio, una noticia bamba y atractiva y que algún ingenuo de oposición la acoja. Bastará eso para que la maquinaria estilo Granma se eche a andar.

Leer el artículo sexto del proyecto mandado a hacer por Chávez y que el Congreso chavista está dispuesto a aprobar es descender al surrealismo involuntario y con palmeras:

“Toda persona que manipule o tergiverse la noticia, generando una falsa percepción de los hechos o creando una matriz de opinión en la sociedad, siempre que con ello se hubiere lesionado la paz social, la seguridad nacional, el orden público o la salud mental o moral pública, será castigada con una pena de prisión de dos a cuatro años”.

¿Creando una matriz de opinión? ¿Generando una falsa percepción? ¿La moral pública?

Parecen los años cincuenta, cuando Marcos Pérez Jiménez gobernaba Venezuela con su Semana de la Patria y su Seguridad Nacional, sus cárceles repletas, sus enemigos amordazados y sus amigos prosperando.

La tragedia es que la derecha venezolana vertebra la oposición a Chávez y está, penosamente, al servicio de la embajada estadounidense.

La tragedia es que para Venezuela no parece haber salida en democracia: o la corrupción adeca o este “socialismo” con borceguíes y mala fe dictatorial.

Para evitar la guerra civil y la anarquía, al general del ejército Marcos Pérez Jiménez lo tuvieron que derrocar los militares venezolanos.

La última tragedia es que no hay ningún Rómulo Betancourt en el escenario.


Fuente: Diario La Primera. Sábado 01 de agosto del 2009.

martes, 4 de agosto de 2009

Las Empresas Extranjeras en el Perú. Sectores estratégicos y continuidad del modelo privatista de los años 90´s.

(Hacer click en la Imagen para ampliar)
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Plantean seguir ejemplo de empresas estatales foráneas
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En el Perú operan con éxito en sectores energéticos. Mientras tanto, el gobierno posterga la modernización de Petroperú y mantiene un modelo privatista de los años noventa.

Omar Mariluz (Periodista)

En un contexto en el que la participación del Estado vuelve a jugar un papel relevante dentro de la economía mundial, en el Perú aún sigue latente el fantasma de la estatización. Prueba de ello es la pérdida de presencia del Estado en sectores estratégicos como minería, hidrocarburos o electricidad.

Y es que mientras en el Perú se desacredita la presencia directa del Estado, empresas estatales de países vecinos operan exitosamente en nuestro país. Petrobrás de Brasil, Ecopetrol de Colombia y Enap de Chile son solo algunas de las petroleras que han desplazado en nuestro propio territorio a Petroperú.

Petrolera en el olvido

El ex presidente de Petroperú César Gutiérrez afirmó que uno de los principales motivos de la pérdida de competitividad de Petroperú, frente a sus pares de la región, es la postergación de su modernización. Explicó que en la actualidad las petroleras estatales son empresas energéticas presentes en toda la cadena de comercialización.

“La participación de empresas estatales en competencia con las empresas privadas es la mejor forma de fortalecer el mercado. Pero en estos tres años de gobierno no se ha apostado por ninguna empresa estatal ni se ha buscado ningún aliado. Todavía se aplica un modelo liberal de los años 90”, comentó.

En esa misma línea el especialista en temas energéticos Roger Arévalo cuestionó que en la última década no se haya impulsado la incorporación de Petroperú al mercado internacional. “Pensar que hacer fuerte una empresa del Estado es propio de un modelo comunista es un concepto equivocado”.

Pero no solo en el sector hidrocarburos se ha perdido predominancia. En el Perú, la participación en generación eléctrica actualmente es dominada por la empresa estatal ENEL de Italia como accionista principal de Endesa, la estatal china Shougesa del grupo Shougang Corporation, y de la empresa Electroandes, de capitales noruegos.

Energía prestada

Pero, además, el investigador de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) Jorge Manco Zaconetti reveló que las empresas de generación Edegel, la empresa Eléctrica de Piura y la empresa de distribución eléctrica Edelnor también tienen como principal accionista al Estado italiano.

“Las empresas estatales de otros países tienen una posición creciente en la explotación de recursos naturales, generan utilidades para sus matrices y se comportan en el mercado de manera eficiente en el marco de estrategias nacionales de desarrollo”, subrayó.

La cifra

228 millones de soles registró Petroperú en utilidades netas hasta junio del 2009.

Fuente: Diario La República. Martes 04 de agosto del 2009.

lunes, 3 de agosto de 2009

Historiador José Ragas crea página web dedicada a últimas publicaciones en Ciencias Sociales.





















Pàgina Web: Puro Libros
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La agonía del Estado-nación

El destacado antropólogo Fernando Fuenzalida nos entrega una aguda mirada en esta compilación de ensayos suyos sobre un modelo que algunos ya consideran caduco y pasadista: el Estado-nación. ¿Es viable aun este esquema? ¿Podrán salir los defensores del liberalismo a sostener que es una ruta a seguir e insistir en su vigencia? Para algunos descreídos como Fuenzalida, lo mejor es buscar algún otro marco de referencia que haga del Perú un país más justo y equitativo.

Diálogos con el Perú. Ensayos de historia

Condensar treinta años de investigación en un solo libro: eso es lo que el Fondo Editorial del Pedagógico San Marcos ha conseguido con el más reciente libro del profesor norteamericano Charles Walker. Conocido por sus trabajos sobre la rebelión de Tupac Amaru, en los últimos años se ha aventurado por trasladar su atención hacia la capital y los desastres que la asolaron, como el terremoto que por poco convierte a Lima en un conjuntos de ruinas, edificios derrumbados y cadáveres insepultos.

De ahí el atractivo de Diálogos con el Perú. Ensayos de Historia, porque podemos recorrer la trayectoria y los intereses de un historiador que ha sabido captar las principales preocupaciones de la historia peruana, no solo la colonial y republicana sino también la de nuestros días. En este libro se dan cita ensayos sobre la enseñanza de las comisiones de la verdad con los tempranos debates sobre la población andina. Uno de mis favoritos es el que aborda el tema de los inmigrantes peruanos en el Chicago de los años ochenta. El libro es altamente recomendable y combina calidad con buen precio.

Libros de Ciencias Sociales:

Caso Honduras: suspensión de la OEA y medidas de aislamiento político y diplomático de la comunidad internacional.

Honduras: incrementar las sanciones y el aislamiento

Manuel Rodríguez Cuadros (Ex Canciller del Perù)

No obstante la suspensión decretada por la OEA y las medidas de aislamiento político y diplomático adoptadas por Washington, la Unión Europea y algunos países latinoamericanos, el régimen ilegítimo conducido por Roberto Micheletti continúa ejerciendo el poder en Honduras. La estrategia del golpismo es simple: resistir la presión internacional hasta el mes de noviembre en que están programadas las elecciones generales; efectuarlas en un marco restrictivo y asegurar la elección de un nuevo gobierno que de alguna manera sea la continuidad “constitucional” del golpe militar.

Algunos analistas han querido justificar el golpe hondureño aduciendo que el gobierno de Zelaya estaba en un proceso de afectación progresiva de la institucionalidad democrática, para afianzarse en el poder a través de la reelección. Este enfoque es equivocado y no es democrático. Retrotrae el debate político latinoamericano a las décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado, donde la democracia se supeditaba a la voluntad política de los golpistas y se justificaban los regimenes de facto “en defensa de la democracia” . Cualquier alteración de la institucionalidad democrática en Honduras, si la hubo, debió combatirse dentro de la democracia y utilizando la propia Carta Democrática Interamericana que prevé esas hipótesis “blandas” del golpismo.

La democracia como única expresión legítima del ejercicio del poder político, las libertades y el respeto a los derechos humanos jamás se deben supeditar a intereses ideológicos o económicos. La historia de los miles de latinoamericanos asesinados, desaparecidos y torturados en la década de los setenta, ha sido el producto macabro de subordinar la institucionalidad democrática y los valores permanentes de la libertad y la dignidad humana a las ideologías de “salvación” del orden y el statu quo.

La democracia es un bien jurídico protegido. Se defiende independientemente de la ideología u orientación política del gobierno afectado o del poder de facto instaurado. Ello explica la extensa coalición de países e intereses que a nivel regional y mundial han condenado el golpe y actúan para obtener la restitución del gobierno legítimo del presidente Zelaya. No obstante, las acciones adoptadas se han mostrado insuficientes. Luego del fracaso de la mediación del presidente Arias, es urgente la convocatoria de una reunión de cancilleres en la OEA, para decidir medidas de sanción y presión más eficaces al amparo de la Carta Democrática Interamericana.

La Carta es un instrumento efectivo. Legitima la acción de los estados, no la decide. Esta es competencia de los gobiernos. En ese ejercicio responsable, el gobierno peruano debe retirar de inmediato a su embajador en Tegucigalpa. Es inexplicable que hasta ahora no se haya adoptado esta decisión. Y la OEA debe decidir sanciones de mayor envergadura, incluidas la suspensión inmediata de las exportaciones e importaciones desde y hacia Honduras.

Fuente: Diario La Primera. Lunes 03 de agosto del 2009.

domingo, 2 de agosto de 2009

Pérdida de los glaciares y captación del agua para la agricultura en los Andes.

Perú puede aprovechar deglaciación para impulsar actividad agrícola.

Especialista propone reforestación masiva para captar agua.

Cusco, ago. 02 (ANDINA).- El investigador inglés Alex Chepstow-Lusty, del Instituto Francés de Estudios Andinos (IFEA), recomendó hoy que, frente a la inevitable pérdida de glaciares por efectos del calentamiento global, se necesita un programa de reforestación masiva para captar el agua que discurre de los andes y promover así la agricultura.
Se trata de una alternativa que puede ser aprovechada con el fin de mejorar la actividad agrícola en tiempos en que el calentamiento global parece tener un proceso irreversible no sólo en Perú sino en el mundo.

El especialista también sugirió la construcción de numerosos reservorios que podrían proporcionar agua a los sistemas de canales y sistemas agrícolas de andenes.

Recordó que el incremento de las temperaturas tuvo un efecto positivo en el desarrollo del imperio incaico, al promover la actividad agrícola con la captación del agua de los glaciares que se derritieron en aquella época.

Los incas ampliaron zonas agrícolas, desplazándose hacia las montañas para construir un gran sistema de andenes alimentado por el agua de los glaciares, así como la plantación de árboles para reducir la erosión y aumentar la fertilidad del suelo, manifestó.

Rediseñaron el paisaje y maximizaron su producción. Los excedentes de cultivos como maíz y papa provocaron un aumento de la población y el desarrollo en caminos y otras estructuras. La formación de un ejército favoreció la rápida expansión territorial. A su llegada, los españoles descubrieron almacenes con alimentos para los próximos diez años; es más, tales graneros permanecen hoy en Ollantaytambo, anotó.

Refirió que actualmente ya no se utilizan muchos de los sistemas de andenes incaicos, mientras que la mayoría de los sistemas de canales ha caído en desuso, lo cual conlleva a un paisaje deforestado con eucaliptos exóticos que absorben los recursos vitales como el agua.

Con una nueva era de calentamiento, el Perú de hoy es considerado como el tercer país más perjudicado por las consecuencias de la alteración de climas, cuyos glaciares están pronosticados a desaparecer en los próximos años, comentó.

“Son tiempos interesantes y lo que se necesita, quizá, son planes de gran escala que restauren y protejan los ecosistemas del pasado y del presente en el Perú, con el fin de prevenir situaciones lamentables”, culminó.

Fuente: Agencia Andina.

Ecuador y el proyecto del protectorado francés (1859-62)

Cuando Ecuador casi fue Francia

Dra Rosa Garibaldi *

A inicios de junio de 1861 llegó a Guayaquil Aimé Fabre, nuevo encargado de negocios de Francia. Para entonces ya había estallado el escándalo de “Las cartas de Trinité”. Tales cartas habían sido sustraídas de los archivos de la legación francesa en Guayaquil y publicadas en abril por la prensa guayaquileña. El 11 de mayo de ese mismo año, El Comercio de Lima revela el contenido de esas cartas.

A mediados de junio, Fabre arriba a Quito y es convocado por el presidente Gabriel García Moreno. El mandatario le manifestó estar muy desconcertado pues no había recibido respuesta del Gobierno Francés a las tres cartas en las que proponía convertir al Ecuador en un protectorado francés, en condiciones similares a las que existían entre Canadá y Gran Bretaña. García Moreno había presenciado la restauración política impuesta en Francia por Luis Napoleón, tras la revolución de 1848, con el consiguiente apogeo económico y de prestigio. Estaba convencido de que su patria podría seguir igual camino.

También con España

García Moreno había iniciado también conversaciones con el encargado de negocios de España para establecer un protectorado conjunto de Francia y España. Se arrepintió pronto pues la simple mención de España en la América Latina de esos años, destinaba cualquier proyecto al fracaso. Cesó abruptamente sus tratos con el diplomático español, y en 1859 inició conversaciones con Emile Trinité, el anterior encargado de negocios francés. Ecuador se encontraba en pleno conflicto con el Perú y desgarrado por la guerra civil entre el propio García Moreno, mandatario en Quito, y Guillermo Franco, gobernante en Guayaquil.

Fue por Fabre que García Moreno se enteró de que nadie en París conocía aquellas tres cartas a Trinité, muerto abruptamente antes de comunicar su contenido al Gobierno Francés. El historiador ecuatoriano Jorge Villacrés Moscoso sostiene que las cartas fueron sustraídas posteriormente de los archivos de la legación de Francia por Anton de Lapierre, canciller de la legación, y publicadas en El Comercio. Según Fabre, posiblemente participaron en dicho “robo”, el secretario de la legación de España y Manuel Corpancho, encargado de negocios del Perú.

Potencia “salvadora”

Al presentar Fabre sus credenciales ante el presidente García Moreno se abordó el tema del protectorado. Ahora se trataba de un proyecto más amplio puesto de que ya no se encontraba en la precaria situación de 1859, sino como mandatario de un país unido. Le dijo a Fabre que toda América Latina y, quizá toda América —teniendo en cuenta la guerra de secesión—, se encontraba en peligro. Solo una fuerte potencia europea podía detener esa tendencia, asentando una estabilidad política. Francia debía convertir al Ecuador en su base y desde allí extender su influencia. Con vehemencia, Fabre transmitió al canciller francés Antoine Edouard Thouvenel el pedido de García Moreno. En “cartas confidenciales” hizo una detallada descripción de la población, el clima y los recursos del Ecuador. Delineó los pasos requeridos para establecer un protectorado francés mediante un plebiscito, así como la ruta que deberían tomar las tropas francesas para llegar de Guayaquil a Quito. Dos mil soldados franceses, algunas naves y cañones, asegurarían el voto, libre de desórdenes o interferencia externa. Eso sí, advirtió que Gran Bretaña podría ser un serio obstáculo.

Informe al emperador

En setiembre de 1861, el canciller Thouvenel —frente a la voluminosa información enviada por Fabre— entregó a Napoleón III su famoso “Informe al emperador”. Allí señaló que de ser aceptada la propuesta, el presidente ecuatoriano convocaría a una Convención Nacional que, según él, votaría con entusiasmo por el pacto de unión con Francia.

Thouvenel destacó que la isla de Puná, a la entrada del río Guayas, sería un excelente punto de escala y abastecimiento para las naves francesas de guerra y de comercio en el Pacífico. Advirtió, sin embargo, que el presidente peruano Ramón Castilla no tendría escrúpulos para suministrar armas y dinero a todos los que quisieran combatir el proyecto de García Moreno.

Castilla furioso

En Lima, Castilla estaba irritado con García Moreno. La Asamblea Nacional del Ecuador, presidida por Juan José Flores, había declarado nulo con “insultos e imputaciones” el Tratado de Mapasingue. Dicho tratado, firmado el 25 de enero de 1860 con el gobierno de Franco en Guayaquil, reconocía la validez de la Real Cédula de 1802, que reincorporaba la Comandancia General de Maynas al Virreinato del Perú.

La búsqueda por García Moreno de un protectorado francés terminó de enfurecer a Castilla. El resultado fueron dos comunicaciones impactantes, enviadas el 24 de agosto de 1861. En nota dirigida al canciller Rafael Carvajal, el canciller peruano José Fabio Melgar le reprochó los intentos de García Moreno de convertir al Ecuador en un protectorado francés y “exigió explicaciones”. En circular dirigida a los cancilleres de todos los gobiernos hispanoamericanos, el peruano Melgar informó que había enviado al Ecuador una “franca interpelación” —cuya copia anexaba— por lo que consideraba una “traición a la América y un ataque directo al Perú”. Era obvio que Francia al integrar al Ecuador como colonia pretendería ejercer su dominio sobre todo el territorio, con los límites fronterizos que arbitrariamente se había dado el Ecuador. Melgar solicitó el apoyo de todos los gobiernos hispanoamericanos para defender la independencia ecuatoriana.

Interés por México

Inicialmente Napoleón III vaciló en adoptar un compromiso con García Moreno, dado que su escuadra en el Pacífico no era lo suficientemente fuerte para enfrentar un adversario como Gran Bretaña, por ejemplo. En febrero de 1862, una razón mucho más poderosa pesó sobre su ánimo: Francia había iniciado su intervención armada en México, empresa que absorbió todo su interés y culminó con la instalación del imperio francés en dicho país. Antes de que Fabre pudiera recopilar toda la información adicional que el canciller Thouvenel le había solicitado, llegó la orden del emperador francés de rehusar el ofrecimiento en términos evasivos y diplomáticos.

[*] Historiadora y diplomática. Profesora de la Escuela Diplomática Peruana.

Fuente: Diario El Comercio (Perú). Domingo 02 de agosto del 2009.