domingo, 10 de julio de 2011

El Fascismo europeo. Franco y el fascismo español.

El Fascismo

Por: Juan Pedro Amorós (Historiador español)

Les diré que España en 1936, fecha del golpe de estado que dio lugar a la guerra civil, era un país dual. Es decir, un país que estaba en sus primeras fases de desarrollo importante y tenía dentro de sus fronteras zonas de diferente nivel de desarrollo socio-económico.

Si admitimos que el fascismo es un movimiento político totalitario que busca ese hombre nuevo ( ), sometido desde los mismos cimientos de su vida más privada, vemos que es un sistema propio de países de cierto nivel de desarrollo industrial. Entiendo por fascismo la crisis del liberalismo decimonónico, es decir, el miedo de los antaño liberales burgueses que tenían controlada la situación: control del movimiento obrero sin apenas derechos, el orden público sujeto y, un optimismo en el futuro. Ese optimismo se acaba al acabar la Primera Guerra Mundial. Entre 1914 y 1919 irrumpen las masas en la escena social y el burgués se echa a temblar. Por su parte los mecanismos del capitalismo manchesteriano y su famosa “mano invisible correctora de los abusos del mercado” entran en crisis fuerte.

Esa crisis afecta a todo occidente desarrollado de entonces. Lo que ocurrió es que los países con tradición más democrática pudieron capear mejor el temporal. La solución era más democracia (socialdemocracia) y keynesianismo económico (welfare state). Por ello, Francia, Gran Bretaña y USA apenas sufrieron la crisis y el fascismo no asustó en esos países.

Por el contrario, los países recién formados y con problemas nacionales, en una época en plena tensión racial ( ) fueron muy afectados, además de ser países que habían perdido la guerra (Alemania, Austria), o países frustrados por no haber visto mejores fronteras (Italia). En estos casos el nacionalismo es fundamental.

Los países mediterráneos del sur, mayoritariamente preindustriales apenas tuvieron fascismo y sí autoritarismo pleno, en el que no se intenta convencer, sino que se impone de cualquier forma, por la “manu militari”. Los campesinos sin tierra, embrutecidos por niveles de vida cuasi feudales de los latifundios del sur español, italiano o griego o portugués eran, simplemente, fusilados sin más. Si se lee la historia de la Italia de la II Guerra Mundial, el sur liberado desde 1943, era monárquico, pero el norte industrial y desarrollado, era plenamente fascista, con la terrible República de Salo, mussoliniana.

El autoritarismo es diferente por ello. No llega al nivel del fascismo, que inventa un lenguaje pseudomoderno, puesto que se las ve con el campesinado atrasado.

Vayamos al caso español que ahora nos ocupa. Si se ha leído algo de este país, se verá que había en esos años una sociedad urbana en ciudades como Madrid o Barcelona, plenamente moderna, con amplia clase media secundaria y terciara, clases medias asustadas y fácilmente adictas al discurso simplista aunque maquillado del fascismo. En el sur, en regiones como Andalucía o Extremadura, el nivel de vida apenas difería mucho del siglo XVI. Un campesino extremeño de Trujillo apenas había cambiado su nivel de vida respecto a sus antepasados conquistadores. La oligarquía solo se preocupaba de mantener sus fincas, casi señoríos feudales.

Vayamos ahora al franquismo. ¿Era un régimen fascista? o ¿era autoritario? Tras la derrota de 1945 el fascismo quedó al descubierto. Por ello muchos prefieren decir autoritarismo, que es menos impresentable ante la opinión pública. En el franquismo estaban ministros y tendencias autoritarias y tendencias fascistas.

Si se lee algo de aquella terrible guerra, se verá que en el sur fue muy violenta, una lucha de clases pura y dura, una guerra de aniquilamiento a las bravas. En las ciudades, también fue muy violenta pero los objetivos fueron muy diferentes.

Tras la guerra, el franquismo aniquiló cualquier oposición con exterminio brutal. Una escuela de historiadores profesionales españoles y de hispanistas anglosajones, está desvelando este tinglado y concluyen que Franco masacró y aniquiló lo que pudo, incluso mucho más en proporción que Hitler. Lo que ocurrió es que apenas tenía métodos, dado lo prehistórico del país. No tuvo gas ciclón como en Austwicht o en Dachau, pero sí hubo terribles matanzas en campos de exterminio españoles, imitación castiza de aquellos alemanes.

Si se viese los discursos de los pseudointelectuales del régimen apenas hay un discurso elaborado como los diabólicos de Goebbels u otros. Franco era un inculto, un militar mediocre y anticuado, un castizo español (sin ni siquiera bachillerato) que nada tenía que ver con el nivel medio de sus colegas italoalemanes. Hitler tenía ciertos estudios artísticos de la vanguardia vienesa de los años veinte, y Mussolini era maestro.

Intentó Franco imponer un sistema totalitario de economía cerrada nacionalista en unos años en que el sistema económico nuevo, de Bretton Woods o de librecambismo del FMI, impedía el desarrollo de esas economías autárquicas. El resultado fue un país aislado y subdesarrollado más próximo al modelo tercermundista que al de país desarrollado occidental.

En los años 60 la sociedad cambió con el liberalismo económico, similar al resto de países subdesarrollados de la orilla norte mediterráneo (Grecia, sur de Italia, Portugal) y se llegó a dar el salto irreversible al desarrollo. Por ello, en 1975 la sociedad española ya era una sociedad de clases medias con un régimen dictatorial que solo esperaba la muerte de su creador para librarse de él. El régimen era un cascarón que se cae definitivamente.

Mi pensamiento es que intentó ser fascista, pero no pudo serlo, pues tuvo que coincidir con el final de aquellos países que lo crearon.

Entonces si hoy hace ya más de medio siglo de aquello ¿no haya fascismo? Claro que sí. Por ejemplo creo que el modelo perfecto era el Chile pinochetista o la Argentina de los generales Videla o Galtieri.

(1) Lo de hombre nuevo es una mentira. En realidad el fascismo es el intento del viejo mundo de conservar sus privilegios. Las grandes burguesías nacionales alzaron a estos regímenes para que les defendiese de la amenaza de las masas y del sistema que decía ampararlas: el bolchevismo de aquellas épocas. También, como el caso español, los anarquistas. El fascismo tiene un elaborado discurso populista, pseudomoderno y medidamente anticapitalista, para poder atraerse a las masas desheredadas sin ideología de clase. El fascismo era el tradicionalismo maquillado, puesto al día o actualizado en aquellos años del primer tercio del siglo XX.


(2) Lo de tensión racial era una bobada, pues en aquella época no había aún una sociedad multirracial como hoy en Europa occidental. Los judíos eran el elemento diferente. ¿Qué hubiera pasado si viesen hoy el mosaico de razas y culturas por sus calles?

Fecha: Julio del 2011.
 
Recomendados:
 
Concepto de Fascismo. Distinción entre Autocracias y regímenes fascistas. El fenómeno del totalitarismo, y las ideologías fascistas.
 
Fascismo Europeo. Prats, Historia del Mundo Contemporáneo, Edit. Anaya, Madrid 1996. p. 90.

1 comentario:

Juan dijo...

Bueno Eddy, pues muchas gracias por exponer este resumen del fascismo y el autoritarismo.
Saludos.