domingo, 23 de enero de 2011

Pedro Paulet y el origen de los cohetes de combustible líquido. Verdadera Historia de la Astronáutica Mundial y la deuda con Paulet.

1969: EL AÑO DE PAULET

Por: Álvaro Mejía S. Miembro Correspondiente del Instituto de Estudios Aeroespaciales de la FAP

Julio, 1969. Los astronautas del Apolo XI pisaban la Luna. El mundo contemplaba maravillado la televisión. Un pequeño paso para el Hombre, un gran salto para la Humanidad. Pero ganar la carrera espa¬cial exigía afianzar la idea de que la cohetería espacial nació en EEUU.

Octubre, 1969. Frederick Ordway III, historiador de la NASA y agente de la CIA, presentó en un congreso astronáutico una investigación en la que probaba –en apariencia- que el peruano Pedro Paulet no inventó los cohetes de combustible líquido, cuyos principios permitieron la conquista de la Luna. Buscaba imponer como pionero absoluto al norteamericano Robert Goddard.

Pero de esa manera, Ordway no sólo desacreditaba a Paulet, sino a los científicos alemanes de entre guerras a los que transmitió sus conocimientos. El motivo de fondo: encubrir el pasado nazi de Wernher Von Braun, artífice del Apolo XI. Era parte de los efectos de la Guerra Fría. Ante tal campaña de desinformación, en 1960, el alemán Alfred Fritz advirtió: “Sólo en Alemania hubo un asombroso desarrollo en el campo de la cohetería espacial a partir del documento de Oberth”. Aludía al libro “Los cohetes hacia el espacio inter-planetario” (1923), donde Hermann Oberth probaba -en teoría- que los motores de combustible líquido harían posible los viajes espaciales.

Goddard lanzó un cohete de ese tipo en 1926. Se esparció el rumor de que sus estudios llegaron por medio de espías a los científicos de la Sociedad Astronáutica Alemana (VfR, sus siglas en alemán), en la que se formó Von Braun. Pero esa versión ya fue descartada. Eso sí, ciertos componentes de los inventos de Goddard coincidieron con los que empleó el alemán en el Apolo XI, teniendo que pagar por los derechos de patente en EEUU.

Hay quienes sostienen que Von Braun siguió los estudios del austriaco Max Valier. Al respecto, Fritz escribió: “El mérito inobjetable de haber iniciado esto se atribuye a Max Valier”. Le faltó contar de qué manera Paulet intervino en este episodio. Trataremos de explicarlo.

Oberth fue el mentor de Von Braun. Por su lado, Valier fue el constructor del primer motor de combustible líquido germano en 1930. Oberth y Valier fundaron la VfR en julio de 1927. Su objetivo era poner en práctica las demostraciones teóricas de Oberth y construir el motor de combustible líquido ansiado. No contaban con que tres meses después, Paulet publicaría en el diario peruano El Comercio, su invento de una nave espacial, el Avión Torpedo, con motores de combustible líquido, que había concebido tres décadas atrás.

En 1928, Paulet llegó a Berlín y tomó contacto con la VfR -a la que Von Braun pertenecería desde el año siguiente-. Ese año, Valier acabó reconociendo que el peruano había probado que “es posible, usando combustibles líquidos, construir un motor cohete que logre una combustión de horas”. Similar recono¬cimiento hicieron el ruso A.B. Scherschevsky, miembro también de la VfR, así como la revista Die Rakete, boletín de la misma sociedad.

Los alemanes empezaron a experimentar con los es¬tudios del peruano. La revista francesa Science et Vie, por ejemplo, afirmó en 1931 que Oberth y el industrial automovilístico Opel intentaron fabricar un motor como el suyo. En 1932, usando los mismos principios, Von Braun empezó a fabricar los misiles V2, que asolarían Europa en la Segunda Guerra Mundial.

Ordway obvió todo eso en su investigación. También que, en 1947, dos años después de la muerte de Paulet y de Goddard, el norteamericano James Wyld, tras revisar la literatura al respecto, escribió: “El dispositivo de Paulet parece haber sido el ejemplo más temprano del así llamado motor cohete bipropelente, en el cual el oxidante y el combustible de hidrocarburo están en tanques separados y se mezclan solamente en la cámara de combustión. Su uso del peróxido de nitrógeno como oxidante también presagió ciertos propulsores modernos tales como ácido nítrico, y la disposición de su banco de prueba era absolutamente similar a los tipos usados en años posteriores”. Eso, sin contar que después de la Segunda Guerra Mundial, la fábrica Diesel aplicó el peróxido de nitrógeno en motores que funcionarían incluso debajo del agua.

En los años 1950, la campaña de desinformación se intensificó. Así, el alemán Willy Ley –ex miembro de la VfR y residente para entonces en EEUU- escribía que su amigo Hermann Oberth había inventado el motor de Paulet en 1929. Para ello, no le importó afir¬mar que Valier no sabía nada de cohetería espacial. Ni ocultar su racismo para ridiculizar a Scherschevsky. La Historia, sin embargo, es capaz de revanchas. En 2004, Hans Barth, un respetado biógrafo de Oberth, halló los planos del motor que pretendió construir éste en los archivos del Ejército Rojo. De esa manera, estableció que Scherschevsky era espía y que gracias a él esos planos estaban ahí. Pero, ¿no eran los planos de Paulet?

¿Cuál era entonces la tesis que sostuvo Ordway en 1969? Que, salvo la palabra de Paulet, no había pruebas de que hubiese inventado el motor de combustible líquido a fines del siglo XIX. En este caso, soslayó los planos del Avión Torpedo, fechados en 1902. A lo cual podemos añadir la afirmación del reconocido científico Hans Thirring en 1935 y que dudamos que Ordway ignorase: “El primer motor-cohete de esta especie surgió en Perú entre los años 1895 y 1897. Los trabajos se llevaron a cabo en la mayor reserva; sólo en 1905 se publicó algo por primera vez en el periódico de Lima, El Comercio. El constructor, un ingeniero llamado Pedro Paulet”.

Por esa razón, no sorprende que días después del evento, el Presidente de la Agrupación Astronáutica Española, Pedro Mateu Sancho, escribiese: “Creo que es muy importante para todos los que se ocupan de la historia de la Astronáutica, que pronto formarán legión, el saber a ciencia cierta si Paulet realizó o no estas experiencias. Particularmente llevo un año estudiando documentación sobre este tema y me cuesta ser tan negativamente tajante como Ordway”.

Muchos historiadores en el mundo se han hecho eco de lo establecido por Ordway en 1969. Toca a los investigadores peruanos sistematizar una vasta documentación para hacer que el nombre de Paulet brille en la Luna, como ya lo hace el de Max Valier, por ejemplo. En esa labor estamos inmersos.

Datos:

Wenher von Braun (1812-1977) empleó los estudios de Paulet (1874 – 1945) en los misiles V2. Al final de la Segunda Guerra Mundial, negoció su rendición con los EEUU para evitar ir prisionero a la URSS. En 1958, tras un intenso debate en¬tre las autoridades norteamericanas, le encargaron dirigir la NASA. Durante esa época, fue asesor de los programas cientí¬ficos televisivos del afamado productor Walt Disney. En 1966, hizo una mención a Paulet en Historia Mundial de la Astronáutica, libro coescrito con Ordway. En ediciones posteriores, la mención se fue reduciendo de manera extraña. Ordway era una persona tan influyente que asesoró al cineasta Stanley Kubrick en 2001: Odisea del Espacio, filme de gran influencia en el género de ciencia ficción. Está vivo todavía.

Álvaro Mejía S.
Miembro Correspondiente del Instituto de Estudios Históricos de la FAP. Vicepresidente de la ONG Círculo de Arena. En setiembre próximo, disertará sobre Paulet en el 61° Congreso Astronáutico Internacional en Praga.

Fuente: Revista Actualidad Espacial. Agosto 2010, N°002.

Recomendado:

El diplomático peruano Pedro Paulet, pionero de la astronáutica mundial.

Mundo Paulet (Blog de Álvaro Mejía).

5 comentarios:

Alvaro Mejía dijo...

Estimado Eddy
Gracias por difundir mi artículo. El Perú tiene, como has puesto, una deuda con Paulet. ¿Qué estamos haciendo para saldarla? Al final del texto, indico que los historiadores internacionales se han hecho eco de lo expuesto erróneamente por Ordway. Ese eco pareciera haber llegado a nuestras escuelas. Espero que eso cambie. Es en las escuelas peruanas el primer lugar donde deberían comenzar a cambiar las cosas. Espero que estemos a la altura del desafío. Este año se celebran los 50 años del vuelo de Yuri Gagarin. Se le ha llamado el año de Gagarin (http://50gagarin.wordpress.com/). Deberá llegar el momento en que celebremos el año de Paulet.
Un saludo cordial

Eddy Romero Meza dijo...

Gracias por tu excelente contribución al conocimiento de Pedro Paulet, pues así podemos ubicar el sitial que ocupa en la historia de la Astronáutica. Sin duda la escuela y los medios de comunicación, son los espacios clave para lograr el reconocimiento que merece este notable hombre de ciencia. El Perú debe honrar la memoria de Paulet, a través de la divulgación de su magnífica obra, y explicar cómo esta antecedió a otros importantes investigadores. Tal vez así, reconozcamos lo mucho que podemos ofrecer (y de hecho hemos ofrecido) al mundo del conocimiento.

Saludos amigo Álvaro!

SAID dijo...

Muy interesante , saber que un peruano fue un excelente cientifico y pionero en la era de la astronautica, es muy necesario recordarlo y difundirlo en nuestros centros educativos de todo nivel, afin de valorar su noble trabajo de Paulet y seguir con ese ejemplo que Si podemos...

Saludos

SQH

Juan Carlos Villarreal E. dijo...

Gracias por el articulo es bueno conocer más a aquellos seres humanos que existieron y cuya vida trasciende a través del tiempo, me pregunto cuántos Pedros Paulets habrán en muchos lugares del Perú y es, en nuestro tiempo, en el que se nos presenta la oportunidad de hacer algo para que esos jóvenes escondidos tengan la oportunidad de mostrar al mundo que son seres humanos de bien y progreso para la humanidad

Eddy Romero Meza dijo...

Gracias por sus excelentes comentarios. Los invito a conocer y difundir más a Pedro Paulet, través del excelente portal que trabaja nuestro amigo, Álvaro Mejía: http://mundopaulet.blogspot.com/ , actualmente nuestro mayor conocedor y promotor de este interesante tema de historia y ciencia.

Saludos!