domingo, 19 de abril de 2009

Chechenia, historia del presente.

Imagen: Sabuco.com

Chechenia, una década después

Carlos Novoa (Periodista)

El nombre de Chechenia se hizo famoso en el mundo desde 1999, cuando Rusia lanzó una sangrienta ofensiva para acabar con el régimen separatista.

Esta semana el Gobierno Ruso anunció el fin de las operaciones en Chechenia y empezó el retiro de los 20.000 soldados que se encontraban en esta región del norte del Cáucaso. Punto final de un capítulo trágico en la historia rusa.

Desde el punto de vista cuantitativo, esta república es apenas una más de las 89 que forman la Federación Rusa. Con 1’200.000 habitantes —en su mayoría musulmanes— frente a los 170 millones de rusos, Chechenia representaba un lugar estratégico para Moscú, por la existencia de petróleo en la región.

Sin embargo, la principal preocupación de los rusos con respecto a Chechenia, era el peligro de multiplicar un efecto separatista en otras repúblicas rusas.

En 1991 los chechenos declararon unilateralmente su independencia en la capital, Grozny, sin la aceptación de Moscú.

Los rusos solo intervinieron en el Cáucaso tres años después, cuando la desintegración de la Unión Soviética ya era un hecho. La primera guerra fue entre 1994 y 1996 y la segunda empezó en 1999, cuando las tropas rusas impusieron un régimen durísimo en contra de los separatistas, a quienes derrotaron militarmente. Años después, con Rusia dominando territorio checheno, aparecen los rebeldes para cometer una serie de atentados terroristas en diversas partes de Rusia.

Los sucesivos presidentes chechenos, avalados por Rusia, impusieron mano dura para controlar los brotes rebeldes, lo que obliga a miles de personas a huir de la región.

Casi sin oposición y aprovechando las lucrativas ganancias del petróleo y el gas, el régimen checheno reconstruyó rápidamente la república. Hoy es difícil encontrar vestigios de destrucción, luego de un sangriento conflicto que dejó unos cien mil muertos desde 1994.

El actual mandatario, Rasman Kadyrov — de 32 años e hijo del presidente Akhmad Kadyrov, asesinado en 1994— es considerado un déspota que ha estabilizado a esta república rusa.

Chechenia estuvo considerada en la lista de lugares más afectados por guerras, como Palestina, Iraq o Afganistán.

Hoy el conflicto es parte del pasado, pero para que la expectativa de desarrollo sea completa, se deben dar cuenta de supuestas violaciones de derechos humanos.

La periodista Anna Politkovs- kaya, asesinada el 2006 tras denunciar los abusos rusos, había criticado a Kadyrov como el “hombre de la guerra y el terrorismo”. Hasta ahora, defensores de los derechos humanos acusan al presidente checheno de estar implicado en asesinatos, torturas y secuestros. Cuando se aclaren estos hechos, recién se podrá pensar en una Chechenia en paz.

Fuente: Diario El Comercio. Domingo 19 de abril del 2009.

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