domingo, 13 de noviembre de 2011

Mariquita Sánchez y la historia argentina. Graciela Batticuore y el libro “Mariquita Sánchez. Bajo el signo de la revolución”.

Revolucionaria Argentina

La escritora Mariquita Sánchez (1786-1868) influyó con su pensamiento moderno en la independencia de su país.

Por: Diana Gonzales Obando

Una de las versiones más difundidas sobre la primera vez que se entonó el himno nacional argentino es protagonizada por Mariquita Sánchez (1786-1868), personaje emblemático de los orígenes de la República argentina, transmisora de los ideales franceses de fines del siglo XVIII y anfitriona de tertulias en el XIX. La escena fue pintada por el artista chileno Pedro Subercaseaux y en ella se puede admirar el acto de la mujer cantora, Mariquita Sánchez, simbolizando fervorosa el gran paso hacia la República. Además, la presencia en el óleo de destacados personajes como Bernardo de Monteagudo y el general don José de San Martín –quien posteriormente liberaría el Perú–, así como de poetas, intelectuales, hombres y mujeres rodeados de instrumentos musicales y de un exquisito ambiente ornamental dan cuenta de la importancia de las reuniones convocadas por Mariquita en su casa, a puertas abiertas.

PERSEGUIDA POR ROSAS

“En el interior de un salón ricamente ataviado con espejos, una fina lámpara a velas cuelga del techo y otras similares penden de las paredes e iluminan tenuemente el espacio en el que convergen un conjunto de hombres y mujeres”, así describe la distribución de la pintura de Subercaseaux Graciela Batticuore en su libro “Mariquita Sánchez. Bajo el signo de la revolución” (2011). Con ella conversamos sobre las verdaderas dimensiones de aquella mujer revolucionaria con participación directa y activa, antes y después, de la gesta independentista de mayo. “Ella interviene en tres momentos de la historia argentina”, nos comenta Batticuore, refiriéndose en un primer momento a la época de la revolución de 1810. Posteriormente, Sánchez sería elegida por el ministro B. Rivadavia presidenta de la Sociedad de la Beneficencia Pública. Un tercer momento la llevaría incluso fuera de su territorio tras el exilio. Junto con una gran cantidad de personajes, como los escritores Domingo Sarmiento, autor de “Facundo”, y Esteban Echeverría, quien escribió “La cautiva”, llegó a Montevideo tras las persecuciones del Juan Manuel de Rosas, el dictador. Para Batticuore, esta última “es una época que nos permite acercarnos bastante a ella porque escribe gran cantidad de cartas, por sus muchos contactos, especialmente con la elite letrada de la época”. Es en la aristocracia argentina en la que destacó como anfitriona de tertulias.

MUJER MODERNA

En el espacio de las veladas literarias se creó la posibilidad de intervención creativa y política de las mujeres del XIX. Desde el salón y la tertulia, las mujeres también tenían una opinión válida en una época en que se cuestionaba el verdadero valor o utilidad de la educación femenina. El pensamiento moderno de Sánchez, con miras a la revolución, encontró interlocutores en sus pares masculinos vinculados con la política. “Fue muy crítica con la vida de la época colonial, porque tenía un norte, que era lo que trajo consigo la revolución: libertad y la posibilidad de educar al pueblo y a las mujeres. Asocia el pasado virreinal con el atraso y la ignorancia, la dependencia de España la ve nefasta”, nos comenta G. Batticuore. Su intervención en la literatura se hace a través de cartas, poemas y una memoria del Buenos Aires virreinal al final de su vida. Tuvo un público masculino y femenino pendiente de sus relatos, que conversan con ella sobre literatura, política y cultura. Su obra será conocida casi un siglo después de su muerte.

Fuente:Diario El Comercio, suplemento "El Dominical" (Perú). 13 de Noviembre del 2011.

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