CGTP: 80 años de lealtad
Fuente: Diario La Primera. Jueves 14 de mayo del 2009.
César Lévano (Periodista)
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
Hace 80 años, el 17 de mayo de 1929, quedó fundada, bajo el impulso y la orientación de José Carlos Mariátegui, la Confederación General de Trabajadores del Perú.
Ese hecho histórico no fue producto de una improvisación. Apenas llegado de Europa, Mariátegui se había propuesto crear una central obrera, así como un diario de orientación socialista.
Nació la CGTP en días tempestuosos. El régimen de Augusto B. Leguía acentuaba su carácter represivo y su política servil frente a Estados Unidos, que se traducía no sólo en la entrega de los recursos naturales, sino también en la política de préstamos, que implicaban corrupción.
Además, el 29 de octubre, el “jueves negro”, de 1929 se produjo el crash de la Bolsa de Nueva York, signo precursor de una quiebra planetaria del capitalismo.
En ese momento, Mariátegui escribió a Moisés Arroyo Posadas una carta en la que pedía que se advirtiera a los mineros no precipitarse a una lucha que podía convenir a la Cerro de Pasco Corporation, el monopolio minero del Centro.
La crisis mundial causó el desplome de las exportaciones de la Cerro, y ésta descargó, en efecto, el peso de la crisis sobre los trabajadores: despidió a ocho mil (de un total de 13 mil).
En agosto de 1930, Leguía fue derrocado por el comandante Luis M. Sánchez Cerro. Ya en Palacio, el militar reveló su entraña fascista.
Es esa etapa, el movimiento obrero, antes guiado por Mariátegui, padeció una dirección oportunista de izquierda, encabezada por Eudocio Ravines, quien llegó a gritar que el vigoroso movimiento minero podía conducir a la instauración de los soviets en el Perú.
El 12 de octubre de 1930 se produjo, por instigación de la Cerro, la masacre de Malpaso, en las afueras de La Oroya. La soldadesca mató a 23 mineros.
La dictadura de Sánchez Cerro desató una represión masiva. La CGTP fue declarada ilegal.
Una persecución brutal afectó a comunistas y apristas, y a todo el movimiento popular.
En días del gobierno del General Juan Velasco Alvarado, se produjo la refundación de la CGTP. A partir de entonces, atravesando crisis y pugnas internas, se ha afirmado como un firme baluarte de la lucha por la democracia y el cambio social, por los derechos del pueblo (no sólo de los proletarios) y del país, frente al entreguismo de los regímenes neoliberales.
La CGTP se ha fogueado en duras pruebas, como ocurrió bajo el régimen de Morales Bermúdez, que, dolido por el gran paro de 1977, hizo despedir a cinco mil dirigentes sindicales, la mayoría miembros de la CGTP. Otro golpe fue el asesinato, el 18 de diciembre de 1992, de Pedro Huilca, crimen anunciado y ordenado por Alberto Fujimori.
Pero la Central de Mariátegui sigue firme, con sus banderas de clase y de patria en alto. Hoy, a las 10:30 a.m., en el Hotel Riviera, celebra sus 80 años de lucha.
Hace 80 años, el 17 de mayo de 1929, quedó fundada, bajo el impulso y la orientación de José Carlos Mariátegui, la Confederación General de Trabajadores del Perú.
Ese hecho histórico no fue producto de una improvisación. Apenas llegado de Europa, Mariátegui se había propuesto crear una central obrera, así como un diario de orientación socialista.
Nació la CGTP en días tempestuosos. El régimen de Augusto B. Leguía acentuaba su carácter represivo y su política servil frente a Estados Unidos, que se traducía no sólo en la entrega de los recursos naturales, sino también en la política de préstamos, que implicaban corrupción.
Además, el 29 de octubre, el “jueves negro”, de 1929 se produjo el crash de la Bolsa de Nueva York, signo precursor de una quiebra planetaria del capitalismo.
En ese momento, Mariátegui escribió a Moisés Arroyo Posadas una carta en la que pedía que se advirtiera a los mineros no precipitarse a una lucha que podía convenir a la Cerro de Pasco Corporation, el monopolio minero del Centro.
La crisis mundial causó el desplome de las exportaciones de la Cerro, y ésta descargó, en efecto, el peso de la crisis sobre los trabajadores: despidió a ocho mil (de un total de 13 mil).
En agosto de 1930, Leguía fue derrocado por el comandante Luis M. Sánchez Cerro. Ya en Palacio, el militar reveló su entraña fascista.
Es esa etapa, el movimiento obrero, antes guiado por Mariátegui, padeció una dirección oportunista de izquierda, encabezada por Eudocio Ravines, quien llegó a gritar que el vigoroso movimiento minero podía conducir a la instauración de los soviets en el Perú.
El 12 de octubre de 1930 se produjo, por instigación de la Cerro, la masacre de Malpaso, en las afueras de La Oroya. La soldadesca mató a 23 mineros.
La dictadura de Sánchez Cerro desató una represión masiva. La CGTP fue declarada ilegal.
Una persecución brutal afectó a comunistas y apristas, y a todo el movimiento popular.
En días del gobierno del General Juan Velasco Alvarado, se produjo la refundación de la CGTP. A partir de entonces, atravesando crisis y pugnas internas, se ha afirmado como un firme baluarte de la lucha por la democracia y el cambio social, por los derechos del pueblo (no sólo de los proletarios) y del país, frente al entreguismo de los regímenes neoliberales.
La CGTP se ha fogueado en duras pruebas, como ocurrió bajo el régimen de Morales Bermúdez, que, dolido por el gran paro de 1977, hizo despedir a cinco mil dirigentes sindicales, la mayoría miembros de la CGTP. Otro golpe fue el asesinato, el 18 de diciembre de 1992, de Pedro Huilca, crimen anunciado y ordenado por Alberto Fujimori.
Pero la Central de Mariátegui sigue firme, con sus banderas de clase y de patria en alto. Hoy, a las 10:30 a.m., en el Hotel Riviera, celebra sus 80 años de lucha.
Fuente: Diario La Primera. Jueves 14 de mayo del 2009.
Interesante entrada para acercarme a la figura de Mariátegui, que me ha parecido muy digna, y al sindicalismo peruano en general, del que no se nada. La crisis de 1929 fue el inicio de la caída de Latinoamérica en general: crisis económicas crónicas, dictaduras militares sanguinarias, etc, etc.
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