Oídos a la sombra del poder
Los escándalos de interceptación ilegal de las conversaciones en el Perú y Colombia dan motivo para revisar los casos cruciales de un delito tecnológico que es mundial y vasto
Miguel Cárdenas (Periodista)
Antes del Caso Watergate, la primera novela político-policial que capturó el tema —que hoy es global— fue “Las cintas de Anderson”. Su autor, Lawrence Sanders, escribió en una ficción naturalista —distinta al utopismo de El Gran Hermano de Orwell— sobre “los usos y abusos del equipo de vigilancia electrónica por parte de organismos públicos y privados”.
“The New York Times” publicó en 1970 que el libro era “la anticipación temible de un futuro que ya está aquí” y, dos años después, se develaba el mayor escándalo mediático en la historia de Estados Unidos: el espionaje electrónico que efectuó el comité de reelección de Richard Nixon en la oficina del Comité Demócrata Nacional.
La manía política de Nixon por grabar las conversaciones causó mayor conmoción cuando se descubrió que también intervino las líneas de su propio despacho desde 1971. Y el estrépito que suscitaron las cintas con las escuchas ilegales motivó su renuncia —luego de que obstruyera las investigaciones y usara a la CIA y el FBI con fines políticos, como lo acusó la Corte Suprema— el 8 de agosto de 1974, antes de terminar su mandato. En la reciente película “El desafío: Frost contra Nixon” se escenifica su “inconfesable confesión”: “Cuando el presidente lo hace eso significa que no es ilegal”.
La potencia mundial volvió a ser un referente de la intervención desmedida de las comunicaciones luego de los atentados del 11 de setiembre del 2001 cuando la Agencia de Seguridad Nacional, a la oscuridad de la Ley Patriótica, se permitió efectuar espionaje sobre las comunicaciones sin orden judicial. Tanta fue la corajina de su sociedad civil por sus derechos básicos que el 17 de enero del 2007 el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció que la Casa Blanca retiraría ese sistema de escuchas.
OÍDOS QUE SÍ VEN
“Chuponeo”, “chuzada”, “pinchazo”: alguna interpretación freudiana a las denominaciones populares hispanoamericanas de ese delito habrá. La quincena de febrero de este año, en México, ocurrió otro escándalo cuando se dio a conocer una grabación telefónica en la que el actual ministro de Comunicaciones y Transporte, Luis Téllez, denostaba del ex presidente Carlos Salinas de Gortari porque “se robó la mitad de la cuenta secreta”. El tema está tan en boga que este 24 de febrero la Corte Suprema de Argentina derogó la ley espía que obligaba a las empresas a intervenir las comunicaciones telefónicas —y guardarlas durante diez años— para que estén a disposición de una dirección de la Secretaría de Inteligencia (SIDE). Pero esta, según la corte, actuaba “bajo la órbita del poder político”.
El año pasado Lula guillotinó la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN). Azorado por la publicación de conversaciones políticas grabadas subrepticiamente, el presidente brasileño expulsó al jefe de la ABIN, Paulo Lacerda. Habían sido “chuponeados” el titular del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes; el presidente del Senado, Garibaldi Alves; la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff; y el ministro de Relaciones Institucionales, José Mucio. A fines de noviembre del 2008, Hugo Chávez ordenó la expulsión del cónsul general de Colombia en Maracaibo, Carlos Galvis, cuando en el programa televisivo “Los Papeles de Mandinga” se difundieron conversaciones telefónicas en las cuales Galvis se “entusiasmaba” con unas victorias electorales de la oposición. Luego en la televisión chavista han aparecido conversaciones de militares y gobernadores adversos. De acuerdo con el diario británico “The Guardian”: “La información se cree es interceptada por el servicio de inteligencia apoyado por los cubanos”.
Pero en el nuevo siglo los casos más resaltantes han sucedido en los países desarrollados. En marzo del 2007 se arrestó a 21 personas, entre ellas el ex jefe de seguridad de la telefónica italiana Telecom, Giuliano Tavaroli, y a su socio Fabio Ghino —quien formó un grupo que espiaba a la competencia—; al directivo del conglomerado Pirelli, Pierguido Iezzi; a un ex espía de la CIA y a agentes de servicios secretos italianos implicados en el mayor circuito jamás descubierto de escuchas clandestinas, que funcionaba desde 1977. Más de cien mil personas (entre ellos, empresarios, banqueros y jugadores de fútbol) fueron espiadas y el suceso produjo un inusual consenso entre la derecha y la izquierda para que se apruebe una ley que garantiza la privacidad de sus ciudadanos.
TELEFONÍA GLOBAL
España vivió también su batahola “chuponeadora”. Era el gobierno socialista de Felipe González, en 1995, cuando se reveló que el Cesid (Centro Superior de Información de la Defensa) grabó ilegalmente conversaciones a políticos, periodistas, empresarios e incluso hasta al propio rey.
La indignación fue una Medusa en Grecia en el 2006. Durante el año de los Juegos Olímpicos de Atenas se intervinieron los celulares de más de 100 personas, entre las que estaban el primer ministro, políticos, periodistas y activistas. Un año después la Autoridad Helénica para la Seguridad y Privacidad de la Comunicación y la Información (ADAE) multó a la filial de Ericsson en su país con 7,36 millones de euros por permitir esas escuchas.
Según el internacionalista Fabián Novak, tanto si se trata de privados como de un servicio de inteligencia a la sombra —o sobre todo, en combinación—: “Es una práctica hoy supercomún que busca los dos secretos más deseados: industriales y de seguridad nacional, porque ambos son lucrativos. En muchos casos se utiliza de forma legítima, para el combate contra el terrorismo y los narcotraficantes. El punto es que no solo debes tener una regulación normativa sino una labor de fiscalización mundial”.
Para el especialista en tecnologías de la comunicación de la PUCP, Eduardo Villanueva, la vocación de escucha siempre ha existido, pero ahora el tema es apremiante: “Durante la Guerra Fría existía el Echelon, el sistema de escucha manejado por el combinado de EE.UU., Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, para espiar por todo el mundo… A comienzos de la década del noventa se reveló que en Suiza se había llegado a tener un archivo de la cuarta parte de la población a partir de escuchas. Ahora acabo de oír en la BBC que Deutsche Bahn, el operador de trenes de Alemania, espiaba a sus empleados así”.
¿Se trata entonces de un tema oscuramente central de la globalización? “La protección a la intimidad es el tema crítico de hoy, porque la información de cualquiera puede ser rastreada por Internet. La solución extrema es tener teléfonos encriptados; pero así como nos entusiasmamos con tratados de libre comercio también debería haber tratados que protejan a los individuos a través de los países, porque sí, ya es un tema global”.
CRONOLOGÍA
Los escándalos de interceptación ilegal de las conversaciones en el Perú y Colombia dan motivo para revisar los casos cruciales de un delito tecnológico que es mundial y vasto
Miguel Cárdenas (Periodista)
Antes del Caso Watergate, la primera novela político-policial que capturó el tema —que hoy es global— fue “Las cintas de Anderson”. Su autor, Lawrence Sanders, escribió en una ficción naturalista —distinta al utopismo de El Gran Hermano de Orwell— sobre “los usos y abusos del equipo de vigilancia electrónica por parte de organismos públicos y privados”.
“The New York Times” publicó en 1970 que el libro era “la anticipación temible de un futuro que ya está aquí” y, dos años después, se develaba el mayor escándalo mediático en la historia de Estados Unidos: el espionaje electrónico que efectuó el comité de reelección de Richard Nixon en la oficina del Comité Demócrata Nacional.
La manía política de Nixon por grabar las conversaciones causó mayor conmoción cuando se descubrió que también intervino las líneas de su propio despacho desde 1971. Y el estrépito que suscitaron las cintas con las escuchas ilegales motivó su renuncia —luego de que obstruyera las investigaciones y usara a la CIA y el FBI con fines políticos, como lo acusó la Corte Suprema— el 8 de agosto de 1974, antes de terminar su mandato. En la reciente película “El desafío: Frost contra Nixon” se escenifica su “inconfesable confesión”: “Cuando el presidente lo hace eso significa que no es ilegal”.
La potencia mundial volvió a ser un referente de la intervención desmedida de las comunicaciones luego de los atentados del 11 de setiembre del 2001 cuando la Agencia de Seguridad Nacional, a la oscuridad de la Ley Patriótica, se permitió efectuar espionaje sobre las comunicaciones sin orden judicial. Tanta fue la corajina de su sociedad civil por sus derechos básicos que el 17 de enero del 2007 el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció que la Casa Blanca retiraría ese sistema de escuchas.
OÍDOS QUE SÍ VEN
“Chuponeo”, “chuzada”, “pinchazo”: alguna interpretación freudiana a las denominaciones populares hispanoamericanas de ese delito habrá. La quincena de febrero de este año, en México, ocurrió otro escándalo cuando se dio a conocer una grabación telefónica en la que el actual ministro de Comunicaciones y Transporte, Luis Téllez, denostaba del ex presidente Carlos Salinas de Gortari porque “se robó la mitad de la cuenta secreta”. El tema está tan en boga que este 24 de febrero la Corte Suprema de Argentina derogó la ley espía que obligaba a las empresas a intervenir las comunicaciones telefónicas —y guardarlas durante diez años— para que estén a disposición de una dirección de la Secretaría de Inteligencia (SIDE). Pero esta, según la corte, actuaba “bajo la órbita del poder político”.
El año pasado Lula guillotinó la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN). Azorado por la publicación de conversaciones políticas grabadas subrepticiamente, el presidente brasileño expulsó al jefe de la ABIN, Paulo Lacerda. Habían sido “chuponeados” el titular del Supremo Tribunal Federal, Gilmar Mendes; el presidente del Senado, Garibaldi Alves; la ministra de la Presidencia, Dilma Rousseff; y el ministro de Relaciones Institucionales, José Mucio. A fines de noviembre del 2008, Hugo Chávez ordenó la expulsión del cónsul general de Colombia en Maracaibo, Carlos Galvis, cuando en el programa televisivo “Los Papeles de Mandinga” se difundieron conversaciones telefónicas en las cuales Galvis se “entusiasmaba” con unas victorias electorales de la oposición. Luego en la televisión chavista han aparecido conversaciones de militares y gobernadores adversos. De acuerdo con el diario británico “The Guardian”: “La información se cree es interceptada por el servicio de inteligencia apoyado por los cubanos”.
Pero en el nuevo siglo los casos más resaltantes han sucedido en los países desarrollados. En marzo del 2007 se arrestó a 21 personas, entre ellas el ex jefe de seguridad de la telefónica italiana Telecom, Giuliano Tavaroli, y a su socio Fabio Ghino —quien formó un grupo que espiaba a la competencia—; al directivo del conglomerado Pirelli, Pierguido Iezzi; a un ex espía de la CIA y a agentes de servicios secretos italianos implicados en el mayor circuito jamás descubierto de escuchas clandestinas, que funcionaba desde 1977. Más de cien mil personas (entre ellos, empresarios, banqueros y jugadores de fútbol) fueron espiadas y el suceso produjo un inusual consenso entre la derecha y la izquierda para que se apruebe una ley que garantiza la privacidad de sus ciudadanos.
TELEFONÍA GLOBAL
España vivió también su batahola “chuponeadora”. Era el gobierno socialista de Felipe González, en 1995, cuando se reveló que el Cesid (Centro Superior de Información de la Defensa) grabó ilegalmente conversaciones a políticos, periodistas, empresarios e incluso hasta al propio rey.
La indignación fue una Medusa en Grecia en el 2006. Durante el año de los Juegos Olímpicos de Atenas se intervinieron los celulares de más de 100 personas, entre las que estaban el primer ministro, políticos, periodistas y activistas. Un año después la Autoridad Helénica para la Seguridad y Privacidad de la Comunicación y la Información (ADAE) multó a la filial de Ericsson en su país con 7,36 millones de euros por permitir esas escuchas.
Según el internacionalista Fabián Novak, tanto si se trata de privados como de un servicio de inteligencia a la sombra —o sobre todo, en combinación—: “Es una práctica hoy supercomún que busca los dos secretos más deseados: industriales y de seguridad nacional, porque ambos son lucrativos. En muchos casos se utiliza de forma legítima, para el combate contra el terrorismo y los narcotraficantes. El punto es que no solo debes tener una regulación normativa sino una labor de fiscalización mundial”.
Para el especialista en tecnologías de la comunicación de la PUCP, Eduardo Villanueva, la vocación de escucha siempre ha existido, pero ahora el tema es apremiante: “Durante la Guerra Fría existía el Echelon, el sistema de escucha manejado por el combinado de EE.UU., Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda, para espiar por todo el mundo… A comienzos de la década del noventa se reveló que en Suiza se había llegado a tener un archivo de la cuarta parte de la población a partir de escuchas. Ahora acabo de oír en la BBC que Deutsche Bahn, el operador de trenes de Alemania, espiaba a sus empleados así”.
¿Se trata entonces de un tema oscuramente central de la globalización? “La protección a la intimidad es el tema crítico de hoy, porque la información de cualquiera puede ser rastreada por Internet. La solución extrema es tener teléfonos encriptados; pero así como nos entusiasmamos con tratados de libre comercio también debería haber tratados que protejan a los individuos a través de los países, porque sí, ya es un tema global”.
CRONOLOGÍA
Los casos de escuchas sin cesar
[Octubre del 2004]
Hubo una crisis en República Checa cuando el matutino “Lidové Noviny” reveló que la policía “chuponeó” las conversaciones de Mirek Topolánek, líder de la oposición, y las del empresario Ranko Pecic, amigo del presidente Václav Klaus.
[Agosto del 2008]
Salió a la luz el llamado Watergate polaco, cuando Janusz Kaczmarek, ex ministro del Interior, acusó a los gemelos conservadores Kaczynski de espiar a políticos y periodistas.
[Abril del 2008]
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, ordenó una investigación a la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) sobre espionaje telefónico en su contra durante la campaña electoral, como confesó un ex jefe de aquel organismo.
[5 de marzo del 2008]
El diario “Kommersant” informó que el Gobierno Ruso ordenó a todas las compañías de telecomunicaciones que permitan —sin controles estrictos— al Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) realizar escuchas telefónicas que la Constitución solo aceptaba a partir de un fallo judicial.
Fuente: Diario El Comercio. 01/03/09
POLIZONTES EN LA IZQUIERDA
ResponderEliminarDiga lo que diga la falsa izquierda de las ONGs derechistas financiadas por el imperio, la realidad imposible de ocultar es que el obispo Fernando Lugo ganó las elecciones del 20 de abril con notorio respaldo de la embajada norteamericana ocupada por James Cason, y con el apoyo de la prensa vinculada a la Secta Moon. Su plataforma política la constituyeron grupos de activistas vinculados a ONGs derechistas relacionadas con el NED, IAF, USAID, etc., neoliberales como el sector de Luis Alberto Castiglioni y los partidarios del desaparecido dictador Alfredo Stroessner, todos ellos disidentes del partido colorado que presentó una candidatura que no era del agrado de estos grupos de extrema derecha.
Algunos grupos que se autoproclaman izquierdistas alegaron razones de coyuntura para seguir como furgón de cola la candidatura del obispo. La presencia de ellos constituye parte del libreto de la derecha, que los utiliza para fustigar sobre supuesta infiltración marxista en el gabinete del clérigo, aunque en realidad esté constituído en su totalidad por personeros del neoliberalismo y la embajada norteamericana.
IZQUIERDA GESTADA EN LA EMBAJADA NORTEAMERICANA
La totalidad los integrantes del gabinete del obispo Fernando Lugo provienen del sector de las ONGs financiadas por la embajada norteamericana. Se cuentan entre ellos a Gloria Rubín (referente en Paraguay del NED y la CIA), Camilo Soares (beneficiario de fondos de IAF y NED, favorecido del gobierno de George W. Bush) Rafael Filizzola (signatario de acuerdos con Alvaro Uribe a instancias de la ex operadora del plan Colombia Liliana Ayalde), Karina Rodríguez (de la Casa de la Juventud, que recibió 127 mil dólares de la Inter American Foundation), Liz Torres (referente de las logias de ONGs dependientes de la embajada norteamericana), Esperanza Martínez (del movimiento Tekojojá, financiado por USAID, hoy envuelto en escándalo por corrupción), Canciller Hamed Franco (del Pmas, un movimiento financiado por James Cason), el Vice-canciller Jorge Lara Castro (recibe dólares de la embajada a través de la ONG fantasma Alter Vida), Ministro de Defensa General Bareiro Spaini (hombre de la embajada norteamericana, educado en las escuelas de golpistas de Estados Unidos) o el ministro de Hacienda Dionisio Borda, antiguo responsable de las finanzas de los gobiernos corruptos y agente de la embajada norteamericana y del FMI.
Asimismo, Fernando Lugo ha anunciado que se mantendrá la política de sometimiento al imperio nortemericano en Paraguay, y se desconoce lo tratado por Lugo en New York con referentes de la mafia ítalo-norteamericana como John Tonelli, o con el heredero del imperio petrolero que en la década de 1930 llevó a la matanza a cien mil bolivianos y paraguayos, David Rockefeller. Lo único cierto es que ofició de guía turístico en la gran manzana Conrado Pappalardo, un personaje conocido por haber operado para el Plan Cóndor y haber proveído pasaportes para el asesinato en Washington de Orlando Letelier.
Otros cónclaves nunca aclarados por parte del obispo fueron sus reuniones con James Cason y Roger Noriega, pocos segundos después que Aleida Guevara March, hija del Che Guevara, haya abandonado la misma oficina por la misma puerta por la que entraron estos grandes amigos de Cuba y los hermanos Castro.
No se sabe el motivo de las visitas de Christopher McMuller, subsecretario norteamericano de Asuntos del Hemisferio Occidental, al viceministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Jorge Lara Castro, un viejo favorecido de la embajada norteamericana de Asunción.
UNA OPERACION ENCUBIERTA DE LA CIA PERFECTA
Todo el andamiaje de la CIA y sus extensiones y derivados, como USAID, la National Endowment for Democracy y la prensa adicta al imperio, se jugó por el obispo Fernando Lugo el 20 de abril.
En Paraguay, llamó la atención que las ONGs recibieran fuertes donaciones a partir de la llegada al país del embajador James Cason, un conocido desestabilizador apadrinado por Otto Reich. El objetivo de la operación encubierta era sufragar la alternancia en el poder, ubicando al obispo Fernando Lugo en la presidencia de Paraguay.
Entre las numerosas organizaciones beneficiarias de estos dólares distribuidos por la administración de George W. Bush que apoyaron a la campaña del obispo, sobresalieron Gestión Local y la Casa de la Juventud, que financiaron con fondos de USAID e IAF a los movimientos Tekojoja y Pmas, como en Nicaragua la NED y otros organismos alternativos de la CIA propiciaron la elección de Violeta Chamorro en 1989.
Las organizaciones no gubernamentales y voluntarias –lo que hoy conocemos por sociedad civil— son conocidas como una extensión de las políticas neoliberales de EE UU en todo el mundo.
La CIA y la US Agency for International Development (USAID ó AID) tienen un protagonismo central en el esquema de promover las ideas y hechos políticos favorables al imperio, y a ellas se añadió un nuevo organismo, creado en 1983, bautizado como The National Endowment for Democracy (NED).
En Paraguay, la NED ejerce un control total sobre la prensa mediática, a la que presenta listas indicando cuáles son los referentes políticos que puede promocionar. Son los principales referentes de la NED los propietarios de ABC color y radio Ñandutí, Aldo Zucolillo y Humberto Rubín, dueños de gran parte de lo que en el país se puede decir. En Brasil, a comienzos de los 60, se utilizaron idénticas operaciones de la CIA junto a las de la sociedad civil opuesta al gobierno, con el resultado de provocar el golpe militar de 1964 contra el presidente Joâo Goulart, que dio comienzo a 20 años de una represión política indescriptiblemente brutal.
En fechas más recientes coordinaron un golpe mediático contra el gobierno de Raúl Cubas en Paraguay (marzo de 1999) y aceitaron a la sociedad civil de oposición al gobierno venezolano de Hugo Chávez, donde el papel de organismos gubernamentales estadounidenses, la CIA y otros como la AID y la NED detrás del fallido golpe de estado de abril de 2002 fue evidente.
El embajador norteamericano James Cason, como un flautista de Hamelín dedicado a cantar folklore paraguayo, fue determinante para alinear a todas las ONGs y fundaciones que reciben dólares americanos detrás del clérigo-presidente, sobrino del agente de la CIA Epifanio Méndez (delatado por Agee) y que perpetúa hoy la tradición familiar.
Entre las organizaciones aparecieron incluso grupos de feministas, que se vieron obligadas a impulsar una candidatura de un obispo católico, a pesar del clásico antagonismo con el Vaticano.
Entre estas supuestas organizaciones civiles estuvieron las feministas de convicciones subsidiadas por USAID como las Mujeres Políticas en Red, Parlamento Mujer, Red de Mujeres Políticas, Red de Mujeres Munícipes del Paraguay (RMMP), Coordinadora Interpartidaria de Mujeres del Paraguay (CIMPAR),), Mujeres Políticas por la Democracia y el Desarrollo,etc.
Son sufragadas desde la embajada norteamericana además de las redes de mujeres, Ideco (Roberto Ferreira), el Partido Demócrata Cristiano, Partido Encuentro Nacional, Patria Querida, el grupo de adherentes del Partido Unace que lidera Emma Rolón, la Red de Contralorías ciudadanas del Paraguay, la Contraloría Ciudadana de Ypané, Afosci, CIDSEP, CISNI, Fedem, Transparencia Paraguay, Semillas para la Democracia, radio Los Angeles, Radio Comunitaria de Villa Elisa, Fundación Tierra Nueva y GEAM, todos estos grupos aglutinados en el Grupo impulsor para la Regulación del Financiamiento Político en Paraguay.
La nómina sigue con Sakã (transparencia, en guaraní), integrada por cinco organizaciones no gubernamentales, Gestión Local, vinculada al Moviendo Tekojoja. Los "proyectistas" son Raúl Monte Domecq y Guillermina Kanonnikoff).
Otros grupos paraguayos financiados por extensiones de la CIA son Decidamos, Instituto de Geopolítica y Estudios Internacionales (IPEGEI), Radio CARITAS, Mujeres Por la Democracia, Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos Fundación Paraguaya para la Cooperación y Desarrollo, Centro de Estudios Democráticos (CED), Centro de Información y Recursos para el Desarrollo, Instituto de derecho y Economía Ambiental, Centro de Estudios y Formación para el Ecodesarrollo, Asociación de Empresarios, Comité Paraguay-Kansas, Asociación Afro Paraguaya Kamba Cua, Centro Interdisciplinario de Derecho Social y Economía Política, Fundación Arlequín Teatro", Casa de la Juventud – Paraguay, cuna del Pmas de Camilo Soares, Cooperativa La Norteña y la Escuela Agrícola de Carumbey, Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales.
En el marco de la campaña pro-obispo, maletines de George W. Bush ingresaron en forma encubierta en Paraguay, yendo a parar a los bolsillos de los partidarios del obispo de los pobres y teólogo de la liberación, el marxista clérigo-presidente Fernando Lugo.
Por ejemplo, los 45,226.96 dólares que en nombre del Plan Umbral recibió recientemente la guevarista Casa de la Juventud (ONG que recauda para el PMas) de mano de organismos imperialistas bajo control de George W. Bush, supuestamente para enseñar a estudiantes secundarios algo fundamental: "identificar la corrupción" en Paraguay. Se suma el dinero a los 127.000 con que anteriormente les benefició la IAF. Se añaden en el mismo contexto las fuertes sumas que recibe Gestión Local, ONG cuyos responsables son a la vez financistas de Tekojoja, o los 132.700 dólares que en el 2006 recibió la Fundación Arlequín Tetro (refugio de organizadores de manifestaciones contra la actual administración municipal) para objetivos tan relacionados con el arte escénico como "ayudar a adolescentes de centros educativos a identificar, estudiar, discutir y atender las prioridades de la comunidad". Debemos agregar los 116.300 dólares de George W. Bush recibidos en el 2006 por el CIDSEP, los 95.000 dólares recibidos por la Fundación paraguaya para la Cooperación y Desarrollo del ex intendente Martín Burt, los 94.000 depositados a nombre de la ADEC, los 27.500 donados a la CPES de Domingo Rivarola, los 164.404 aportados a la CED, o las importantes donaciones que reciben el CIRD de Agustín Carrizosa para "apoyar a las organizaciones de la sociedad civil", la IDEA de Patricia Abed, o los sensibles ecologistas de Alter Vida como Jorge Lara Castro.
Como puede advertirse, la lista es bastante extensa y garantiza un amplio control sobre la "sociedad civil" paraguaya. No es la victoria electoral del Obispo Fernando Lugo la primera operación exitosa de la NED, USAID y la CIA en Paraguay, que ya actuó en Paraguay con eficacia varias veces. Por ejemplo, cuando en 1989 se derrumbaba la Unión Soviética, y con ella la propaganda con que el dictador Alfredo Stroessner justificaba sus abusos, se aseguró de promover un cambio a la medida de los intereses imperialistas, limpiando expedientes y ubicando en la presidencia a un célebre narcotraficante.
El mismo año el gobierno norteamericano invirtió mil millones de dólares en el triunfo de Violeta Chamorro en Nicaragua, imponiendo así una jefa de estado con los billetes provenientes de la National Endowment for Democracy, un inofensivo organismo llamado a tomar la posta de la CIA desde 1983.
Considerando inminente el fin de Stroessner, el imperio norteamericano se movilizó en ese entonces para impedir que sus adversarios tomen las riendas a su caída, para lo cual se apresuró a ganar para su causa a los disidentes con una muy buena remuneración.
El encargado de distribuír los dólares para "el cambio" fue el Dr. Carl Gershman, presidente de la NED. La Freedom House funcionó como un embudo por donde pasaron los fondos que concedía la NED, y gran parte de ellos fueron a parar a los bolsillos de los comunicadores destacados.
Radio Ñandutí, a través de la Casa de la Libertad, recibió importantes sumas de dinero de la National Endowment for Democracy (NED). Leonard Sussman, agente de la CIA y Director Ejecutivo de la Casa de la Libertad, realizó una visita a Paraguay a fines de 1987, guiado por Humberto Rubín, estableciendo contactos con varias organizaciones que luego recibirían fondos de la NED. El objetivo era "madurar" la idea del cambio.
A partir de entonces, estos organismos promovieron la estructuración de un andamiaje que hoy controla todo lo que en Paraguay se puede decir, paradójicamente con la coartada de que defienden la libertad de expresión.
Un organismo es la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), a la que acompaña Cerneco. Reciben con frecuencia los auspicios de USAID. Por ejemplo, el "Foro por la libertad de expresión", organizado por la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) y CERNECO en noviembre de 2004, fue auspiciada por la USAID (Agencia Internacional de desarrollo de los Estados Unidos). A este "Foro" asistió el señor Kevin Goldberg, "experto norteamericano en Libertad de Expresión y Derecho a la Información". Otro apéndice de la embajada norteamericana es el Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (CERNECO), fundado en 1990. Humberto Rubin, vinculado con la Nacional Endowment for Democracy (NED), fue presidente de CERNECO entre 1992-2002.
CERNECO proclama que "Surgió como un medio para canalizar inquietudes, ideales y el espíritu de servicio y progreso de un grupo de personas vinculadas al campo de la comunicación masiva".
Se formó una línea de acción que enfocaba el tema del Código de Ética, que regulaba la conducta de los propios medios de comunicación, de las empresas anunciantes y de las agencias de publicidad. Integraron la comisión pro-Código de Ética: Carlos Jorge Biedermann, Rufo Medina e Ilde Silvero. Rufo Medina e Ilde Silvero son empleados de Aldo Zuccolillo, dueño del diario ABC Color. En cuanto a Carlos Jorge Biedermann, basta con señalar que es yerno del general de la "Operación Cóndor", Guillermo Federico Clebsch, egresado de la Escuela de las Américas, detalle que alcanza para conocer cuál es la tendencia de su "ética"
Otra organización vinculada a este grupo es CONAR: Consejo de Autorregulación Publicitaria de CERNECO, un ente privado cuyo objetivo es la autorregulación de la publicidad, proponiendo a través de sus recomendaciones, que los mensajes publicitarios se encuadren dentro de los principios de la legalidad, honestidad, decencia y veracidad".
Toda esa estructura estuvo al servicio del Obispo Fernando Lugo, en una operación magistralmente coordinada por el desestabilizador estrella de George W. Bush, James Cason, y presentada ante la prensa mediática y los incautos como "un gran triunfo de la izquierda". Lo que se dice una perfecta operación encubierta de la CIA en Paraguay.