lunes, 24 de noviembre de 2008

HISTORIA DEL COMERCIO Y EL DINERO EN EL MUNDO.

Viejas historias del mercado

Por estos días en Lima se habla de comercio a gran escala. Parecemos habituados a los rituales y la jerga de ese mundo. Pero una revisión de la historia ofrece datoscuriosos de cómo el hombre aprendió a comprar y vender

David Hidalgo Vega (Cronista)

La historia universal del mercado supone un recorrido gastronómico: antes de que existiera el primer artefacto financiero, el hombre compraba y vendía con comida. Los aztecas usaban las semillas de cacao como moneda de cambio para cualquier cosa, primaria o suntuosa. En los países nórdicos se usaba el pescado. En la India se preferían las almendras. "Los nativos de las islas Nicobar se valían de los cocos y los mongoles valoraban los bloques de té", refiere el antropólogo cultural estadounidense Jack Weatherford en el libro "La historia del dinero". Aquello de que la economía es el manejo de la escasez tiene sentido: ningún flujo económico es más contundente que el del apetito.

La bolsa de valores lucrativos ha pasado de las viandas a las joyas, de las joyas a las armas, de las armas a las viandas. "El dinero nunca se da en un vacío cultural o social. No es un objeto sin vida, sino una institución social", señala Weatherford. El proceso ha sido tardío y desigual: mientras algunos pueblos apreciaban las conchas marinas como medio de pago, otros practicaban la economía de los minerales. Los primeros rastros del comercio por metales preciosos apuntan a Mesopotamia. Algunas tablillas cuneiformes halladas en esa región ya daban cuenta del uso de plata como medio de pago hacia el año 2.500 antes de Cristo.

La historia universal del mercado es una cronología de las adaptaciones. El alfabeto moderno es un invento de antiguos comerciantes insatisfechos. "Los animales, objetos y sonidos representados por los jeroglíficos egipcios no cubrían las necesidades de los fenicios, que precisaban utilizarlos en los registros, contratos de venta, recibos y otros documentos", señala el escritor norteamericano Irving Wallace en su libro "Almanaque de lo insólito". Entonces inventaron símbolos que podían ser combinados para formular ideas más concretas y facilitar las transacciones.

Las monedas que se refunden en cualquier bolsillo moderno nacieron en el reino de Lidia --entre los años 640 y 630 a.C.--, a partir de piezas de electro, una mezcla de plata y oro que se usaba para comprar mercaderías. "Para garantizar su autenticidad, el rey hacía estampar en cada una de ellas su emblema, una cabeza de león. El proceso de estampar el sello aplanaba las unidades, iniciando de este modo su transición desde un trocito ovalado a una moneda plana y circular como las actuales", explica Jack Weatherford.

Los primeros billetes aparecieron en China, pero su uso a escala nacional se consolidó en Estados Unidos. Curiosa paradoja para estos tiempos en que ambas economías rigen el planeta. En China sirvieron para consolidar el poder del Estado. En la antigua colonia británica, para que los ciudadanos se liberaran del suyo. "La Revolución Americana exhibe el galardón de haber sido la primera guerra financiada con papel moneda", precisa Weatherford. Antes de eso, el billete era visto como un inseguro sucedáneo de las monedas. Su empleo en la unión se debe a la tenacidad de un hombre entrenado para adelantarse al futuro: el inventor Benjamin Franklin. A él se atribuye no solo algunas primeras impresiones de billetes en su taller de Pensilvania, sino el lema que resume la ética de su país: "El tiempo es dinero".

La historia universal del mercado demuestra que la economía es una religión de paradojas y secretos. Quién sabe si la prueba mayor está en lo que empezó como un grupo de voluntariosos defensores de la fe y se convirtió en un conglomerado de la riqueza de su tiempo. En el siglo XII, la llamada Orden Militar de los Caballeros del Templo de Salomón era un regimiento con vocación de santidad. Sus integrantes eran escogidos entre las familias de la nobleza europea para asumir la protección de los lugares sagrados del cristianismo y sobre todo la ruta que llevaba a los peregrinos hacia Jerusalén. Era una vida de sacrificio y ascetismo, que empezó a tomar otro tono cuando recibieron de un Papa el derecho de conservar las propiedades incautadas a los infieles del islam. La riqueza marcaría su apogeo y ruina.

La orden llegó a levantar un imperio de propiedades y mercancías cuyas rentas debían financiar las operaciones de su cuartel general en Tierra Santa. Los templarios establecieron una red de castillos que operaban como bóvedas. "Un caballero francés podía depositar dinero o adquirir una hipoteca con los templarios en París, y luego recibir el dinero en forma de monedas de oro cuando lo necesitara en Jerusalén", señala Weatherford.

En su punto de máximo esplendor, la orden tuvo ochocientos setenta de esos fortines y unos siete mil empleados. Administraba la riqueza de reyes y papas, almacenaba especies, hacía préstamos y ejecutaba hipotecas. Con el tiempo su inmensa riqueza despertó la codicia de otros poderosos. Fue entonces que se desató sobre los templarios toda suerte de denuncias delirantes para destruir su prestigio. Los acusaron de idólatras, pervertidos y adoradores del demonio. Muchos fueros torturados y ejecutados. "Todo el sistema bancario se derrumbó tras la extinción subsecuente de la orden", señala el autor de "La historia del dinero". El fin de los templarios fue el fin del primer sistema financiero internacional. El último terremoto económico nos recuerda que el comercio electrónico de estos tiempos es tataranieto de esa crisis. Todavía vamos a ver qué secreto trae en sus genes.
Fuente: Diario El Comercio. 23/11/08

viernes, 21 de noviembre de 2008

NIXON Y BUSH EN EL PERÚ.

Sucedió. El dilema del imperio

Antonio Zapata (Historiador)

La presencia en Lima del presidente de EEUU, George W. Bush, recuerda la gira latinoamericana de Richard Nixon, quien era vicepresidente de Dwight Eisenhower y llegó hace exactamente 50 años, en mayo de 1958. En esa ocasión, Nixon fue ásperamente rechazado en San Marcos, los alumnos no lo dejaron entrar. El joven estudiante de Derecho Alfonso Barrantes Lingán presidía la federación universitaria y fue clave en la organización de la protesta.

Los estudiantes cerraron la puerta de la Casona del Parque Universitario, mientras que un grupo más aguerrido esperaba a Nixon en las calles. Intentaron voltear su auto y aunque no lo consiguieron, el conflicto fue de proporciones. Entre los manifestantes destacaba Hugo Blanco, que recién llegaba de Argentina y sería perseguido por la policía a causa de esta acción. Fue escapando de la secuela de lo de Nixon que Blanco retornó a su Cusco natal y se sumó al proceso de lucha campesina en la Convención. Así, en la respuesta contra la visita del líder norteamericano aparecieron los dos dirigentes principales de la izquierda peruana de las décadas posteriores.

En 1958 había un fuerte sentimiento antiimperialista. Ese mismo año se estaba librando la batalla por Cuba, entre el ejército rebelde liderado por Fidel Castro y el gobierno de Batista, reputado como sanguinario títere de los EEUU en la isla caribeña. El imperio era gobernado por los republicanos, que mostraban su cara más dura. Se decía que Nixon tenía por objetivo alinear a América Latina con los halcones norteamericanos y en contra de los soviéticos. Hoy en día, las cosas son muy distintas. Para empezar, no existe un extendido sentimiento antiyanqui. Por el contrario, durante las últimas décadas los EEUU han sido vistos por millones de compatriotas como el país ideal, aquel al cual migrar apenas se pueda.

Por otro lado, Bush está de salida, atraviesa la conocida situación del pato rengo, que grafica a un líder que tiene reemplazo ya elegido y que además no es de los suyos. Figura, pero no lidera. Por ello, la capacidad de decisión de EEUU se encarna en Barack Obama. Sin él nada camina, como demuestra la desilusión ante la reunión del G20, que se ha limitado a debatir generalidades sin concretar nada. Ausente el electo presidente norteamericano no hay resolución posible.
Ahora bien, Obama es el líder norteamericano en mayor riesgo en setenta años. De él va a depender todo. No es alguien que pueda pensar en piloto automático. Por el contrario, tendrá que resolver la mayor crisis económica del capitalismo desde 1929. Para empezar, debe evitar una prolongada depresión de la economía real y contener los peores efectos de la crisis financiera. Luego, tiene que proponer un realineamiento global del sistema económico internacional. Tampoco puede salvar a los EEUU a costa de sus socios capitalistas. O rescata a todos o empezará una intensa lucha económica entre las grandes potencias, que normalmente precede a las guerras entre ellas.

En efecto, crisis económicas tan globales como la actual generan cambios en la correlación de fuerzas a escala planetaria. En toda recesión, alguien gana y otro pierde. Definir quién, ha sido en el pasado un asunto embrollado que se resolvía en guerra. Por ello, el siglo XX fue asolado por dos conflagraciones totales, de las cuales surgió el liderazgo de EEUU.

La vez pasada, en 1929, la crisis mundial también empezó por Norteamérica. Pero, ahora se cuestiona su capacidad para mantenerse arriba sin recurrir a la fuerza. En todo caso, esa responsabilidad es íntegra de Obama. Tiene todo el prestigio y una enorme responsabilidad. Representa a los demócratas y a todos los marginados. Mujeres, homosexuales y todas las minorías étnicas pueden verse representados en los negros, que al ser herederos de los esclavos africanos tienen antigüedad en esto de sufrir discriminaciones. Pero, si no sale adelante rescatando a la clase media norteamericana se van a desatar en contra suya todas las fuerzas reaccionarias del planeta. Empezando por el racismo, tan fuerte entre los yanquis. El drama que se avecina será intenso.

Por eso, el presidente Bush que nos visita es un muerto en vida. El verdadero poder cavila opciones que definirán el curso del mundo.

Fuente: La República. 20/11/08

jueves, 20 de noviembre de 2008

APEC, Perú y la relación Mercado-Estado.

APEC y las políticas económicas de los países asiáticos
Humberto Campodónico (economista)

La reunión de la APEC en el Perú tiene una importancia central. Representan el 41% de la población mundial, el 55% del PBI mundial y el 49% del comercio mundial. Están presentes 2 de las 3 primeras economías de los países industrializados (EEUU y Japón), así como Rusia y Australia, destacando los principales países emergentes del Asia Pacífico sobre todo China y los "tigres": Corea del Sur, Taiwán (China), Singapur, Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas y Vietnam.

En el primer cuarto de este siglo los países asiáticos de la APEC (a los que se debe añadir India, que no está en la APEC porque no tiene costa en el Pacífico) disputarán la hegemonía económica con EEUU. La crisis financiera y la recesión de los países industrializados podría acelerar la transición a un mundo multipolar que deberá buscar nuevos mecanismos e instituciones que reemplacen al obsoleti Bretton Woods (1944).

Esta constatación debe servirnos para entender que estos países no se han desarrollado con las recetas del "libre mercado" del FMI y el Banco Mundial. El mejor ejemplo es China, país que tiene un régimen de economía mixta, con un rol mayoritario del Estado y de empresas estatales. En el resto de los países asiáticos sucede algo parecido, lo que llevó al Banco Mundial a autocriticarse de sus recetas liberales, afirmando que aplicaron "políticas equivocadas", pero que han dado excelentes resultados.

Por el contrario, Joseph Stiglitz nos dice que quienes siguieron a rajatabla el modelo del libre mercado del FMI, como Rusia, sufrieron graves crisis económicas en la década del 90, de las que recién se están recuperando mediante la aplicación de políticas económicas que combinan el rol del mercado y del Estado.

El problema es que la propaganda gubernamental no enfatiza ese rol central y nos sigue diciendo que "el libre comercio y la entrada irrestricta de la inversión extranjera son condición necesaria y suficiente para alcanzar el crecimiento y el desarrollo". Pero sucede que en las negociaciones comerciales de la OMC los países asiáticos han defendido sus economías y mercados nacionales. La crisis de la Ronda Dohá en Cancún en el 2003 se debe a que ellos, junto a Brasil, India y Sudáfrica, entre otros, impidieron que se impongan las condiciones de los países industrializados.

En materia de inversión extranjera directa (IED), los países asiáticos han priorizado la entrada de inversiones que promueven la creación de mayor valor agregado, lo que les ha permitido entrar a la competencia mundial de productos industriales (allí están las exportaciones chinas y coreanas). Pero aquí se sigue sobrevendiendo la idea de que basta con la IED en actividades extractivas (minería, petróleo, gas), lo que consolida el modelo primario exportador.

No solo eso: las reglas de juego para las nuevas inversiones en recursos naturales debieron haberse modificado para que el Estado participe de las sobreganancias (mayor regalía a mayor precio, participación en las utilidades). Pero no. Se ha mantenido el mismo marco contractual cuando casi todos los países del mundo ya lo han readecuado.

Hace unos días, la Cámara de Comercio de Lima afirmó que APEC traería US$ 100,000 millones de IED del 2009 al 2011, es decir, US$ 35,000 millones anuales, lo cual es falso. En Brasil, en el 2007, se alcanzó el record de IED con US$ 34,000 millones, mientras que México y Chile tuvieron US$ 21,000 y 15,000 millones. Como en el 2007 Perú tuvo US$ 5,300 millones, lo que la CCL dice es que, en esta época de crisis, las inversiones se van a multiplicar por 7 durante 3 años consecutivos. Ya, pues.

La reunión APEC tiene, qué duda cabe, una gran importancia para un país pequeño como el Perú. Pero no se debe cometer el error de pensar que las soluciones "vienen de afuera" y que la solución a nuestros problemas está en la apertura irrestricta del mercado interno y en la inversión extranjera directa.

Cuando pase la parafernalia mediática, volverá al primer plano la puesta en marcha de la "agenda interna" que permita reducir la pobreza y la desigualdad: educación, salud, infraestructura, descentralización, mayores empleos y salarios. Para lograrlo, los países asiáticos de la APEP nos muestran el camino: se trata de una adecuada relación entre el mercado y el Estado.

Publicado el 19 de Noviembre de 2008

domingo, 16 de noviembre de 2008

HERENCIA CULTURAL AFRICANA EN LAS AMÉRICAS.

África en América.

LAS RAÍCES DE UN CONTINENTE. EL APORTE AFRICANO EN AMÉRICA HA SIDO SILENCIADO POR MUCHO TIEMPO. RECIÉN EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS DIVERSOS ESTUDIOS HAN DESTACADO SU INNEGABLE VALOR EN LA FORMACIÓN DE NUESTRA CULTURA. UNA MIRADA A LA LUZ DEL ARRIBO DEL PRIMER PRESIDENTE AFROAMERICANO A LA CASA BLANCA.
Jorge Paredes ( polígrafo)

El primer negro que ingresó al Perú formaba parte de la expedición de Pizarro. Era un guineano, esclavo de Alfonso de Molina, uno de los Trece del Gallo. El español desembarcó en Tumbes con dos cerdos, un gallo y varias gallinas, pero lo que más llamó la atención de los indios fue la piel negra del esclavo. Cuenta la leyenda que le ofrecieron agua para que se lavara, pero su color no cambió. Los indios lo miraron con más sorpresa aún. Simplemente, no lo podían creer.

No existen cifras exactas de la magnitud del comercio esclavista en América, pero desde mediados del siglo XV por lo menos 10 millones de africanos desembarcaron en las costas del Nuevo Mundo, número engañoso si se tiene en cuenta que tres esclavos de cada cuatro morían en el trayecto. Un crimen de lesa humanidad que nunca ha sido reparado y que sin el cual no se habrían levantado los imperios ingleses, franceses, holandeses, españoles y portugueses en el continente. Carlos Aguirre menciona en "Breve historia de la esclavitud en el Perú" que unos 660 mil africanos llegaron a Estados Unidos, 4 millones al Brasil y un millón 600 mil a la América española. El resultado: estos hombres y mujeres con su variedad de lenguas, nacionalidades, culturas, ritos y costumbres transformaron cada una de las regiones que pisaron, desde Canadá hasta la Patagonia. Desde el cautiverio, los negros configuraron la identidad del Brasil actual, el segundo país en el mundo con mayor población negra, también modelaron la cultura musical de Cuba, Jamaica y de toda Centroamérica y el Caribe, potenciaron la industria algodonera del sur de Estados Unidos, y trabajaron hasta la muerte en las casas, haciendas y minas de América del Sur.

Sin embargo, su aporte permaneció oculto por siglos. Fue invisible para Vasconcelos en México y minimizado por Mariátegui en el Perú, para citar a dos notables pensadores. Recién en los últimos cincuenta años diversos estudios han puesto énfasis en ello como un descubrimiento de esa raíz cultural oculta del continente.

"Yo hablaría de una cultura indoafrosinoamericana", dice el antropólogo Humberto Rodríguez Pastor, autor del libro "Negritud. Afroperuanos: resistencia y existencia". Con esta expresión, él pone acento en las influencias autóctonas, africanas y chinas en la configuración de las Américas. Más allá de la música, que es la contribución más visible, el aporte de los afroamericanos está en muchos otros aspectos de la vida y la cultura del continente, en algunos casos de forma anónima. "En la gastronomía, ellos no trajeron plantas ni condimentos, pero aportaron su sazón. La comida criolla americana tiene gran influencia negra. Todas las iglesias de Lima fueron construidas por negros, que no se sepa sus nombres es otra cosa. Y ni hablar de Pancho Fierro o de José Manuel Valdés (1767-1843), que fue el médico más importante de Lima a fines de la Colonia e inicios de la República, en un tiempo en que los curanderos negros tenían gran prestigio", dice Rodríguez Pastor. La historia de Valdés es interesante porque fue hijo de un músico y una mulata libre, y a causa de su color solo pudo obtener el título de bachiller de Medicina. Sin embargo, hizo importantes aportes para contrarrestar las epidemias en Lima. Fue catedrático del Colegio de Medicina, participó en las luchas independentistas, y destacó como historiador (escribió una biografía de Fray Martín de Porres) y teólogo.

La negritud

Las luchas de los negros por sus derechos son tan antiguas como la propia esclavitud. En 1609 se estableció en Veracruz, México, el primer pueblo libre del continente gracias a la rebelión de los esclavos. Haití fue el primer país independiente de América (1804) por el mismo motivo y en épocas contemporáneas las luchas civiles de los negros en Estados Unidos han repercutido en todo el continente. El 'Black Power' de Jamaica tiene componentes políticos y culturales, representado en la música reggae; y en Brasil existe un sólido movimiento de conciencia negra al igual que en Colombia.

"Nosotros partimos del concepto de diáspora", dice Mónica Carrillo, joven directora de Lundu, un centro de estudios y promoción afroperuanos. "Esta dispersión forzada de la población africana ha hecho que hoy seamos 150 millones de afrodescendientes en las Américas. "Es importante entender --continúa-- que la palabra negro ha sido una construcción realizada por los colonizadores, como oposición a lo blanco. Nace con una carga negativa que implica lo malo, lo sucio, lo abyecto. Por eso en el camino le hemos ido dando un sentido positivo. Ahora podemos decir que somos parte del movimiento negro, pero preferimos usar el término afrodescendiente que remite a nuestro origen africano y trasciende el color de piel".

Palenques y cofradías

La ruta cultural africana en América tiene dos líneas muy marcadas: la religión y la música. Tal vez el primer escape a la opresión estaba en esa resistencia secreta al dios impuesto por el cristianismo, al cual se le dotó de ritos y poderes que remitían al África ancestral. La santería en Cuba y sus orichás (dioses), el candomblé en el norte del Brasil y en las Guyanas, el vudú en Haití o la macumba en Bahía (Brasil) remiten a un sincretismo de manifestaciones religiosas, alimentadas también por las culturas locales indígenas. Por ejemplo Shangó, el dios del rayo, de la guerra y de la música, se convirtió en Santa Bárbara, Ochún en la Virgen de la Caridad o Yemayá, la reina del mar, en la Virgen de Regla y Babalú Ayé en San Lázaro.

Esta religiosidad cargada de sentido místico y de resistencia estaba asociada a la danza y la música, y se desarrolló en esos espacios liberados que los cimarrones (esclavos fugitivos) establecieron en los montes de Ecuador, Colombia, Brasil o Las Antillas. Estos palenques o quilombos (tal como se les conoce en Brasil) fueron claves para el proceso de preservación y sincretismo de las culturas africanas.

Como señala Mónica Carrillo, en Ecuador estaba toda la región de Esmeraldas, cuyo lema hasta la actualidad es "rebelde por libre y por libre nunca esclava", o Palmares en Brasil, donde se celebra el día de la conciencia negra, o San Basilio, en la costa norte de Colombia, territorio liberado hasta bien entrado el siglo XX.

Si bien el territorio se convirtió en un foco de resistencia, en el Perú el fenómeno no fue tan marcado. "Primero por la geografía", dice Humberto Rodríguez Pastor, "nuestra costa es árida por eso los palenques fueron muchos y pequeños, el más conocido era el de Huachipa, que no agrupaba a más de 40 negros".

Otro punto central es que los esclavos que llegaron al Perú no pertenecían a una sola etnia, como en Brasil, sino que eran comprados en mercados de Panamá y Cartagena. Eran de grupos diversos (un artículo del "Mercurio Peruano" habla de terranovos, lucumés, mandingas, cambundas, carabelíes, cangaes, chalas, huarochiríes, congos y mirengas), hablaban lenguas diferentes y muchos habían nacido en América. Por eso se les daba una clasificación gruesa: bozales (los que venían de África) y ladinos (los que conocían el castellano). Aquí su organización giró, por eso, alrededor de las cofradías, que eran hermandades reunidas alrededor de un santo. Hacia 1619 existían diecinueve de estas comunidades en Lima y la más conocida fue la que dio origen al Señor de los Milagros.

"Recién en los últimos años", cuenta Mónica Carrillo, "los jóvenes afrodescendientes peruanos han tenido un acercamiento a las religiones africanas a través de la música cubana moderna, conocieron a Shangó a través de Celina y Reutilio y a la religión yoruba a través de grupos de timba".
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lunes, 10 de noviembre de 2008

OBAMA, CICLOS ECONÓMICOS Y MULTILATERALISMO.

Obama, la crisis global y el Perú
Alfredo Barnechea (Analista político)

Hace 40 años, mataron a Martin Luther King y a Robert Kennedy. La victoria de Obama cierra esa herida.

Cierra una herida más vieja aún: hace 143 años del fin de la guerra civil. El silencio sobre la esclavitud fue el precio moral que pagaron los padres fundadores para construir el nuevo artefacto republicano que estaban inventando. Esta elección cierra ese largo ciclo histórico.

Reafirma también la posibilidad del sueño americano. Todo es posible.

Asimismo, acaba con las políticas del miedo del 11 de setiembre del 2001, y restablece las políticas de la esperanza.

Ya ha reconectado a los Estados Unidos con el resto del mundo, del que Bush los había separado.

Obama ha organizado una nueva coalición demócrata, basada en una suma de minorías. Obtuvo 95% del voto negro, dos tercios del voto hispano, y la mayoría de quienes tienen postgrados universitarios.

Qué va a hacer con la crisis, es ya otra cuestión.

Como lo demostró Schumpeter, el gran contemporáneo de Keynes, el capitalismo se mueve a través de la destrucción creadora. Pero esta es la primera gran crisis del capitalismo global, y nadie sabe de verdad cómo funciona este sistema. Sabemos sí que se han perdido 3 trillones (en el sentido norteamericano) de riqueza en el mundo. Una Latinoamérica entera, más o menos.

Sin embargo, en 1950 la economía del mundo era 7 trillones de dólares, hoy es 60, y crece cada década 7 trillones. ¿Cuánto se demorará el planeta en recuperar lo perdido?

Se atribuye la causa de esta crisis a malas hipotecas. Pero esos activos, con más o menos valor, están allí. Lo que ha desaparecido como una pompa de jabón son los derivados.

Se estima que el valor nominal del mercado de los seguros para créditos es de 62 trillones, más que toda la economía del mundo. Apenas en diciembre del 2005 eran 14 trillones. Una explosión vertiginosa que explica la velocidad de la crisis, uno de sus datos más significativos. Por eso Warren Buffet, el primer inversor del mundo, los llamó armas de destrucción masiva.

Se ha comenzado a atribuir la falla en el sistema, a una falla en los modelos matemáticos en la gestión de riesgo. Pero la crisis mostró una pirámide, un gigantesco esquema de Ponzi, hecho no por un modesto inmigrante italiano, sino por las principales instituciones financieras del mundo. Mientras el riesgo aumentaba, los honorarios de los banqueros se multiplicaban, sin que nadie los controlara. John Gapper ha recordado, en el Financial Times, que en 1929 se habló de bangsters, que vendían al público cosas sin valor, entre ellas… bonos peruanos.

¿Podemos escaparnos de la crisis? A crisis global, efectos globales.

Es cierto que América Latina está mucha más preparada que antes. 460,000 millones de reservas. El servicio de la deuda es 5,6% de su producto. Baja inflación.

Asimismo, China, que ha sido una gran locomotora para los precios latinoamericanos, aunque baje su tasa, seguirá creciendo. Pero China vende básicamente a Europa y a Estados Unidos, que juntos suman 54% del PBI mundial, y ambas esferas están técnicamente en recesión.

En el caso peruano, nuestra economía peruana es muy pequeña en el mundo para gozar de inmunidad. Nuestros principales socios comerciales están en recesión. Los precios de las materias primas se han desmoronado. El crédito se va a restringir y encarecer. Vendrá menos inversión.

Pero el Perú está mostrando poco oído a los efectos de la crisis. El ministro de Economía aprendió el libro de texto en el FMI, cuya caja de herramientas no sirve ya para nada (tampoco sirvió en la crisis asiática, y probablemente fue uno de sus gatillos). Por eso hace unas semanas hablaba de luchar contra la inflación, cuando en todo el mundo pensaban ya en políticas contracíclicas.

Tampoco los dirigentes empresariales, ni los gurús económicos, que se han pasado años repitiendo lugares comunes en la línea del consenso de Washington, tienen nada interesante que decir.

La crisis va a crear un nuevo paradigma. Ya Alan Greenspan se presentó en el Congreso americano el 23 de octubre y dijo que había encontrado una imperfección en la teoría del libre mercado.

Resurgirá el multilateralismo. Un nuevo Breton Woods basado en el acuerdo entre países superavitarios (principalmente China y los países de la OPEP) y deficitarios (del que el principal es Estados Unidos). Cambiará seguramente la estructura del FMI, que hoy tiene para prestar 260 mil millones y necesitaría 2 trillones.

Cuando el nuevo laborismo llegó al poder con Blair se dijo todos somos thatcherianos. Ahora todos somos, otra vez, keynesianos. Sin embargo, como Felipe González nos decía en el reciente Foro Iberoamérica, el capital público solo no será suficiente, habrá que inventar otra vez fórmulas mixtas como en la época de Roosevelt.

Las crisis son también oportunidades. En 1973, Dinamarca importaba el 99% de su energía del Medio Oriente, y hoy importa cero después de promover energías renovables. Es el momento para que Perú piense en grande, y desarrolle una matriz energética que combine eficientemente agua y gas, por ejemplo. O fije como meta ser el 2030 una nación exportadora de oxígeno. O traiga a empresas chinas con problemas de cuotas en Estados Unidos, a grandes parques industriales para usar nuestro TLC.

Se necesita liderazgo. Política. Finalmente inteligencia. Y la inteligencia, un gran neurólogo decía hace poco en El País, es lo que uno hace cuando no sabe qué hacer.
Fuente: Diario Correo. 9/11/08

domingo, 9 de noviembre de 2008

BARACK OBAMA. ECONOMÍA Y CONTEXTO POLÍTICO

Limitaciones y desafíos del nuevo presidente de EEUU

Humberto Campodónico (Economista)

(Desde Big Timber, Montana, EEUU).

Es claro que los retos y desafíos para el ganador de las ultimas elecciones estadounidenses solo se comparan a los que tuvo que encarar Franklin D. Roosevelt hace más de 70 años. EEUU enfrenta la más grande crisis financiera desde la Gran Depresión, así como la recesión económica más grave desde la II Guerra Mundial (ojo, recién está comenzando) que amenaza con un enorme tsunami de quiebras en el sector productivo.

La opinión generalizada es que se necesita un nuevo Contrato Social, entendido como una nueva forma de entrelazar las relaciones económicas, políticas y sociales. A mediados de los 80, Reagan comenzó el desmantelamiento del Estado de Bienestar creado por Roosevelt en los años 30, caracterizado por la creación de la Seguridad Social, pensión para todos los jubilados, ayuda para los pobres y una fuerte regulación a la industria y la banca (se creó el seguro para los depósitos bancarios y se separó la banca "normal" de la banca de inversión especuladora).

Volver a poner el péndulo al medio en EEUU no va a ser fácil. A pesar del fracaso total de las políticas del libre mercado (algunos provocadores hipócritas siguen diciendo que el Estado es el culpable), el poder financiero y económico sigue en sus puestos y lucha denodadamente para no perder sus privilegios. ¿Podrá Obama combatir al capitalismo de "amigotes"? Muchos lo dudan, pues afirman que una buena parte de los fondos de su campaña provienen de las grandes empresas. Pero, ciertamente, está mejor calificado que McCain, que forma parte de los "amigotes".

Mucha agua ha pasado bajo los puentes desde cuando EEUU era la potencia hegemónica mundial en lo económico, político y militar. En 1945, el PBI de EEUU fue el 50% del PBI mundial (claro, Europa y buena parte de Japón estaban casi destruidos), mientras que en el 2007 tiene el 21.4%, seguido de Europa (área Euro) con el 16% y China e India con el 10.8 y 4.6%, respectivamente. Claramente, la multipolaridad aparece como evidente.

Por ello, tendrá que haber un nuevo "Bretton Woods", lo que alude a la Conferencia en ese pequeño pueblo de Massachussets en 1944, de donde salieron el FMI, el Banco Mundial y el GATT (organismo impulsor del libre comercio, que se convirtió en la OMC en 1994). No olvidemos que John Maynard Keynes estuvo allí y sus posiciones marcaron la Conferencia, salvo en su propuesta de crear una moneda internacional mundial (de Bretton Woods salió un tipo de cambio fijo, con hegemonía del dólar).

Este nuevo orden económico mundial (donde ya EEUU no tiene el rol hegemónico) debería tomar en cuenta los nuevos actores emergentes: China, India, Brasil y Rusia. Además, debería poner como eje una nueva relación entre Estado y mercado, avanzando hacia elementos de una economía mixta que integren, otra vez, elementos del Estado de Bienestar.

Asimismo, la globalización no solo puede ser concebida en el aspecto económico del capital, sino también del libre tránsito de personas. Esto es indispensable, ya que el mundo tiene al frente nuevos retos, no solo económicos sino políticos y sociales, que implican el respeto de las culturas distintas de Occidente. Debe también incorporar los llamados "bienes públicos globales", como el cambio climático, la lucha contra la corrupción internacional, el tráfico de armas y drogas, entre otros. En todos estos temas la administración republicana de Bush ha sido a contramano: ni siquiera ha querido firmar el Protocolo de Kyoto contra el cambio climático.

Barack Obama y el Partido Demócrata expresan, por eso, no solamente una alternativa económica, política social y ecológica nacional e internacional sino, también, la voluntad del pueblo de EEUU de sobreponerse a los neoconservadores republicanos de la arrogancia y la política de miedo al "otro", que quiere decir cualquiera que no sea blanco, anglosajón y protestante.

Esa expresión de la voluntad popular que es hoy Obama tiene límites, claro está, que están marcados por las propias contradicciones del sistema capitalista y de sus actuales dominadores.