martes, 8 de enero de 2008

LAS REBELIONES APRISTAS EN LA HISTORIA DEL PERÚ.

La existencia del APRA, implico desde sus inicios, duras luchas, prolongados exilios, además de injustos encarcelamientos.

Interesante artículo publicado en el diario Perú 21, por el historiador Nelson Manrique. El estudioso describe brevemente el intento aprista por derrocar al dictador Manuel A. Odría, en 1954. El Apra nuevamente evidenciaría problemas y determinación para lanzarse a la rebelión contra el poder de turno. Si bien en 1932 el levantamiento de Trujillo, fue la gran demostración del ímpetu revolucionario del aprismo. Este se vera mermado en los próximos años, básicamente por la indecisión de los principales dirigentes del partido. Ejemplo de ello seria la frustrada rebelión aprista en el puerto del callao, el 3 de octubre de 1948. Miembros de la Armada y “brigadistas”, de filiación aprista, carecerán del apoyo claro de los líderes del partido, para deponer a Bustamente y Rivero.

Décadas después este hecho aun sigue generando polémica : “ traición de los dirigentes del partido a las bases “, « accionar de algunos apristas con la prescindencia total del Comité del Ejecutivo », son algunas expresiones que buscan explicar tales sucesos desde hace 50 años.

La última insurrección del Apra

Nelson Manrique

Una página poco conocida de la historia del Apra es la insurrección frustrada emprendida por un grupo de jóvenes apristas en 1954.
El movimiento era parte de un vasto plan concebido en Buenos Aires por Manuel Seoane, Luis Barrios y Armando Villanueva del Campo.

Preveía derrocar a Odría para liberar a Haya de la Torre, que estaba cautivo en la embajada de Colombia y contaba con el apoyo de Juan Domingo Perón y del MNR boliviano. El plan consideraba una invasión al Perú desde Bolivia, donde se entrenarían apristas provenientes de varios países, y otra por el norte, dirigida por Luis de la Puente Uceda y Guillermo Carnero Hooke.

Los preparativos para el alzamiento en el sur fracasaron debido a la infidencia de un periodista aprista, que alertó al gobierno de Odría, provocando el fin del apoyo de Perón.

En el norte los conjurados avanzaron más. Perón aportó "un préstamo de millones de pesos argentinos y una venta 'favorable' de 3 mil fusiles, 2 aviones B30, 4 millones de cartuchos, pistolas, granadas, etc.". Los exiliados apristas en México contaban además con el apoyo de los gobiernos dominicano, panameño, ecuatoriano y venezolano (Testimonio de Carnero Hooke, Juan Cristóbal: ¡Disciplina compañeros! Lima, 1985).

El movimiento debía iniciarse en Cajamarca, con la conducción militar de un general amigo del Apra exilado en Quito, Juan de Dios Cuadros. Los dirigentes de la insurrección recibieron una intensiva preparación militar de Cuadros y de un mayor ecuatoriano de apellido Arosemena, que se había especializado en guerra de guerrillas en África. Los preparativos para la insurrección se encontraban avanzados, se había contactado gente en Trujillo y Chiclayo y comprometido a dos guarniciones en Piura, aparte del apoyo de los militantes apristas del norte, pero cuando estaban por iniciar las acciones recibieron una contraorden; se temía que un levantamiento repentino pusiera en peligro la vida de Haya. Cuando este logró finalmente salir de su cautiverio hacia el extranjero y se enteró de la conspiración la desautorizó, acusando al general Cuadros, a De la Puente y a Carnero de "agentes del comunismo internacional". Volvía a plantearse la figura, tantas veces repetida en la historia del Apra, de una iniciativa insurreccional lanzada por una parte de la dirección, acogida con entusiasmo por las bases, y desautorizada a última hora por la dirección máxima del partido.

La aventura terminó con la captura de Carnero y De la Puente. Permanecieron en prisión hasta después de la caída de Odría. De la Puente invocaría luego este antecedente, cuando decidió lanzarse a la acción guerrillera con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (inicialmente Apra Rebelde), en 1965.

1 comentario:

  1. Gracias por este post amigo Eddy. Esta conspiración aprista no es muy conocida. Es interesante saber que Perón estuvo implicado y cómo se intentó rescatar a Haya de La Torre en 1954. En verdad, era muy arriesgado.

    Algo relacionado con el tema se puede leer en: www.amautacuna.blogspot.com/2007/11/cuando-el-apra-fue-acusado-de-ser-un.html

    Saludos

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