lunes, 31 de enero de 2011

Historia del caso Uchuraccay. Sendero, Comuneros de Huaychao, Sinchis y muerte de Periodistas.

La CVR y Uchuraccay

Por: Carlos Tapia.

Sabiendo lo delicado del tema, la CVR incluyó al caso de Uchuraccay entre aquellos que requerían una investigación a profundidad. Se formó una comisión ad hoc, de profesionales quechua hablantes y conocedores de la zona, presidida por Ponciano del Pino- investigador del IEP- lográndose entrevistar con los comuneros retornantes. Incluso en una asamblea, los dirigentes aceptaron lo sucedido y pidieron perdón a los deudos de los héroes del periodismo asesinados cruelmente. La investigación duró cerca de seis meses y en resumen la historia es como sigue.

A inicios de l,983, en las alturas de la provincia de Huanta, en el departamento de Ayacucho, sucedía que los comuneros, incómodos ante la presencia de jóvenes armados que discurseaban cosas que no comprendían, una vez que descubrieron que sus hijas y esposas eran reunidas al anochecer en un descampado para recibir charlas de adoctrinamiento empezaron a desconfiar y temer lo peor. Las autoridades comunales no sólo protestaron si no desafiaron la presencia de los terroristas. En respuesta, fueron asesinados varios dirigentes comuneros.

La guerra estaba declarada. El 23 de enero de 1,983 los comuneros de Huaychao dieron muerte a siete jóvenes senderistas y los de Uchuraccay ya habían expulsado a los sospechosos de pertenecer a SL después de dar muerte a su principal mando político. Temerosos de la represalia terrorista, los comuneros fueron al puesto policial en Huanta dando cuenta de lo sucedido y exigiendo protección. Una docena de “sinchis”-destacamento policial antisubversivo- fueron trasladados en helicóptero a la zona y antes de retornar el mismo día sólo atinaron a dejar la siguiente directiva: “todo extraño que venga a pie a la comunidad es un terrorista y debe ser eliminado, ya que nosotros sólo llegaremos en helicóptero”. No se quedaron en la zona, ya que los “sinchis” también desconfiaban de los comuneros.

El destino y la tragedia convergieron cuando, conocidos en Lima los hechos de Huaychao, las redacciones de los principales periódicos decidieron que fueran a la zona audaces periodistas con la misión de descubrir la verdad de lo sucedido. Entre corrillos se decía que eran campesinos inocentes asesinados por miembros de las FFAA.

Los ocho hombres de prensa acompañados por un guía salieron temprano del hostal “Santa Rosa” en Huamanga, en la mañana del fatídico 26 de enero de 1,983 para encontrase con una injusta y terrible muerte. Sucede que después de dos horas de viaje en un taxi, iniciaron la lenta y penosa caminata para llegar a Huaychao, viéndose obligados a bordear la comunidad de Uchuraccay donde campesinos exaltados y temerosos ante la presencia de extraños dieron cumplimiento, con piedras, hachas y picos, la directiva dejada por los “sinchis”. Varios se encontraban embriagados. De nada sirvió que los ocho periodistas imploraran para que los llevaran a la comisaría de Huanta y poder demostrarles que no eran terroristas.

Tiempo después, durante el juicio seguido a varios comuneros acusados de ser los asesinos, los altos mandos militares y policiales de Ayacucho testimoniaron no conocer nada de la directiva a los comuneros de Uchuraccay.


Fuente: Diario La Primera (Perú). Lunes 31 de Enero del 2011.


Recomendado:


“Caso Uchuraccay”, 25 años después. Lista de artículos.

sábado, 29 de enero de 2011

El primer gobierno del Presidente Fernando Belaunde y la política exterior norteamericana. La administración Kennedy y La Alianza para el Progreso.

Las complejas relaciones entre el Perú y los Estados Unidos de América

Por: Ignacio Basombrío

No obstante las iniciativas renovadoras del primer gobierno del Presidente Belaunde, la política exterior norteamericana no facilitó ese proceso de reformas. La historia reconstruida demuestra cómo se dificultaron los cambios necesarios en el Perú en esa época y las consecuencias que esos desencuentros originaron.

Las relaciones contemporáneas del Perú con los Estados Unidos han presentado un conjunto de situaciones y de escenarios, que han pasado de la tensión de las contradicciones a la búsqueda de un consenso reflejado en entendimientos de largo de plazo.

No siempre ha existido armonía en los vínculos entre dos naciones que, de alguna manera, tienen intereses comunes. A pesar de ser el Perú dentro del hemisferio un país de dimensión mediana y que, por tanto, estratégicamente no debería haber generado la atención mayor de la potencia del norte, la evolución de los acontecimientos históricos ha determinado que el Perú sea un centro de preocupación tanto en los organismos responsables de la formulación de la política exterior como del Pentágono, por temas de seguridad y defensa, y de la DEA, por la participación del Perú en el tráfico de drogas.

Las relaciones han tenido discrepancias de naturaleza ideológica y, además, incomprensión en varios momentos de la historia, por parte de gobiernos tanto demócratas como republicanos.
En el Perú, además, hasta hace algunos años, posiciones radicalizadas con relación a las vinculaciones con los Estados Unidos y la participación de empresas con capital norteamericano en la economía, enturbiaron el panorama.

Sin embargo, la evolución producida ha conducido a que, sin subordinar la política exterior peruana a las orientaciones del Departamento de Estado, el Perú pueda construir una relación madura con la potencia del norte, que tiene como propósito el desarrollo conjunto y el logro de entendimientos fundamentales en materias que son importantes y sensibles para el avance de ambos países.

La etapa de tensión

Un reciente e importante estudio (1) publicado en los Estados Unidos, analiza con precisión y abundante documentación de primera mano el comportamiento de las relaciones entre ambos países no sólo durante la etapa de la primera fase del gobierno revolucionario de la Fuerza Armada (1968-75), sino, además, en otro momento de la historia, menos estudiado por los académicos norteamericanos: la primera administración del presidente Belaunde (1963-68).

Los hallazgos del historiador Richard J. Walter, autor del libro, resultan extremadamente importantes para tener una comprensión más amplia sobre los desencuentros y limitaciones de la política exterior de los Estados Unidos frente al Perú, que dieron lugar, en alguna medida, al golpe de Estado de octubre de 1968, que no sólo significó la ruptura del orden constitucional sino, además, la modificación de los términos de las relaciones bilaterales.

En efecto, el año 1963, cuando la administración del presidente Kennedy intentaba establecer una nueva frontera y promover, con la Alianza para el Progreso, un diferente estilo de cooperación con la región latinoamericana, tanto la candidatura de Fernando Belaunde Terry a la Presidencia de la República, como su propuesta de gobierno para transformar las estructuras económicas y sociales del país, fueron observadas con desconfianza por el Departamento de Estado y, como consecuencia de ello, por otras instancias de la estructura del gobierno federal.

Es conveniente situar en el tiempo lo que significó la victoria electoral, muy apretada por cierto, del abanderado del partido Demócrata, John Kennedy sobre Richard Nixon, el candidato del partido Republicano. Kennedy significaba, para la sociedad norteamericana, una intención de cambio y un estilo de gobierno más sofisticado, con mayor contenido constructivo y más abierto al mundo.

Además, es pertinente tener en cuenta que el inicio de la Revolución Cubana había generado un remezón en América Latina y provocado temores, que ahora pueden considerarse como ciertamente exagerados, en determinados círculos políticos de los Estados Unidos. El fantasma del comunismo comenzó a crecer en la imaginación. Todos los intentos reformistas que no respondieran estrictamente a los dictados de Washington se consideraban sospechosos y estaban, por tanto, sometidos al fuego cruzado, tanto desde el Congreso norteamericano, como desde la estructura del poder federal.

La Declaración de La Habana de 1962 abrió un escenario contestatario. La Alianza para el Progreso, la respuesta que debió ser coherente y vigorosa, no pudo despegar como un mensaje de renovación conceptual y programática para enfrentar los temas del desarrollo económico y de la transformación social, en procura de lograr mayor equidad y justicia social dentro de la región latinoamericana, caracterizada por el elevado nivel de concentración de la riqueza y del poder en pocas manos.

Desencuentros iniciales

Con la visión desarrollista del presidente Belaunde se alimentaron expectativas en el Perú en el sentido que la combinación de la democracia con la promoción del desarrollo económico con contenido social, serían dos cartas que, dentro de la concepción de la Alianza para el Progreso, colocarían al Perú en posición expectante para convertirse en socio preferente de los Estados Unidos dentro de América del Sur.

En su primer acto de gobierno, asumida la presidencia de la República, Belaunde anunció la inmediata convocatoria de cabildos abiertos para la elección de alcaldes y regidores en los pequeños pueblos. Luego, en diciembre del año 1963, a sólo cinco meses de asumido el mando, se eligieron todos los alcaldes del país por votación popular, restableciendo el derecho de los pueblos conculcado desde 1912. Tal decisión, que consolidó el sistema democrático, si bien fue reconocida como un avance interesante e importante por la administración del presidente Kennedy, no mereció otro tipo de respaldo.

La visión del desarrollo del gobierno peruano incluyó, además de reformas que habían sido anunciadas por la Alianza para el Progreso, como la transformación de las estructuras agrarias, factores tales como el desarrollo de microproyectos con participación popular; el fortalecimiento de la capacidad de gestión de los gobiernos locales; y, la orientación de la inversión pública para generar, junto con el avance económico, una mayor integración nacional, para corregir las deficiencias derivadas de un modelo político y económico extremadamente centralista.

Nada de ello, sin embargo, impactó lo suficiente en los asesores del presidente Kennedy y en los responsables del manejo de las políticas frente al Perú, tal como queda debidamente documentado, con fuentes impecables y adecuadamente seleccionadas, en el trabajo del historiador Walter.

Por el contrario, no deja de sorprender que frente a una visión desarrollista proyectada hacia el interior del Perú, para corregir los grandes desequilibrios históricos de manera gradual, democrática y pacífica, enviados de la Casa Blanca consideraran, luego de ser informados acerca de las iniciativas del nuevo gobierno, que, si bien era cierto que el mandatario peruano era imaginativo tenía una visión poco pragmática para abordar los temas del desarrollo.

¿Con la IPC o con la democracia?

Tal como queda revelado en los planteamientos de Thomas C. Mann, designado como asesor principal de la Casa Blanca para los temas hemisféricos durante la administración del presidente Johnson, lo que se consideraba pragmático en ese momento incluía los siguientes asuntos: la protección de las inversiones norteamericanas, la no intervención en asuntos de otros Estados, el anticomunismo militante y la promoción del sector privado. Igual criterio tenían los consejeros de Kennedy.

El primer contacto del presidente Belaunde con la Casa Blanca no fue satisfactorio. Por el contrario, se abordaron temas que no han sido suficientemente analizados por los historiadores de las relaciones exteriores del Perú y que el profesor Walter aprecia con equilibrio y ponderación.

Por ejemplo se le planteó al presidente Belaunde la reducción de los gastos militares dado que se consideraba que el Perú tenía un elevado componente del gasto público dedicado a tal efecto.
Como consta en la historia, y en la documentación oficial conocida al abrirse los archivos del gobierno norteamericano, el mandatario peruano no aceptó ese requerimiento y, por el contrario, afirmó durante su gobierno el compromiso con la defensa nacional. Además, otorgó a la Fuerza Armada un conjunto de nuevas tareas, particularmente en materia de colaboración cívica.
Por otro lado debe recordarse que, en 1965, el movimiento guerrillero fue rápidamente eliminado y derrotado militarmente gracias a la capacidad de acción de la Fuerza Armada.

Iniciado el primer belaundismo fue manifiesta la posición norteamericana, expresada formalmente en las reuniones con el gobierno peruano, con relación a una solución satisfactoria para la empresa del sensible tema de la International Petroleum Company (IPC) y del Laudo de la Brea y Pariñas, que comprometía más que asuntos económicos a cuestiones que, en ese momento de la historia, respondían a un sentimiento nacionalista para resolver, total y definitivamente, una situación que había provocado ardorosos debates políticos internos y, además, enturbiado las relaciones con la comunidad de inversionistas y con el gobierno de los Estados Unidos.

De manera no sutil sino, más bien, directa, conforme queda acreditado en el estudio del profesor Walter, se condicionó la cooperación norteamericana a que la Casa Blanca aprobara implícitamente una solución satisfactoria del caso de la IPC. Sin duda tal decisión de la administración del presidente Kennedy puede sorprender, en la medida que se le consideraba en América Latina como más independiente de los grupos económicos de poder y más abierto a un diálogo constructivo y respetuoso de la soberanía de los Estados.

Al parecer la influencia del Secretario de Estado, Dean Rusk, fue poco positiva en la administración del mandatario asesinado en Dallas, tal como figura en los diarios de Arthur M. Schlesinger, Jr, el distinguido historiador e intelectual norteamericano, que fue uno de los principales asesores de Kennedy.

Schlesinger tiene un juicio muy crítico y severo sobre las limitaciones de Rusk como responsable de la política exterior. A lo largo de diversas páginas de sus diarios se plantea como hipótesis lo que habría ocurrido si tal cargo hubiera sido desempeñado por un liberal con mayor vuelo intelectual y con más flexibilidad para tratar sobre las relaciones con terceros países.

Concretamente en el caso del Perú, y en el escenario histórico de 1963, la influencia del Secretario de Estado Rusk fue negativa. Por otro lado no deja de sorprender la revelación histórica sobre las afirmaciones realizadas por diferentes altos funcionarios de la Casa Blanca en el sentido que las reformas que planteaba el gobierno de Belaunde eran adecuadas y necesarias pero que no debían ser ni muy profundas ni muy rápidas.

Todo lo anterior condicionó el eventual apoyo que podía recibir el Perú tanto de los organismos financieros multilaterales controlados en la mayoría de su capital accionario por los Estados Unidos, como en la asistencia económica mediante, entre otros, los programas de la Alianza para el Progreso.

La vocación reformista del gobierno del presidente Belaunde, por tanto, tuvo una limitación de naturaleza financiera, al no contar con el necesario apoyo de programas hemisféricos inspirados por Washington, elaborados para ser alternativa a la Revolución Cubana, y que se consideraban necesarios para lograr profundas y prontas transformaciones estructurales en democracia y libertad, para garantizar el desarrollo y el bienestar de los pueblos de la región latinoamericana.

El tema más sensible de controversia fue el de la IPC, que se mantuvo como una asignatura pendiente hasta 1968. El Congreso norteamericano, con la Enmienda Hickenlooper, y, por cierto, la Casa Blanca se inclinaron a favor de la empresa y no por la consolidación de la democracia peruana. Por tanto, se amenazó al Perú con la suspensión de toda la ayuda externa.

La historia, maestra fundamental para entender los procesos políticos, se presenta en el trabajo del profesor Walter, con argumentos y documentos que explican, desde una nueva perspectiva, los problemas internos que confrontó el primer belaundismo.

El 3 de octubre de 1968 se produjo el golpe de Estado. Belaunde fue derrocado por la fuerza de las armas, que desconocieron el mandato constitucional. Se inició entonces una nueva etapa en las relaciones del Perú con los Estados Unidos, caracterizada no por la búsqueda de consensos, no por el propósito de promover a las inversiones privadas, haciendo respetar la soberanía nacional, como ocurrió durante el régimen constitucional. Se impuso, en el régimen militar, un estilo de confrontación, con un cambio en la visión ideológica, con discrepancias con los Estados Unidos y con la nacionalización de empresas de capital norteamericano, incluyendo, en primer lugar, la IPC.

1. Walter, Richard J., Peru and the United States, 1960-1975: how their ambassadors managed foreign relations in a turbulent era, The Pennsylvania State University Press, 2010.

Fuente: Le Monde Diplomatique (Perú); Año IV, Numero 40 Setiembre 2010.

Historia de la Dictadura Duvalier en Haití. De François Duvalier "Papa Doc" a Jean-Claude Duvalier "Baby Doc".

El Haití de los Duvalier

Tras 25 años de exilio, ‘Baby Doc’ sorprendió a todos con su retorno.

Por: Jorge Moreno Matos (Periodista)

Tuvo que ocurrir un cataclismo de dimensiones bíblicas, como el del 12 de enero del año pasado, que cobró la vida de más de 220.000 personas, para que el nombre de Haití volviera a figurar en los titulares de los diarios del mundo entero con la frecuencia de la de los grandes protagonistas.

Un año después de esa inmensa tragedia, que empobreció todavía más al más pobre de los países del hemisferio occidental, otro acontecimiento volvió a colocarlo en las primeras planas, algo que ni siquiera el primer aniversario de ese desastre logró: el retorno al país, tras 25 años de cómodo exilio, del ex dictador Jean-Claude Duvalier, ‘Baby Doc’ para todos.

¿Qué pretende Duvalier con su regreso? No hay que ser un experto analista para darse cuenta de que la fragilidad del país, su inestabilidad política y la presencia en la isla de cientos de ONG internacionales, con millones de dólares de ayuda detrás de ellas, lo convierten en un botín nada despreciable para quien ya antes ha sabido sacar buen provecho de esta cooperación.

OLVIDO SECULAR

Entre las celebraciones por el bicentenario de la independencia que hubo por toda América el año pasado, quedó en el olvido que Haití fue el primer país de América Latina en independizarse (en 1804) y que, hasta donde sabemos, no hubo tanto alboroto en el 2004 para conmemorarlo.

A ese olvido secular se debe, por ejemplo, que muchos no sepan que Haití pagó muy cara su independencia.

Apenas libre, Francia, España y Portugal le impusieron un embargo económico que durante décadas le impidió desarrollarse como Estado. Más aun, se olvida también que solo dos años después el también libre y floreciente Estados Unidos se sumó al embargo. La razón: Haití había abolido la esclavitud y esa era una pésima lección que debía ser castigada.

Como si esto fuera poco, y luego de siglos de explotación y saqueo, Francia exigió una reparación por los perjuicios que la independencia haitiana les había ocasionado a los colonos franceses que se vieron privados, por la misma, de sus cientos de esclavos y plantaciones azucareras. Por este ‘atropello’, Francia le exigió al minúsculo país 150 millones de francos de la época que hoy alcanzarían, sumados los intereses, cerca de 5 mil millones de euros.

Que no extrañe, entonces, que el país estuviera condenado a la pobreza más absoluta y consuetudinaria cuando los pocos recursos con los que contaba (el 70% de sus ingresos estuvo destinado a pagar la deuda con Francia) no pudieron ser usados para echar las bases mínimas de un Estado. Tan solo en el siglo XIX, cerca de veinte golpes de Estado y otras tantas dictaduras se sucedieron uno tras otro, sumiendo al país y a la población en una situación rayana con la miseria, ya que cada cual robó y rapiñó cuanto pudo y sin obstáculo alguno. Todas honraron la deuda contraída con la antigua metrópoli hasta 1886, en que se dio por cancelada.

En ese ambiente de caos, anarquía y pobreza extendida transcurrieron los primeros cien años de vida independiente, cuando ocurrió la invasión estadounidense de 1915. Bajo el pretexto de asegurar la estabilidad en la región que amenazaba la suya, Estados Unidos ocupó el país 19 años. Al retirarse, en 1934, dejó bien aleccionados al Ejército y a la clase política sobre los intereses que debían defender.

Pero no contaron con que un humilde como astuto doctor de provincias, gran conocedor del vudú y que había trabajado antes para ellos, tenía sus propios planes.

LA MALDICIÓN DUVALIER

El iniciador del linaje de los Duvalier, François Duvalier, médico de profesión, conocido como ‘Papa Doc’, venció en las urnas en 1957, luego de que el Ejército lo eligiera como el candidato más viable para mantener el estado de cosas prevaleciente. Pero apenas juró el cargo, Duvalier mostró su propio programa político. Depuró el Ejército, arrestó a sus adversarios (cuando no los mandó asesinar) e instauró un régimen de terror que se cobró miles de víctimas a manos de los tristemente célebres ‘tontons macoutes’.

A su muerte, en 1971, era poseedor de una formidable riqueza, producto de la rapiña y saqueo durante años de los millones de dólares de la ayuda internacional que llegaban al país y terminaron engrosando sus cuentas bancarias en Suiza.

Cuando lo sucedió su hijo, con apenas 19 años (fue así como se ganó el apelativo de ‘Baby Doc’), el régimen aflojó un poco las cuerdas de la censura en los medios y aprobó algunas tímidas reformas, pero continuó el saqueo descarado de las arcas fiscales. El papa Juan Pablo II le dio la estocada final, en su visita de 1983, cuando denunció en su homilía la ostentosa vida de la clase política. Al ganar las elecciones por segunda vez con el 99%, en 1985, las protestas lo obligaron a abandonar el país al año siguiente; fue cuando perdió el apoyo de EE.UU.

OTRO RETORNO

El mal ejemplo de Duvalier empieza a cundir. El ex presidente Jean Bertrand Aristide, quien fue alejado del poder por un golpe incubado en el creciente descontento por su autoritarismo y populismo, ha dicho que él igualmente desea volver también para ‘ayudar’, tal como lo manifestó ‘Baby Doc’ no bien se apeó del avión.

Habrá que esperar si sus compatriotas están dispuestos a dejar que vuelvan otra vez a convertir Haití en su feudo personal y el erario público en su cuenta de banco privada.

POLÍTICA Y VUDÚ: LOS ‘TONTONS MACOUTES’

¿Cuál fue la clave del éxito de los Duvalier para controlar un país donde las necesidades son tan grandes y el sufrimiento tan cotidiano que resulta asombroso que no se rebelen todos los días? Una antigua fracción social, tan vieja como el país mismo, ha escindido en dos a Haití: por un lado, una clase social minoritaria y llena de privilegios y mulata; y del otro, la empobrecida y mayoritaria población negra del país, que sobrevive con apenas 2 dólares diarios.

Esa notoria y dolorosa división ha sido el origen de muchas revueltas y la causa de la caída de muchos presidentes en el pasado. Cuando ‘Papa Doc’ Duvalier entendió que para mantenerse en el poder necesitaba congraciarse con la empobrecida mayoría negra del país, se valió del elemento más cohesionador que tiene Haití: la religión. En su caso, el vudú, esa mezcla de creencias católicas, ritos africanos y prácticas de brujería que profesa la inmensa mayoría de haitianos que pretendía controlar.

Tanto Duvalier padre como el hijo se valieron del vudú para atemorizar, engañar y perpetrar sus crímenes. El más sombrío ejemplo de ello lo constituyeron los ‘tontons macoutes’, su policía secreta de seguridad.

Como fuerza paramilitar que en realidad era, su nombre oficial fue Voluntarios de la Seguridad nacional, su único objetivo fue el de mantener a raya a la oposición y atemorizar y torturar a los haitianos durante casi tres décadas. La elección del nombre, procedente del creole, no fue gratuita. En la tradición vudú, el ‘tonton macoute’ podía hacer desaparecer a una persona. Exactamente lo mismo que hicieron con los opositores al régimen. Cerca de 40.000 personas fueron asesinadas o ‘desaparecidas’ mientras los Duvalier estuvieron en el poder.

CRONOLOGÍA
DOSCIENTOS AÑOS DE POBREZA Y ROBO

[1804]
Independencia de Haití. Inicio del embargo económico que duraría 50 años.

[1825]
Francia obliga a Haití a pagar una cuantiosa indemnización.

[1915]
Ocupación estadounidense. Se retirarán en 1934.

[1957]
François Duvalier, ‘Papa Doc’, asume el poder.

[1971]
Jean-Claude Duvalier, ‘Baby Doc’, asume el poder.

[1986]
Revuelta obliga a ‘Baby Doc’ a partir al exilio.

[2004]
Jean Bertrand Aristide es obligado a dejar el poder por una revolución militar.

[2010]
Un devastador terremoto deja más de 200.000 víctimas. La capital, Puerto Príncipe, queda en ruinas.

Fuente: Diario El Comercio (Perú). Domingo 23 de Enero del 2011.
.
Recomendado:

viernes, 28 de enero de 2011

Los movimientos nacionalistas-separatistas actuales en África: Sud-Sudán, Gambelia, Oromia, Ogaden, Jubalandia, Maakir, Puntlandia, Somalilandia, etc.

Los sudores de Sud-Sudán

Por: Isaac Bigio (Internacionalista)

Sud-Sudán ha votado masivamente por su independencia y para mediados de este año debería aprobarse el nombre del nuevo país, el cual podría convertirse en el miembro 193 de las Naciones Unidas.

Este, sin embargo, no es el único territorio que ha derramado mucha sangre, sudor y lágrimas en una guerra separatista.

Hay otras repúblicas que han proclamado unilateralmente su independencia, pero que la ONU no las ha admitido.

Mientras los amigos de Rusia vetan el ingreso de Kosovo, los de EE.UU. hacen lo mismo con Abjasia y Osetia del Sur, pues ambas fracturas no son reconocidas por las repúblicas de las que habían formado parte (en el caso de la primera Serbia, cristiana ortodoxa como Moscú, y en el de la segunda, Georgia, aspirante ex soviético a entrar en la OTAN).

Los casos del África no son tan conocidos, pero ahora buscarán sacar provecho para buscar tratar de ser reconocidos internacionalmente.

Al sureste de Sudán está Etiopía, de la cual se escindió Eritrea (una ex colonia musulmana de Italia que ese país cristiano fracasó en reabsorber), la cual en 1993 fue la última nación africana en ser admitida en la ONU.

Etiopía tiene movimientos regionalistas en Gambelia y Oromia, mientras que en la zona de Ogaden muchos de los somalíes que la dominan piden la separación o la reunificación con el resto de los somalíes.

Sin embargo, la vecina Somalia está dividida tras una de guerras de clanes. Hay poderes o repúblicas locales en las regiones suroeste, Jubalandia, Maakir y Puntlandia. El Norte es independiente, aunque nadie le reconoce, pese a que se basa en el nombre y las fronteras de la antigua Somalilandia británica que en 1961-91 se unificó con la ex colonia italiana de Somalia.

Al sur de Sudán están Uganda (que tiene otra guerra interna entre el norte y el sur), Rwanda-Burundi (quienes padecieron el genocidio de los tutsis y en donde los pigmeos twa piden sus tierras) y Congo (que ha sufrido la peor guerra civil de la posguerra con más de 4 millones de muertos, así como varios intentos separatistas, incluyendo el de Katanga de los 1960 animado por corporaciones belgas interesadas en los ricos recursos minerales de ésta).

Al norte de Sudán está Egipto, donde el 10% de sus habitantes son cristianos coptos dentro de quienes hay corrientes nacionalistas.

El oeste de Sudán ha sido escenario de la guerra de Darfur donde han muerto 200,000 personas, y más allá está Chad, que tuvo otra guerra entre Norte y Sur.

En el norte árabe de África hay dos importantes movimientos nacionalistas. Uno es el de los kabiles de Argelia, quienes hablan su propia lengua berebere y son mahometanos más seculares.

Otro es el de la antigua Sahara Española, cuyos nativos saharauis son los únicos musulmanes de lengua hispana y quienes tienen su propia república que resiste la ocupación de Marruecos. Esta, la República Árabe Saharaui Democrática, aún controla un 20% del territorio de la antigua colonia castellana y ha sido reconocida por 58 países, aunque muchos de ellos hayan retirado o condicionado ese apoyo a la realización de un referendo.

Fuente: Diario Correo (Perú). 26 de Enero del 2011.

lunes, 24 de enero de 2011

La hegemonía económica asiática en la Antiguedad y Actualidad. El PBI mundial a través de la historia.

Hacer click en la imagen para ampliar


Hu Jintao en EEUU: Signo de los tiempos

Por: Humberto Campodónico (Economista)

El presidente chino Hu Jintao está visitando EEUU y ha sido recibido por todo lo alto. Ha sido honrado con las más altas condecoraciones que da EEUU, ha tenido una cena privada con Barack Obama (además de las oficiales), ha alborotado todo el cotarro político: algunos no fueron a las recepciones oficiales, mientras que otros lo acusaron de dictador (pero luego se han rectificado).

La cereza de la torta la puso el alcalde de Chicago, Richard Daley, al decir que su ciudad quiere ser el primer socio comercial de China dentro de EEUU. Claro, esta ciudad es la sede de Caterpillar y Boeing, empresas que tienen grandes inversiones y ventas en China y que forma parte del paquete de ventas de US$ 45,000 millones anunciado por Obama.

El trasfondo económico es que el PBI de China de US$ 5.7 billones en el 2010 ya desplazó a Japón del segundo lugar y se va a la caza de EEUU cuyo PBI en el 2010 fue US$ 14.7 billones. Hasta antes de la gran recesión del 2008, la mayoría de analistas estimaba que eso sucedería alrededor del 2050 o, en el mejor de los casos en el 2035. Ahora se estima que si se mantiene el crecimiento de “dos velocidades” (China al 9 a 10% y EEUU del 2 al 3%), eso sucedería en el 2020.

Este cambio en la hegemonía económica puede sorprender a muchos pero si se le analiza desde una perspectiva de largo plazo la cosa no es tan novedosa. En efecto, según los análisis del historiador económico Angus Maddison (que murió el año pasado), las economías asiáticas tuvieron la hegemonía económica total en la Antigüedad, lo que se prolongó por miles de años (1).

Aun en el año 1500 las economías de Japón y China combinadas representaban el 28% del PBI mundial (si agregamos India, Asia sube a 52%), mientras que las de EEUU y el Reino Unido juntas solo eran el 1.5%. Estas proporciones se mantuvieron más o menos estables hasta que los efectos de la Revolución Industrial (fines del siglo XVIII en Inglaterra) se comenzaron a hacer evidentes.

Así, hacia 1890 el Reino Unido y EEUU superaron a las estancadas China y Japón, lo que se profundizó en el siglo XX. Pero desde mediados del siglo pasado, Japón primero y luego China desde 1979 (las “cuatro modernizaciones” de Deng Xiaoping), vuelven a ganar terreno y acortan fuertemente las distancias con las potencias occidentales. Por tanto estamos, hoy, de vuelta a la “normalidad histórica” (business as usual?).

Este análisis económico no toma en cuenta las variables políticas que podrían frenar el crecimiento chino, sobre todo las tensiones que producen las grandes disparidades entre regiones, así como posibles exigencias de libertades políticas, inherentes a las sociedades de información y del conocimiento.

Tampoco toma en cuenta la coyuntura económica de corto plazo, según la cual estaríamos frente a un “recalentamiento” de la economía china. Es lo que dice un reciente informe del banco francés Société Générale titulado “El dragón que jugaba con el fuego” (18/1/2011). Afirman que el devaluado yuan y el aumento de la inflación –que ya está cerca al 5% anual–va a obligar al gobierno a subir las tasas de interés para enfriar la economía, lo que provocaría una caída de precios (sobre todo de las materias primas) e impactaría fuerte en las bolsas mundiales.

Sea lo que fuere, no cabe duda que el tratamiento otorgado a Hu Jintao por EEUU es el indicador más claro del signo de los tiempos en esta segunda década del siglo XXI. Aunque, claro, todavía mucha agua tiene que correr bajo los puentes.

(1) Contornos de la economía mundial desde el Año 1 al 2030, Oxford University Press, 2007.

Fuente: Diario La República (Perú). Sáb, 22/01/2011.

Recomendado:

El Dragón Oriental y el Águila Norteamericana. China y EE.UU: encuentros y desencuentros.

domingo, 23 de enero de 2011

Pedro Paulet y el origen de los cohetes de combustible líquido. Verdadera Historia de la Astronáutica Mundial y la deuda con Paulet.

1969: EL AÑO DE PAULET

Por: Álvaro Mejía S. Miembro Correspondiente del Instituto de Estudios Aeroespaciales de la FAP

Julio, 1969. Los astronautas del Apolo XI pisaban la Luna. El mundo contemplaba maravillado la televisión. Un pequeño paso para el Hombre, un gran salto para la Humanidad. Pero ganar la carrera espa¬cial exigía afianzar la idea de que la cohetería espacial nació en EEUU.

Octubre, 1969. Frederick Ordway III, historiador de la NASA y agente de la CIA, presentó en un congreso astronáutico una investigación en la que probaba –en apariencia- que el peruano Pedro Paulet no inventó los cohetes de combustible líquido, cuyos principios permitieron la conquista de la Luna. Buscaba imponer como pionero absoluto al norteamericano Robert Goddard.

Pero de esa manera, Ordway no sólo desacreditaba a Paulet, sino a los científicos alemanes de entre guerras a los que transmitió sus conocimientos. El motivo de fondo: encubrir el pasado nazi de Wernher Von Braun, artífice del Apolo XI. Era parte de los efectos de la Guerra Fría. Ante tal campaña de desinformación, en 1960, el alemán Alfred Fritz advirtió: “Sólo en Alemania hubo un asombroso desarrollo en el campo de la cohetería espacial a partir del documento de Oberth”. Aludía al libro “Los cohetes hacia el espacio inter-planetario” (1923), donde Hermann Oberth probaba -en teoría- que los motores de combustible líquido harían posible los viajes espaciales.

Goddard lanzó un cohete de ese tipo en 1926. Se esparció el rumor de que sus estudios llegaron por medio de espías a los científicos de la Sociedad Astronáutica Alemana (VfR, sus siglas en alemán), en la que se formó Von Braun. Pero esa versión ya fue descartada. Eso sí, ciertos componentes de los inventos de Goddard coincidieron con los que empleó el alemán en el Apolo XI, teniendo que pagar por los derechos de patente en EEUU.

Hay quienes sostienen que Von Braun siguió los estudios del austriaco Max Valier. Al respecto, Fritz escribió: “El mérito inobjetable de haber iniciado esto se atribuye a Max Valier”. Le faltó contar de qué manera Paulet intervino en este episodio. Trataremos de explicarlo.

Oberth fue el mentor de Von Braun. Por su lado, Valier fue el constructor del primer motor de combustible líquido germano en 1930. Oberth y Valier fundaron la VfR en julio de 1927. Su objetivo era poner en práctica las demostraciones teóricas de Oberth y construir el motor de combustible líquido ansiado. No contaban con que tres meses después, Paulet publicaría en el diario peruano El Comercio, su invento de una nave espacial, el Avión Torpedo, con motores de combustible líquido, que había concebido tres décadas atrás.

En 1928, Paulet llegó a Berlín y tomó contacto con la VfR -a la que Von Braun pertenecería desde el año siguiente-. Ese año, Valier acabó reconociendo que el peruano había probado que “es posible, usando combustibles líquidos, construir un motor cohete que logre una combustión de horas”. Similar recono¬cimiento hicieron el ruso A.B. Scherschevsky, miembro también de la VfR, así como la revista Die Rakete, boletín de la misma sociedad.

Los alemanes empezaron a experimentar con los es¬tudios del peruano. La revista francesa Science et Vie, por ejemplo, afirmó en 1931 que Oberth y el industrial automovilístico Opel intentaron fabricar un motor como el suyo. En 1932, usando los mismos principios, Von Braun empezó a fabricar los misiles V2, que asolarían Europa en la Segunda Guerra Mundial.

Ordway obvió todo eso en su investigación. También que, en 1947, dos años después de la muerte de Paulet y de Goddard, el norteamericano James Wyld, tras revisar la literatura al respecto, escribió: “El dispositivo de Paulet parece haber sido el ejemplo más temprano del así llamado motor cohete bipropelente, en el cual el oxidante y el combustible de hidrocarburo están en tanques separados y se mezclan solamente en la cámara de combustión. Su uso del peróxido de nitrógeno como oxidante también presagió ciertos propulsores modernos tales como ácido nítrico, y la disposición de su banco de prueba era absolutamente similar a los tipos usados en años posteriores”. Eso, sin contar que después de la Segunda Guerra Mundial, la fábrica Diesel aplicó el peróxido de nitrógeno en motores que funcionarían incluso debajo del agua.

En los años 1950, la campaña de desinformación se intensificó. Así, el alemán Willy Ley –ex miembro de la VfR y residente para entonces en EEUU- escribía que su amigo Hermann Oberth había inventado el motor de Paulet en 1929. Para ello, no le importó afir¬mar que Valier no sabía nada de cohetería espacial. Ni ocultar su racismo para ridiculizar a Scherschevsky. La Historia, sin embargo, es capaz de revanchas. En 2004, Hans Barth, un respetado biógrafo de Oberth, halló los planos del motor que pretendió construir éste en los archivos del Ejército Rojo. De esa manera, estableció que Scherschevsky era espía y que gracias a él esos planos estaban ahí. Pero, ¿no eran los planos de Paulet?

¿Cuál era entonces la tesis que sostuvo Ordway en 1969? Que, salvo la palabra de Paulet, no había pruebas de que hubiese inventado el motor de combustible líquido a fines del siglo XIX. En este caso, soslayó los planos del Avión Torpedo, fechados en 1902. A lo cual podemos añadir la afirmación del reconocido científico Hans Thirring en 1935 y que dudamos que Ordway ignorase: “El primer motor-cohete de esta especie surgió en Perú entre los años 1895 y 1897. Los trabajos se llevaron a cabo en la mayor reserva; sólo en 1905 se publicó algo por primera vez en el periódico de Lima, El Comercio. El constructor, un ingeniero llamado Pedro Paulet”.

Por esa razón, no sorprende que días después del evento, el Presidente de la Agrupación Astronáutica Española, Pedro Mateu Sancho, escribiese: “Creo que es muy importante para todos los que se ocupan de la historia de la Astronáutica, que pronto formarán legión, el saber a ciencia cierta si Paulet realizó o no estas experiencias. Particularmente llevo un año estudiando documentación sobre este tema y me cuesta ser tan negativamente tajante como Ordway”.

Muchos historiadores en el mundo se han hecho eco de lo establecido por Ordway en 1969. Toca a los investigadores peruanos sistematizar una vasta documentación para hacer que el nombre de Paulet brille en la Luna, como ya lo hace el de Max Valier, por ejemplo. En esa labor estamos inmersos.

Datos:

Wenher von Braun (1812-1977) empleó los estudios de Paulet (1874 – 1945) en los misiles V2. Al final de la Segunda Guerra Mundial, negoció su rendición con los EEUU para evitar ir prisionero a la URSS. En 1958, tras un intenso debate en¬tre las autoridades norteamericanas, le encargaron dirigir la NASA. Durante esa época, fue asesor de los programas cientí¬ficos televisivos del afamado productor Walt Disney. En 1966, hizo una mención a Paulet en Historia Mundial de la Astronáutica, libro coescrito con Ordway. En ediciones posteriores, la mención se fue reduciendo de manera extraña. Ordway era una persona tan influyente que asesoró al cineasta Stanley Kubrick en 2001: Odisea del Espacio, filme de gran influencia en el género de ciencia ficción. Está vivo todavía.

Álvaro Mejía S.
Miembro Correspondiente del Instituto de Estudios Históricos de la FAP. Vicepresidente de la ONG Círculo de Arena. En setiembre próximo, disertará sobre Paulet en el 61° Congreso Astronáutico Internacional en Praga.

Fuente: Revista Actualidad Espacial. Agosto 2010, N°002.

Recomendado:

El diplomático peruano Pedro Paulet, pionero de la astronáutica mundial.

Mundo Paulet (Blog de Álvaro Mejía).

Historia de la Medicina Peruana: Los médicos negros o afrodescendientes durante la Colonia e inicios de la República.

José Manuel Valdés (1767 – 1843), médico, latinista, poeta y parlamentario.

Afrodescendientes y medicina peruana

Sanadores. Aunque poco se mencione, durante el Virreinato y en la época republicana, hasta mediados del siglo XIX, los afrodescendientes jugaron un papel importante como profesionales de la salud.

Por: Uriel García. Médico e investigador, ex ministro de Salud.

Desde la época de los reyes católicos se prohibió, en España, el ingreso a las universidades a los no descendientes de españoles. Esto para imposibilitar que judíos y árabes se titulasen como profesionales de cualquier clase. Resultaba, sin embargo, que los mejores médicos, sobre todo los que atendían a la nobleza, pertenecían a esas etnias.

La especialización

En España, y solo allí, las profesiones médicas se clasificaron como: doctores o físicos –el grado máximo–, eran sometidos a examen después de estudiar en la universidad; cirujanos latinos: obtenían grado de bachiller en una universidad con dominio del latín –la lengua académica–, además, aprendían anatomía y la supuesta curación de las enfermedades de la piel; cirujanos romancistas: una suerte de enfermeros sin autorización para recetar ni manejar el latín; finalmente los sangradores: que seguían un curso de reconocimiento de las venas superficiales para extraer sangre del sitio escogido y en la cantidad indicada por el médico tratante. Esto diferenció a los españoles del resto de países en los que cirujanos podían ser barberos.

Protomedicato peruano

En nuestro país, con varios siglos de adelanto, se creó una institución descentralizada que calificaba a los profesionales de la salud y vigilaba su adecuado comportamiento. Estos fueron los llamados Tribunales del Protomedicato. Los historiadores desconocedores del protomedicato creen que en España y sus colonias los cirujanos eran solamente barberos y sangradores.

En América, sin embargo, se cometía la injusticia de exigirse un ominoso certificado de pureza de sangre, para entrar a la universidad y poder obtener los títulos de doctor o cirujano latino, pues no podían admitirse a personas que “avergonzaran” a sus compañeros por pertenecer a castas inferiores (como reza textualmente una pragmática de Felipe III, del siglo XVIII).

Médicos de estas tierras

Pese a todo, en las colonias españolas de América, y en especial en el Perú, ocurrió algo singular. Los afrodescendientes fueron admitidos para obtener el título de cirujano latino, profesión que casi ningún criollo deseaba (los hijos de íberos puros no deseaban ser cirujanos latinos). Los únicos blancos fueron los cirujanos españoles adscritos a los batallones militares de ocupación. Para atender la demanda por este tipo de profesionales, el Real Protomedicato de Lima tuvo que admitir a los descendientes africanos como cirujanos latinos. Por alguna razón, quizá por la innata habilidad manual, se prefirió a los afros para amputar piernas o brazos, drenar panadizos, suturar piel y tejidos desgarrados o practicar necropsias. No se hizo lo mismo con los amerindios o sus mezclados.

Hijo de esclavizado

Pedro de Utrilla ‘El Joven’ fue un cirujano latino graduado en San Marcos, hijo de un esclavo liberto de quien se dice que fue también cirujano (aunque no hay pruebas como sí las hay de ‘El Joven’). Ejerció su profesión brillantemente, con fama y prestancia. Sus sucesores constituyeron una tradición de cirujanos de esa etnia hasta mediados del siglo XIX. Existe prueba documental de las importantes operaciones y autopsias que realizó DeUtrilla en Lima. Fue el único que se salvó de la diatriba mordaz de Caviedes, quien le compuso un vejamen –texto burlesco que se redactaba para un recién graduado– en el que alabó sus virtudes sin dejar de zaherirlo con maestría:

A una mujer abrió en suma
Por la parte que no cierra
Y una piedra le sacó
Que pesaba libra y media
La mujer no murió, por
Estar de Dios que viviera […]

El ‘Cachorro’, como motejó De Utrilla al poeta, fue un notable cirujano con bien ganado prestigio. Hay que destacar que esto mismo no ocurrió en otros lares. En Norteamérica hubiese sido imposible que un africano ejerciera legalmente la profesión médica.

El doctor Espejo

El doctor Eugenio Espejo, de nombre “remodelado” para bautizarlo (en realidad Eugenio Francisco Xavier de Santa Cruz y Espejo), fue un sobresaliente hombre –mitificado y desfigurado– que hasta en sus retratos aparece cambiada su apariencia facial. Fue hijo de un indio quechua de Cajamarca –Luis Chuzigin– y de una esclava liberta –Catalina Aldás– de Quito. Espejo fue prócer médico y de la libertad de la entonces Capitanía de Quito, primero en el virreinato, del Perú y luego de Nueva Granada.

Vivió en los tiempos de Unanue y aunque no hay evidencia de que se conocieran, ambos postularon los cambios climáticos como factores en la génesis de enfermedades. Murió en prisión por ser un sincero anticolonialista.

Profundizar estudios

Hay pocos datos concretos sobre los médicos de ascendencia africana. El primero que se encuentra –gracias al gran historiador Guillermo Lohmann Villena– es el doctor Juan Llano Jaraba, quien en 1695 obtuvo la borla doctoral. Era hijo ilegítimo de un noble español y de madre cuarterona (hija de español con mestiza). El virrey Conde de la Moncloa ordenó al protomedicato dispensarlo del certificado de pureza de sangre por su sobresaliente rendimiento académico. No hay bibliografía sobre él, pero sí evidencia documental de que durante varios años fue protomédico y catedrático. Juan del Valle y Caviedes lo menciona hasta tres veces y en su famosa obra manuscrita “Hazañas de la Ignorancia”, lo atacó en una extenso Romance, diciendo que solicitó a Llano curarle una fiebre terciana y criticó despiadadamente sus recetas.

El gran Dávalos

José Manuel Dávalos (1758-1821), hijo de un importante español con una esclava liberta, fue –como Hipólito Unanue– seminarista y cursó latinidad, filosofía y artes. Pasó a San Marcos para cursar la carrera de cirujano latino (la única que podía seguir). Su padre pidió permiso para que viajase a Europa, donde ingresó a la prestigiosa Universidad de Montpellier, Francia, y fue discípulo de prominentes figuras científicas, como Lavoisier. Se graduó con honores con una tesis sobre las enfermedades vistas en Lima durante su ejercicio. Su tesis, en correcto latín, fue publicada en francés por varias revistas científicas. En Montpellier siguió cursos de botánica médica. De vuelta a Lima fue maltratado por la universidad y recurrió a la Corte Real para revalidar su título francés de doctor. Al crearse la cátedra de botánica médica se presentó al concurso, pero perdió ante un dibujante (ex soldado raso de un regimiento español sin título académico), protegido de Unanue. Aceptó enseñar gratis mientras durase la ausencia del titular que trabajaba dibujando para una misión botánica. Cuando Hipólito Unanue intentó ser protomédico, la universidad utilizó a Dávalos para contrarrestarlo. El currículo del doctor era imbatible y la universidad lo nombró provisoriamente. El virrey Abascal, entonces un virtual rey de la América del Sur hispana, colaboró con Unanue para atropellar a la universidad y al doctor Dávalos. Unanue fue nombrado protomédico por decreto virreinal y sin concurso. El único médico peruano alabado por Alexander von Humboldt fue este afroperuano.

Fuente: Diario El Comercio, suplemento "El Dominical" (Perú). 23 de Enero del 2011.
Recomendado:

sábado, 22 de enero de 2011

El Dragón Oriental y el Águila Norteamericana. China y EE.UU: encuentros y desencuentros.

La junta de Obama y Jintao

Por: Isaac Bigio (Internacionalista)

El presidente chino Hu Jintao visita a su homólogo Barack Obama en Washington. Los dos encabezan las dos mayores superpotencias.

Al comparar a éstas podemos ver que el gigante asiático posee el mayor ejército del planeta (2,200,000 soldados). El coloso norteamericano, pese a tener 600,000 efectivos menos, sin embargo, tiene un presupuesto bélico 9 veces mayor ($663 mil millones vs. 70 mil millones) y 40 veces más armas nucleares (9,000 vs. 240).

Mientras EE.UU. tiene bases militares en decenas de naciones y promueve varias ocupaciones armadas, China hace décadas no desarrolla ninguna guerra interna o externa. Beijing tiene la mayor fuerza pacificadora de la ONU y su política exterior se basa en la no intervención.

Esto último le distancia de la diplomacia que Moscú y Mao tuvieron durante la guerra fría, en la cual animaban guerrillas u oposiciones en diversas regiones. La nueva China, si bien mantiene el mismo monopolio del poder del Partido Comunista, hoy promueve un capitalismo de Estado que requiere de materias primas y de intercambios comerciales con naciones de todos los signos políticos.

El ajedrez entre Washington y Beijing no se centra en movidas de piezas militares en tal o cual rincón del tablero global, sino en disputas esencialmente económicas. Los norteamericanos quieren que los chinos revalúen su signo monetario, que ellos mantienen relativamente bajo para mejorar sus exportaciones.

Éstas hoy, según The Guardian, ascienden a $1,505 mil millones, superando a las de EE.UU. que son $1,270 mil millones. A nivel de reservas del tesoro, China es la nación que tiene el mayor superávit ($272,500 millones) y EE.UU. la que tiene la mayor deuda ($561,000 millones). Mientras el dragón oriental crece anualmente a un ritmo de 9.4%, el águila norteamericana sólo lo hace un nivel de 2.6%.

Para la Universidad de Pensilvania, la economía china ya habría superado a la de EE.UU., aunque en mediciones de dólares su producto interno bruto está a la mitad del norteamericano, y a nivel de producto por habitante el de EE.UU. es unas 12 veces mayor que el de China ($47,132 vs. $4,283), quien, en ese campo, sigue estando dentro de la mitad más pobre de los países del planeta. La capitalización de EE.UU. (de unos $15 billones) es casi el cuádruple de la de China.

China ha desplazado a EE.UU. como la líder mundial en polución, así como en medallas olímpicas de oro, mientras que los estadounidenses superan en decenas de veces a los orientales en sitios de internet, ventas de filmes y musicales, y número de magnates y transnacionales.

EE.UU. sigue jactándose de que su cultura se difunde por todo el globo y que su idioma inglés es la lengua franca de la globalización. Sin embargo, hay 3 veces más humanos hablando mandarín que inglés en sus casas.

De acuerdo con el Financial Times, hoy hay cerca de 100 millones de personas no chinas que vienen aprendiendo lenguas de dicha nación asiática. Beijing ya ha superado al Banco Mundial como el mayor prestamista al Tercer Mundo, en tanto que sus 251 misiones diplomáticas en todo el globo se acercan a las 289 que tiene EE.UU.

En los próximos años es posible que veamos una transición desde el siglo norteamericano hacia el siglo chino.

Fuente: Diario Correo (Perú). 21 de Enero del 2011.

Recomendado:

La estrategia china frente a la estrategia norteamericana I.

Perspectivas del cambio climático y la economía mundial. Actual contexto socio-político de América latina y el Perú.

Balance global del 2010 y perspectivas del 2011

Sin ninguna duda, el año 2010 llegó a su fin con un evento clave: la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) en Cancún (México), la primera quincena de diciembre. Decisiva y trascendente no tanto por los acuerdos suscritos, sino por lo que significa el incremento de las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera. Todo el mundo coincide en que el cambio climático definirá el curso de la historia del planeta y, por tanto, el destino humano.

Como la Cumbre de Copenhague de diciembre del 2009, Cancún 2010 tampoco tiene acuerdos vinculantes, de cumplimiento obligatorio y con un cronograma de acciones. Sin embargo, cuando la cita estaba a punto del naufragio, una cierta sensatez y sentido común primó entre los 193 países asistentes -incluyendo a los dos mayores emisores, China y Estados Unidos- que finalmente llevaron a suscribir un acuerdo marco que compromete a los países suscriptores del Protocolo de Kyoto- que expira en el año 2012- a reducir antes del 2020 entre un 25 y un 40% de sus emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a los niveles de 1990.

Los gobiernos, asimismo, en este acuerdo donde no hay cronogramas concretos de reducción ni mecanismos de control, se comprometen a que el calentamiento de la Tierra sea como máximo de 2 grados y, si es posible, de 1.5 grados, además de la creación de un Fondo mundial para el CLima por un monto de US$ 100 mil millones para el 2020 bajo la administración del Banco mundial que en Cancún recibió amplísimas prerrogativas.

Para tener una idea de lo crucial que es mantener la temperatura global por debajo de los 2 grados, vale la pena recordar que la temperatura del planeta subió 2 grados a lo largo de los 10 mil años que duró el período glacial. Subió dos grados más desde el siglo XIX en el curso de la revolución industrial hasta finales del siglo XX y subirá 2 grados en los próximos 15 o 20 años, con consecuencias devastadoras sobre la vida humana.

Uno de los aspectos que ha sorprendido en Cancún 2010, además de la ausencia de acuerdos vinculantes, fue el silencio en torno a los problemas macroeconómicos, a la crisis económica global y a los modelos de desarrollo.

Porque el cambio climático-lo han señalado los expertos-plantea a todas las sociedades y en particular a los países desarrollados, retos y desafíos que tienen que ser enfrentados hoy y no mañana. Por eso también cualquier balance global del año 2010 y una visión prospectiva del futuro no puede obviar el análisis del cambio climático y su relación con la economía y la crisis civilizatoria que ahora sacude a las sociedades en el siglo XXI.

Porque la piedra de toque y la llave maestra para la reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tienen que ver con transformaciones estructurales que son imprescindibles e inevitables: descarbonizar la economía, es decir, modificar el patrón productivo, el modelo de inversiones principalmente en actividades extractivas como petróleo, gas, carbón y en general en toda la actividad económica, comercio, industria, agricultura, etc. Nada más ni nada menos que modificar el sistema de producción y consumo del modelo neoliberal en vigencia en el mundo.

Se ha calculado que el costo de este proceso de cambios estructurales implicaría una inversión inicial de 500 mil millones de dólares. Bajo el argumento de la crisis económica que ahora golpea las economías y a las sociedades del planeta, ningún país quiere asumir este reto, con Estados Unidos, China, Japón, la Unión Europea a la cabeza y otras economías emergentes como India y Brasil.

¿Estarían entonces las naciones dispuestas a iniciar los cambios estructurales para lograr reducir las emisiones de gases de efecto invernadero? La respuesta seguramente es no en el momento actual. La sociedad humana se debate pues en un dilema en el que se juega la vida. Un modelo de consumo y de producción y de vida adicto a la energía fósil, al carbono, que a la vez lo conduce inevitablemente a un callejón sin salida: la destrucción del planeta Tierra.

Es en este escenario que intentaremos un balance económico y político global del 2010, focalizado básicamente en las dos mayores economías del siglo XXI: Estados Unidos y China y también la Unión Europea, luego América Latina, el Perú y concluiremos con la Amazonía Peruana.

EE.UU. a la cárcel los banqueros

La frase “yo mandaría a las cárcel a los banqueros” no es un ex abrupto de un político radical o un socialista. Es una frase que expresa el punto de vista del Premio Nobel de Economía (2001), Joseph Stiglitz, sobre la culpabilidad de los banqueros del Wall Street en la crisis económica que sigue golpeando a Estados Unidos y cuyas repercusiones -como un temblor de 7 grados en la escala de Mercalli- sacudieron la economía global y lo seguirán haciendo temblar.

A este respecto, se recuerda a los famosos economistas John Kenneth Galbraith y William Black que decían que “no podemos resolver la crisis a menos que metamos a la cárcel a los delincuentes que han cometido los actos fraudulentos”.

Lo increíble y escandaloso es que esos mismos banqueros y jefes de corporaciones son los que se han beneficiado de los cuantiosos rescates aportados por el Estado, por los millones de estadounidenses que pagan sus impuestos y que ahora cargan el peso de las medidas de salvataje. Porque resulta que son ellos mismos los que están diseñando las medidas para salir de la crisis y, una de ellas, cuándo no, es la drástica reducción del gasto social para combatir el déficit.

El mismo Stiglitz ha criticado este procedimiento señalando que la idea de que sólo se puede combatir el déficit por el procedimiento del recorte del gasto social es un intento de debilitar las protecciones sociales, reducir la progresividad del sistema de impuestos y disminuir el papel y el tamaño del Estado.

El efecto de esta receta es producto de un sistema diseñado para estimular prácticas fraudulentas porque al final las multas y otras penalidades son sólo un coste del negocio y están creando más desigualdad y pobreza en este país. Las cifras más recientes revelan que el número de pobres en Estados Unidos, todavía una de las naciones más poderosas del planeta, está llegando al pico de 43 millones de personas, mientras que los ricos son cada día más ricos. Para ello basta mirar la lista anual que publica la revista Forbes.

Pero mucho cuidado. En Estados Unidos si alguien se atreve a hablar de “una mejor distribución de la riqueza”, debe estar preparado para soportar la vindicta pública y la condena por el delito de ser “socialista”. Seguramente, el locutor Rick Santelli en su programa en la CNBC le hará papilla llenándole de improperios y los líderes del ultraderechista Tea Party pedirán su excomunión política.

Pams Martens, una destacada economista con un profundo conocimiento de los oscuros secretos de Wall Street, ha escrito al respecto:

“La fantásticamente sesgada distribución de riqueza de la sociedad americana, sigue siendo uno de los principales problemas estructurales que subyace en esta crisis. El 1% más rico de los americanos ostenta alrededor del 40 % de la riqueza del país (excluyendo la propiedad de viviendas) en esta que es la más opulenta sociedad que ha visto jamás la historia.

“El 60 % más pobre de los americanos tiene sólo el 1% de la riqueza. Mantener los recortes de impuestos de Bush simplemente perpetúa parte de la contradicción que nos llevó a la presente situación de crisis económica mundial”.

Las fallas de fábrica del modelo no sólo generan una intolerable concentración de la riqueza. También han convertido a Estados Unidos en el principal deudor del planeta. Tal como ha recordado el profesor de teoría política de la Universidad de Buenos Aires, Atilio A. Borón, citando a Eric Toussaint, el endeudamiento de las familias que en el año 1980 era del 58 por ciento de los ingresos, pasó al 120 por ciento en el 2006.

Esta crisis, asimismo, se refleja en el debilitamiento de la gravitación económica del país: a finales de la Segunda Guerra mundial, el PIB de Estados Unidos equivalía al 50 por ciento de la economía mundial; ahora sólo representa el 20 por ciento.

La pérdida de su poder económico la compensa Estados Unidos con su hegemonía militar. Tiene 872 bases militares en 128 países y su presupuesto bélico es superior a los presupuestos militares de todos los demás países del mundo: 1 billón de dólares, es decir, 1 millón de millones de dólares.

La perpetuación de la crisis

“Las elecciones intermedias de Estados Unidos registran un nivel de cólera, temor y desilusión en el país como nada que pueda recordar en mi existencia. Dado que los demócratas están en el poder, ellos reciben el impacto del rechazo en torno a nuestra situación socioecómica y política actual”, escribe Noam Chomsky, el lingüista y profesor estadounidense considerado como el intelectual más influyente del siglo XXI.

En efecto, las elecciones de noviembre aquí en Estados Unidos han tenido múltiples expresiones y consecuencias. Sin duda la peor, además de la derrota política de los demócratras, ha sido el final de una ilusión, de una esperanza y una promesa que millones de electores habían depositado en el presidente Barack Obama.

“No se puede hacer milagros en política. Obama no podía, no puede arreglar en dos años el desastre que dejó Bush”, argumentan los militantes demócratas a quienes interpelo a propósito de la derrota demócrata de noviembre. Pero les hago recordar, citando a los analistas más lúcidos de este país, que los demócratas incumplieron sus promesas, durmiéndose en los laureles del triunfo y cruzándose de brazos, mientras los republicanos armaban Tea Party, convencían a la opinión pública del riesgo “socialista” de hacer justicia con los más pobres del país y asistían prácticamente impasibles a lo que los críticos califican como uno de los mayores errores del presidente Obama: el océano de dinero que el gobierno arrojó a las cajas fuertes y los bolsillos de los banqueros, precisamente los responsables de la crisis, mientras se ajustaban los fondos para la salud, la Educación y otros servicios básicos.

Hoy en día, luego del triunfo republicano de noviembre, los analistas están diciendo que el presidente Obama no es sino un “rehén” del partido republicano y lo que ocurra hasta el final de su gobierno serán las políticas en beneficio de ese 1% más rico de este país. Es decir, como escribe el analista Alberto Ampuero (La Opinión, 9/12/2010): “Sea cual sea la coyuntura, sea cual sea la situación económica, bien que crezca la actividad económica, bien que se reduzca, no habrá consignas de los republicanos que no sean las de reducir el gasto público, aliviar la carga fiscal de los más ricos, reducir los gastos sociales, eliminar al máximo la protección de los trabajadores”.

Dicho y hecho: el primer acuerdo, luego de la derrota demócrata de noviembre, entre el presidente Barack Obama y los republicanos cada vez más agresivos y más ostentosos de su poder y capacidad de maniobra, ha sido prorrogar las reducciones de los impuestos a los ricos de Bush por un monto de 700 mil millones de dólares.

La hoja de ruta económica, política y geopolítica ya ha sido trazada por los republicanos. En todo el mundo y en especial en América Latina, el Perú y la Amazonía estamos advertidos.

China, fortaleza y debilidad de un gigante

Nadie pone en duda que China es, por hoy, la potencia económica que compite de igual a igual con Estados Unidos e, incluso, lo ha sobrepasado como potencia exportadora.

Pero China, el país más poblado del planeta, con 1300 millones de habitantes, es un gigante con enormes fortalezas y debilidades, y cómo incremente estas fortalezas y resuelva y corrija sus debilidades, tendrá una decisiva influencia y repercusión en el mundo de hoy y de mañana.

China ha enfrentado de una manera racional e inteligente la crisis que al resto del planeta le ha provocado verdaderos desbarajustes en todo orden de cosas. Rafael Poch, un destacado experto en el tema, ha señalado que China, dueña de una cultura de previsión, empezó a tomar medidas apenas aparecieron las primeras señales y signos de la crisis. Como un ejemplo de esta cultura enraizada en la filosofía confuciana, “China muestra una gobernabilidad más efectiva de la situación. Como resultado. China mantiene su nivel de crecimiento anterior a la crisis y se ha convertido en el principal exportador mundial”.

Parte de esta previsión ha sido otorgarle al Estado chino una mayor capacidad decisoria, que incluye recursos importantes a la banca estatal para transferir recursos a las empresas. Este keynesianismo chino ha hecho reverdecer la figura y el pensamiento de Mao Tse-tung que ha sido citado reiteradamente en los últimos tiempos. Incluso el máximo líder chino, Hu Jingtao y su posible sucesor, Xi Yimping, han recordado su pensamiento sin mencionar el nombre de Mao.

Sin embargo, China, que actualmente tiene 30 millones de millonarios, junto a la fortaleza de ser la mayor potencia exportadora del mundo de hoy y otras que hemos señalado, tiene debilidades. Un de estas debilidades-lo señala Poch-está en la globalización económica y política. Por ejemplo, China no tiene ninguna empresa de poder global como las que posee Estados Unidos por decenas. China tampoco tiene bancos a escala planetaria. Ello explica que la inversión China, comparada con la inversión estadounidense, sea apenas una mínima parte del grueso de la inversión mundial. Como dice Poch: “Las transnacionales están muy metidas en China, pero las empresas chinas no existen en el mundo desarrollado”.

Estados Unidos y China, la futura disputa por la energía

Aunque muchos analistas de la geopolítica mundial alertan sobre posibles disputas económicas, militares, diplomáticas entre Estados Unidos y China, muy pocos han advertido que el más probable frente de fricciones, disputas e incluso enfrentamientos militares entre ambas potencias se dará en el plano del control energético.

El 20 de julio de este año, Faith Birol, economista en jefe de la Agencia de energía Internacional declaró al “Wall Street Journal” que China había sobrepasado a Estados Unidos al convertirse en el primer consumidor de energía en el mundo.

Con este paso, China marca el futuro global y se convierte asimismo en el mayor emisor de gases de efecto invernadero en el planeta.

Cono recuerdan los historiadores, la autosuficiencia petrolera fue clave en la conversión de Estados Unidos en potencia mundial. La Standard Oil Company fue LA PRIMERA multinacional petrolera en 1911. Partida en dos por la ley anti-trust dio origen a la que es hoy la mayor petrolera del mundo, la Exxon Mobil. Otra de sus descendientes, la Standard Oil de California, es hoy la Chevron, la tercera petrolera de Estados Unidos.

El consumo petrolero de China hoy es de 8.6 millones de barriles de petróleo. El resto de su demanda energética proviene del carbón. Estados Unidos, por su lado consume 18.7 millones de barriles diarios de petróleo. La provisión mundial de petróleo para el año 2035 se estima en 110.6 millones de barriles diarios.

Actualmente China importa petróleo de Arabia Saudita, Irán, Angola, Sudán, Kuwait, Rusia, Kazajistán, Libia y Venezuela. Las empresas públicas chinas operan en estos y otros países del mundo.

El consumo energético de China, de acuerdo a cifras citadas por Michael T. Klare, entre los años 2007-2035 crecerá 133%, esto es, de 78 a 132 cuatrillones de unidades térmicas británicas (BTU), que equivale al total del consumo energético de Europa y Oriente Medio en el año 2007.

En el momento actual la principal provisión de energía en China proviene del carbón. Se calcula que en el año 2035, el 62% del suministro energético se basará en el carbón. Pero el uso del carbón ha hecho de China uno de los países más contaminados del mundo y el mayor emisor de gases de efecto invernadero en el planeta. Se estima que en el año 2035 China emitirá el 31.4 de C02 a la atmósfera.

Las guerras actuales en la mayoría de los casos están relacionadas al control de las reservas petroleras y las guerras del futuro serán también por el control energético y por el agua. Sólo hay que mirar el mapa de los conflictos globales y las guerras de Irak, Afganistán, las siete bases norteamericanas en Colombia, el control y monitoreo de las reservas de Hidrocarburos en el Ártico para darse cuenta del carácter estratégico que ahora posee el petróleo y el gas.

Cuando Estados Unidos perdió su autosuficiencia energética y empezó a depender de la importación, trazó un mapa estratégico en las áreas del mundo de donde se abastecería, firmando acuerdos, contribuyendo con ayuda militar y comercial y cuando fue necesario, invadiendo los países, como en los casos de Irak y Afganistán.

Los previsibles tensiones, fricciones y enfrentamientos entre China y Estados Unidos se originarán por sus necesidades energéticas. China por el momento, como ha hecho Estados Unidos, firma acuerdos, otorga préstamos y proporciona ayuda militar a sus proveedores.

Al respecto, los expertos se plantean tres hipótesis en el escenario del próximo futuro.

Primera hipótesis. China dependerá cada vez más del petróleo y disputará con Estados Unidos por el control de los países proveedores.

Segunda hipótesis. China dependerá aún más del carbón y su nivel de contaminación ahogará al planeta.

Tercera hipótesis. China, con su cultura de previsión, buscará fuentes energéticas alternativas, disminuirá la contaminación y asegurará la provisión de agua y seguirá siendo el motor de la exportación mundial y se consolidará como la mayor potencia del siglo XXI.

El resto del mapa

Los países del resto del mapa están definitivamente marcados por las tendencias predominantes en Estados Unidos y China.

Estados Unidos está más endeudado que el conjunto de países europeos, pero la Unión Europea sigue el recetario de los banqueros de Wall Street: dejar sin oxígeno el balón del gasto social.

“El miserable dogma de la austeridad a cualquier precio perjudica a las economías afectadas gravemente, hundiéndolas más todavía en la recesión”, escribe Michael Kratke, economista holandés.

Víctimas de este dogma, los países europeos más endeudados, los llamados PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España) son espectadores del colapso del estado de bienestar que costó sangre, sudor y lágrimas a todo lo largo del siglo XX.

“Todo el debate muestra que las potencias rectoras de la zona euro no saben hacia dónde quieren o pueden conducir a Europa”, escribe Kratke. Los gobiernos y sus mentores, los bancos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco mundial (BM) sí saben a dónde quieren ir.

Alan Touraine, el famoso sociólogo y filósofo francés, en un análisis publicado en mayo de 2010 nos lo recuerda al reflexionar sobre el origen de la crisis: “Esta nueva etapa de construcción europea sólo tropieza con un obstáculo, pero de una altura que muchos encuentran desesperante: el neoliberalismo, cuyos centros estuvieron y están en Estados Unidos y el Reino Unido, le ha quitado toda autoridad a los europeos para dárselos a los bancos, cuyo poder sobre las empresas aumenta. Estados Unidos también está sometido a ese capitalismo financiero, pero tiene unidad política y una fuerte confianza en sí mismo, lo que hace de los europeos-y quizás también de Japón-las víctimas más graves de la actual crisis”.

Para salvar el sistema todo vale. En las últimas semanas miles de estudiantes han salido a las calles en Italia y el Reino Unidos para protestar por el incremento escandaloso de las matrículas. En Estados Unidos la escuela pública es atacada por varios frentes: presupuesto y persecución de ideas.

En América Latina se ejecuta el mismo dogma económico y político. El gobierno neopinochetista de Piñera ha cortado drásticamente las horas de geografía, historia y ciencias sociales en las escuelas primarias y secundarias. Así los grupos de poder se aseguran su hegemonía transmitiendo conocimiento, cultura y valores que no son materia de análisis y discusión pública.

Según un último informe de la Comisión Económica para la América Latina y El Caribe (CEPAL), la pobreza y pobreza extrema afecta al 35% de la población, o sea 190 millones de personas en América Latina. La OCDE, por su lado, informa que 40 millones de personas cayeron en la pobreza hasta este año 2010 en la región latinoamericana.

Todas las organizaciones internacionales que miden el desarrollo económico coinciden en señalar que América Latina es el continente más desigual del mundo. Sobre todo Chile, el modelo que todos quieren imitar. Chile sigue siendo una democracia tutelada por el militarismo pinochetista.

De acuerdo a estudios de la poderosa banca de inversión Merrill Lynch y Capgemini, la fortuna de los ricos en América Latina creció más en que cualquier otro lugar del mundo durante la crisis. Son 500 mil ricos contra 190 millones de habitantes.

La pobreza, la inequidad y la clamorosa falta de oportunidades especialmente de la población joven están haciendo de América Latina uno de los continentes más violentos del mundo. Estudios recientes han concluido que del total de muertes violentas que ocurren en el mundo, 27% tienen lugar en América Latina. Estos mismos estudios señalan que más de la mitad de 100 millones de jóvenes entre 15 y 24 años no tienen trabajo ni posibilidad de tenerlo. CEPAL dice que América Latina tiene uno de los más altos índices de empleo informal en el mundo.

Por su parte, los voceros del gobierno aprista presentan el Perú como la isla de la fantasía, el país que está a un paso de ser una nación “del primer mundo”, Alan García dixit.

Ismael Benavides, el actual ministro de Economía y Finanzas, acaba de anunciar que nuestro país reducirá la tasa de pobreza a 22% en el año 2015 y consolidará “una senda virtuosa de crecimiento mientras se mantenga una política macroeconómica ordenada”. En otras palabras, el mismo modelo que es una fábrica de pobres a lo largo y ancho del mundo. El mismo Benavides ha dicho que el Perú acumuló un crecimiento económico de 72.4% en los últimos 8 años, el más alto de América Latina.

Pero crecimiento, ¿para quién? El economista Pedro Francke ha revelado la montaña de dinero que ganarán este año un puñado de multinacionales en el Perú: 8 mil millones de dólares, equivalentes a 22,000 mil millones de soles, más que 12 millones de peruanos que ganan 150 soles mensuales y, sumando sus miserables salarios, llegan a 21,000 mil millones de soles.

Hace poco, el presidente García anunció el incremento del salario mínimo a 600 soles mensuales. Pero la canasta de consumo básico, según el INEI, es de S/. 1,292 soles. Es decir, 600 soles es un sueldo para morirse de hambre en el Perú. Entretanto, Alan García anuncia que este año creceremos al 7%, “como China”, mientras que la presión tributaria es del 14.5 %, la más baja de América Latina. A los ricos no se les toca ni con el pétalo de una rosa.

El 12 de noviembre pasado, en la reunión de CADE en Urubamba, Cusco, el gurú de la economía internacional, Michael E. Porter, profesor en la Business School of Harvard presentó A Strategy for Sustaining Growth and Prosperity for Peru que debe ser materia de reflexión y decisiones entre los 29 millones de peruanos, sin importar si son de derecha o izquierda. Porter dijo en esa ocasión que el Perú no tiene una política de largo plazo en materia de competitividad, que la economía no tiene rumbo definido, que el crecimiento económico no se refleja en un mayor bienestar de la población, que el Perú vive “una ilusión exportadora” porque su crecimiento sólo depende de los buenos precios de las materias primas y que la inversión extranjera no viene al país a hacer empresa sino a comprar las existentes.

Y lanzó un reto y una suerte de sombría profecía a la clase empresarial y política congregada en el CADE y que le escuchaba como a un iluminado: a largo plazo el Perú enfrentará inmensas dificultades sobre todo por la baja productividad y nuestra condición de país primario exportador. Y para culminar añadió que nuestro gran problema es la pésima Educación y salud y una endémica corrupción que hace metástasis en todo el cuerpo nacional. Las elecciones de abril del 2011 serán una decisión de quedarse anclado en ese escenario del fin del mundo descrito por Porter o elegir los cambios que nuestro país necesita como un acto de sobrevivencia.

Finalmente en lo que toca a la Amazonía. Todas las últimas decisiones del estado peruano capturado por el gran capital -la secuestrada Ley de Consulta Previa, el intento de aprobar inconsultamente la Ley Forestal y de Fauna Silvestre No. 4141, la continuación de la lotización petrolera, gasífera y forestal de la Amazonía- son una clara señal de que la derecha económica y política está dispuesta a no ceder un centímetro en la política del perro del hortelano, en el proceso de transnacionalización de la riqueza amazónica.

Lo que también es una clara señal de que en la Amazonía se dará también la batalla contra un sistema que no sólo genera injusticia, sino que está destruyendo el planeta. Y que en esta guerra de resistencia del fin del mundo, otra vez, como en Bagua en junio del 2009, los pueblos indígenas andino-amazónicos estarán en la vanguardia por la resistencia y en defensa de la vida.

Lake Elsinore,
California, 22 de diciembre del 2010.

Por. Róger Rumrrill,
desde Estados Unidos


Fuente: Diario La Primera (Perú). 15 de enero del 2011.

viernes, 21 de enero de 2011

Arguedas y la crítica de los científicos sociales. Arguedas en Todas las Sangres y el Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo.

Arguedas y la mesa redonda del IEP

Por: Antonio Zapata (Historiador)

Poco después de publicar su famosa novela Todas las sangres, José María Arguedas participó de una mesa redonda en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), para discutir con un destacado grupo de críticos y científicos sociales. Con la excepción del lingüista Alberto Escobar, los demás participantes criticaron frontalmente la obra. El argumento más empleado fue que no reflejaba el presente ni el futuro del país, sino que constituía un trozo de su pasado.

Por ejemplo, el destacado antropólogo Henri Favre sostuvo que la novela estaba construida sobre temas de etnia y casta, cuando en la realidad peruana de esos días primaban los problemas de clase. Donde Arguedas veía indígenas, él observaba campesinos. Uno a uno los intelectuales lo fueron arrinconando y Arguedas se defendió como pudo.

Ante la silenciosa presidencia de Luis E. Valcárcel, Arguedas sostuvo que el Perú era muy diverso, que había regiones más desarrolladas que otras, pero que el gamonalismo a la antigua no había desaparecido ni de Cusco ni de Apurímac y que ahí estaba situada su novela. Pero se fue callando, hasta que Aníbal Quijano resumió las críticas y con su habitual consistencia demolió la visión de la sociedad peruana planteada por la novela. Antes de silenciarse, Arguedas en un momento exclamó: “¡Entonces he vivido en vano!”, expresando que si no entendía al Perú y su obra no era una contribución, sino lo contrario, se sentía sobrante en este mundo.

En realidad, esos eran sus sentimientos cuando esa misma noche anotó en su diario que estaba deshecho. Un grupo de científicos sociales le había explicado que no servía para nada, ni para novelista. Él sintió que le faltaban fuerzas y dio vueltas alrededor de la idea del suicidio, pidiéndole perdón tanto a Celia como a Sybilla. Pero no se mató esa noche, lo haría cuatro años después.

Por lo tanto, bastante se ha escrito sobre la relación entre los dos acontecimientos, la discusión en el IEP y el suicidio de Arguedas.

La segunda edición de la mesa redonda fue prologada por Guillermo Rochabrún, quien analiza cómo y por qué en el IEP no hubo un diálogo fecundo, sino más bien plagado de incomprensiones. Aparentemente todo está claro y no hay más que decir, la mayoría de los participantes ha fallecido y los que sobreviven no han querido abundar.

Pero quisiera plantear otra lectura de los hechos. Pienso que sí hubo creatividad. En todo caso, Arguedas les hizo caso y planteó su siguiente novela en la costa, en el puerto pesquero de Chimbote, donde se estaba dando la fusión entre el Perú criollo y el andino, que los científicos sociales le habían subrayado como el verdadero proceso social del país. Arguedas fue en busca de la problemática cuya ausencia le habían criticado.

Gracias a su sensibilidad, Alberto Escobar captó la conexión entre la mesa redonda y la última novela sobre los Zorros, en el prólogo que escribió para la primera edición de esa célebre reunión. Casi a la pasada menciona que Arguedas procesó el debate, al encarar la problemática de Chimbote. De esta manera, se habría sobrepuesto al mal sabor que le dejó esa tarde. Al suicidarse pocos años después, se quebraron sus fuerzas y se desataron viejas dolencias. Pero la mesa redonda no fue el acontecimiento que lo desmoronó, sino por el contrario, le dio alas a su última empresa intelectual.

El desgarro de esta novela postrera y la narración inconclusa –intercalada con los diarios que anuncian la muerte del autor–pueden leerse como una lucha final, una agonía, para emplear el término en su significado unamuniano. Por un lado, la racionalidad para comprender al nuevo Perú, y por el otro, sus crónicas angustias vitales, que se impusieron y lo llevaron al suicidio. Así, los Zorros de El zorro de arriba y el zorro de abajo serían los últimos vástagos de la mesa redonda del IEP.

Fuente: Diario La República (Perú). Mié, 19/01/2011.

domingo, 16 de enero de 2011

La Esclavitud en la Lima virreinal y los mecanismos legales de defensa de los negros esclavizados. Los Esclavos y la defensa judicial de sus derechos.

Lima, ciudad afro

Presencia africana. Durante los siglos XVI y XVII la mitad de la población de Lima era de origen africano. Como decía don Ricardo Palma el que no tenía de inga tenía de mandinga.

Por: Yobani Gonzales Jáuregui (Historiador)

La presencia africana en el Perú colonial fue importante, principalmente en la costa, donde una elevada cantidad de mano de obra esclava fue empleada en los campos de caña de azúcar y haciendas de panllevar. Si bien parte importante de los africanos trabajó en las economías de plantación, su presencia fue más significativa en la ciudad de Lima, donde según los censos coloniales llegaron a representar el 40% y 50% del total de la población de la ciudad, por lo que se consideró a Lima una ciudad negra. Para 1593, el censo arzobispal dio como resultado 12.790 habitantes, de los cuales 6.690 eran negros y mulatos. En el censo de 1636, realizado durante el gobierno del Marqués de Chinchón, dio por resultado casi 30 mil habitantes, de los cuales 13.620 eran negros y 861, mulatos. El resto lo formaban españoles e indígenas.

Ni juicios ni propiedades

Esto motivó a la corona hispana a normar la presencia de africanos. Desde la perspectiva jurídica, los esclavos fueron considerados objetos; por lo tanto, eran parte de la propiedad de sus señores. No podían tener propiedades, ni iniciar juicio alguno sin permiso de sus amos: carecían de capacidad jurídica y eran considerados menores de edad ante la ley. Sin embargo, existieron matices que permiten señalar que estas limitaciones fueron largamente superadas por la población africana y sus descendientes.

Elemento de resistencia

La población esclavizada, al igual que los indígenas, aprendió tempranamente a usar el derecho como elemento de resistencia ante el poder de los amos, hallando en la Iglesia el amparo necesario, pues la doctrina católica le reconocía a los africanos la capacidad de asumir la religión católica como propia. En los tres concilios limenses del siglo XVI se señaló la obligación de los amos de enviar a sus esclavos a oír misa y recibir doctrina todos los días de fiesta, siendo en el tercero cuando se incluye la facultad del esclavizado para demandar a su amo, si no le permite casarse según su voluntad o le impidiese convivir con su cónyuge.

¿Condición humana?

El solo hecho de permitirle cuestionar a los amos a través de un elemento como el derecho –así como otorgarle la libre elección matrimonial–, es reconocer a los esclavizados su condición humana. Asimismo, revela que la dominación ejercida sobre estos no tuvo carácter uniforme porque la Iglesia opuso los derechos civiles a los derechos de propiedad.

Casos memorables

Estos derechos fueron puestos en práctica a solo diez años del Tercer Concilio Limense. El capitán Diego de Agüero, integrante del cabildo de Lima, decidió trasladar a su esclava Leonor fuera de la ciudad por dos años, pidiendo permiso al tribunal eclesiástico. La solicitud fue rechazada porque la esclavizada estaba casada y no se “podía quebrantar el matrimonio por la ley de servidumbre”. Finalmente, el tribunal accedió al traslado solo por seis meses, dentro de los cuales debía volver la mujer bajo pena de excomunión y al pago de una indemnización. Ni el hecho de ser un personaje importante logró que Diego de Agüero use libremente su propiedad. Otros casos similares se hallan en el Archivo Arzobispal de Lima. En 1600 Juan de Villegas, esclavizado de la ciudad de México que llevaba más de 8 años en la ciudad de Lima, demandó a su amo porque lo vendió sin respetar su condición de casado, pidiendo su retorno a la ciudad de México para reanudar su vida matrimonial.

Discurso eficaz

Estos hechos nos permiten señalar que los esclavizados aprendieron a usar eficazmente el discurso religioso a su favor. Esto se propagó en la comunidad afro de forma oral y fue usado como resistencia contra quienes violentaban su vida matrimonial, siendo muchas veces más eficaz que otras resistencias al poder como el bandolerismo o el cimarronaje.

Fuente: Diario El Comercio, suplemento "El Dominical" (Perú). 16 de Enero del 2011.
Recomendado:
.
.
.