lunes, 31 de diciembre de 2007

HISTORIA, MITOS Y CIENCIA.


Los expertos desmienten los siete mayores "mitos de la medicina"

LONDRES (Reuters)
Leer en un ambiente con poca luz no dañará su vista, no es necesario que tome siete vasos de agua por día para mantenerse saludable y afeitar sus piernas o su barba no hará que su vello vuelva a crecer más rápido.

Estas conocidas teorías se encuentran entre los siete "mitos de la medicina" expuestos en un escrito publicado el viernes en British Medical Journal, que suele publicar este tipo de artículos en su edición navideña.

Dos investigadores de Estados Unidos tomaron siete creencias muy comunes y se acercaron a diversos archivos para buscar pruebas al respecto.

Pese a las frecuentes menciones en la prensa popular sobre la necesidad de tomar ocho vasos de agua al día, los expertos no encontraron sustento científico para esa afirmación.

La completa falta de pruebas fue registrada en un estudio publicado en American Journal of Psychology, expresaron los autores de la revisión.

Además, los otros seis "mitos" son:

* Leer en ambientes con luz tenue arruina la vista

La mayoría de los expertos en visión cree que es poco probable que esto produzca un daño permanente a los ojos, aunque podría generar estrabismo, mayor parpadeo y problemas para enfocar, dijeron los investigadores.

* Afeitarse hace que el vello crezca nuevamente más rápido y con mayor grosor.

La afeitadora no afecta el espesor o la tasa de regeneración del cabello, indican estudios. No obstante, el vello que crece después de afeitarse carece de la punta más fina que posee el cabello sin rasurar, lo que genera la impresión de que es más espeso.

* Comer pavo da sueño

El alimento posee un aminoácido llamado triptófano que está involucrado en el sueño y el control del humor. Pero el pavo no tiene más cantidad de ese aminoácido que el pollo o la carne picada. Comer y beber mucho en Navidad es verdaderamente la causa de la somnolencia.

* Usamos solamente un 10 por ciento de nuestro cerebro.

Este mito proviene de 1907, pero las imágenes de la región corporal muestran que ninguna zona del cerebro está quieta o completamente inactiva.

* El cabello y las uñas siguen creciendo después de la muerte

Esta idea proviene de los cuentos macabros. Los investigadores dijeron que la piel se seca y se retrae después de la muerte, lo que genera la apariencia de que el pelo y las uñas están más largas.

* Los teléfonos móviles son peligrosos en los hospitales

Pese a la gran preocupación, una serie de estudios hallaron que las interferencias de los teléfonos móviles con el equipamiento médico son mínimas.

La investigación fue dirigida por Aaron Carroll, profesor asistente de Pediatría del Instituto Regenstrief en Indianápolis, y Rachel Vreeman, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana.



sábado, 29 de diciembre de 2007

Cirque du Soleil - Alegría.

ALEGRÍA - Cirque Du Soleil

Alegría
Alegría
Como la luz de la vida
Alegría
Como un payaso que grita
Alegría
Del estupendo grito
De la tristeza loca
Serena
Como la rabia de amar
Alegría
Como un asalto de felicidad

Alegría
Veo una chispa de vida que brilla
Alegría
Escucho una joven graciosa cantar
Alegría
Ruge un grito hermoso
de alegría y dolor,
tan extremo
Hay un amor furioso en mi
Alegría
Un alegre
sentimiento mágico.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

El Perú y la Navidad.

Sucedió. La fiesta de Navidad
Antonio Zapata.

Los antiguos peruanos celebraban el solsticio de verano casi en la misma fecha que nosotros Navidad. De acuerdo con el calendario solar, cada año se producen dos solsticios que marcan el inicio del invierno y del verano. Para finales de junio la cosecha del maíz ha terminado y comienza la abundancia en el campo. Mientras que diciembre significa la llegada de las lluvias y la crecida de los ríos; igualmente, la maduración de las frutas. Los incas celebraban diciembre con una fiesta llamada Capac Raymi, opuesta y complementaria a la del Inti Raymi, que correspondía al solsticio de invierno. Ambas eran fechas cruciales del calendario agrícola; obligaban a grandes sacrificios y desataban la alegría colectiva.

Con la llegada de los españoles comenzó la celebración de la Navidad como la conocemos ahora. La importancia de la fiesta cristiana provocó que las tradiciones precolombinas de diciembre casi desaparezcan. Durante siglos se fue formando una costumbre nacional de celebrar la Navidad que se inspiraba en la tradición mediterránea. Elementos característicos son el nacimiento y el pesebre, representación en miniatura del nacimiento de Cristo. Ambos provienen de la prédica de San Francisco de Asís. Todos los animales y personajes del nacimiento típico eran europeos. Se trata del asno, vaca, oveja y hasta el camello de los reyes magos, pero no aparecían los auquénidos americanos. Asimismo los pastores y los reyes son personajes de la antigüedad mediterránea que aparecen en esta construcción medieval.

domingo, 23 de diciembre de 2007

LIBRO " ADIÓS A MARIÁTEGUI "

Adiós a las utopías del siglo XX

Filósofo, ensayista, ex rector de la Universidad Nacional de Ingeniería y director regional de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), José Ignacio López Soria ha publicado "Adiós a Mariátegui", un texto en el que plantea que mucho del pensamiento crítico del siglo pasado ha quedado virtualmente obsoleto, y que es imprescindible repensar los paradigmas y los ideales políticos desde una perspectiva posmoderna.

Por Raúl Mendoza

–El título de su libro Adiós a Mariátegui es simbólico, no trata del Amauta. Es más bien despedirnos de una forma de interpretar la realidad, ¿no es así?

–Efectivamente, el libro nombra a Mariátegui sólo en el primer capítulo, que se llama "Despedirse no significa olvidar", y lo que quiero decir es que hay que ir más allá del pensamiento crítico moderno del Perú de los años 20 del siglo pasado –del cual Mariátegui es uno de sus representantes– por varias razones: la primera, porque no han pasado en balde 80, 90 años. Han cambiado una serie de variables. ¿Quién se ocupaba del tema de la mujer, por ejemplo? ¿O del calentamiento global? Y tampoco había una organización internacional del crimen como ahora es el narcotráfico. Y así, una serie de elementos. También planteo el tema del Estado-Nación, que es el elemento más importante del pensamiento moderno. En los años 20, en el Perú, se entendía que era algo que estaba en proceso, que había que hacer partiendo del diseño inicial de fines de la Emancipación e inicios de la República. Ese era todavía un proyecto inconcluso.

–En su libro habla de dos formas del pensamiento moderno que planteaban la construcción del Estado-Nación ideal. Esos discursos fueron superados por la realidad.

–Así es. Uno de esos discursos se centra más en la importancia de las libertades (a través del ejercicio de los derechos ciudadanos), y el otro se centra más en la importancia del bienestar (a través del progreso). Pero hay que tener en cuenta que no se trata de liquidar, de terminar con ese pensamiento crítico anterior. Se trata de dialogar con ese pensamiento de tú a tú. Yo creo que hay que bajar a todos los pensadores de los años 20 de los altares, donde los hemos puesto con dos velas, y ponernos a conversar con ellos. Es lo que hay que hacer con respecto a la tradición. Y pensar en el país de aquí hacia adelante, teniendo en cuenta los cambios que han ocurrido.

Leer entrevista conpleta en :

sábado, 22 de diciembre de 2007

Jean Baudrillard ( Sociólogo francés )



Hugo Neira comenta la obra del desaparecido Jean Baudrillard, sociólogo fallecido el 6 de marzo de 2007. Este francés investigó la llamada "hiperrealidad".

“Baudillard aparece contradiciendo las corrientes intelectuales más poderosas de su país hacia los años 70. Esas corrientes estaban marcadas por una muy fuerte influencia del marxismo. Y un marxismo positivista, economicista, que le daba importancia a la base económica. En algún momento comenzó eso a cambiar con Althusser, por los años sesenta, cuando dice que hay que volver a Marx, el verdadero Marx no es tan economicista sino es un filósofo, el filósofo de las alienaciones, al que le importa no es tanto el medio económico y el estado, lo que importa es que el hombre salga libre, emancipado (..) Y Baudillard comienza con un estudio del sistema de los objetos, todas las cosas que nos rodean (el 68), la sociedad de consumo (el 64), y una crítica de la economía política(…) Baudillard viene a decir que lo esencial no es los medios de producción sino el tema del consumo. ”
Fuente : programa Presencia Cultural

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Empresa chilena Cencosud compra el 100% de Wong


La “joya peruana” se vendió al sur
( hacer click sobre la imagen para ampliar )
Un chileno inmigrante alemán se asocia a un peruano inmigrante chino, sin duda son tiempos de globalización.

Humberto Campodónico.

La compra de Wong ha sido caracterizada así por el magnate chileno-alemán Horst Paulmann: "nos hemos casado con los Wong". Habría habido, entonces, una especie de "compra cruzada": Cencosud compra el 100% de Wong y, a la vez, Wong compra acciones de Cencosud.

Pero cuando se analizan las frías cifras, la realidad es otra. Cencosud compra el 100% de las acciones de Wong por US$ 500 millones, mientras que Wong compra US$ 200 millones en acciones de Cencosud. Como el capital total de Cencosud es de US$ 7,950 millones, la participación accionaria de Wong equivale solo al 2.52%.

En la Memoria 2006 de Cencosud (www.cencosud.cl) se establece claramente que "el controlador de los socios es don Horst Paulmann Kemna, quien posee el 65.16% de la propiedad, personalmente y a través de su cónyuge, parientes y las sociedades Inversiones Quinchamalí Ltda., Inversiones Latadía Ltda e Inversiones Tano Ltda., también controladas por él" (p. 14). Por tanto, más que haberse casado con Cencosud, se podría decir que Wong se ha convertido en su pequeña dama de compañía.

La compra de Wong agrava las asimetrías entre las inversiones de ambos países. Según el Comité de Inversiones Extranjeras, organismo oficial chileno, la inversión peruana en Chile en el período 1974-2006 apenas llega a US$ 23.4 millones, no habiéndose registrado inversión alguna en el 2004, el 2005 y el 2006 (www.foreigninvestment.cl) .

Mientras, la inversión chilena en el Perú, según la Cancillería de ese país, sumó US$ 5,500 millones de 1999 al I Semestre del 2007, más US$ 500 millones por la compra de Wong. En total, entonces, son US$ 6,000 millones chilenos en el Perú contra US$ 223 millones peruanos en Chile (los 23 millones anteriores más los 200 millones de Wong). Chile gana 27 a 1.

Lo que estas cifras revelan es una debilidad evidente del empresariado peruano, no solo en las inversiones en el exterior, sino en su propio terreno. Así, por ejemplo, Coca Cola compró Inca Kola, Bavaria compró Backus, las cadenas chilenas tienen buena parte de los servicios comerciales (Grupo Falabella y Grupo Ripley). También la minería, el petróleo y el gas están en manos de transnacionales (no sucede así en Chile, Brasil y Colombia donde las empresas estatales tiene participación empresarial directa), de la misma manera que los teléfonos y las AFP.

Tampoco tenemos línea aérea de bandera ni empresa naviera nacional. Incluso en negocios menores (como las cadenas de farmacias) o el recojo de basura (la brasileña Tralima), la empresa peruana brilla por su ausencia. Donde sí se ha logrado un desarrollo de relativa importancia es en el sector textil y agroindustrial (sectores que no pueden caracterizarse como de "avanzada tecnológica" en esta época de globalización).

Esto no es gratuito, sino que responde a la lógica neoliberal: el mercado interno importa poco (las dos rebajas arancelarias, sobre todo la última, perjudican seriamente a los empresarios nacionales) y se privilegia a la inversión extranjera que, supuestamente, tiene el encargo de propiciar nuestro crecimiento y desarrollo. Es allí donde calza la frase: el capital no tiene patria (siempre que no venga de la Venezuela de Chávez).

Están equivocados. Sí importa quién lidera, como lo saben bien los países industrializados que protegen sus industrias estratégicas y sus mercados nacionales. Lo niegan los neoliberales que ven todo como puros asuntos de "mercados" y supuesta "eficiencia". No se dan cuenta de que en la compra de Wong-Perú por Cencosud-Chile una línea invisible, pero bien real, se ha traspasado malhiriendo el orgullo nacional (bien o mal entendido, pero indispensable). Dice el refrán, "tanto va el cántaro a la fuente, que termina por romperse". ¿Será?

FUENTE : LA REPÚBLICA
VER :
RECOMENDADO :
HISTORIA DE WONG :

lunes, 17 de diciembre de 2007

A la Vuelta de la Esquina - Pachacamac



MITO DE PACHACAMAC

Según una leyenda, en el principio del mundo no había alimentos para el primer hombre y la primera mujer y el hombre murió de inanición. Por su parte, el Sol fecundó a la mujer, pero Pachacamac, celoso, mató al hijo que ella dio a luz. Lo despedazó y lo enterró y de sus partes nacieron los alimentos esenciales: de los dientes el maíz, de los huesos las yucas, entre otros frutos y vegetales. Pachacamac era considerado invisible y por tanto no existen imágenes artísticas que lo representen. Recibe también su nombre el centro de peregrinación situado en el valle del Lurín, al sur de Lima, donde se le rindió culto durante varios siglos.

El oráculo de Pachacamac es una de las divinidades más importantes del mundo andino, que mantiene una continuidad de muchos siglos. Originario de la costa central, esta divinidad tuvo tanto prestigio que sobrevivió a la influencia Inca y española, incorporándose a las creencias foráneas.

En la mitología Inca, Pachacamac aparece como dios del fuego e hijo del dios sol, Fue considerado controlador del equilibrio del mundo, un mundo plano que terminaba en el mar. Se creía que era el rejuvenecedor del mundo creado por Viracocha.

Además estaba vinculado a los movimientos sísmicos, ya que se creía que los temblores y terremotos eran expresión de su enojo. Se trataba de una huaca poderosa y temida dentro del panteón Inca.

OFRENDAS

Las ideas mágico religiosas andinas influyeron en la totalidad de los aspectos de la vida cotidiana y pública de la sociedad en general. Éstas se manifestaron con frecuencia en las prácticas agropecuarias, especialmente las vinculadas al maíz y la papa; asimismo se relacionaron a la salud y fecundidad del ganado. Por ello se ofrendaba e invocaba a divinidades como el Sol, el Huamani y la Mamapacha.

Las valvas de Spondylus (mullu) fueron ofrendas asociadas con el agua y la lluvia, y se consideraban el alimento preferido de los dioses.

Las conopas eran pequeños ídolos que se reverenciaban para propiciar la fecundidad de los seres vivos, y la abundancia de las cosechas. A la conopa del maíz se le denominaba saramama; a la de la papa: papamama; a la del ají: uchumama y a la de la coca: cocamama.

PACHACAMAC Y EL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Entrevista a María Rostworowski :

domingo, 16 de diciembre de 2007

HISTORIA DE LA NAVIDAD ( The Story of Christmas )



“LA NAVIDAD"

Escribió George Bernard Shaw en 1897— la imponen a una nación renuente y hastiada los comerciantes y la prensa.” ¿Era ése el caso en aquel entonces? Más importante aún, ¿lo es hoy día?

En su mensaje navideño de 1983, The Star, de Johannesburgo, África del Sur, se lamentó así: “Ante las exhortaciones a gastar, gastar y gastar que con gran ruido hacen la radio, la televisión y los supermercados, y que publican los periódicos y las revistas, mucha gente ha perdido el mensaje de amor en la fiebre por comprar”.

Frente a esas cosas, las personas religiosas instan: Vuelvan a poner a Cristo en la Navidad. Pero los cristianos tienen razón para preguntar: ¿Formó parte de la Navidad alguna vez Cristo? Esto es de importancia crucial, pues los cristianos verdaderos entienden el peligro. Si participan en actividades religiosas que Dios no aprueba, no tendrán Su bendición. Así que, ¿qué origen tuvo la Navidad?

Sus antecedentes

Los antiguos pueblos nórdicos temían que la larga oscuridad de diciembre venciera al Sol. Como parte de un rito mágico, decoraban sus casas con acebo, hiedra, muérdago, laureles y otras plantas de hoja perenne porque éstas parecían tener la capacidad sobrenatural de sobrevivir. Encendían velas y fogatas en un esfuerzo por revivir al Sol moribundo. En ciertas partes de Europa todavía se practica la quema ceremonial de un tronco. ¿Qué hay tras esta práctica que ahora es una costumbre navideña? “Aparentemente fue la fusión de dos viejas costumbres —luces y árboles de hoja perenne— lo que nos dio nuestro moderno árbol de Navidad”, concluye Michael Harrison en The Story of Christmas (La historia de la Navidad).

Los antiguos romanos celebraban unas fiestas invernales llamadas las saturnales, que comenzaban el 17 de diciembre y duraban hasta el 24. En su libro Ancient Italy and Modern Religion, el doctor Conway da esta descripción de aquellas fiestas: “De mutuo acuerdo, la vida cotidiana se hacía desordenada; la gente desistía de efectuar trabajos serios, y cuando no estaban festejando en las casas de unos y otros, deambulaban por las calles diciéndose unos a otros ‘Io Saturnalia’, tal como nosotros decimos ‘Feliz Navidad’ [...] En estas fiestas se esperaba que uno hiciera regalos a todos sus amigos; [...] ¡se creía que uno no era persona sociable si estaba sobrio durante todas las saturnales!”.

Más o menos para el año 85 E.C., el poeta Marcial publicó Xenia y Apophoreta, dos libros compuestos de 350 composiciones breves en verso. Estos poemas se habían concebido para que la gente los copiara y los enviara con regalos durante las saturnales para añadir, como explica el doctor Conway, “un agradable sabor literario”. ¿No se parece eso a lo que se hace hoy día mediante tarjetas durante las Navidades? Y como algunas tarjetas de Navidad modernas, varios de los versos de Marcial eran crasamente inmorales.

Las Saturnales apenas habían terminado cuando los romanos celebraban la fiesta de las calendas de Año Nuevo. “En medio de este período de diversión general —explica The Story of Christmas—, había un día apartado para dar reverencia especial al Sol, cuyo aparente renacimiento en el solsticio de invierno había provisto originalmente el pretexto para todos estos extendidos jolgorios paganos. Este día se conocía como Dies Solis Invicti Nati, el Día del Nacimiento del Sol Invicto, y caía en lo que corresponde al 25 de diciembre de nuestro calendario.” Esta celebración recibió más tarde la etiqueta de Navidad para poder atraer a la población romana a un “cristianismo” decadente.

Sí, la Navidad tiene su origen en la adoración del Sol, que no es cristiana. La celebración se puede hacer remontar más allá, hasta la antigua Babilonia, donde la gente adoraba al dios Sol, Shamash. “Hay extraños paralelos entre las costumbres de Navidad y las celebraciones de Año Nuevo de Babilonia”, reconoce el historiador Pimlott en The Englishman’s Christmas (La Navidad del inglés).

¿Puede ver usted, pues, por qué debe estar vinculada con la Navidad la palabra “peligro”? La Biblia da una advertencia clara a los cristianos con relación a Babilonia la Grande (relacionada con la religión basada en antiguas enseñanzas babilónicas). La Palabra de Dios advierte: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas” (Revelación 18:4). Algunas personas tal vez crean que es algo exagerado considerar la Navidad como peligro espiritual. Pero tomemos nota de los datos históricos acerca del punto de vista de los cristianos primitivos respecto a la celebración de un día de fiesta que supuestamente giraba en torno al nacimiento de Jesús, pero que en realidad estaba relacionado con una celebración pagana.

¿Celebraban la Navidad los cristianos primitivos?

“Los cristianos primitivos —declara el profesor Ferguson en su libro The Religions of the Roman Empire— no celebraban el cumpleaños de Jesús; no había registro de éste.” La Biblia no da la fecha exacta del nacimiento de Jesús. Además, señala que Jesús no nació durante el mes frío y lluvioso de diciembre o enero, sino en una estación más cálida. ¿Cómo puede saberse que es así?

Cerca del tiempo del nacimiento de Jesús, el emperador romano César Augusto promulgó el decreto de que sus súbditos viajaran cada uno a su ciudad natal y se inscribieran. La Biblia informa: “Todos se pusieron a viajar para inscribirse, cada uno a su propia ciudad” (Lucas 2:1-7). José y María viajaron más de 110 kilómetros (70 millas) desde Nazaret hasta Belén. ¿Hubiera sido esto práctico o posible durante el período frío y lluvioso de diciembre?

Pero eso no es todo. Respecto al tiempo del nacimiento de Jesús, la Biblia añade: “También había pastores en ese mismo país que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños” (Lucas 2:8). Esta descripción no cuadra con el mes lluvioso que en Israel corresponde a nuestro actual mes de diciembre... tiempo en que la temperatura de la región de Belén puede descender a un punto muy bajo. (Esdras 10:9, 13; Jeremías 36:22.)

Hay otro punto importante. Si Jesús hubiera querido que sus seguidores celebraran el nacimiento de él, ¿por qué no les mandó que lo hicieran? Con respecto al día de su muerte, él delineó una celebración sencilla y mandó: “Sigan haciendo esto en memoria de mí” (Lucas 22:19). Jesús no dio ninguna instrucción como ésa en relación con su nacimiento.

La palabra “Navidad” ni siquiera aparece en la Biblia, porque no había una celebración de esa índole entre los discípulos primitivos de Jesús. El doctor R. S. Conway dice: “A principios del siglo III, el gran teólogo Orígenes repite varias veces un comentario que él dice que tomó de uno de sus predecesores, a saber, que ningún hombre justo, o santo cristiano, había celebrado alguna vez un cumpleaños, ni el suyo ni el de nadie. En las Sagradas Escrituras se mencionan solo celebraciones de cumpleaños de personas malvadas, como Faraón y Herodes. Esto muestra con mucha claridad que si él hubiera oído alguna vez acerca de una fiesta como la Navidad, la habría rechazado por completo”.

Los cristianos apóstatas y las fiestas invernales paganas

Los cristianos primitivos resistieron la tentación de participar en las festividades paganas de sus vecinos. Pero la Biblia predijo que, con el tiempo, se desarrollaría una gran apostasía entre los cristianos (Hechos 20:29, 30; 2 Tesalonicenses 2:3; 1 Timoteo 4:1-3; 2 Pedro 2:1, 2). Hacia fines del siglo II, el escritor Tertuliano tuvo que censurar a unos “cristianos” por participar en “las fiestas de Saturno, y de enero, y del solsticio de invierno”. Menciona la “distribución de regalos”
y se sorprende de que muchos estuvieran decorando sus casas con “lámparas y laureles”.

A pesar de esa amonestación, la congregación cristiana pura original se corrompió. Al ir de mal en peor, los cristianos apóstatas justificaron su proceder dando a las celebraciones paganas un nombre “cristiano”. Como reconoce el libro Christmas (Navidad): “La Iglesia Cristiana [...] del siglo IV halló conveniente servirse del día pagano sagrado del 25 de diciembre, el solsticio de invierno [...] El cumpleaños del Sol llegó a ser el cumpleaños del Hijo de Dios”.

VER :

sábado, 8 de diciembre de 2007

HISTORIA DE LOS CENSOS EN EL PERÚ

LOS CENSOS EN LA HISTORIA
LOS CENSOS EN EL MUNDO

El que tal vez sea el acontecimiento histórico más trascendental en la historia de la humanidad está vinculado con la realización de un censo: hace dos mil años, un edicto del emperador Augusto que ordenó censar a la población de sus extensos dominios, obligó a un joven matrimonio judío a viajar a su lugar de origen, en Belén, ya que las leyes romanas mandaban que la población fuera censada en su lugar de nacimiento. Cuando llegaron, al no encontrar donde hospedarse optaron por hacerlo en un humilde establo. El resto es historia conocida. Pero el censo tiene una historia que se remonta a miles de años antes, ya que todos los pueblos y civilizaciones antiguas, como China, Egipto y Babilonia, han realizado censos.

El primero del que se tiene noticia es el que mandó levantar el emperador chino Yao, hace cuatro milenios, en el año 2238 antes de nuestra era. En la Biblia aparecen también numerosos testimonios de su práctica entre los hebreos. El más conocido es el que ordenó Moisés en el segundo año del Éxodo, para saber cuántos eran los que atravesaban el desierto rumbo a la Tierra Prometida, o el que mandó hacer el rey David. Pero el que le sigue en importancia es el que ordenó Esdras, para saber el número de los judíos que volvieron a Jerusalén luego de su exilio en Babilonia, en el año 606 a.C., cuando estos últimos conquistaron la ciudad, destruyeron el primer templo y trasladaron prisioneros a los líderes hebreos. Herodoto también cuenta en sus “Nueve libros de la Historia” cómo los egipcios realizaban censos entre su población.

Ya en la Edad Media, necesidades netamente fiscales y prácticas (impuestos y guerras) obligaron a los árabes a realizar censos en la España musulmana, del mismo modo y razón que llevó a Carlomagno y a Guillermo El Conquistador, en Inglaterra, a practicarlos. Pero será sólo en 1817, en París, cuando se realice el primer censo en sentido estricto. Hasta entonces los censos habían consistido en operaciones netamente contables de la población. Pero en el censo de París por primera vez se procedió a la inscripción nominal de los habitantes, señalando a la población real al distinguir entre los residentes de la ciudad y los transeúntes. Por su parte, el Perú no ha estado ausente en esta historia.
EL PERÚ Y LOS CENSOS

Sinchi Roca, el hijo y sucesor del mítico Manco Capac, no pasó a la historia por sus conquistas militares, que no fueron precisamente muchas ni muy brillantes, sino por el hecho, según varios cronistas, de haber sido quien mandó realizar el primer censo de población en el estado Inca. Según estas mismas fuentes, el resultado del mismo fue de 4 millones de habitantes, 200 mil de los cuales eran hombres aptos para la guerra. Pero será el gran Pachacutec el que instituya la que será la gran herramienta de la administración contable incaica: el quipucamayoc, el “contador maior i tezorero” del Tahuantinsuyo según Guaman Poma. En conjunto, los incas fueron grandes censores, interesados como estaban en conocer el número de habitantes para la distribución óptima de la tierra para el trabajo. Algo que cambió radicalmente durante la colonia, ya que durante este periodo los censos se levantaban con un único afán fiscal.

El primer censo colonial fue el que mandó levantar el Pacificador del Perú, Don Pedro de La Gasca, en 1548, con un resultado de 8’285,000 habitantes. El segundo fue el del Virrey Hurtado de Mendoza, en 1556, que censó a 253,715 indios tributarios. Entre 1570 y 1575, un tercer censo decretado por el virrey Francisco de Toledo, que se ejecutó durante su visita general al territorio del virreinato peruano, arrojó la cifra de 1’067,696 indios tributarios. También los virreyes Duque de la Palata, en 1683; Conde de Superunda, en 1751, y Gil de Taboada y Lemos, en 1795 y último de la colonia, ordenaron que se levantaran censos. Mención aparte merece la Real Cédula del 10 de noviembre de 1778 que ordenaba la confección de censos anuales con distinción de clases, estados y castas.

Ya como república, nuestros gobernantes también vieron en los censos la oportunidad propicia de conocer el número real de la población, en especial la contribuyente. Le pertenece al gobierno del general Santa Cruz el prestigio de haber realizado el primer censo republicano, en 1836, que arrojó un resultado de 1´373,736 habitantes. Posteriormente el Mariscal Castilla ordenó censar a la población hasta en dos oportunidades, en 1850 y en 1862, en cada uno de sus periodos de gobierno. Este último se hizo merced a una ley expresa que hablaba del censo y de un registro cívico, además de señalar el intervalo de 8 años entre cada censo. El gobierno de Manuel Pardo, en 1876, levantó el cuarto censo y no sería hasta 64 años después, en 1940, que se realizaría el siguiente durante el gobierno de Manuel Prado Ugarteche.

Este último estuvo precedido, en 1931, de la instauración del Registro Electoral Nacional, que buscaba implantar el voto universal secreto. La información proporcionada por los electores de toda condición social al registrarse permitió levantar el primer censo electoral de la república. Una empresa que confirmó que el país estaba preparado para tareas mayores como se comprobó en el censo de 1940, considerado el primer censo moderno de nuestra historia.

En 1961 se realizó el sexto censo republicano, pero para esta época ya existía la Ley Nº 13248, o "Ley de Censos", considerada Ley Orgánica de los Censos en el Perú, que estableció además los Censos de Vivienda y los Agropecuarios, además de indicar que a partir de 1960 los de Población y Vivienda deberán levantarse cada 10 años, y los Económicos, Agropecuarios, Industria, Comercial y de Servicios, cada cinco. Los censos de 1972, 1981 y 1993 se realizaron sin mayor trascendencia, aunque cada uno fue añadiendo el perfeccionamiento técnico propio de cada época. Hasta el 2005, en que la metodología aplicada ese año y los resultados obtenidos no satisfizo al actual régimen que ordenó se realizaran los censos del día de ayer.

Todavía está fresca en la memoria de la opinión pública cuando al referirse a este censo, el presidente García lo calificó de ‘una estafa’. En realidad, la metodología utilizada, el denominado ‘censo continuo’ que se realiza a lo largo de un mes en vez de una jornada de trabajo censal en un solo día, y sus resultados fueron desconocidos por el gobierno. La razón, una muy sencilla. Según Farid Matuk, titular del INEI en aquel entonces, alegó que paralizar las actividades económicas a nivel nacional representaba un costo sumamente alto, algo cuestionable tomando en cuenta que se realiza en día domingo. Hoy sabremos si tenía razón o no.

Resultados anteriores

AÑO CENSOS RESULTADOS

1836 I de Población 1´373,736

1850 II de Población 2´001,203
1862 III de Población 2´487,916

1876 IV de Población 2´699,106
1940 V de Población 7´023,111

1961 VI de Población y I de Vivienda 10´420,357
1972 VII de Población y II de Vivienda 14´121,564

1981 VIII de Población y III de Vivienda 17´762,231

1993 IX de Población y IV de Vivienda 22´639,443

2005 X de Población y V de Vivienda 27´219,264

Publicado en el diario El Comercio, el 22 de octubre de 2007.

lunes, 3 de diciembre de 2007

A la Vuelta de la Esquina - Calles del centro de Lima



RAREZAS DE LIMA

La ciudad de Lima es rica en tradiciones, y en hechos anecdóticos que involucran a sus símbolos más preciados. He aquí una de esas historias.

¿Pizarro o Cortés?

Existen versiones que señalan que la estatua de Francisco Pizarro, representaría en realidad a Hernán Cortés. La estatua fue realizada por el escultor estadounidense Charles Cary Rumsey (o Ramsey McDonald). Al parecer la imagen en un principio no representaba a ningún personaje concreto, sino a un conquistador español cualquiera. Fue en un primer momento donada a México, como homenaje a Hernán Cortez, pero los mexicanos vivían un época nacionalista y rechazaron la estatua. En 1929 es adquirida por Trujillo de Extremadura (España), lugar de nacimiento de Pizarro. Y en 1935, una copia fue obsequiada al Perú por la viuda de Ramsey. La estatua estuvo primero frente a la Catedral de Lima, luego junto a Palacio de Gobierno (también llamado "Casa de Pizarro") y finalmente, en el 2005 fue trasladada al Parque de La Muralla ubicado próximo a la casa de gobierno en el Centro de Lima. También existe otra estatua similar en la ciudad de Buffalo, Estados Unidos.

FUNDACIÓN DE LIMA


LA CIUDAD DE LOS REYES

En el más central y extenso valle de la costa del Perú, bajo un cielo apacible y sereno, en las riberas del Rímac, a dos leguas del mar y cerca de un pueblo de indios, Francisco Pizarro, el famoso conquistador del imperio de los Incas, fundó, con doce de sus compañeros, el 18 de Enero de 1535, en nombre de la Santísima Trinidad, la población que no había podido establecer ni en Sangallán (Pisco) ni en Jauja, denominándola "Ciudad de los Reyes"; nombre que, si bien fue dado más por motivos religiosos que en homenaje a los soberanos de Castilla, hoy, contemplado a la distancia de largas centuias, parece como una revelación profética de la grandeza a que había de llegar el futuro virreinato.

Jauja y San Gallán, primeras capitales de Nueva Castilla.

Los conquistadores españoles dudaron mucho antes de elegir a Lima como la capital del incipiente virreinato. Primero buscaron un lugar central en la Sierra, y en 1533 optaron por el bello valle de Jauja, pero el lugar no fue aceptado de buena gana por los hispanos debido a su lejanía del mar. Poco después se funda la segunda capital en Sangallán, en las cercanías de Pisco, pero el intento fracasó por falta de recursos.En 1534 Francisco Pizarro envió desde Pachacámac una expedición, cuyo fin era buscar un emplazamiento estratégico y pródigo en recursos. Al poco tiempo encontraron el señorío del cacique Taulichusco y les pareció ideal: contaba con buen clima, una población pacífica, frutales, bosques y redes de acequias y caminos dignos, según ellos, de los romanos. En definitiva, el lugar era perfecto: estaba cerca del mar, pero lo suficientemente retirado como para dar seguridad a sus vecinos en casos de ataques.

La Fundación
El 18 de enero de 1535, Francisco Pizarro procedió a fundar la ciudad en nombre de sus magestades el emperador Carlos V y de su madre la reina Juana. En la ceremonia se encontraban presentes dos frailes (un franciscano y un dominico), numerosos soldados a caballo y a pie, esclavos negros y una mujer, la morisca Beatriz. El nombre oficial "Ciudad de los Reyes" se eligió en homenaje a los Reyes Magos, por la cercanía de su fiesta. De aquí viene el apelativo de las "tres veces coronada" ciudad; aunque el tiempo impuso la denominación nativa de Lima. Según algunos autores, el nombre es una corrupción hispánica de "Rímac", topónimo quechua del río, hablador.

Lima Cuadrada

El croquis original de la ciudad, perdido ahora, marcaba 9 calles de largo por 13 de ancho, o 177 manzanas, llamadas entonces "islas", divididas cada una en 4 espaciosos solares. Las primeras casas se construyeron alrededor de la plaza mayor en las cercanías del río Rímac y se dice que la adornaban tantas huertas de naranjos, manzanos y otros frutales que la nueva capital parecía un pequeño bosque

El Escudo

El escudo de la ciudad se le otorgó a Lima en 1537, en él aparecen los símbolos del empeador Carlos V y su madre, doña Juana, junto con las estrellas de los Reyes Magos. En su orla lleva la inscripción: "Hoc signum regium est" (este es el símbolo de los reyes).Protocolarmente, llamaban a Lima "la muy noble, muy insigne y muy leal ciudad de los Reyes del Perú".

El dato curioso

Para muchos historiadores, el nombre " Ciudad de los Reyes " no fue otorgado en honor a los entonces monarcas españoles, sino en homenaje a los Reyes Magos y su cercana festividad.
Cuentan que a Pizarro se le hizo coincidencia la fecha en que los referidos sabios encaminaron a Belén con la que él mismo viviera en busca del lugar ideal para establecer la nueva capital.
Sobretodo, por encontrarse entre arenales al igual que ellos para llegar a buen destino. En una franja desértica que el conquistador español ignoraba fuera la gran zona ceremonial de Pachacamac, que hoy es tan reconocida.
Si efectivamente el nombre respondiera a los Magos Navideños, haría para muchos más claro el apelativo de la “tres veces coronada” ciudad, como suele llamársele.

sábado, 1 de diciembre de 2007



Cátedra Jorge Basadre

Entrevista al historiador José Agustín de la Puente Candamo

LA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL

Homenaje a la memoria de Jorge Basadre, Historiador y Profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Jorge Basadre y la reconstrucción nacional

Por Enrique Hulerig Villegas

Actual presidente de la Academia Nacional de la Historia y catedrático de la Pontificia Universidad Católica, José Agustín de la Puente Candamo es uno de nuestros historiadores más importantes. Nieto de Manuel Candamo, presidente constitucional del Perú durante el período 1903-04, De la Puente es, sin duda, uno de los mayores conocedores del siglo XIX, siglo al que ha dedicado varios libros y estudios. En la siguiente entrevista, nos aproxima a algunos aspectos de la reconstrucción nacional, tema principal del volumen 10 de la "Historia de la República" de Jorge Basadre.

¿Podría decirse que, durante la llamada época de la reconstrucción nacional, se vivieron momentos similares a los que actualmente viven el Perú y Chile?

La historia está viva y los peruanos la vivimos a través de una memoria muy dramática, aunque con elementos espirituales realmente aleccionadores, no solo durante la guerra misma, sino, sobre todo, durante la reconstrucción, que significó rehacer el país en medio de una soledad absoluta, sin nadie que nos prestase un centavo.

¿Qué levantó al Perú si no fue la voluntad de nuestros abuelos de seguir siendo peruanos?

La reconstrucción fue una epopeya merecedora de mejor recuerdo, donde salió a la luz la fuerza de algo que solo aparece en momentos dramáticos: la fuerza de la historia. Hubo, pues, circunstancias muy intensas, difíciles de explicar, una especie de ascética cívica. Y si bien no podemos olvidar lo que pasó porque es parte de nuestra memoria sanguínea, tampoco debemos alimentar el rencor. Juan Pablo II decía que los pueblos deben limpiar su memoria; y es cierto, no se trata de defender el olvido, pero sí de oponernos a mantener encendido el odio. De otro lado, a los chilenos les diría que, así como nosotros debemos someter nuestro dolor y aceptar la convivencia, moderen ellos su triunfalismo. Dios ha querido que seamos vecinos y tengamos intereses comunes.

Según Basadre, este período fue dramático, pero ese carácter fue especialmente intenso en Tacna.

Durante la chilenización de Tacna y Arica se vivieron momentos terribles. Era el tiempo, además, de las largas y difíciles negociaciones para realizar el plebiscito, que a la postre nunca ocurrió. En su libro "Mi infancia en Tacna", Basadre recordaba que la patria parecía ser algo remoto, distante, casi un ideal. Y como en diez años, que es el tiempo previsto por el tratado, era imposible cambiar el espíritu de un pueblo, Chile pone todos los obstáculos para que se realice el plebiscito. El gran tema es quiénes iban a votar. El principio de la libre determinación de los pueblos, amparo intelectual de un plebiscito como ese, se apoya en que deben votar los oriundos, no los forasteros ni los que estén allí por razón administrativa. En este contexto, es de resaltar lo ocurrido con la comisión presidida por el general Pershing, héroe norteamericano de la Primera Guerra Mundial, quien comprobó que lo que el Perú afirmaba era cierto, es decir, que en esas circunstancias era imposible un plebiscito honesto. Fue un triunfo moral y jurídico para el país. Cuando Perú firma el Tratado de Ancón jamás imaginó que se iba a perder Tacna y Arica. Si el plebiscito se realizaba en 1894, a diez años de la ratificación del tratado, lo ganaba el Perú. Aun si se hubiera realizado en la década del 20, también lo ganaba, porque, en medio de la desgracia, era evidente el heroísmo de los paisanos de las provincias cautivas. La guerra terminó formalmente en 1883, pero para un tacneño o un ariqueño recién terminaría en 1929. Recuperar las provincias cautivas fue un verdadero objetivo nacional.

Se ha hablado mucho de los cientos de documentos y libros de la Biblioteca Nacional que se perdieron durante la ocupación chilena de Lima.

Efectivamente, se perdió mucho en la Biblioteca Nacional, y ese es un tema que ha ganado vida nuevamente. La biblioteca fue víctima de un saqueo y eso hay que resaltarlo, aunque es curioso que el archivo, que estaba en el mismo local, no fuera tocado. Además, San Marcos fue convertido en cuartel durante la guerra. Se perdieron también los papeles de la Inquisición. Hace poco se publicó un libro de un historiador chileno sobre la Inquisición y estaba apoyado en ese material. Todavía quedan en la Biblioteca Nacional de Santiago muchos libros con el sello de la Biblioteca Nacional de Lima.

Por esos años el Estado Peruano se hallaba en la bancarrota y el Contrato Grace dio a muchos la sensación de ser un respiradero. Sin embargo, muchos políticos se oponen a su firma.

Hubo políticos muy importantes contrarios al Contrato Grace, porque significaba una suerte de hipoteca de determinados bienes. Pero era una fórmula para que el Perú mantuviese una tranquilidad respecto al servicio de la deuda externa. Fue un contrato, diría yo, dramático, pero todo lo era en ese momento de angustia nacional; y había que buscar la salida menos mala. Hay, sin embargo, otros aspectos en el tiempo de la reconstrucción: Iglesias, en sus primeros días de gobierno, no tenía nada de efectivo, y así se tuvo que rehacer toda la estructura económica del país, la agricultura, que había sufrido mucho en la costa, la minería, la industria, las instituciones, San Marcos, el Poder Judicial, las municipalidades, todo el servicio administrativo del Estado. En su gobierno, Lynch creó todo un esquema administrativo de ocupación, con reglamentos, normas. Se llega al punto de resellar las estampillas peruanas con un escudo chileno. En el caso de San Marcos, que había sido convertida en cuartel, muchos profesores, en particular los de Derecho -esto lo explica el rector Ribeyro en su memoria de 1883-, dictaban clases en sus casas para que la vida académica no muriera. Y es que teníamos tres historias: la historia del Perú en conjunto, la historia de los hombres de Arica y de Tacna y la historia de los tarapaqueños. Y volver a vivir bajo nuestra bandera fue, tal vez, la historia más profunda de la guerra.

¿Es cierto que se prohibió el empleo de los símbolos nacionales?

Sí, pero solo durante el breve lapso que duró el gobierno de García Calderón en Magdalena se le dio permiso para usar la bandera peruana, pero eso terminó en setiembre de 1881. La bandera que flameaba en Palacio de Gobierno era la chilena. Basadre cuenta que muchos paisanos nuestros se arrodillaron y lloraron en la Plaza de Armas de Lima cuando Iglesias entró a la Casa de Gobierno y se izó la bandera peruana. La historia del sufrimiento espiritual de las familias peruanas es un tema apasionante.

¿Haber asumido el gobierno con el ejército de ocupación en Lima le valió a Iglesias tener muchos detractores?

No solo para Cáceres sino para muchos peruanos, la postura de Iglesias fue rechazable. Pero si uno ve la historia desde lejos comprende esa postura. En una ocasión, Iglesias dijo que se necesitaba más coraje para negociar con el enemigo que ir a otra batalla. Me pregunto si las terribles guerras civiles entre Iglesias y Cáceres tuvieron un sesgo ideológico o solo eran dos formas distintas de ver el Perú. Cáceres, evidentemente, nos despierta ilusión y entusiasmo; Iglesias, en cambio, puede no suscitarlo, pero no fue un títere ni un hombre de mala conducta, pienso que fue un patriota, que simplemente no creía en la guerra permanente que postulaba Cáceres en la sierra. Iglesias no solo vio morir a su hijo en Chorrillos, sino que él mismo estuvo a un instante de morir. Él pensaba que el país necesitaba levantar esa losa que representaba la ocupación y debía comenzar de nuevo cuanto antes. Cáceres e Iglesias representan una síntesis muy útil. Son dos paradigmas, dos posturas, una de un realismo espantoso y la otra de una postura ideal, quizás inalcanzable.

Sin embargo, no faltarán algunos que arguyan que sí se logró alcanzar.

Sí, efectivamente, la guerra del Mantaro la ganamos. En esa historia de lo que pudo ser y no fue, sería interesante pensar qué hubiera pasado si el Ejército peruano vencía en Huamachuco, cuando recargan los chilenos y nosotros ya no teníamos municiones. Cáceres estuvo a un segundo de ser capturado: se salvó gracias a su famoso caballo El Elegante, que dio un salto increíble sobre una acequia muy ancha y dejó atrás a sus perseguidores.

La reconstrucción nacional enmarca también el surgimiento de diversas instituciones gremiales como la Sociedad Nacional de Industrias. Por otro lado, se redacta también el Código de Minería y comienza a apreciarse el desarrollo de la banca.

El país se levanta por todos lados. Hay, además, la circunstancia de que en ese momento llegan al Perú grandes avances técnicos y científicos de todo el mundo; la industria y la banca se modernizan, y aparecen también instituciones que buscan reafirmar el sentido de lo peruano: se funda la Academia Peruana de la Lengua, la Sociedad Geográfica, el Ateneo, Juan de Arona (seudónimo de Pedro Paz Soldán y Unanue) publica su "Diccionario de peruanismos" y en el año 1905 se crea la Academia de la Historia. Como parte de la reconstrucción nacional, hay una necesidad de estudiar lo peruano y hay, pues, una conjunción de diversos esfuerzos económicos, industriales, intelectuales.

Nicolás de Piérola y Andrés Avelino Cáceres son dos personajes, dos figuras centrales de estos años. Y el nombre de Piérola resulta polémico incluso hasta hoy.

Creo que hay dos hombres en Nicolás de Piérola: uno es el conspirador, el revolucionario del tiempo de Pardo; el otro es el Piérola de 1895, un hombre que ya había madurado, que gobernó con una visión nacional, no con criterio partidario. Y gobernó, además, con sus antiguos enemigos: el Partido Civil y el Demócrata, que forman la Coalición Cívico-Demócrata que va a gobernar del 95 al 99 y que fue un gobierno excelente. Aquí hay una lección: cómo es que tantos peruanos que piensan de modo diferente se ponen por encima de la política y se permiten trabajar juntos. La unión de civilistas y demócratas bajo la presidencia de Piérola fue una experiencia sumamente interesante, que posibilitó que el Perú tuviera 25 años de paz casi continua, salvo la revolución contra Billinghurst, hasta 1919. Por el contrario, creo que la vocación real de Cáceres no fue la del gobernante sino la del gran militar, el jefe con carisma y coraje. Su gobierno no expresa lo mejor de él. Sin embargo, hay que resaltar que Cáceres tenía ya una visión profunda del Perú. Como provinciano, veía que no todo era Lima sino que debía buscarse la totalidad. La lección de la Campaña de la Breña es imborrable: no fue la guerra de la estructura de un Estado, que estaba colapsado, sino la guerra de un pueblo.

Publicado en el diario El Comercio, 06/11/2005